Nuestra - Memorial da América Latina

Vasco tiene una bella variedad
de sudacas (término poco elogioso
usado por los espanholes para hablar
de los hispanoamericanos). De Paraguay
vino el lateral Irrazábal; de Argentina
llegó el centrocampista Abelairase;
el atacante Carlos Tenorio fue
traído de Ecuador.
Las Minas Gerais también tienen
sus forasteros. En Atlético hay el viril
Escudero y en Cruzeiro tenemos cuatro
importados: el colombiano Diego Arias,
el uruguayo Victorino y los argentinos
Montillo y Farías.
Llegamos a São Paulo. Es decir, al
São Paulo, donde juegan el lateral paraguayo
Piris y el centrocampista argentino
Cañete.
En Palmeiras, Felipão dijo que
quería “camarones”, o sea, jugadores
caros, y la diretoría trajo cucarachas.
Además de Valdívia, ahora hay Adalber-
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to Román, zaguero paraguayo, y Barcos,
atacante argentino.
Santos, que no recurrió a ningún jugador
fuera del país para vencer la última
Libertadores, ahora tiene el lateral Fucile
(Uruguay), el atacante Rentería (Colombia)
y Overath Breitner, que, a pesar del
nombre, nasció en Barcelona. No en la de
España, sino en la de Venezuela.
Encerremos el giro por los paulistas
con Corinthians, donde hay dos
Williams y un Bill, pero el extranjero se
llama Luís. Luís Cachito Ramírez, que
vino de Perú.
En Bahia ocurre lo mismo fenómeno.
El equipo tiene un Lenine y un
Jones, pero Lenine nasció en Manaus,
y Jones, en Caratinga. El extranjero del
equipo es otro Luiz, en el caso, Luiz Gutiérrez,
y vino de Bolivia.
Rio Grande do Sul es tradicionalmente
el estado que más utiliza ju-