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La Bibliotecaria de Auschwitz.pdf

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«Me he quedado muy impresionado tras la lectura <strong>de</strong> <strong>La</strong> bibliotecaria <strong>de</strong> <strong>Auschwitz</strong>, a la vez<br />

terrible y apasionante. <strong>La</strong> historia real <strong>de</strong> Dita, novelada por Iturbe, nos permite ver por <strong>de</strong>ntro<br />

la vida cotidiana en el peor campo <strong>de</strong> exterminio nazi <strong>de</strong> la segunda guerra mundial, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />

insólita perspectiva <strong>de</strong> una niña que empieza su adolescencia. Es la historia que hubiera podido<br />

protagonizar Ana Frank <strong>de</strong> haber sobrevivido.<br />

Antonio Iturbe combina la precisión documental <strong>de</strong>l periodista <strong>de</strong> raza con una gran flui<strong>de</strong>z<br />

narrativa para <strong>de</strong>svelar el misterio <strong>de</strong> por qué los nazis mantuvieron en el infierno <strong>de</strong> <strong>Auschwitz</strong><br />

un barracón <strong>de</strong>dicado a los niños.»<br />

Sergio Vila-Sanjuán


LA BIBLIOTECARIA DE AUSCHWITZ<br />

UNA HISTORIA REAL<br />

Ésta es la historia <strong>de</strong> una <strong>de</strong> las bibliotecas públicas<br />

más pequeñas, recónditas y clan<strong>de</strong>stinas<br />

<strong>de</strong> la historia, que se organizó <strong>de</strong> manera oculta<br />

en un barracón <strong>de</strong>l campo <strong>de</strong> exterminio <strong>de</strong><br />

<strong>Auschwitz</strong>... y <strong>de</strong> su irreductible bibliotecaria,<br />

Dita Kraus (Dita Adlerova en la novela).<br />

Esta narración está elaborada en su totalidad con<br />

mimbres reales que se han unido en las páginas<br />

con una argamasa <strong>de</strong> ficción y una sensibilidad<br />

admirable.<br />

Nº pág: 488<br />

PVP: 19,90 €


<strong>La</strong> bibliotecaria <strong>de</strong> <strong>Auschwitz</strong> nos cuenta cómo se organizó <strong>de</strong> manera clan<strong>de</strong>stina, en el barracón 31 <strong>de</strong>l campo BIIb <strong>de</strong> <strong>Auschwitz</strong>-Birkenau,<br />

una improvisada escuela que disponía <strong>de</strong> una mo<strong>de</strong>sta biblioteca secreta, y la manera en que su joven bibliotecaria<br />

<strong>de</strong> catorce años se las ingeniaba para ir ocultando los libros. Los protagonistas <strong>de</strong> esta historia arriesgaron su propia<br />

vida para que los niños <strong>de</strong> <strong>Auschwitz</strong> tuvieran una escuela y un puñado <strong>de</strong> libros.<br />

Lo dice el autor en su nota final: «Habrá quien piense que es un acto <strong>de</strong> valentía inútil en un campo <strong>de</strong> exterminio, cuando hay<br />

otras preocupaciones más perentorias: los libros no curan las enfermeda<strong>de</strong>s ni pue<strong>de</strong>n utilizarse como armas para doblegar a un<br />

ejército <strong>de</strong> verdugos, no llenan el estómago ni quitan la sed. Es cierto: la cultura no es necesaria para la supervivencia <strong>de</strong>l hombre,<br />

únicamente lo es el pan y el agua. Es verdad que con el pan <strong>de</strong> comer y el agua <strong>de</strong> beber sobrevive el hombre, pero también que sólo<br />

con eso muere la humanidad entera.»<br />

Antonio Iturbe ha llevado a cabo una indagación que le ha conducido a Polonia, la República Checa e Israel para rescatar <strong>de</strong>l<br />

olvido la historia <strong>de</strong> la joven bibliotecaria Edita Polachova (trasladada a la novela como Edita Adlerova; Adlerova era el<br />

apellido <strong>de</strong> soltera <strong>de</strong> su madre). A lo largo <strong>de</strong> las páginas seremos testigos <strong>de</strong> su entereza, su fuerza <strong>de</strong> voluntad y su extraordinario<br />

amor por los libros. El autor, con un pie en el periodismo y otro en la literatura, <strong>de</strong>spliega una prosa envolvente, por<br />

momentos hipnótica, que hila un relato emocionante.


Bloque 31 dibujado por Dita.


Dita Kraus sobre 1942. Fredy Hirsch.


Dita Adlerova<br />

UNA NOVELA DE HECHOS, PERO TAMBIÉN DE PERSONAJES,<br />

DONDE NUNCA SE DESCUIDA LA MÚSICA DE LAS PALABRAS<br />

<strong>La</strong> protagonista, Dita Adlerova, está inspirada en Dita Kraus. A los nueve años vio entrar en Praga a las tropas alemanas y<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces su infancia se convirtió en un lugar lleno <strong>de</strong> prohibiciones y miedos. En la novela explica (porque así fue en<br />

aquellos años) cómo, ante la prohibición <strong>de</strong> la Gestapo <strong>de</strong> que los niños judíos jugasen en los parques, los pequeños convirtieron<br />

el viejo cementerio <strong>de</strong> Praga en un campo <strong>de</strong> juegos. El único lugar don<strong>de</strong> podían sentirse libres era en las afueras <strong>de</strong><br />

la ciudad, en Strasnice, don<strong>de</strong> había clubs <strong>de</strong>portivos juveniles que organizaban activida<strong>de</strong>s. Allí fue don<strong>de</strong> vio por primera<br />

vez a un instructor <strong>de</strong> <strong>de</strong>portes llamado Fredy Hirsch, que tenía un extraordinario magnetismo y preparaba a grupos <strong>de</strong><br />

jóvenes para sacarlos <strong>de</strong> Bohemia con <strong>de</strong>stino a Israel. A los trece años la expulsaron a las afueras <strong>de</strong> Praga junto a su familia,<br />

a la ciudad <strong>de</strong> Terezín, convertida en un gueto amurallado. Un año <strong>de</strong>spués, en diciembre <strong>de</strong> 1943, la <strong>de</strong>portaron junto a sus<br />

padres al campo <strong>de</strong> exterminio <strong>de</strong> <strong>Auschwitz</strong>. En <strong>Auschwitz</strong>-Birkenau en cuanto llegaba un transporte con nuevos internos,<br />

en la misma rampa <strong>de</strong>l ferrocarril, se los sometía a una drástica «selección». Un médico separaba a ancianos, niños, embarazadas,<br />

enfermos y gente débil en un grupo que iba directamente a las cámaras <strong>de</strong> gas, sin pisar el campo. El resto se dividía<br />

en hombres y mujeres y se los internaba en barracones para hacerlos trabajar <strong>de</strong> manera extenuante y con una dieta <strong>de</strong> hambre.<br />

«Des<strong>de</strong> que han encontrado la fórmula para exterminar a los judíos <strong>de</strong> manera eficaz y sin generar situaciones <strong>de</strong> caos en centros<br />

como <strong>Auschwitz</strong>, el crimen masivo dictado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Berlín ha <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> ser un problema. Se ha convertido para ellos en una rutina<br />

más <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong> la guerra.»


Sin embargo, <strong>de</strong> manera insólita, la jefatura <strong>de</strong> las SS <strong>de</strong>cidió en 1943 abrir un campo para familias checas judías <strong>de</strong>portadas<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el gueto <strong>de</strong> Terezín. No era un capricho sino una or<strong>de</strong>n directa <strong>de</strong> Himmler, máximo responsable <strong>de</strong> las SS. Había una<br />

razón para la existencia <strong>de</strong> ese campo, como se <strong>de</strong>svelará en el transcurso <strong>de</strong>l libro.<br />

Así fue como Dita llegó, junto a sus padres, al Campo Familiar <strong>de</strong> <strong>Auschwitz</strong>-Birkenau. Allí, el instructor <strong>de</strong> juventud Fredy<br />

Hirsch había recibido el encargo <strong>de</strong> reunir a los niños en un barracón <strong>de</strong> juegos para que no estorbasen a los adultos durante<br />

la jornada <strong>de</strong> trabajo en los talleres y brigadas <strong>de</strong>l campo. Pero Fredy convirtió ese barracón, el Bloque 31, en una escuela<br />

clan<strong>de</strong>stina.<br />

«Algunos no lo creyeron posible, pensaron que Hirsch era un loco o un ingenuo: ¿cómo va a ser posible escolarizar a los niños en un<br />

brutal campo <strong>de</strong> exterminio don<strong>de</strong> todo está prohibido? Y él sonreía. Hirsch siempre sonreía enigmáticamente, como si supiera algo<br />

que los <strong>de</strong>más <strong>de</strong>sconocían.<br />

No importa cuántos colegios cierren los nazis, les contestaba. Cada vez que alguien se <strong>de</strong>tenga en una esquina a contar algo y unos<br />

niños se sienten a su alre<strong>de</strong>dor a escuchar, allí se habrá fundado una escuela.»<br />

E incluso logró reunir un puñado <strong>de</strong> libros y formar una biblioteca secreta. Dita fue la bibliotecaria encargada <strong>de</strong> repartir los<br />

libros a los profesores, recogerlos, cuidar <strong>de</strong> ellos y escon<strong>de</strong>rlos al final <strong>de</strong>l día.<br />

«No era una biblioteca extensa. En realidad, estaba formada por ocho libros, y alguno <strong>de</strong> ellos en mal estado. Pero eran libros. En<br />

ese lugar tan oscuro don<strong>de</strong> la Humanidad había llegado a alcanzar a su propia sombra, la presencia <strong>de</strong> los libros era un vestigio <strong>de</strong><br />

tiempos menos lúgubres, más benignos, cuando las palabras sonaban más fuerte que las ametralladoras.»<br />

Dita pasará el tránsito <strong>de</strong> la niñez a la edad adulta en medio <strong>de</strong>l mayor infierno que haya conocido la Historia, pero saldrá<br />

a<strong>de</strong>lante con su energía, su valor y, sobre todo, con el apoyo <strong>de</strong> los libros como esa ventana por la que escapar a otra realidad<br />

cuando el mundo que la envuelve se hace insoportable.<br />

«Fredy prefería la acción, el ejercicio, las canciones, el discurso… Pero se dio cuenta <strong>de</strong> que Dita tenía esa empatía que hace que<br />

ciertas personas conviertan un puñado <strong>de</strong> hojas en un mundo entero para ellas solas.»


Dita Kraus soBreViVió a toDa aquella BarBarie y Hoy, a sus ocHeNta y Dos años, ViVe traNquilameNte eN israel, DoNDe aNtoNio iturBe<br />

Dio coN ella. eN los últimos cuatro años HaN maNteNiDo uNa FluiDa relacióN. a ella está DeDicaDa esta NoVela.


Fredy Hirsch<br />

Nació en Aquisgrán (Alemania) en el seno <strong>de</strong> una familia judía. Ingresó <strong>de</strong> pequeño<br />

en el Jüdishcer Pfandfin<strong>de</strong>rbund Deutschland (JPD), un grupo <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s juveniles<br />

que venía a ser una versión judía y alemana <strong>de</strong> los boy scouts. El <strong>de</strong>porte se<br />

convirtió en su pasión, junto a un gran fervor sionista. Cuando la vida en Alemania<br />

se hizo muy difícil para los judíos, la JPD lo <strong>de</strong>stinó a Praga, don<strong>de</strong> estuvo organizando<br />

a grupos <strong>de</strong> jóvenes para evacuarlos a Israel hasta que lo enviaron al gueto<br />

<strong>de</strong> Terezín. De allí, en septiembre <strong>de</strong> 1943, lo <strong>de</strong>portaron a <strong>Auschwitz</strong>. Los alemanes<br />

le pidieron que organizara un barracón para que los niños <strong>de</strong>l Campo Familiar<br />

no interfiriesen en las tareas <strong>de</strong> los mayores, pero le prohibieron taxativamente que<br />

se les hablase <strong>de</strong> religión, historia o se realizase cualquier actividad pedagógica. No<br />

les hizo caso. No era un hombre que se <strong>de</strong>jara doblegar fácilmente.<br />

«El atleta más fuerte no es el que llega antes a la meta. Ése es el más rápido. El más<br />

fuerte es el que cada vez que se cae, se levanta. El que cuando siente el dolor en el<br />

costado no se para. El que cuando ve la meta muy lejos no abandona. Cuando ese corredor<br />

llega a la meta, aunque llegue el último, es un ganador.»<br />

El barracón 31 organizó a casi 500 niños en clases formadas por grupos <strong>de</strong> taburetes con un tutor al frente. Algunos profesores<br />

que conocían muy bien alguna obra, se convirtieron en libros vivientes y rotaban, haciendo realidad, con diez años <strong>de</strong> antelación,<br />

el mito <strong>de</strong> Fahrenheit 451 <strong>de</strong> los hombres libro. Fredy Hirsch logró tener en el Bloque 31 una minúscula biblioteca<br />

formada por ocho libros en papel y media docena <strong>de</strong> libros vivientes, y con la joven Dita al frente. Hirsch conseguía hacerse<br />

respetar por los nazis, quizás por ser alemán, quizás por su porte elegante e impecable, o quizás porque jamás se dirigía a ellos<br />

con miedo ni mostraba el más mínimo encogimiento. Él fue quien enseñó a Dita a ser valiente:


«Los valientes son los que son capaces <strong>de</strong> sobreponerse a su propio miedo.»<br />

En el Campo Familiar se <strong>de</strong>cía que era un hombre sin miedo, aunque había quien <strong>de</strong>cía que ocultaba<br />

algo turbio <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> ese aspecto perfecto. Y sí, Fredy Hirsch ocultaba algo... En la novela veremos cómo<br />

Dita <strong>de</strong>scubre que Fredy Hirsch no les está diciendo toda la verdad y tratará <strong>de</strong> <strong>de</strong>svelar el secreto que<br />

escon<strong>de</strong>.<br />

En marzo <strong>de</strong> 1944, todos los internos que llegaron en el transporte <strong>de</strong> septiembre recibieron la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> «traslado». El traslado<br />

era a las cámaras <strong>de</strong> gas. Fredy Hirsch pertenecía a ese transporte y murió el 8 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1944.<br />

la Historia oFicial Dice que, aNtes De que el gruPo Fuera asesiNaDo, él se suiciDó, siN que NuNca queDaraN Del toDo claro los motiVos.<br />

eN el liBro se esclarece lo que Pasó eN realiDaD y se reiViNDica la Figura De ese lucHaDor iNFatigaBle que Fue FreDy HirscH.<br />

Rudi Rosenberg<br />

Fue un interno eslovaco que ocupaba el puesto <strong>de</strong> registrador. Su cargo le permitía moverse con mayor facilidad a través <strong>de</strong><br />

diferentes campos y formaba parte <strong>de</strong> la Resistencia clan<strong>de</strong>stina <strong>de</strong> <strong>Auschwitz</strong>. Trabajaba en el campo <strong>de</strong> cuarentena, por el<br />

que pasaban los prisioneros recién ingresados, y al otro lado <strong>de</strong> la alambrada se encontraba el Campo Familiar. A través <strong>de</strong> la<br />

valla, durante una charla con Fredy Hirsch, conoció a una <strong>de</strong> las jóvenes asistentes <strong>de</strong>l Barracón 31 llamada Alice Munk. El<br />

suyo fue un noviazgo vigilado por diez mil voltios y la <strong>de</strong>predadora mirada <strong>de</strong> los guardias <strong>de</strong> las torretas, siempre fusil en<br />

mano. Después <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> los integrantes <strong>de</strong>l transporte <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong>l Campo Familiar, a Rudi Rosenberg le entró<br />

la fiebre <strong>de</strong> la huida. Organizó una arriesgada fuga junto a otro interno llamado Fred Wetzler. Pero no sólo quería huir para<br />

salvar la vida, sino para gritarle la verdad <strong>de</strong> los campos <strong>de</strong> exterminio a una Europa ensor<strong>de</strong>cida por la guerra.<br />

roseNBerg coNsiguió sus oBjetiVos a meDias. tras la guerra se camBió el NomBre Por el De ruDi VrBa y termiNó emigraNDo a<br />

caNaDá, DoNDe ViVió Hasta su muerte eN 2006.


Dr. Joseph Mengele<br />

Trágicamente célebre por sus macabros experimentos con personas, este capitán médico <strong>de</strong> las SS era tan respetado<br />

por la comandancia como temido por los internos y se movía con tal autoridad que parecía el jefe médico<br />

<strong>de</strong> <strong>Auschwitz</strong>-Birkenau. Su obsesión por la genética, especialmente con parejas <strong>de</strong> gemelos, hizo que se<br />

tomara un especial interés por el Campo Familiar. Un testimonio afirma que en su laboratorio tenía un corcho<br />

don<strong>de</strong> se hallaban, pinchadas con agujas, pupilas <strong>de</strong> todos los colores como si fueran mariposas.<br />

«Es un hombre que no conoce el odio... Lo terrible es que tampoco conoce la piedad. Nada es capaz <strong>de</strong> conmoverlo.»<br />

Cuando Mengele llegaba silbando alguna <strong>de</strong> sus arias predilectas (era un gran melómano) todos temblaban.<br />

Dita tuvo que vérselas cara a cara con él. Al final <strong>de</strong> la novela se relata el momento en que el Campo Familiar<br />

se disuelve y todos sus internos pasan una drástica revisión frente a la mirada neutra e impasible <strong>de</strong> Mengele:<br />

con un gesto mandaba a un lado a los que seguirían con vida y al otro a los que serían ejecutados en las cámaras<br />

<strong>de</strong> gas ese mismo día.<br />

josePH meNgele estuVo eNtre la VeiNteNa De crimiNales De las ss más BuscaDos al acaBar la guerra, Pero Fue el úNico que<br />

NuNca Fue eNcoNtraDo.<br />

Otros personajes componen los mimbres <strong>de</strong> esta historia, como Víktor Pestek, un suboficial <strong>de</strong> las SS <strong>de</strong>stinado en el Campo<br />

Familiar que se enamoró perdidamente <strong>de</strong> una interna llamaba René Naumann. I<strong>de</strong>ó un plan complicadísimo para escapar <strong>de</strong><br />

<strong>Auschwitz</strong> con otro interno (Siegfried Le<strong>de</strong>rer) que le facilitaría contactos con la Resistencia en el exterior y así po<strong>de</strong>r regresar<br />

con documentación falsa y liberar a su amada René. También serán importantes la subdirectora <strong>de</strong>l Barracón 31, Miriam<br />

E<strong>de</strong>lstein, la amiga <strong>de</strong> Dita, Margit, y sus padres, Hans y Liesl, que la ayudarán a mantener la cordura en ese lugar terrible.<br />

Una novela coral, con muchos personajes a los que esta obra rin<strong>de</strong> homenaje.


LEER Y VIVIR<br />

En <strong>La</strong> bibliotecaria <strong>de</strong> <strong>Auschwitz</strong> veremos cómo, en un momento en que cun<strong>de</strong> el <strong>de</strong>sánimo y hasta los chicos y chicas se<br />

sienten <strong>de</strong>rrotados por la tristeza, Dita <strong>de</strong>senfunda un libro. Coge las páginas <strong>de</strong> <strong>La</strong>s aventuras <strong>de</strong>l bravo soldado Svejk, y<br />

empieza a leer en voz alta y consigue el milagro: las cabezas se alzan, las orejas se aguzan e, incluso, las sonrisas afloran ante<br />

el relato <strong>de</strong> las peripecias <strong>de</strong>l pícaro protagonista <strong>de</strong> una <strong>de</strong> las novelas más corrosivas <strong>de</strong> la literatura checa.<br />

A lo largo <strong>de</strong> estas páginas, las lecturas <strong>de</strong> la propia Dita formarán parte <strong>de</strong> su historia: la juventud y la vida que se le niega<br />

encerrada en un campo se la dan los libros. Viaja a Gales con <strong>La</strong> Ciuda<strong>de</strong>la <strong>de</strong> Cronin, se tien<strong>de</strong> en la tumbona <strong>de</strong> un balneario<br />

en los Alpes con <strong>La</strong> montaña mágica y se asombra <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s acontecimientos <strong>de</strong> la Humanidad con Breve historia <strong>de</strong>l<br />

mundo <strong>de</strong> H. G. Wells. Lo dice uno <strong>de</strong> los personajes, el profesor Ota: «Los libros le aña<strong>de</strong>n a la vida lo que le falta».<br />

El <strong>de</strong>stino <strong>de</strong> los personajes y la incógnita <strong>de</strong> si la enérgica Dita sobrevivirá a esa carrera <strong>de</strong> obstáculos en que se ha convertido<br />

su juventud mantienen en vilo al lector hasta la última página. Una historia emocional y emocionante, con momentos para<br />

el horror y para el humor <strong>de</strong> la vida cotidiana, con situaciones inesperadas y reflexiones trascen<strong>de</strong>ntes. <strong>La</strong> novela es un homenaje<br />

a Dita y, en general, a todos los que lograron que en aquella lúgubre oscuridad <strong>de</strong> barro, ceniza y sinrazón se encendiera<br />

la luz <strong>de</strong> una pequeña escuela y una mo<strong>de</strong>sta biblioteca. Un libro que no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>jar indiferente a nadie.


LOS OCHO LIBROS QUE<br />

LLEGARON A SER UNA<br />

BIBLIOTECA<br />

Atlas universal<br />

Breve historia <strong>de</strong>l mundo, <strong>de</strong> H. G. Wells<br />

Gramática rusa<br />

El con<strong>de</strong> <strong>de</strong> Montecristo, <strong>de</strong> Dumas<br />

Tratado elemental <strong>de</strong> geometría<br />

<strong>La</strong>s aventuras <strong>de</strong>l bravo soldado Svejk,<br />

<strong>de</strong> Jaroslav Hašek<br />

Nuevos caminos <strong>de</strong> la terapia psicoanalítica,<br />

<strong>de</strong> Sigmund Freud<br />

Novela rusa sin cubierta (sin i<strong>de</strong>ntificar)<br />

Foto: marius Krmpotic.


EL AUTOR<br />

Antonio G. Iturbe (Zaragoza, 1967) creció en el barrio portuario <strong>de</strong> Barcelona y se licenció en Ciencias <strong>de</strong> la Información<br />

en la Universidad Autónoma <strong>de</strong> Barcelona. Lleva veinte años <strong>de</strong>dicado al periodismo cultural. Ha sido coordinador <strong>de</strong>l suplemento<br />

<strong>de</strong> televisión <strong>de</strong> El Periódico, redactor <strong>de</strong> la revista <strong>de</strong> cine Fantastic Magazine y trabaja <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace dieciséis años en<br />

la revista Qué Leer, <strong>de</strong> la que actualmente es director. Ha colaborado, entre otros medios, en las secciones <strong>de</strong> libros <strong>de</strong> Protagonistas,<br />

Ona Catalana, <strong>La</strong> Cope o ICat FM y en suplementos <strong>de</strong> cultura <strong>de</strong> diarios como <strong>La</strong> Vanguardia o Avui.<br />

Ha publicado las novelas Rectos torcidos y Días <strong>de</strong> sal, y es autor <strong>de</strong> la serie <strong>de</strong> libros infantiles «Los casos <strong>de</strong>l Inspector Cito»,<br />

publicada en seis países. Ha impartido clases como profesor invitado en las faculta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> periodismo <strong>de</strong> la Universitat Blanquerna,<br />

Universitat Oberta <strong>de</strong> Catalunya y Abat Oliva. También ha sido profesor invitado en el Máster <strong>de</strong> Edición <strong>de</strong> la<br />

Universidad Autónoma <strong>de</strong> Barcelona y actualmente es profesor en el Máster <strong>de</strong> Edición <strong>de</strong> la Facultad <strong>de</strong> Letras <strong>de</strong> la Universidad<br />

Autónoma <strong>de</strong> Madrid. Ha sido miembro <strong>de</strong> la comisión <strong>de</strong> Selección <strong>de</strong> Fondos <strong>de</strong> la red <strong>de</strong> Bibliotecas <strong>de</strong> la Diputació<br />

<strong>de</strong> Barcelona y actualmente es miembro <strong>de</strong> la junta <strong>de</strong> la Associació <strong>de</strong> Periodistes Culturals <strong>de</strong> Catalunya.<br />

Antonio G. Iturbe


p<br />

comunicacioneditorialplaneta@planeta.es

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