ACTA - H. Congreso del Estado de Sonora

Pero lo veo con mis propios ojos y voy personalmente a empolvar las botas y a
sudar la camisa en verano, al pueblo que haya que ir, por más chico que sea y ahí
estamos. Eso con mucho gusto el día que usted quiera participar con nosotros, lo
incluimos en nuestras giras. Empiezo por decirle que en el Hospital General del
Estado teníamos un promedio de quejas y observaciones a la Comisión de
Arbitraje Médico, 94 por decir algo en un año, y a qué no sabe, le quitamos un 9.
De 94 se fueron a 4. En tan solo un año de atención directa con la gente, cómo
verdaderamente hemos estado trabajando con la gente que ha sido nuestra
principal inversión, en capacitación, en trato, en plática, porque estamos muy
conscientes de que el principal activo que tiene la Secretaría de Salud es su
gente.
Estamos en un lugar en donde no manejamos carros, ni edificios, donde tratamos
personas angustiadas, personas que están enfermas, que sienten el peligro y
sienten el temor de perder su vida. Y en ese momento requieren el apapacho y el
trato humano, sensible, que estamos tratando de darle a todos nuestros pacientes.
Usted podrá ver en el Hospital Infantil, en el Hospital de la Mujer, en el Hospital
General, en gran parte de nuestros hospitales, Oncológico, podrá ver un nuevo
módulo de atención ciudadana, donde la gente llega, se sienta, pide información,
hace sus sugerencias, pone sus quejas y hasta su tacita de café tiene en las salas
de espera, que incluso no vemos en muchos otros hospitales.
Es importante también mencionarle cómo hacemos caso verdadero a las
observaciones de la gente, a la gente que pone su queja, que pone su
observación, le llamamos y se le llama verdaderamente a través del hospital, del
administrativo e incluso el director del hospital, o los recibe personalmente para
hacer cualquier aclaración. Y ahí si, quizá haya una llamada a radio o dos, pero
hay miles y miles de comentarios y de buenos comentarios optimistas, que yo creo
que no debemos de dejar atrás.
Sabemos como le decía, que tenemos un diagnóstico y hay que ser muy claro
cuando reconocemos nuestras debilidades. Reconocemos nuestras debilidades
pero con miras a superarlas y con el optimismo de salir adelante, con esa
capacidad que tenemos cuando estamos dispuestos, con un equipo de gente que
verdaderamente esté motivada, con una nueva actitud como lo estamos viendo en
toda nuestra gente, así nos lo expresan nuestros hospitales, nuestros directivos,
nuestros dirigentes sindicales, cómo verdaderamente hemos venido cambiando
con la gente. Quizá sea lo más difícil. Un aparato se calibra, se compra, se
descompone y se repara, pero la gente de tantos años, ha venido cambiando y
eso se siente todos los días en nuestros hospitales. Hemos estado manejando
esos módulos de atención ciudadana, que han tenido verdaderamente un
excelente resultado.
Quiero decirle también que en las comunidades indígenas aceptamos esa
deficiencia. Soy el primero en aceptar nuestras debilidades y hemos creado pues
por eso, esa idea, ese nuevo programa que estamos solicitando a nivel federal del
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