Núm. 102-107 - Fábrica Nacional de Moneda y Timbre

MEDIOS DE CAMBIO EN EL PERO PREHISPANICO
toda planta puede ser recolectada, todo animal puede ser cazado, y los agricultores
deben hacer frente a los grupos todavía nómadas, en su fase cazadora-recolectora.
A la par que a obras utilitarias, se dedican miles de horas de trabajo, en los
períodos no dedicados a la agricultura, a la construcción de numerosos e importantes
centros ceremoniales: pirámides, adoratorios, construcciones que a pesar de no
tener utilidad práctica, juegan un importarite papel desde el punto de vista religioso.
La organización colectiva se eleva a un nivel no alcanzado anteriormente; la
misma exigencia de trabajo indica a los sacerdotes gobernantes la conveniencia
de sostener el trabajo común, para aumentar el poder productivo en beneficio de
la dirección administrativa, logrando una mayor división de trabajo: trabajadores
agrícolas, pescadores, cazadores, constructores de caminos, de pirámides, de obras
de defensa y demás constriiccioiies que la clase dirigente considera necesarias
para el mayor crecimiento del centro comunal y alrededores.
La clase sacerdotal se manifiesta cada vez mhs fuerte y más exigente en la efica-
cia de los trabajos y requiere mayor cantidad de tributos (viveres, oro y otros
metales, cerámicas, tejidos finos); los lugareños de Noche y Cliicama -\-alles donde
se inicia el poder de los mocliieas- son ya insuficientes y se hace necesaria una
expansión hacia otros valles, aumentando en esta forma las colectividades a su
servicio. La guerra de coriq~ista se hace necesaria y la tecnologia metalúrgica
mochica (que estaba muy adelantada en relación a sus vecinos) aplicada a la
guerra, les da enorme superioridad militar frente a sus ~ecinos de los gobiernos
sacerdotales de los valles de Virú y Cliao, que frente a las armas de cobre utilizadas
por los mochicas, sólo pueden oponer su modesto armamento de piedra.
Estas guerras dan lugar a la formación de una nueva clase de especialistas:
los guerreros, que reemplazan al ejército inicial formado por todos los liombrcs
aptos de la tribu. Los guerreros, ligados a la clase sacerdotal, se mantienen en
armas en forma permanente o casi permanente, heclio que marca un fortaleci-
miento en el naciente Estado, al poner en manos de los Reyes-Sacerdotes un
instrumento de conquista.
La población aumenta con los vencidos, que deben entregar al dios JIochica
fuertes tributos, incluyendo victimas humanas. Este aumento de tribiitación,
procedente de los nuevos pueblos conquistados, no motiva una disminución de
tributos -si bien son inferiores- para el propio pueblo vencedor, que sigue en
las mismas condiciones.
El nacimiento de la nueva casta militar mochica no disminuye en algún modo
el poder del grupo sacerdotal, sino que al contrario lo fortalece, pues el numeroso
grupo de guerreros, a cambio de prerrogativas especiales, se mantienen fieles
seguidores del orden establecido, al cual han ligado sus intereses.
El aumento de poder de la casta sacerdotal aparece en el mocliica tardio
y marca el nacimiento de un estado esclavista (siglo IV después de Cristo), que se
mantiene alrededor de cuatro siglos. En una rápida expansión el Estado mocliica
llega a dominar por el Sur diferentes valles costeños, hasta el valle del Santa,
estableciCndose una Confederación bajo la dirección mochica y a la cual quedan
sujetos todos los Reinos Sacerdotales de los valles conquistados. Sin embargo, en