Núm. 102-107 - Fábrica Nacional de Moneda y Timbre
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AMONEDACIÓN EN LA CORONA DE ARAGÓN ER; EL SIGLO SIV<br />
que en el fondo respon<strong>de</strong> a la misma i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> amparo en el infortunio y <strong>de</strong> adqui-<br />
sición <strong>de</strong> este <strong>de</strong>recho por el trabajo suministrado en momentos <strong>de</strong> salud, que la<br />
mo<strong>de</strong>rna previsión social en materia <strong>de</strong> enfermedad.<br />
En cambio, quien tomara para sí algo <strong>de</strong> lo labrado, sería expulsado <strong>de</strong> la ceca,<br />
pena no <strong>de</strong>masiado severa para una falta <strong>de</strong> tal naturaleza. Los falsarios serian<br />
recluidos por e1 maestro, y si eran extranjeros se verían expulsados. Es <strong>de</strong> suponer<br />
que en este caso se enten<strong>de</strong>ría por falsarios a quienes incurriesen en irregularjda-<br />
<strong>de</strong>s maliciosas en el trabajo normal <strong>de</strong> la ceca, pues la falsificación propiamente<br />
dicha era objeto <strong>de</strong> penas mucho más graves por el <strong>de</strong>recho general, y en este caso,<br />
la condición <strong>de</strong> mone<strong>de</strong>ros seria más agravante que otra cosa.<br />
También regulaba la disposicion que nos ocupa, y con mucho cuidado, las fal-<br />
tas en la relación con los compañeros <strong>de</strong> trabajo. El ofensor <strong>de</strong> palabra sufriría<br />
diez dias <strong>de</strong> suspensión <strong>de</strong> empleo (y sueldo) y abonaría cinco sueldos <strong>de</strong> multa<br />
para la bolsa <strong>de</strong>l taller monetario. Quien cogiera por los cabellos y <strong>de</strong>rribara al<br />
compañero tendría una pena <strong>de</strong> 20 días <strong>de</strong> suspensión y 10 sueldos <strong>de</strong> multa.<br />
Quien agrediere con armas y causare herida no mortal sufriria 40 días <strong>de</strong> suspensión<br />
y 20 sueldos <strong>de</strong> multa. Si la víctima moría, el agresor resultaría preso y quedaría<br />
a disposición <strong>de</strong>l Rey. Golpear con el pie o el puño se castigaba con 20 sueldos<br />
<strong>de</strong> multa y 10 días <strong>de</strong> suspensión, 17 herir con espada a un colega se penaba con 60<br />
sueldos <strong>de</strong> multa y 40 días <strong>de</strong> suspensión, pero si lo realizaba un obrero <strong>de</strong> la<br />
fundición sería expulsado, pudiéndosele pren<strong>de</strong>r hasta que abonare cien sueldos.<br />
Mentir se penaba con 10 sueldos, y <strong>de</strong>sobe<strong>de</strong>cer, con diez sueldos <strong>de</strong> multa y diez<br />
días <strong>de</strong> suspensión. Quien, apartado <strong>de</strong> su trabajo, ofendia a otro, teniendo en la<br />
mano palo o martillo o utilizara ({palabra mortal)) seria penado con diez días <strong>de</strong><br />
suspensión y diez sueldos <strong>de</strong> multa. Todas estas multas iban a la bolsa <strong>de</strong> la ceca<br />
y no a la <strong>de</strong>l Gobernador. El que tuviese mujer <strong>de</strong> un compañero sería suspendido<br />
en su empleo hasta que la <strong>de</strong>jase, y si, amonestado a que rompiera con ella, no lo<br />
hacía, sería expulsado <strong>de</strong> la corporación. Estamos, pues, ante un propósito <strong>de</strong> gra-<br />
duar las faltas según un criterio bastante sensato <strong>de</strong> la medición <strong>de</strong> las mismas.<br />
Al mismo tiempo se procura evi<strong>de</strong>ntemente mantener y <strong>de</strong>sarrollar un espíritu <strong>de</strong><br />
compañerismo.<br />
Este propósito inspira toda la or<strong>de</strong>nanza y no sólo su aspecto penal. Hemos<br />
visto lo sucedido respecto <strong>de</strong> la asistencia a los enfermos. Asimismo se especificaba<br />
que si la enfermedad era larga, seria la bolsa <strong>de</strong> la ceca la que aten<strong>de</strong>ría al intere-<br />
sado. En caso <strong>de</strong> muerte, los compañeros <strong>de</strong>bían asistir al entierro con solemnidad<br />
(quien <strong>de</strong>jara <strong>de</strong> hacerlo sería multado con una libra). También era obligatorio<br />
acudir al velatorio y a capítulo (en ambos casos con pena <strong>de</strong> un sueldo para el<br />
infractor). Es <strong>de</strong> advertir que reglas <strong>de</strong> esta índole existían en muchas corporaciones<br />
y posiblemente el espíritu gremial general influyó sobre las or<strong>de</strong>nanzas que en este<br />
punto tuvo la ceca. El valor <strong>de</strong>l compañerismo, por el espíritu ético positivo a<br />
que respon<strong>de</strong> y bienes que <strong>de</strong>rivan <strong>de</strong> tal armonía esplica perfectamente esta<br />
ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l legislador.<br />
A fin <strong>de</strong> garantizar el pago <strong>de</strong>l salario se estableció que éste se abonaría en do-<br />
mingo y se previó que, <strong>de</strong> no hacerlo, los acuñadores se <strong>de</strong>clararen en huelga hasta