Núm. 102-107 - Fábrica Nacional de Moneda y Timbre

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isleñas. Y en las mismas se efectuarían los cómputos consignados en documentos
(salvo si se tratara de documentos para censos y actas dotales y matrimoniales
para fuera del Reino). Aparte de asegurar la normal circulación de la moneda
real, dicha medida quizá se dirigiera también a reforzar su estabilidad, al evitar
que se llegara a alteraciones de valor recurriendo al uso de numerario extraño.
No en vano, a renglón seguido de este precepto, se disponía tsemper sit perpetue
et eterne gaudeant firmitate)).
La perpetuidad de la moneda seria jurada no sólo por Jaime 11, sino también
por los infantes Sancho y Fernando, práctica cuya finalidad (asegurar el compro-
miso de los sucesores mediante juramento, para que éste alcance más allá de la
persona del monarca reinante) es evidente y tiene asimismo un precedente en lo
acaecido en la Corona de Aragón.
h continuación de este juramento, en el mismo documento se establecia el
monedaje, bajo el nombre de ((fogaje)), sin duda en atención a devengarse por
hogares. Este tributo tendría carácter septenal. La solución parece asimismo
inspirada en el ejemplo peninsular.
C) Jaime de Jlallorca se dirigió al lugarteniente respondiendo a unos capí-
tulos que éste le envió (1). En su respuesta, entre otras cosas dice: aad illud quod
scipsistis de juris qui volebant mittere ad nos, placet nobis quod vos fecistis, el
volumus quod veniant pro predictis, immo volumos et mandamus quod fundatur
pecuniam regalium duplicium quanta potuerit fundi, dummodo denarii minuti
simplices et oboli non fundatur, set duplices nolemus retineri*. Este documento
muestra cómo se adaptaba o se sentía la necesidad de ir adaptando la moneda a
las peculiares circunstancias del reino mallorquín. Muestra asimismo una interven-
ción del lugarteniente, en éste y en otros asuntos de la administración; se le ve
asumir un papel de vehiculo del derecho de petición. Por sus atribuciones y ser
un funcionario estable, es fácilmente comprensible que así fuera. Esto ayuda a
comprender el papel del lugarteniente mallorquin en las acuñaciones isleñas, que
tenderá a ser tanto más importante cuanto más alejado esté el Rey, por el evi-
dente motivo de ser la única autoridad importante que estará siempre cerca y
a la cual se podrá acudir en cualquier momento.
D) En una real orden de Jaime de Rlallorca de 1304, en que también inter-
vienen, según costumbre, sus hijos, se refiere a un privilegio de acuñar plata por
parte de los jurados, a la vez que se establece no perjudiquen dichas acuñaciones
al vellón y a lo sobre él estatuido (2). Es un típico ejemplo de los constantes proble-
mas que surgen de la acuñación de distintos metales y de la consiguiente necesi-
dad de solucionarlos, necesidad en que entran en juego problemas económicos,
el sistema jurídico de acuñación y privilegios, etc.
Podemos observar también que en él se registra una tendencia a acentuar la
intervención de las autoridades locales, tendencia de herencia peninsular, pero
que sea por el modo de ser del Rey, sea por las peculiares circunstancias de la isla,
(1) ~MPANER: 0b. cit., doc. 9.
(2) CAMPANER: ob. cit., doc. 10.