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DOMINGO <strong>17</strong> DE FEBRERO DE 20<strong>13</strong> / CIUDAD <strong>CCS</strong> / AÑO 3 N° <strong>13</strong>0<br />

Por José Gregorio<br />

Vázquez<br />

Poeta<br />

***<br />

Cercano mediodía...<br />

Me envu<strong>el</strong>ves acechándome<br />

en este silencio<br />

que ahora busco<br />

***<br />

Sentí la necesidad de callar en esta habitación<br />

que se mantiene cerrada... por temor a<br />

esos otros que esperan de nosotros un<br />

juramento de palabras...<br />

Me pides palabras...<br />

***<br />

Yo aún no aprendo<br />

a escribirlas<br />

a pronunciarlas...<br />

Me ahoga<br />

<strong>el</strong> poco silencio<br />

que me guarda...<br />

Me pides palabras...<br />

Yo aún sigo sin <strong>el</strong>las...<br />

protegiéndome...<br />

***<br />

Ellos vu<strong>el</strong>ven<br />

respirándonos<br />

Lo noche nos espera<br />

mientras<br />

espían este andar<br />

Vamos<br />

Incompletos<br />

Otros<br />

sin rumbos<br />

nos observan<br />

La tarde los confunde<br />

volviendo sin hora fija<br />

***<br />

Espacio para un día roto<br />

Poesía<br />

2. Poesía de Chino Valera Mora 2-3. Ensayo Apuntes<br />

desordenados entre poesía y r<strong>el</strong>igión de Sol Linares<br />

3. Trizas de pap<strong>el</strong> El pensamiento poético de María<br />

Zambrano 4. Periféricos: La circuncisa de Sol Linares<br />

de Julio Borromé<br />

Eventos Concursos Novedad<br />

Caracas será la escena d<strong>el</strong> teatro nacional Editorial Libélula abre concurso de r<strong>el</strong>atos Fondo Editorial Fundarte en <strong>Ciudad</strong> Teatro<br />

Con la pieza El último amante, de Lazo Producciones, se inaugura<br />

<strong>el</strong> próximo 22 de febrero la segunda edición d<strong>el</strong> II Festival<br />

de Teatro de Caracas. Con <strong>el</strong> lema “Ver para creer”, <strong>el</strong><br />

evento se extiende hasta <strong>el</strong> 10 de marzo. Presentaciones en<br />

los principales teatros de la ciudad, en los espacios públicos<br />

recuperados por <strong>el</strong> Gobierno Bolivariano y en las 22 parroquias<br />

caraqueñas son solo una parte de la extensa programación.<br />

Visita www.teatroccs.org.ve.<br />

Cercano<br />

mediodía<br />

El Topochal. Olga Rivas. Acrílico sobre t<strong>el</strong>a. 2012<br />

para decir lo mismo<br />

agrediendo al silencio<br />

***<br />

Mientras escribo<br />

otros desde afuera<br />

comienzan a leer sus propias líneas...<br />

Podrán participar todas las personas que lo deseen, sin<br />

distinción de edad, sexo o nacionalidad, mayores de<br />

edad. Todos los trabajos deberán ser inéditos y no estar<br />

comprometidos o cedidos en ningún otro concurso o<br />

editorial, deben estar escritos en lengua cast<strong>el</strong>lana y <strong>el</strong><br />

género es libre. El plazo de recepción de los trabajos finalizará<br />

<strong>el</strong> 30 de marzo de 20<strong>13</strong>. Más detalles en www.<br />

editoriallib<strong>el</strong>ula.com<br />

Yo doy vu<strong>el</strong>tas alrededor de las<br />

palabras...<br />

los otros atraviesan esa aventura<br />

de los días...<br />

En <strong>el</strong> marco de II Festival de Teatro de Caracas, la plaza Diego<br />

Ibarra será la sede de <strong>Ciudad</strong> Teatro. En <strong>el</strong>la se contempla<br />

una densa actividad académica en las que destacan los nuevos<br />

títulos d<strong>el</strong> Fondo Editorial Fundarte, de la Alcaldía de Caracas.<br />

Entre <strong>el</strong>los está la presentación de la colección “Mirando<br />

al tendido”, en homenaje a Rodolfo Santana. Néstor Caballero,<br />

Xiomara Moreno, Armando Carías, Gilberto Pinto, son<br />

algunos de los autores que forman parte de esta colección.


2 LETRAS <strong>CCS</strong> / CIUDAD <strong>CCS</strong> / DOMINGO <strong>17</strong> DE FEBRERO DE 20<strong>13</strong><br />

Poesía<br />

Amanecí<br />

de bala<br />

Por Chino Valera Mora<br />

(Valera, 27 de septiembre de 1935 /<br />

Caracas, 30 de abril de 1984)<br />

Amanecí de bala<br />

amanecí bien magníficamente bien todo arisco<br />

hoy no cambio un segundo de mi vida por una<br />

[bandera roja<br />

mi vida toda la cambiaría por la cab<strong>el</strong>lera de esa<br />

[mujer<br />

alta y rubia cuando vaya a la Facultad de Farmacia se<br />

[lo diré<br />

seguro que se lo diré asunto mío amanecer así<br />

esta mañana cuando abrí las puertas con la primera<br />

[ráfaga<br />

alborotando tumbando todo entraron a mis pulmo-<br />

[nes<br />

los otros poetas de la pandilla de Lautréamont<br />

grandes señores tolerados a duras penas por sus<br />

[mujeres<br />

al más frenético le pregunto por su libro Vagancia city<br />

como me gusta complicar a mis amigos los vivo<br />

[nombrando<br />

<strong>el</strong> diablo no me llevará a mí solo<br />

<strong>el</strong>la antiguamente se llamaba Frida y estaba residen-<br />

[ciada en Baviera<br />

en una casa de grandes rocas levantadas por su aman-<br />

[te vikingo<br />

sus locuras en <strong>el</strong> mar de los sargazos<br />

hay sol hasta la madrugada y creo que jamás moriré<br />

sin embargo deseo que este día me sobreviva<br />

soy desmesurado o excesivo y no doy consejos a nadie<br />

pero hoy veo más claro que nunca y quiero que los<br />

[demás participen<br />

hermoso día me enalteces desenfrenada alegría<br />

no tengo comercio con la muerte no le temo<br />

llevo en la sangre la vida de cada día soy de este<br />

[mundo<br />

bueno como un niño implacable como un niño<br />

guardo una fid<strong>el</strong>idad de hierro a los sueños de mi<br />

[infancia<br />

en este punto soy socrático él y yo <strong>el</strong>evamos volanti-<br />

[nes<br />

restituimos la edad de oro <strong>el</strong> “qué habrá” al final d<strong>el</strong><br />

[arco suspendido<br />

ahora mismo se está mudando un río<br />

hoy una morena de b<strong>el</strong>leza agresiva me dijo pero si<br />

[estás lindo<br />

entonces yo le dije acaso no sucede cada dos mil años<br />

pierdo <strong>el</strong> hilo<br />

día de advenimiento de locos combates de amor a<br />

[altas temperaturas<br />

desnudos nos hundimos en las agua d<strong>el</strong> mismo río<br />

Ensayo<br />

Apuntes desordenados<br />

entre poesía y r<strong>el</strong>igión<br />

Magia. Elbio Ramírez. Acrílico sobre t<strong>el</strong>a, 2012<br />

Por Sol Linares<br />

Narradora<br />

Soy de poco fiar en estos temas<br />

que le van mejor al silencio. La<br />

poesía me produce una total<br />

incertidumbre. Su lectura no me<br />

hace mejor ni peor, pero me da<br />

algo humano y perplejo, algo<br />

que me conecta inmediatamente<br />

con <strong>el</strong> instante de otro ser<br />

humano sin que importe<br />

demasiado otra cosa que no sea<br />

esa fugaz extensión, un intercambio<br />

no sé si desigual, en <strong>el</strong><br />

sentido en que <strong>el</strong> poeta se<br />

apropia d<strong>el</strong> lenguaje y a cambio<br />

nos entrega su ser todo: malo,<br />

bueno, herido, contradictorio,<br />

perverso, ajeno, turbado,<br />

mordaz. En cualquier caso,<br />

siempre hay un hombre estremecido.<br />

¿Por qué la poesía? Dice un<br />

verso de Freddy Ñáñez que hay<br />

verdades que solo pueden ser<br />

cantadas. ¿Por qué Dios? Un verso<br />

de Antonio Trujillo dice: “Atados<br />

dentro/de la niebla/nos tiene<br />

Dios/no hay filo para este nudo”.<br />

Para mí, hablar de poesía es como<br />

hablar de Dios. Podemos hablar<br />

sobre Dios sin detenernos, con un<br />

discurso ferviente y acompasado,<br />

pero al final solo queda nuestra<br />

duda y una soledad muy humana.<br />

No tengo nada claro respecto a<br />

Dios y a la poesía, excepto que<br />

parecen dominarlos una persistencia<br />

íntima. Solo siento cosas, a<br />

propósito, no muy claras. Cosas<br />

que a veces ni siquiera puedo<br />

separar correctamente, porque<br />

tampoco llego a esclarecer si<br />

tanto la experiencia de la poesía<br />

como la experiencia de Dios es<br />

una experiencia d<strong>el</strong> cuerpo, de la<br />

mente o d<strong>el</strong> espíritu. ¿Se podrá<br />

separar un pensamiento de una<br />

sensación, cuando ambas<br />

categorías se apropian d<strong>el</strong> cuerpo<br />

como una experiencia de los<br />

sentidos?<br />

Clarice Lispector libró una<br />

batalla muy personal en su obra,<br />

en la que transparenta esa<br />

imposibilidad de diferenciar la<br />

vivencia de ambas cosas. Su<br />

escritura está preñada de<br />

incertidumbres que revitaliza<br />

una y otra vez: ¿dónde había<br />

nacido la idea?, de su cuerpo; y si<br />

su cuerpo era su destino… ¿o <strong>el</strong>la<br />

aspiraba los pensamientos d<strong>el</strong><br />

aire y los devolvía como propios,<br />

obligándose a seguirlos?<br />

Cuando leo poesía no tengo<br />

claro si estoy sintiendo o pensando.<br />

¿Es que pienso o siento? Y <strong>el</strong><br />

cuerpo, ¿puede pensar? ¿Por qué,<br />

después de leer un poema, me<br />

temo que <strong>el</strong> cuerpo se queda<br />

pensando, emocionalmente<br />

aturdido? Claudio Rodríguez, un<br />

escritor zamorano, cree que <strong>el</strong><br />

proceso creador lleva a perderse<br />

en las cosas y que <strong>el</strong> principio de<br />

la r<strong>el</strong>igión está en que Dios<br />

también se pierde en las cosas.<br />

Igualmente sostiene que <strong>el</strong>


pensamiento en poesía no existe<br />

hasta que no se expresa. De ser<br />

cierto, es tan terrible como<br />

definitivo que un pensamiento<br />

no exista antes de él mismo. He<br />

<strong>aquí</strong> lo que me aterra de la<br />

poesía. Si se trata de un pensamiento,<br />

es tan independiente la<br />

poesía que no requiere ningún<br />

tipo de explicación. La poesía se<br />

basta a sí misma como Dios.<br />

Parece que no puedo decir algo<br />

sobre <strong>el</strong>la sin que me sienta<br />

errática. En una carta dirigida a<br />

Léo d’ Ofer <strong>el</strong> 27 de junio de 1884,<br />

Mallarmé dejó claro que tampoco<br />

lo tenía muy resu<strong>el</strong>to:<br />

“Mi querido Señor d’ Ofer,<br />

Es un puñetazo, en cuanto se<br />

tiene a la vista, un instante,<br />

¡deslumbrado!, vuestro mandato<br />

brusco.<br />

‘Defina poesía’.<br />

Balbuceo, magullado:<br />

‘La poesía es la expresión, por <strong>el</strong><br />

lenguaje humano llevado a su<br />

ritmo esencial, d<strong>el</strong> sentido<br />

misterioso de los aspectos de la<br />

existencia: <strong>el</strong>la dota así de<br />

autenticidad a nuestra permanencia<br />

y constituye la única<br />

tarea espiritual’.<br />

Hasta la vista, pero acepte mis<br />

excusas”.<br />

Esta incapacidad de conceptualizarla<br />

la veo también en quienes<br />

responden a la pregunta ¿quién<br />

es Dios? Cuando digo que no<br />

puedo separar cosas supongo<br />

que se trata de sensaciones:<br />

tanto <strong>el</strong> poema como Dios se<br />

quedan en <strong>el</strong> cuerpo. Es como <strong>el</strong><br />

temblor que estremece al<br />

alambre cuando <strong>el</strong> pájaro por fin<br />

se echa a volar. El movimiento<br />

que estremece al alambre<br />

pudiera simbolizar <strong>el</strong> estremecimiento<br />

d<strong>el</strong> espíritu, mientras<br />

que <strong>el</strong> pájaro detenido en <strong>el</strong><br />

alambre pudiera representar <strong>el</strong><br />

acto de contemplación. El<br />

alambre es <strong>el</strong> lenguaje. El pájaro<br />

que contempla es <strong>el</strong> poeta (tal<br />

como voy, me convenzo de que<br />

la metáfora no es una figura<br />

literaria sino una salida psicológica<br />

y magistral a sutiles<br />

contradicciones).<br />

Me atrevería a decir que la<br />

experiencia de la poesía, tanto<br />

como la de Dios, es una experiencia<br />

de estremecimiento y<br />

contemplación. Solo un hombre<br />

detenido en sí mismo, instantáneamente,<br />

puede asimilar<br />

cualquiera de estas dos experien-<br />

¿Y la otra torre? Edwin José Porras. Acrílico sobre t<strong>el</strong>a, 2012<br />

cias. Me complica <strong>el</strong> hecho de que<br />

no soy ni poeta ni r<strong>el</strong>igiosa, lo<br />

cual no me concede ninguna<br />

veracidad. Vivo <strong>el</strong> poema o a Dios<br />

de forma inculta, indisciplinada y<br />

arrítmica. El defecto que coincide<br />

en lo uno y en lo otro es sencillamente<br />

una cuestión de tiempo;<br />

Dios dura lo que dura un poema,<br />

intensamente, brevemente,<br />

luego regreso a mí misma y al<br />

artificio de mi mundo creado.<br />

Así, la poesía hace descansar al<br />

hombre de lo construido meticulosamente<br />

a su medida: un<br />

mundo que le es difícil deshacer.<br />

La experiencia de Dios hace<br />

descansar al hombre d<strong>el</strong> hombre<br />

mismo, cuando lo busca intenta<br />

resolver una unidad perdida. De<br />

la misma forma va a la poesía a<br />

desintegrar lo hecho, a demorarse<br />

un poco adentro d<strong>el</strong> hombre y<br />

reencontrarse con su intimidad<br />

conjurada, para salir a ser <strong>el</strong><br />

mismo hombre de siempre, <strong>el</strong><br />

que hace, <strong>el</strong> irreversible. Hay un<br />

hombre adentro que siempre<br />

Me atrevería a<br />

decir que la experiencia<br />

de la<br />

poesía, tanto<br />

como la de Dios,<br />

es una experiencia<br />

de estremecimiento<br />

y contemplación<br />

espera al hombre mortificado de<br />

afuera. Hay un hombre que lo<br />

recibe. ¿Cómo puede ocurrir que<br />

se salga de lo humano para entrar<br />

en <strong>el</strong>lo? ¿No es incoherente ya,<br />

que se huya de lo humano para<br />

zambullirse en algo más humano<br />

todavía, eso que tiene la marca de<br />

una profunda consternación?<br />

DOMINGO <strong>17</strong> DE FEBRERO DE 20<strong>13</strong> / CIUDAD <strong>CCS</strong> / LETRAS <strong>CCS</strong> 3<br />

¿Acaso son dos, <strong>el</strong> que vive y <strong>el</strong><br />

que canta lo vivido? ¿El que mira<br />

y <strong>el</strong> que canta lo mirado? ¿El que<br />

sufre y <strong>el</strong> que canta lo sufrido? ¿Y,<br />

qué es Dios, que forzosamente<br />

comparo con la experiencia de la<br />

poesía? ¿No es, desde ya, la<br />

necesidad de perder momentáneamente<br />

<strong>el</strong> camino hacia lo<br />

humano y borrar los límites tan<br />

demarcados de forma contundente<br />

entre <strong>el</strong> hombre y la naturaleza,<br />

entre <strong>el</strong> hombre y <strong>el</strong> cosmos?<br />

Más preguntas y menos<br />

respuestas indican que estoy en<br />

un terreno movedizo, me va<br />

dando la impresión de que <strong>el</strong><br />

poeta y <strong>el</strong> r<strong>el</strong>igioso comparten un<br />

poco la misma disolución. Quizá,<br />

en <strong>el</strong> fondo, no importe demasiado<br />

la naturaleza de ambas cosas.<br />

Ya lo dijo Borges, <strong>el</strong> poema es<br />

algo que sucede. Será verdad.<br />

Como quiera que sea, un poeta<br />

representa cabalmente la<br />

exaltación d<strong>el</strong> primer hombre,<br />

¡como cuando fue hombre por<br />

primera vez!<br />

Trizas de pap<strong>el</strong><br />

El pensamiento<br />

poético de<br />

María Zambrano<br />

María Zambrano.<br />

Desde la sombra<br />

llameante, de Clara<br />

Janés. Ediciones<br />

Siru<strong>el</strong>a. 2011. Libro<br />

<strong>el</strong>ectrónico.<br />

María<br />

Zambrano<br />

(1904-1991)<br />

se plantea<br />

desde sus<br />

primeros<br />

escritos la r<strong>el</strong>ación<br />

entre<br />

filosofía y<br />

poesía,<br />

consolidando,<br />

junto al<br />

concepto de<br />

“razón vital”,<br />

de Ortega y<br />

Gasset, <strong>el</strong> de<br />

“razón<br />

poética”. A través de su<br />

aproximación a la expresión<br />

lírica y la mística, la pensadora<br />

hace tomar cuerpo en <strong>el</strong><br />

texto a las palabras de<br />

Wittgenstein: “La filosofía no<br />

es una doctrina, sino una<br />

actividad”. En efecto, su<br />

escritura se constituye en un<br />

ente vivo y en movimiento.<br />

Ese carácter autogenésico se<br />

debe a las captaciones de la<br />

“razón poética”, que abarcan<br />

la reb<strong>el</strong>día humana, la<br />

ebriedad ritual, los vislumbres<br />

d<strong>el</strong> misterio y la disposición<br />

a transmitir <strong>el</strong> secreto y,<br />

por tanto, la voz y la palabra<br />

encarnada, unidas a la<br />

música que, nos dice, es “la<br />

que vence al silencio antes<br />

que <strong>el</strong> logos”. Cuando Clara<br />

Janés conoce a María Zambrano,<br />

ha reflexionado mucho<br />

sobre estas cuestiones y se<br />

siente afianzada e impulsada<br />

a profundizar. Resultado de<br />

sus conversaciones<br />

y lecturas son los textos<br />

recogidos en este libro.<br />

María Zambrano Alarcón<br />

(1904-1991) fue una filósofa y<br />

ensayista española, discípula d<strong>el</strong><br />

famoso filósofo José Ortega y<br />

Gasset.<br />

Entre 1904 y 1939 realizó<br />

estudios en la Universidad Central<br />

de Madrid, donde hizo sus<br />

primeras letras; participó en la<br />

guerra de 1936 con <strong>el</strong> gobierno<br />

republicano, acto que la condujo<br />

al exilio. De 1940 a 1953: exilio<br />

americano (México, Cuba, Puerto<br />

Rico y nuevamente Cuba),<br />

publicación de sus obras filosóficas<br />

más importantes. De 1954 a 1983:<br />

sigue su exilio en Europa,<br />

concretamente en Italia, Francia y<br />

Suiza. De 1984 a 1991: r<strong>el</strong>ata los<br />

últimos años de su vida, desde su<br />

regreso d<strong>el</strong> exilio hasta su muerte,<br />

en Madrid en 1991.


4 LETRAS <strong>CCS</strong> / CIUDAD <strong>CCS</strong> / DOMINGO <strong>17</strong> DE FEBRERO DE 20<strong>13</strong><br />

Periféricos<br />

La circuncisa de Sol Linares<br />

Por Julio Borromé<br />

Poeta<br />

La escritora trujillana Sol Linares entrega<br />

a los lectores su más reciente libro: La<br />

circuncisa, Monte Ávila Editores (2012).<br />

Además de ser una d<strong>el</strong>icia de prosa, nos<br />

ofrece unos r<strong>el</strong>atos que buscan combinar<br />

lo emocional con lo racional. Antes que<br />

nada, Sol es una narradora de lo inconsciente,<br />

dueña de un cuidadoso ojo de<br />

pintora para <strong>el</strong> detalle y de un talento<br />

zurcidor para concertar temas aparentemente<br />

contradictorios. El parricidio, Dios,<br />

<strong>el</strong> plagio, los triángulos amorosos, la<br />

fábula d<strong>el</strong> poder, <strong>el</strong> incesto, la represión,<br />

<strong>el</strong> superyó, la infancia, <strong>el</strong> suicidio, la<br />

moral, <strong>el</strong> tufillo r<strong>el</strong>igioso, la virginidad, <strong>el</strong><br />

mito, la vida, la repetición, la b<strong>el</strong>leza y la<br />

emasculación d<strong>el</strong> cuerpo. Esta manera de<br />

indagar lo personajes y las situaciones a<br />

merced d<strong>el</strong> destino, los viajes, la aniquilación<br />

progresiva de la razón, la irrupción<br />

de temores, fobias y sueños frente a<br />

situaciones límites, se presentó con<br />

acertadas tentativas en Cuentafarsas,<br />

Fundarte (2010), y plena de sentido en<br />

Percusión y tomate, coedición de la Fundación<br />

Editorial <strong>el</strong> Perro y la Rana y Alba<br />

Cultural (2010).<br />

No debe extrañar, pues, que los principales<br />

temas de La circuncisa hablan de una<br />

continua actividad de destrucción<br />

acompañada con la sensualidad de las<br />

fuerzas interiores que traducen <strong>el</strong><br />

desequilibrio de los personajes, los<br />

estados de culpa y expiación, ofrendas y<br />

sacrificios. Entendido en esta doble<br />

dimensión (inconsciente y deseo), <strong>el</strong> valor<br />

de los r<strong>el</strong>atos de Sol crea un lirismo tan<br />

profundo y libre de toda lógica y prejuicio.<br />

Se transforma en una escritura<br />

analítica, susceptible de armar y desarmar<br />

a su antojo no solamente la estructura<br />

d<strong>el</strong> cuento como unidad en sí misma,<br />

autorreferencial, sino también los<br />

diversos mod<strong>el</strong>os de personajes que<br />

emigran de unas a otras formas, en los<br />

cuales se plasman las historias en tanto<br />

pueden convertirse en pretexto para<br />

descifrar, más allá de la ficción, una<br />

literatura d<strong>el</strong> pensar los abismos d<strong>el</strong><br />

hombre y no tanto <strong>el</strong> anecdotismo<br />

literario. Los r<strong>el</strong>atos de Sol son perturbadores,<br />

tienden más al horror que al<br />

humor, al morbo que a la moralidad, al<br />

mal que al bien, al descolocamiento d<strong>el</strong><br />

lector que a su cómoda recepción.<br />

Además, las situaciones de los r<strong>el</strong>atos son<br />

absurdas y sus anclajes, siempre provisorios,<br />

desencadenan una tipología de caracteres<br />

de los personajes.<br />

El manzano azul. Juvenal Torres. Acrílico sobre t<strong>el</strong>a, 2012<br />

En La circuncisa es difícil hallar un sentido<br />

continuo de algo, cada r<strong>el</strong>ato es un<br />

universo habitado por esa flexibilidad<br />

inmóvil, de escritura abierta y otra cerrada.<br />

Se trata de una literatura consciente d<strong>el</strong><br />

r<strong>el</strong>ato en su urdimbre textual, su técnica,<br />

su ejecución de hermoso avance. He <strong>aquí</strong> lo<br />

más importante: no solo basta narrar bien<br />

la historia en que viven los personajes, sino<br />

hacer d<strong>el</strong> r<strong>el</strong>ato un acaecer d<strong>el</strong> extrañamiento<br />

y d<strong>el</strong> pensar. Y esto ha sido una<br />

constante en la escritura de Sol. La literatu-<br />

Directora Mercedes Chacín Coordinadora Odry Farnetano. S<strong>el</strong>ección de textos Alba V<strong>el</strong>ásquez<br />

Letras <strong>CCS</strong> es un suplemento de fin de semana de <strong>Ciudad</strong> <strong>CCS</strong>, forma parte integral d<strong>el</strong> diario y se<br />

distribuye de forma gratuita | Redacción <strong>02</strong>12-8607149 correo-e: letras.ciudadccs@gmail.com<br />

ra es asunto de producir conmoción<br />

estética, pero <strong>el</strong> acto de crear alcanza una<br />

extraña comunicación d<strong>el</strong> pensamiento en<br />

<strong>el</strong> lector, y él debe, a su propio riesgo,<br />

hallarla en sí mismo. La literatura de Sol es<br />

un acto creativo que huye de los lugares<br />

comunes, narra lo que siente y piensa. La<br />

propuesta en los r<strong>el</strong>atos de La circuncisa es<br />

desinhibida, con cierta ironía e incluso,<br />

¿por qué no?, con sentido poético. Incertidumbre<br />

y tensión son dos características de<br />

esta escritura, siempre tratadas como un<br />

medio de retrasar <strong>el</strong> efecto d<strong>el</strong> r<strong>el</strong>ato hasta<br />

su consumación final.<br />

La fuerza expresiva de Sol Linares<br />

encierra solo una convicción subconsciente,<br />

que obra en <strong>el</strong> momento en que suscita<br />

<strong>el</strong> deseo de hacer literatura pensada<br />

después de sentida. De allí que <strong>el</strong> pensamiento<br />

ordene <strong>el</strong> desorden de su propia<br />

fragilidad. De su literatura, un disparo al<br />

corazón, como en los versos de Apollinaire:<br />

“Perder/ pero perder en verdad/ para<br />

dar paso al hallazgo”.<br />

<strong>Ciudad</strong> <strong>CCS</strong> es un periódico gratuito editado por la Fundación para la Comunicación Popular<br />

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