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gres6 el Mahatma dijo: "Bueno, ahora vamos a comer 10s chapatis<br />
que 10s amados nos han preparado." Cuando el Mahatma abri6 la<br />
bolsa qued6 sorprendido de encontrar solamente dos chapatis por-<br />
que le habian dicho que eran tres. Entonces le pregunt6 a1 amado:<br />
"Dime, i qu6 se ha hecho el tercer chapati ?" El contest6 : "Maestro,<br />
yo no s6. Creo que s610 te dieron dos; yo no s6 nada del tercer cha-<br />
pati." El Maestro guard6 silencio y luego dijo: "Estk bien, c6mete<br />
uno y yo me comer6 el otro."<br />
Despues de comer continuaron su viaje y llegaron a un rio<br />
que debian cruzar. El Mahatma estaba confiado porque tenia fe en<br />
Dios y sabia yue no se ahogaria. Pero ese amado estaba muy asus-<br />
tado, a pesar de ir acompaiiado de un Maestro Perfecto. Cuando ya<br />
estaba en el rio con el Maestro, sinti6 que se iba a ahogar y le dijo<br />
a1 Maestro: "Maestro, tengo miedo de ahogarme; haz algo por mi.<br />
Siento como si fuera a morir aqui." El Maestro le dijo: "Dios nos<br />
ha creado y El nos protegerii. Entonces debes recordarlo, orar y<br />
pedirle que te salve." Luego ese hombre codicioso hizo la remem-<br />
branza del Seiior, or6 y se salv6, y tanto el Maestro como el hombre<br />
codicioso cruzaron el rio sin ningh problema.<br />
Despues de cruzar el rio, el Mahatma pens6 que para entonces<br />
ese amado diria la verdad ya que Dios habia derramado tanta gra-<br />
cia sobre el. Y le dijo: "Amado, ya sabes que Dios te ha creado y<br />
que ha derramado mucha gracia sobre ti a1 haberte salvado de estas<br />
aguas. Ahora debes jurar por ese mismo Dios y decirme quikn se<br />
comi6 el tercer chapati." Y 61 le respondi6: "Maestro, es verdad que<br />
yo no sd nada de eso. Si supiera te lo habria dicho." El Maestro era<br />
muy paciente y permaneci6 callado. S610 dijo: "Muy bien." El sabia<br />
que tarde o temprano diria la verdad y no se impacient6 por eso.<br />
Nuevamente continuaron la marcha y llegaron a un bosque que<br />
estaba en llamas. El Maestro tenia confianza y no sentia temor de<br />
pasar por entre el fuego; pero el hombre codicioso se asust6 y a1<br />
llegar a1 fuego y sentir que las llamas lo iban a consumir dijo:<br />
"Maestro, el fuego se estk acercando y nos va a rodear, iqu6 hace-<br />
mos?" El Maestro dijo: "Dios, quien te ha creado y te ha salvado<br />
del agua, sin lugar a dudas te salvar6 nuevamente si piensas en El<br />
y le oras. Ten plena fe en Dios." Asi que ese amado nuevamente<br />
record6 a Dios, or6 y fue salvado de las llamas.