ALEJANDRINA LAGO D Z_LIRIS MUNERA C_Cartagena_08.pdf

2.1. INTRODUCCIÓN
La formación del educador infantil con rigor y pertinencia se constituye en un
garante para asegurar el futuro de la infancia, el fomento de talentos creativos con
iniciativas y competencias de convivencia y dinámicas en el mundo del
conocimiento y en el mundo social de las relaciones.
La Educación Infantil tiene un ciclo fundamental que se inicia con el nacimiento y
se prolonga hasta los 6 años, en el cual se constituyen las bases del desarrollo
moral, físico, emocional, social, cognitivo y estético y se inicia el desarrollo de las
habilidades de pensamiento, los procesos comunicativos, afectivos, el
razonamiento en identidad y respeto por si y por el otro.
Para el caso de América Latina y Colombia en particular las condiciones para la
formación y desarrollo del educador infantil se han normatizado desde visiones de
desarrollo integral de la infancia; sin embargo, los antecedentes en las
concepciones, imaginarios y prácticas de la escuela, muchas veces no favorecen
un ejercicio que legitime propuestas pedagógicas concebidas desde esta
concepción de formación integral en la que se dimensione desde la formación la
ética y la autonomía como esencia de dignidad humana.
Estas circunstancias unidas a índices de carencias vitales, de ambientes
deprimidos, de estímulos; crean un escenario favorable y promisorio a una
propuesta de formación del Educador Infantil que tenga como referente la real
situación identificada los resultados del estudio realizado por el Ministerio de
Educación Nacional (MEN) “Lineamientos de Política Educativa para la Primera
Infancia” publicado en AL TABLERO. Plan Nacional de Educación. ( 2007,,Jun -
Agosto) ; el cual señala que hay una oferta variada de programas universitarios de
formación del educador infantil, pero muchas veces, hay ausencia de un proyecto
pedagógico que medie la formación integral del niño, con educadores
comprometidos en su formación y la práctica de la pedagogía infantil.
Estas deficiencias en la formación de los docentes se manifiestan en las
relaciones que establecen con los niños, con un desconocimiento en la práctica
las etapas evolutivas del niño; el aprovechamiento de sus conocimientos previos,
sus potencialidades e intereses. Estas condiciones acompañadas de instituciones
carentes de material didáctico pertinentes o de un uso inapropiado de ellos, por
parte del docente, funcionando en locales con infraestructura inadecuada o
riesgosa, convierten muchas veces el desempeño del educador infantíl en una
labor asistencial, alejada de los requerimientos formativos de la pedagogía
infantíl.
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