Núm. 102-107 - Fábrica Nacional de Moneda y Timbre

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16.05.2013 Views

J A I M E L L U I S Y N A V A S de Penaranda, Jacena Diego, etc.), amén de un ({Offi de Avinyos y de los consa- bidos judíos. También alguno de estos apellidos coincide con los de aportantes de las monedas antes referidas. En cuarto lugar figuran los scuts y scuts uells, que serían los de Juan 11 y Fe- lipe IV de Francia. En este caso conocemos 54 aportantes, ((acusándose proceden- cias judías, francesas, genovesas, catalanas, mallorquinas y valencianas)), algunos de cuyos apellidos son los mismos que liemos visto en las anteriores aportaciones, corroborando una vez más que estaríamos ante monedas de diversa índole, poseídas por sus tenedores, lo que se explica por el mismo modo (tráfico mercantil) como estas piezas pasarían a manos de sus poseedores. Es asimismo interesante destacar que los escudos galos figuren en cuarto lugar, por debajo de la moneda morisca, mallorquina y valenciana. Ello parece mostrarnos que incluso en el siglo XIV, en que la economía europea ya había adquirido consi- derable incremento y desarrollo, las actividades monetarias giraban más en torno a relaciones peninsulares que extrapeninsulares. En todo caso, una tal variedad de circulación, debida en parte a la carencia de oro propio, explica la necesidad de crear el florin y tratar de refundir las piezas circulantes, a fin de asegurar (amén de los beneficios de la acuñación) un mínimo de uniformidad monetaria, si no imprescindible, por lo menos utilísimo a la vida mercantil de la Corona. Contemplando esta variedad, no podemos menos que se- ñalar la emoción que produce pensar en los múltiples orígenes, por razón de tiempo y lugar, del material refundido y mezclado en las monedas que puedan llegar a nuestras manos. El quinto lugar de la relación de aportaciones lo ocupan las doblas de Portugal (que serían las de Pedro 1 y Don Fernando). En este caso el número de aportantes ya es es mucho menor (ocho) y figuran entre ellos varios que aparecían en las apor- taciones anteriores, particularmente Bartolomé Cruelles o Cruylles, no figurando en cambio apellidos identificables como portugueses. La mayor lejania de Portugal (a diferencia de los casos anteriores, no tiene relación directa de contigüidad con la Corona de Aragón) explica la menor pro- porción de aportaciones que acabamos de señalar. Siguen en la relación los molfons, que serían los ccmiuton d'or, de Felipe IV y sobre todo Juan 11 de Francia. Estas piezas sólo tienen tres aportantes: un geno- vés, el citado B. Cruelles y un tal Nosio de Avinyo. Los ducados de Venecia figuran a renglón seguido, hecho hasta cierto punto sorprendente, habida consideración de la importancia de las emisiones vénetas para la vida mercantil del mediterráneo (1). Es posible que la calidad de estas monedas, a pesar de que eran pagadas a mejor precio, indujera a los tenedores a conservarlas. De los cinco aportantes, cuatro tienen nombres hispanoorientales, entre ellos figura B. Cruylles, quien destaca por la variedad de piezas aportadas. El quinto (1) VBase CARLOS DIEHL: Una rephblica de pairicios: Venecia, Madrid, 1961, pág. 68-69.

AMONEDACION EN LA CORONA DE ARAGÓN EN EL SIGLO SIV es Juan de Penaranda, al que también tuvimos ocasión de referirnos como presunto aportante castellano (en la provincia de Burgos radica una Peñaranda de Duero). Finalmente, también se consignan aportaciones de florines, distinguiéndose entre florines de un punto, de dos puntos y ccflorins veylls)), fruto de las propias devaluaciones de Pedro IV. Por tanto, las propias refundiciones de moneda ante- rior de este monarca contribuirían a la desaparición de la antigua del mercado. Estas piezas sólo tuvieron cuatro aportantes, al parecer todos ellos españoles de Levante. Merece destacarse que, de estas monedas, las mejor pagadas eran los ducados de Venecia (86 libras por marco) y las peor consideradas las doblas moriscas (82 libras, 4 sueldos y 7 dineros por marco). Las otras monedas se pagaban entre 84 y algo más de 85 libras por marco. El florín antiguo de Aragón se abonaba a 84 libras, 2 sueldos, tres dineros. El real de Rfallorca se pagaba un óbolo más, es decir, prácticamente al mismo precio, lo que parece indicar que el valor de la mo- neda balear sería tenido muy en consideración al crear el primitivo florín de Aragón. Obsérvese que el bajo valor de la dobla morisca coincide con la decadencia del Islam y lo contrario destaca respecto del numerario veneciano. Es decir, la rela- ción entre el estado de empuje económico e incluso político y el valor del numerario resulta patente, por razones fácilmente explicables. Las cantidades compradas en función del tiempo varían considerablemente. Despreciando las fracciones menores de marco, resultan las siguientes adquisiciones: 16 mayo a 30 agosto 1374 (tres meses y medio). .... 37 marcos 31 agosto a 25 septiembre 1374 (un mes). .......... 47 o 3 octubre a 27 noviembre 1374 (dos meses). ........ 64 s 28 noviembre a 18 diciembre 1374 (casi un mes).. 6s a 2 enero a 26 febrero 1375 (dos meses). ............. 22 marcos 1 marzo a 27 marzo 1373 (un mes). ............... S3 o 7 abril a 27 abril 1373 (un mes). .................. 19 )) 2mayoa28mayo1373(unmes) .................. 20 o ... 144 marcos Dentro, por consiguiente, de considerables variaciones según los meses, hay un periodo de cuatro meses (28 noviembre 1374 a 27 marzo 1375) en que las apor- taciones fueron más numerosas (173 marcos sobre una aportación total de 360). Es posible que estas variaciones derivaran de la actitud de los mercaderes apor- tantes: tiempo que transcurre entre que tienen noticias de la actividad de la ceca, deciden y ponen en práctica la aportación, que haría que el primer periodo de actividad aún no contara con grandes aportaciones; y menor disponibilidad de material amonedable después de las grandes aportaciones, que esplicaría la reducción final.

AMONEDACION EN LA CORONA DE ARAGÓN EN EL SIGLO SIV<br />

es Juan <strong>de</strong> Penaranda, al que también tuvimos ocasión <strong>de</strong> referirnos como presunto<br />

aportante castellano (en la provincia <strong>de</strong> Burgos radica una Peñaranda <strong>de</strong> Duero).<br />

Finalmente, también se consignan aportaciones <strong>de</strong> florines, distinguiéndose<br />

entre florines <strong>de</strong> un punto, <strong>de</strong> dos puntos y ccflorins veylls)), fruto <strong>de</strong> las propias<br />

<strong>de</strong>valuaciones <strong>de</strong> Pedro IV. Por tanto, las propias refundiciones <strong>de</strong> moneda ante-<br />

rior <strong>de</strong> este monarca contribuirían a la <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong> la antigua <strong>de</strong>l mercado.<br />

Estas piezas sólo tuvieron cuatro aportantes, al parecer todos ellos españoles<br />

<strong>de</strong> Levante.<br />

Merece <strong>de</strong>stacarse que, <strong>de</strong> estas monedas, las mejor pagadas eran los ducados<br />

<strong>de</strong> Venecia (86 libras por marco) y las peor consi<strong>de</strong>radas las doblas moriscas (82<br />

libras, 4 sueldos y 7 dineros por marco). Las otras monedas se pagaban entre 84<br />

y algo más <strong>de</strong> 85 libras por marco. El florín antiguo <strong>de</strong> Aragón se abonaba a 84<br />

libras, 2 sueldos, tres dineros. El real <strong>de</strong> Rfallorca se pagaba un óbolo más, es<br />

<strong>de</strong>cir, prácticamente al mismo precio, lo que parece indicar que el valor <strong>de</strong> la mo-<br />

neda balear sería tenido muy en consi<strong>de</strong>ración al crear el primitivo florín <strong>de</strong> Aragón.<br />

Obsérvese que el bajo valor <strong>de</strong> la dobla morisca coinci<strong>de</strong> con la <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l<br />

Islam y lo contrario <strong>de</strong>staca respecto <strong>de</strong>l numerario veneciano. Es <strong>de</strong>cir, la rela-<br />

ción entre el estado <strong>de</strong> empuje económico e incluso político y el valor <strong>de</strong>l numerario<br />

resulta patente, por razones fácilmente explicables.<br />

Las cantida<strong>de</strong>s compradas en función <strong>de</strong>l tiempo varían consi<strong>de</strong>rablemente.<br />

Despreciando las fracciones menores <strong>de</strong> marco, resultan las siguientes adquisiciones:<br />

16 mayo a 30 agosto 1374 (tres meses y medio). .... 37 marcos<br />

31 agosto a 25 septiembre 1374 (un mes). .......... 47 o<br />

3 octubre a 27 noviembre 1374 (dos meses). ........ 64 s<br />

28 noviembre a 18 diciembre 1374 (casi un mes).. 6s a<br />

2 enero a 26 febrero 1375 (dos meses). ............. 22 marcos<br />

1 marzo a 27 marzo 1373 (un mes). ............... S3 o<br />

7 abril a 27 abril 1373 (un mes). .................. 19 ))<br />

2mayoa28mayo1373(unmes) .................. 20 o<br />

...<br />

144 marcos<br />

Dentro, por consiguiente, <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rables variaciones según los meses, hay<br />

un periodo <strong>de</strong> cuatro meses (28 noviembre 1374 a 27 marzo 1375) en que las apor-<br />

taciones fueron más numerosas (173 marcos sobre una aportación total <strong>de</strong> 360).<br />

Es posible que estas variaciones <strong>de</strong>rivaran <strong>de</strong> la actitud <strong>de</strong> los merca<strong>de</strong>res apor-<br />

tantes: tiempo que transcurre entre que tienen noticias <strong>de</strong> la actividad <strong>de</strong> la<br />

ceca, <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>n y ponen en práctica la aportación, que haría que el primer periodo<br />

<strong>de</strong> actividad aún no contara con gran<strong>de</strong>s aportaciones; y menor disponibilidad<br />

<strong>de</strong> material amonedable <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s aportaciones, que esplicaría la<br />

reducción final.

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