Chávez llama a arreciar la ofensiva revolucionaria - Ciudad CCS

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Crearon “Kony”
para intervenir
militarmente
> Desde hoy 5 mil soldados buscan al jefe del
Ejército de Resistencia del Señor de Uganda
VÍCTOR HUGO MAJANO
CIUDAD CCS
“Kony 2012”, un video de 30 minutos,
que ha recibido cerca de 150
millones de visitas en Youtube y en
Vimeo, logró su objetivo de impulsar
una intervención militar con
fuerzas multinacionales.
Desde hoy 5 mil soldados de
Uganda, que dirigirá el contingente,
Sudán del Sur, la República Democrática
del Congo y la República
Central Africana, partirán desde
Yambio (Sudán del Sur) con el fin
de capturar o neutralizar a Joseph
Kony, jefe del Ejército de Resistencia
del Señor de Uganda (LRA por
sus siglas en inglés), informó Prensa
Latina (PL).
Kony enfrenta cargos que incluyen
el secuestro de niños para
usarlos como soldados y esclavos
sexuales y la aplicación de torturas
como amputación de
miembros.
El mandato lo aprobó
la Unión Africana ante la
presión generada por ce-
lebridades que se unieron
a la campaña “Kony
2012”, que se inició apenas
hace tres semanas.
Previamente, en octubre
de 2011, el presidente
de EEUU, Barack Obama,
aprobó el envío de
JASON
RUSSEL
Lider de la
campaña de
internet “Kony
2012”
100 asesores militares a Uganda
para apoyar la captura.
OPERACIÓN DE PROPAGANDA IMPERIAL
Luis Martín-Cabrera, columnista
del portal web Rebelión.org., refiere
que se trata una perversa operación
de propaganda imperial a favor
de las guerras humanitarias
que se apropia de la retórica y algunas
de las tácticas de la izquierda
para promover las emociones más
bajas y los valores políticos más abyectos
y regresivos de la derecha
evangélica blanca de EEUU.
“No se trata de un video sobre
África, sobre los niños soldados,
sobre Uganda o sobre Joseph Kony;
se trata de un video sobre Jason
Russell y la visión colonial de África
de la derecha evangélica blanca.
Consigue reactualizar la desafortunada
frase de Hegel, según la cual
África es un continente sin histo-
ria. En ningún momento el video
se refiere a la partición de África
que está en la base de muchos de
los conflictos tribales del presente,
ni al colonialismo británico, ni a
los misioneros cristianos que como
Russell y sus amigos contribuyeron
a “racionalizar” el proyecto
colonial, ni a la dependencia económica
del continente, ni a nada
que no sea fomentar nuestras
emociones más desnudas frente al
sufrimiento de los niños ugandeses”,
precisa el artículo.
Destaca que el video toma “a los
niños de Uganda simplemente como
objetos inertes, víctimas pasivas
sobre las que hacer pasar los
delirios mesiánicos de una ideología
imperial capitalista abocada a
la autocompasión”. Y pone la atención
en el hecho de que “a lo largo
de la película, los niños (y los adultos)
de Uganda apenas poseen
un lenguaje, la mayoría
del tiempo profieren sonidos
preverbales o lloran
para mostrarnos su sufrimiento
desnudo”.
El articulista sin embar-
go se percata de que la tragedia
que se presenta no es
la de los niños africanos, sino
la posibilidad de que algo
pudiera pasarles a los niños
rubios y blancos de la
clase media gringa.
En una de las escenas rodadas en
Uganda, Russell y otros miembros
del equipo se escandalizan al descubrir
unas decenas de niños durmiendo
a la intemperie para huir
de Kony; uno de los miembros del
equipo afirma: “Si esto pasara en
Estados Unidos sería portada del
Newsweek al día siguiente”. Esto solo
puede ser una broma macabra y
cruel viniendo de un país donde
los afroamericanos son encarcelados
de manera desproporcionada,
siguen enfrentando serias barreras
para acceder al mercado laboral y
a la educación.
NEGRO MALO Y NEGRO BUENO
La película plantea la distinción
entre negros malos, como Kony, y
negros buenos, como Jacob, un niño
soldado que protagoniza la acción
en el audiovisual.
Esta división, explica Martin-Cabrera,
“tiene una larga historia
que se remonta a la división entre
los esclavos domésticos y los esclavos
que trabajaban en los campos,
el tío Tom y los esclavos cimarrones.
La fragmentación es una estrategia
colonial de dominación, de
hecho, se puede decir, utilizando
los conceptos del psicoanálisis
kleiniano, que Russell proyecta su
propia imagen fragmentada sobre
estas dos figuras: Kony es el objeto
malo que genera odio, mientras
que Jacob es el objeto bueno que
genera deseo y compasión; el problema
es ese, que son objetos fragmentados,
no sujetos, y como tales
uno puede transformarse en el
otro, Jacob puede devenir Kony casi
sin transición y transformarse
en objeto de odio y viceversa. Aunque
no se trata de psicoanalizar a
nadie ni de producir ataques ad
hominem, que Russell tenga una
personalidad esquizoide mediada
culturalmente sobre la herencia
de la supremacía blanca y sus objetos
buenos y malos es más
que una posibilidad”, explica
la nota de Martín-Cabrera.
Puntualiza que “el vi-
deo encapsula en 30 minutos
toda la propaganda
imperial de las guerras
humanitarias que Estados
Unidos y sus aliados está
tratándole de imponer al
mundo” a través del concepto
de “globalización
de los derechos humanos”
¿POR LOS NIÑOS O POR EL PETRÓLEO?
El momento de mayor euforia del
video es cuando Obama accede, en
octubre pasado, a mandar tropas a
Uganda para perseguir a Kony, refiere
Martín-Cabrera.
“La ocupación militar se presenta
como la única salida posible a
JOSEPH KONY
jefe del
Ejército de
Resistencia
del Señor de
Uganda
SÁBADO 24 DE MARZO DE 2012 / CIUDAD CCS MUNDO 13
Destrozando autos y masturbándose
El cofundador de la campaña, Jason
Russell, protagonizó hace una semana
un escándalo muy publicitado
cuando fue arrestado por encontrarse
“destrozando autos, desnudo y
masturbándose”.
Russell fue hospitalizado al detectarle
síntomas de “agotamiento, deshidratación
y malnutrición”, informó el
director ejecutivo de la ONG Invisible
Children, Been Keesey.
Russell tiene 33 años, y es hijo de Paul
Sheryl Russell, quienes son los fundadores
de Christian Youth Theater.
Se trata de una escuela y centro de
un conflicto en el que los ciudadanos
de Uganda tienen que volver a
ser intervenidos colonialmente para
salvarles de sí mismos”, acota.
Sin embargo, en esa oportunidad
expertos citados por la agencia
rusa Novosti dijeron que “el objetivo
de fondo es despejar el terreno
para la construcción de
oleoductos entre Sudán
del Sur y la costa atlántica
del África”.
Sudán del Sur es una
nación que emergió de la
República de Sudán, surgida
luego de la independencia
en territorios que
eran colonias de Gran
Bretaña, según la web
Wikipedia.
Un conflicto étnico
provocó al menos dos guerras civiles,
que finalmente condujeron
a la secesión, tras un referendo
por la independencia, en julio de
2001.
En el Sur se encuentra el 85% del
petróleo, pero debido a que en la
zona no hay acceso al mar, dependía
del Norte para su exportación.
“Sudán del Sur es uno de los paí-
lustración: Etten Carvallo
actuación, danza y canto con estrictas
normas de comportamiento “cristiano”.
Eso incluye prohibiciones de consumo
de drogas, alcohol y tabaco.
Entre sus objetivos figura la promoción
de los “valores judeo-cristianos”.
Por su parte, Invisible Children inició
su acción en 2006 centrada en Kony.
Y expresó su apoyó al Ejército del
Pueblo para la Liberación de Sudán,
un grupo partidario de la secesión de
Sudán del Sur.
La campaña por internet se inició al
principio de marzo y tuvo el apoyo de
Rihana y Oprah Winfrey, entre otros.
ses más pobres del mundo con
apenas infraestructuras para grandes
ciudades. Por ello, se espera
que las grandes potencias occidentales
busquen tutelar el país”, explicaba
una nota publicada por Telesur
en julio de 2011.
Agregaba el dato de que el referendo
de independencia fue “propiciado
y rápidamente apoyado
por las potencias occidentales”.
Por esto cabe preguntar si la
campaña “Kony 2012” es por los
niños o por petróleo sursudanés.
La reducción de los conflictos bélicos
a una película de buenos y
malos, donde Occidente es siempre
el bueno, es insostenible y peligrosa,
puntualiza el análisis publicado
en Rebelión.org.
Vale destacar que “según el gobierno
de Uganda, Kony ni siquiera
está en el país desde el 2006, pero
no importa, porque, como dijimos
antes, el video no es sobre
Uganda, es sobre los intereses de
Occidente, la misma filosofía que
puede ser utilizada en un futuro
no muy lejano para justificar más
intervenciones en Irán o Siria”,
concluye Martín-Cabrera.