36417674-Breve-Historia-Universal-Ricardo-Krebs
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España y en que las antiguas civilizaciones asiáticas alcanzaban un nuevo apogeo, el Japón empezó a dejar<br />
el anonimato de la prehistoria y a incorporarse al mundo histórico.<br />
La historia del pueblo japonés quedó influenciada poderosamente por los factores geográficos. Japón<br />
ocupa un archipiélago formado por unas mil islas. Las islas más grandes son Hokkaido, Honshu, Shikoku y<br />
Kyushu. Las islas carecen de materias primas importantes, como el hierro y el carbón. Únicamente el 17% de<br />
la tierra es cultivable. Una distancia de 250 km separa la isla de Shikoku de la costa de Corea. Los japoneses<br />
siempre han dirigido sus miradas hacia el continente en la esperanza de recibir de allá los recursos naturales<br />
que les faltaban y de poder avecindar allá a sus excedentes de población. A través del mar llegaría al Japón<br />
la influencia de las altas culturas del continente.<br />
Según la leyenda, las islas habrían sido ocupadas primero por los dioses. Uno de ellos habría llegado a ser el<br />
primer emperador del Japón. Los japoneses estuvieron convencidos de que todos los emperadores<br />
posteriores habrían descendido de aquel primer emperador divino y por eso los reconocieron como dioses y<br />
les tributaron honores divinos.<br />
Los primeros habitantes del Japón fueron los ainu. Hacia el 1500 los japoneses, provenientes del continente,<br />
invadieron las islas y se impusieron a los ainu, los cuales se retiraron a la isla-de Hokkaido donde<br />
descendientes de ellos se han mantenido hasta hoy en día.<br />
Los invasores estaban organizados en distintos clanes uno de los cuales, el clan de Yamato que pretendía<br />
descender del dios solar Amaterasu Omikamí, extendió su dominio sobre todo el archipiélago e impuso la<br />
dignidad imperial como autoridad suprema.<br />
Durante largo tiempo el pueblo japonés se mantuvo en el estado neolítico. No conocía la escritura ni la<br />
moneda. Usaba una cerámica primitiva y cuchillos, puntas de flecha y hachas de piedra. Practicaba el<br />
sintoísmo, una religión politeísta. El culto consistía principalmente en la ofrenda de caballos, bueyes, telas y<br />
otros sacrificios para obtener la protección y ayuda de los kami, los dioses.<br />
Con el tiempo se establecieron relaciones cada vez más estrechas entre el Japón y la China. En los períodos<br />
de crisis, de anarquía y de guerra en el continente, numerosos refugiados chinos y coreanos buscaron asilo<br />
en las islas japonesas. En los días de grandeza del imperio chino se produjo un fecundo intercambio<br />
comercial y cultural. Los japoneses asimilaron con avidez los valores superiores de la cultura china.<br />
Adoptaron el modo de vivir, el sistema de pesos y medidas, el régimen de moneda, el calendario y la<br />
escritura de China. En el año 552 d.C. un monje budista chino introdujo el budismo que se difundió<br />
rápidamente. La emperatriz Suiko, la primera mujer que gobernó en el Japón (593-629), proclamó el<br />
budismo como religión oficial del imperio.<br />
El imperio japonés tomó muchos elementos de la organización política china, pero conservó también<br />
características propias. El Tenno, el emperador, cuya dignidad era hereditaria, reunía poderes espirituales y<br />
temporales, siendo, al mismo tiempo, dios nacional y jefe político. Bajo su autoridad funcionaba un aparato<br />
<strong>Breve</strong> <strong>Historia</strong> <strong>Universal</strong> – <strong>Ricardo</strong> <strong>Krebs</strong> 46 (Montes Inc.)