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Núm. 102-107 - Fábrica Nacional de Moneda y Timbre

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AMONEDACIÓN EN LA CORONA DE ARAGON EN EL SIGLO SIV<br />

la saca <strong>de</strong> moneda y metales preciosos (1). Ello es un indicio <strong>de</strong> la preocupación<br />

que, ya en esta época, se sentía por la política monetaria, lo que había <strong>de</strong> reper-<br />

cutir sobre la regulación <strong>de</strong> la actividad <strong>de</strong> las mone<strong>de</strong>rías en esta época. E1 <strong>de</strong>sarro-<br />

llo <strong>de</strong> la importancia <strong>de</strong>l comercio exterior (y su consiguiente regulación), <strong>de</strong> tanta<br />

trascen<strong>de</strong>ncia para el sistema <strong>de</strong> actividad <strong>de</strong> las cecas, ya hemos visto tiene un<br />

prece<strong>de</strong>nte en el reinado <strong>de</strong> Alfonso IV.<br />

En 1372 el Rey ceremonioso dictó varias disposiciones sobre circulación según<br />

las clases <strong>de</strong> moneda y su taller <strong>de</strong> origen, respondiendo a una solicitud <strong>de</strong> las<br />

Cortes (2). Parece pues, que estamos ante una materia en que el pensamiento <strong>de</strong>l<br />

Rey y <strong>de</strong>l reino tendían a coincidir.<br />

El mismo monarca hubo <strong>de</strong> disponer que, por escasear el oro, se pagase más<br />

por su adquisición en las mone<strong>de</strong>rias, <strong>de</strong>duciéndose, si preciso fuere, la parte <strong>de</strong><br />

beneficio que correspondiera al Rey, y parece que incluso hubo momentos en que<br />

se registraron ciertas dificulta<strong>de</strong>s para hallar quien quisiera acuñar florines (3).<br />

Estas noticias constituyen un claro ejemplo <strong>de</strong> la varia repercusión <strong>de</strong> los problemas<br />

económicos sobre la marcha <strong>de</strong> las cecas. Revelan un momento <strong>de</strong> dificultad <strong>de</strong><br />

acuñación por elevación <strong>de</strong>l valor <strong>de</strong>l oro (y un sistema en que el Rey fija el precio<br />

<strong>de</strong> adquisición en función <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l momento, extremo en que, por la<br />

misma variabilidad <strong>de</strong> intereses y problemas en juego, se conocen diversos crite-<br />

rios seguidos en el curso <strong>de</strong> la historia medieval). Graves <strong>de</strong>bieron ser las causas<br />

que movieron al monarca a tomar semejante resolución, teniendo en cuenta que<br />

la fabricación <strong>de</strong> moneda era una fuente <strong>de</strong> ingresos para el erario publico, fuente<br />

al parecer <strong>de</strong> notoria importancia. Aparentemente por lo menos, esta <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong><br />

Pedro IV es un altruista sacrificio <strong>de</strong> los intereses reales en pro <strong>de</strong>l bienestar <strong>de</strong><br />

sus súbditos (4). Al introducir el soberano que estamos estudiando una nueva mo-<br />

neda: el florín, éste pasó a ser la unidad <strong>de</strong> oro <strong>de</strong> toda la Corona <strong>de</strong> Aragón, y<br />

fue expresión <strong>de</strong> la unión <strong>de</strong> los estados <strong>de</strong> dicha Corona en la persona <strong>de</strong> su Rey,<br />

en cuyo nombre se acuñaron; siendo acuñadas estas monedas a nombre <strong>de</strong>l Rey<br />

hubo necesidad <strong>de</strong> adaptar signos <strong>de</strong> ceca; estos signos fueron: un yelmo para<br />

Perpiñán, una rosa para Barcelona, una C para Zaragoza, una corona para Va-<br />

lencia, una torre para Tortosa y una M para Mallorca (5). Este es un caso <strong>de</strong> los<br />

más curiosos <strong>de</strong>l reflejo en el <strong>de</strong>recho monetario <strong>de</strong> cuestiones que, en principio,<br />

podrían aparecer ajenas a él. El que se acuñe oro, con todos los cambios que pro-<br />

duce en la marcha <strong>de</strong> las cecas, tiene claramente causaseconómicas; pero es también<br />

digno <strong>de</strong> notarse que esta moneda tuviera un carácter general. Quizá sea excesivo<br />

<strong>de</strong>cir, como hace Mateu, que es la más clara expresión <strong>de</strong> unión entre dichos terri-<br />

torios; pero si no ala más)), es, eso si, un sensihle indicio <strong>de</strong> esta ten<strong>de</strong>ncia unitaria,<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un acertado respeto <strong>de</strong> las respectivas características <strong>de</strong> cada Reino.<br />

(1) RADA: ob. cit., pdg. 117 y siguientes.<br />

(2) MATEU: Caldlogo <strong>de</strong> pon<strong>de</strong>rales <strong>de</strong>l Museo Arqueoldgico <strong>Nacional</strong>, Madrid, 1934, pdg. 169.<br />

(3) BOTET: O&. cit., tomo 11, pdg. 131 y 133.<br />

(4) Posiblemente, el motivo real seria m4s complejo y estarfa relacionado con la política econdmica<br />

general <strong>de</strong> Pedro IV.<br />

(5) MATEU: La moneda ..., pAg. 209-210. Obs6rvese que estos simbolos tien<strong>de</strong>n a ser distintos <strong>de</strong> los<br />

herhldicos, quiz4 por requerir la moneda que fueran emblemas sencillos.

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