ALEJANDRINA LAGO D Z_LIRIS MUNERA C_Cartagena_08.pdf

ecurso preponderante en el proceso de cambio, expresado en la capacidad de
proporcionarle sustentabilidad a los proyectos innovadores que la comunidad
educativa intente introducir en la rutina del centro educativo.
El mejoramiento hacia la calidad educativa exige adoptar nuevos conceptos,
paradigmas, esquemas teóricos válidos, concepciones que se reflejen en una
manera nueva de ser, pensar, hacer; ese saber cultural – científico – pedagógico
que permita reestructurar funcionalmente estrategias en el manejo de procesos,
procedimientos, creación de ambientes óptimos, administración de recursos
materiales y muy específicamente humanos. Una gestión desde todo punto de
vista integral, que aborde el desarrollo humano desde sus diferentes dimensiones:
corporal, cognitiva, comunicativa, ética, desarrollo moral, espiritual y social, que
favorezca la formación de personas competentes para afrontar exitosamente los
diferentes retos del diario vivir, gestora de su progreso y el de su colectividad.
En este marco es de vital importancia comprender la implicaciones y exigencias
que conlleva la escuela como organización, pues el éxito de ésta se fundamenta
en gran medida en el liderazgo del docente, considerando que su gestión
demanda mucho más que la simple competencia técnica y funcional para ampliar
una concepción social, ética profesional, que permita mediar las interacciones
escolares, la dinamización de procesos, el perfeccionamiento de estrategias, la
búsqueda de alternativas, la creación de ambientes propicios para el desarrollo, la
constitución de equipos de liderazgo participativo y ante todo la implementación de
procesos de investigación y evaluación que permitan cualificar la acción educativa
en respuesta a las necesidades individuales y de contexto.
El docente en su función de orientador de la comunidad educativa y responsable
de la cualificación y mejoramiento tiene una gran responsabilidad en la planeación
y evaluación de lo que vendría siendo la columna vertebral de la institución, el PEI.
Para lograr este sueño de país es imperativo que desde la escuela los docentes
se conviertan en agentes de una acción transformacional, meritocrática,
transaccional y creativa. Transformacional por cuanto deben ser agentes
formadores para favorecer el desarrollo de los demás. El éxito del docente está en
influir en los otros, consiguiendo ayuda para asegurar la misión, favorecer la visión
y enriquecer los valores preestablecidos. Por ello, a partir de condiciones
pedagógicas bien definidas, incorporadas a su quehacer, debe asegurar que sus
estudiantes y padres de familia asuman sus compromisos con la superación
personal y la mejora permanente. Si se da este elemento se puede estimular el
desarrollo de las potencialidades de cada uno de los miembros de la comunidad
educativa, logrando reconocer los méritos que cada uno tiene para la organización
escolar y desde esta manera poder desde la acción creativa, innovadora,
responder con calidad y altos niveles de desempeño a las exigencias y
necesidades personales y sociales desde la creación de ambientes armónicos.
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