Núm. 102-107 - Fábrica Nacional de Moneda y Timbre

AMONEDACI~N EN LA CORONA DE ARAGÓN EN EL SIGLO XIV
dit scriba o Maestre, deu en fer pendre al asaiador, en presencia lur, de cascuna
de les vergues que dels cresols hauran tirades, tant que puxen ver un asaig; E el
dit asaiador deu ne fer asaig en presencia lur; E con lo dit asaig sia fet, pesenlo,
e si es son dret, sien liurades les dites vergues als obrers a pes, per fer diners; E
si son dret noy era, e avia trop, deia dir lasaiador als dits quatre que aquelles
vergues sien refuses, e sia esmenat $0 quey sie mes o menys, pero i gra e mig fins
en dos o mes menus pot passar a esmenar de una delliuranca a altra; E axi lo dit
asaiador es en la moneda per provar si el maestre fa justamente la lia; E les vergues
que romandran, part aquellas que sien dadas als obrers per obrar deuen esser
meses en una caxa que aia dos tancaduras, e tinguen ne les guardes una clau e
lo maestra altrail. Observará el lector que estas prevenciones responden a criterios
similares a los que hemos consignado en otras ocasiones (0, si bien varían en sus
detalles (por ejemplo, reaparece la caja de cerradura múltiple). Los puntos que no
se consignan en alguna ocasión, no están necesariamente en contradicción con los
que hemos registrado en otras (encierro de los horneros). Cabe, por tanto, pregun-
tarse si su ausencia es fruto de que no se acostumbraban a practicar, o simple-
mente de olvidos del redactor del documento, quizá por su propio caráctcr de
prácticas rutiiiarias, que no siempre llaman la atención.
Seguidamente, el documento indica que los obreros, una vez que hubieran
hecho los dineros (21, los aportarian ante el escribano del Rey, el maestre y las
guardas. En presencia de los cuatro se verificaría ((si son autals a lur punt*. Una
vez hecha esta verificación ((si ho son (en su punto), lo maestre deu los reebre
a pes; E si no son ben fets, fates lur hom adobar)). La regla no es nueva. Pero no
se consigna margen de tolerancia, quizá por ser documentos incompletos, de los
que son subsidiarios sistemas más o menos consuetudinarios, en último término,
por lo indicado al final del párrafo anterior.
Una vez recibidas por el maestre las piezas de los obreros, en condiciones
correctas, los libraría a peso al blanqueador para la operación de blanqueo. Termi-
nada bsta, el blanqueador los devolvería también a peso al maestro y éste a su
vez diura los als moneders, a pes e a nombre, per monedero. El eje de cada opera-
ción era, pues, el maestre, sin duda en atención a su interés y responsabilidad
en el resultado técnico y económico de la acuñación.
El documento que nos ocupa tiene otra prevención, pues añade que amentres
los moneders moneden los dits diners, les Guardes deuen pendre de cascun moneder
dels diners que fan, de sisalles ij diners o plus, en presencia del scriva del senyor
Rey e del maestre, e fan ne fer assaig al asaiador per veer si es aytal com aquel
asaig que fo fet de les vergues, pero per rahon de blanquir melior dey esser be de
mig gra que aquel de les vergueso. El propio texto nos indica la razón de esta
medida: *E aquest asaig se fa perque los obrers non poguessen res fer que desa-
guisat fos en la dita moneda)).
(1) VBase la nota anterior.
(2) Recuérdese que, en la documentacidn medieval, los cospeles reciben con frecuencia los nombres
de dinero o moneda.