Núm. 102-107 - Fábrica Nacional de Moneda y Timbre

AMONEDACI~N EN LA CORONA DE ARLIGON EN EL SIGLO SIV
Las monedas adquiridas fueron doblas moriscas (que serian granadinas por
pagar parias a Aragón). De estas piezas conocemos 38 proveedores, entre ellos
figuran muchos calificados de judíos, dos genoveses y un ((jurat de Valencia*, y
otros de los que sólo se consigna su apellido y que tanto podría corresponder a
gentes de lengua catalana, valencianos o no (Guillén Roig, por ejemplo) como a
usuarios de la lengua central, sean aragoneses o castellanos (Johan Alfonso). En
cambio, no aparece nadie identificable como musulmán.
La concurrencia de cristianos peninsulares la hemos de considerar normal.
La ausencia de musulmanes explica que estas doblas eran adquiridas del ámbito
de circulación mercantil, es decir, no provenian de un suministro directo del rey
moro; aun cuando pudieran tratarse de parias, serian de parias puestas en circulación.
La presencia de los dos genoveses procedería de las relaciones mercantiles
con Génova, en último término de una relación comercial de tipo ((mediterráneo)) (1).
Más sorprendente es la enorme cantidad de judíos, desproporcionada al número
de habitantes de tal condición que pudiera haber en la Corona de Aragón. Ello
parece reflejar un predominio financiero, una desproporcionada detentación de
riquezas, que es difícil explicar obtuvieran por medios morales y que, en todo caso,
explica la prevención que hacia ellos sintieron los pueblos hispanos antes de la
expulsión (2).
Las doblas moriscas constituian la especie objeto de mas aportaciones cuantitativas.
Les seguían en número los reyals de Mallorques, que Alateu identifica
como los emitidos por los reyes autónomos de Baleares. Se conocen los nombres
de unos 39 aportantes, cuyos gentilicios ((acusan procedencias de Génova, Cataluña,
Castilla, Mallorca, Cerdeña y Valencia)) (RIateu). Entre éstos, cabe destacar
la existencia de un genovés y de un B. Karbo, de Caller; hay un par más de apellidos
que pudieran ser italianos, con el apellido catalanizado por el escribano de
la ceca, pero predominan los que corresponden al idioma español oriental. El
numero de judíos es asimismo sorprendentemente elevado. Algunos de los nombres
de los aportantes (por ejemplo, Bernat Dez Prat) son los mismos que figuran
como aportantes de doblas moriscas, otros no. Es decir, tanto cabía aportar piezas
de un solo tipo como de varios, lo que parece corroborar que se trataria de gentes
que por sus actividades mercantiles profesionales dispondrían de toda índole de
monedas circulantes en el mercado.
Segun Mateu, la aportación de reales de RIallorca es tan importante que debió
desmonetizar prácticamente todo el numerario en circulación de los reyes particulares
de las Baleares.
Siguen en importancia las aportaciones de doblas casiellanas (que serian las
de Pedro el Cruel). El número de proveedores documentados esta vez es de veintiuno;
todos ellos, por sus apellidos, parecen peninsulares, si bien junto a apellidos
orientales (Jacme Feliu) aparecen otros que parecen de tierras castellanas (Johan
(1) ~~IIS: La tuncidn del Mediterráneo en la hisforia monetaria de las Edades Media y Moderna, Nvnum.
19 (1956). plg. 33-56.
(2) VBase VICENTE RISCO: Historia de los judfos, Barcelona, 1944, plg. 229-271.
MISMA,