Víctimas del toreo: Picadores - Fiestabrava

Víctimas del toreo: Picadores
Año - 2009
2 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
El PUERTO de SANTA MARÍA
Dedicación:
Al Lic. David Páez Hernández, por su
ejemplo de dignidad, al dimitir como Teniente
Alcalde del Ayuntamiento de El Puerto de Santa
María. Tu linda esposa y tus hijos -¡y tus amigos
leales!- se merecen más tu valioso tiempo, y te lo
agradecerán siempre.
Con mi reconocimiento.
PORTADA: Idea y diseño de D. Carlos Serrano Molina
El Autor
3

Víctimas del toreo: Picadores
Año - 2009
Los peligros inminentes acechan constantemente a los picadores en el
ejercicio de su arriesgada profesión, porque los toros protagonizan los
«encuentros» más inesperados, en cualquier momento. Revisten riesgos
del calibre de los matadores de toros, ya que a lo largo de poco más de dos
siglos han muerto tantos picadores como ellos.
4 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
El PUERTO de SANTA MARÍA
CONTENIDO
PRÓLOGO .............................................................. 9
PRIMERA PARTE:
INTRODUCCIÓN .................................................. 13
Los eslabones de la evolución del primitivo toreo .
Relación de los Picadores del siglo XVIII .............. 31
Los picadores en el período de 1730 a 1835 .......... 40
SEGUNDA PARTE:
Relación Cronológica General .................... 41
a) Rejoneadores .......................................... 42
1) 1570: Don Diego de los Ríos .............................. 42
2) 1596: Don Diego de Toledo ................................ 42
3) 1697: Juan Velasco .............................................. 43
4) 1750: Conde de Dos Arcos ................................. 43
5) 1780: Mariano Ceballos (el Indio) ....................... 45
6) 1841: Salvador de Brito (Texugo) ........................ 47
7) 1860: Augusto Maradas ...................................... 47
8) 1867: Antonio Mazada ........................................ 47
9) 1904: Fernando de Oliveira ................................ 48
10) 1960: Don Salvador Guardiola Domínguez ....... 48
11) 1966: José Joaquín Correia .............................. 51
12) 1983: José Varela Crujo .................................... 51
13) 1997: Eduardo Funtanet .................................... 51
TERCERA PARTE:
b) Picadores:
Relación Cronológica de los Picadores ....... 54
14-1) 1747: Marco Sanz ........................................... 54
15-2) 1793: Bartolomé Carmona ............................. 54
16-3) 1795: Diego Molina (Chamorro) .................... 55
17-4) 1811: Juan Luis de Amisas ............................ 56
18-5) 1816: Pablo Rodríguez ................................... 58
19-6) 1817: Alejo Quintín (Pollollo) ......................... 58
20-7) 1818: Laureano Pérez Alonso ....................... 58
21-8) 1818: Ildefonso Pérez Navés ....................... 58
22-9) 1819: Antonio Herrera y Cano ....................... 59
23-10) 1823: Don Pedro Yuste de la Torre
(Puyana el Mayor) ........................................ 61
5

Víctimas del toreo: Picadores
24-11) 1830: Alonso Pérez ...............,...................... 63
25-12) 1830: Diego Luna ......................................... 63
26-13) 1832: Cristóbal Ortíz ................................... 65
27-14) 1838; Sebastián Míguez ............................... 66
28-15) 1842: Francisco Sevilla (Troni) ..................... 68
Relación Cronológica diestros fallecidos con
treinta y siete años de edad ......................... 69
29-16) 1844: José López Carrera ........................... 71
30-17) 1844: Juan Mateos Castaño ........................ 71
31-18) 1849: Manuel Pagán o Payán ....................... 72
32-19) 1849: Juan de Dios Martínez (Riñones) ....... 74
33-20) 1852: Carlos Puerto y Santos ....................... 74
34-21) 1859: Antonio Navarrete (Triquiñuelas) ....... 76
35-22) 1862: Juan Martín García (Pelón, nieto) ...... 77
36-23) 1864: Manuel García y García ...................... 78
37-24) 1866: Manuel M. Ledesma (el Coriano) ...... 78
Relación Cronológica de diestros que sufrieron
percances en un pie ..................................... 79
38-25) 1867: Martín Arias Algar (el Velonero) ......... 80
39-26) 1869: Francisco Cazalla y Moreno (el Caíto) 80
40-47) 1872: José Bruno Ahujeta y Quesada .......... 81
41-28) 1873: José Fuentes y Rodríguez (El Pipi) ... 82
42-29) 1878: José Pérez Moreno (Bigornia) ........... 83
43-30) 1879: Patricio Briones Hernández (el Negri) 84
44-31) 1880: Manuel Luque Arcas .......................... 85
45-32) 1881: Juan González (Juaneca) .................... 85
46-33) 1882: Manuel Gallardo Gutiérrez ................ 85
Los peligros de la «perilla· de la silla de montar .... 86
47-34) 1885: José Hernández y Castro (Parraíto) .. 87
48-35) 1887: Pedro Durán ....................................... 87
49-36) 1888: Juan Román Caro ............................... 88
50-37) 1889: Francisco Caro N. (el Pájaro Verde) 89
51-38) 1891: Manuel Calderón Díaz ....................... 89
52-39) 1891: Francisco Anaya Hiojosa (el Cangao) 91
53-40) 1892: Lorenzo Conde (Árabe) ...................... 91
54-41) 1893: Juan Benítez Llorente ....................... 92
55-42) 1894: Armando Díaz Jiménez ....................... 92
56-43) 1896: José Sevilla Mauricio ........................ 93
57-44) 1896: Antonio Bejarano Millán (Pegote) ...... 94
58-45) 1898: Antonio Cabezas (el Pajarero) ............ 97
59-46) 1899: Elías Rodríguez .................................. 97
Año - 2009
6 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
60-47) 1901: Manuel Navarro (Cabeza de Dios) ...... 97
Relación Cronológica de los diestros que murieron
de un tiro ..................................................... 98
61-48) 1901: Andrés Castañón Becerra (Cigarrón) .......... 99
62-49) 1901: Ignacio Pulmariño (Aristas) .......................... 100
63-50) 1903: José Huerta (Brazo de Hierro) .................... 100
64-51) 1906: José Bayard y Cortés (Badila) .................... 100
65-52) 1906: Francisco Baena (el Chico) .......................... 105
66-53) 1907: Francisco Rubio (Sargento) .......................... 105
67-54) 1909: Miguel Bello ................................................ 105
68-55) 1910: Antonio Luque (Gordo) ................................ 105
69-56) 1911: Antonio Béjar (Cabañil) ............................... 106
70-57) 1912: Rafael Mateo (Pica) ..................................... 106
71-58) 1913: Antonio Gutiérrez Medina ........................... 106
72-59) 1913: Salvador Angosto (Loquillo) ......................... 107
73-60) 1913: Bautista Santoja Barón (Artillero) ................ 107
74-61) 1913: Miguel Cerezo Vargas (Pescadero) ............. 107
75-62) 1920: Manuel Liñán Contreras ............................. 107
76-63) 1921; José Granado (Veneno) ................................. 108
77-64) 1921: Andrés Navarro Alquézar (Decidido) ........... 108
78-65) 1925: Pedro Belmonte (Zurito Chico) .................... 109
79-66) 1925: Pedro García (Pedrito) .................................. 110
80-67) 1928: Sebastián Ortuño (Colorao) .......................... 110
81-68) 1928: Alfonso Jiménez (Lagartijo) ......................... 110
82-69) 1931: Joaquín Girado García (Terremoto) .............. 110
83-70) 1933: Antonio Calvo Marín (Farnesio Chico) ........ 112
84-71) 1944: Francisco Embí (Chófer) .............................. 112
85-72) 1945: Cenobio Esparza .......................................... 112
86-73) 1945: Teodoro Santos (Zaragoza) .......................... 113
87-74) 1949: Francisco de la Haba Torreras (Zurito) ........ 114
88-75) 1956: Valero Marino Martínez (El Tigre) .............. 115
89-76) 1967: José García Borrero .................................... 115
90-77) 1967: Manuel Silvestre Gómez (Salitas) ............... 116
91-78) 1967: Agustín Alonso Sanjosé ............................... 116
Relación Cronológica de los diestros que fallecieron de
conmoción cerebral ................................................. 118
El PUERTO de SANTA MARÍA
7

CUARTA PARTE
Las principales suertes de picar:
Picar a toro levantado ................................... 131
Picar de frente .............................................. 134
Picar a caballo levantado .............................. 136
Picar a la suerte del señor Zahonero ............. 137
Picar a la suerte del señor Atienza o carioca 139
¿Se suprimirá la suerte de varas? ......................... 140
Los Picadores en el Período de 1730 a 1835 ........ 142
BIBLIOGRAFÍA ................................................... 143
Del riesgo de sufrir un percance, durante una corrida, no está libre ningún
espectador, aunque los profesionales actuantes ocupan los primeros puestos
de la lista y, de ellos, los picadores están especialmente expuestos, según
puede verse en la imagen (Cortesía de Cossío. Edición de lujo. Tomo II, página 121).

PRÓLOGO
E
l paso del tiempo, desgraciadamente, ha ido abortando la posibilidad de que
en nuestros días podamos imaginar la belleza artística, el poder y los
conocimientos que debieron tener aquellos antiguos varilargueros para
ejecutar la suerte de varas. Una suerte, nos apresuramos a decirlo, que en
sus orígenes parte evolutivamente del primitivo alanceamiento, en el que es
el caballo estaba siempre en peligro, mientras que el mérito del rejoneador de hoy estriba en
haberle enseñado a torear, saber conducirle con destreza y ayudar a su defensa para mayor
lucimiento en la ejecución de las suertes; si bien este arte difiere de la primitiva suerte de
picar, cuya exclusiva finalidad era comprobar las veces que el toro acudía al caballo, para
determinar su bravura, por constituir una lidia completa en la que el rejoneador actúa como
picador, como banderillero y, a veces incluso, como matador (empeño de a pie).
Y es que la transición del toreo a caballo, es decir, del rejoneo caballeresco al de
varilarguero, se basó al principio y exclusivamente en medir el poder y la agresividad, que
cubría el Don de la Bravura del Toro, por el número de veces y la codicia con que acudía al
castigo –tal y como se hace en las tientas para la selección del ganado bravo-, en los
primeros balbuceos del toreo a pie en la que, de mero auxiliador, pasó a banderillear y,
seguidamente, a «matatoros», hasta convertirse en protagonista de la fiesta; lo que puede
observarse en la atención que presta el crítico a los distintos tercios de la lidia y cómo
rechaza primero y acaba por admitir la progresiva utilización de la capa y la muleta, como
medios de preparar al toro para la suerte suprema, en definitiva, para dominarlo, y que llegue
a la muerte entregado.
En la primera reseña o crónica de una corrida de toros, aparecida el (20-06-1793),
celebrada tres días antes en la Plaza de Toros de Madrid, en el Diario de Madrid. Escrita y
firmada por un «Curioso», aquella histórica crónica reflejaba exclusivamente la preocupación
por resumir los distintos momentos de la lidia de cada toro en forma estadística, sin ninguna
apreciación crítica de la habilidad o el arte con que se ejecutaron las suertes y sin la menor
referencia a la reacción del público. El «Curioso», en un ambiente de pasión colectiva,
pretende quedarse al margen y se circunscribe a ofrecernos una relación, en las que los
hechos se reducen al números de puyazos –el toro de la primera crónica (17-06-1793) que
más recibió fue el 2º de la corrida de la tarde, que aguantó 18…; de banderillas, el toro de la
primera crónica que más recibió fue el 5º de la corrida de la tarde, al que le pusieron 15;…de
pases... de estocadas… sin apenas darnos valoraciones subjetivas de cómo se ejecutaron
las suertes.
Sin embargo, catorce años antes de la citada «primera crónica de una corrida», se
publicaron las celebradas los días (16 y 17-11-1779), en el mismo Diario de Madrid apareció
una carta crítica -¡la primera!-, en la que se da una visión distinta, mucho más ilustrativa de
cómo era el toreo de aquella lejana época y más acorde con el concepto que con el tiempo
vinieran a enjuiciarse las actuaciones de los toreros. Pero este tema, de forma más completa

Víctimas del toreo: Picadores
Año - 2009
lo encontrará el lector en el Anuario del año citado y el Diario de la Fiesta Brava de los días
señalados, así como en la obra: «La Evolución del Toreo en el siglo XVIII.»
Algunas referencias más próximas nos ayudan a comprender las hazañas que
protagonizaron toda una legión de célebre piqueros, cuando como advierte el sevillano
marqués de Tablantes: «… el picador montaba siempre caballos buenos, bien embocados
y en no pocas ocasiones hacían el difícil y arriesgado trabajo en sus propias cabalgaduras»,
y, por otro lado, se lamentaba: «Pero lo que hoy –hace casi dos siglos- se practica como
suerte de varas es tan cruel, que por todos los medios debía la buena opinión y los públicos
conocedores de lo que fue la suerte de picar, oponerse tenazmente a que continuara en
práctica un suerte tan desagradable como repugnante.»
¿Qué pensaría de la suerte de varas tal y como se ejecutaba en la actualidad? Es
cierto que es mucho menos cruel para el caballo que en 1888, momento al que se refiere –
como veremos en la Introducción-, Ricardo de Rojas, pero no respecto a los tiempos que
añora, cuando aún conservaba toda la tradición de los antiguos caballeros, antes de surgir
el toreo a pie. Los espadas han procurado e incluso impuesto, en la medida en que han
podido, que los toros llegasen a la muerte y en particular los difíciles –que en los comienzos
del toreo eran casi todos los toros- con la menor fuerza y ésta fue, sin duda, la causa de que
a través del tiempo la suerte de varas haya perdido casi toda la importancia que tuvo, de
defender a ultranza la integridad del caballo, pasaron a sacrificarle para dejar que el toro se
cebase en él y poder quebrantarle más, incluso permitiendo los toreros de a pie –cuya
misión deber ser también la de defender el caballo- que «ramoneasen», aguantando la carga
como en los ejercicios de levantamiento de pesas; hasta la actualidad, en que se pica
frecuentemente a mansalva, tapando al toro la salida -la carioca- para barrenar a conciencia.
En la suerte de varas se ha pretendido desde siempre, si se ejecuta bien, ahormar al
toro para restarle fiereza, poder y energía, en una palabra: su innato genio. Hasta ahí todo
normal. Sin embargo, el desconcierto imperante, respecto a la suerte de varas, es,
desgraciadamente, casi absoluto. El público (no cabe decir el aficionado, cada día en creciente
minoría), en cuanto ve que el toro dobla las extremidades anteriores, y no digamos si se cae,
aunque sea a consecuencia del ímpetu del choque contra el acorazado caballo, empieza a
pedir a golpes de silbidos altisonantes, el cambio de tercio. Los asesores, tal vez intimidados
por la airada protesta, o quizá convencidos de la justicia de la misma (que es aun peor)
acceden con frecuencia, casi nunca oportuna, a la general demanda, y por si todo ello fuera
poco, son los propios diestros, equivocándose en no pocas ocasiones, los que adelantándose
al público, montera en mano, los que piden a la Presidencia el fin del tercio. ¡Qué lejanos
aquellos tiempos en que, aunque los toros también se caían, recibían sin embargo 14-20 o
más varas, contra las dos –si hay suerte- de hoy en día!
Y esto, lamentablemente, suele deslucir al aún bello y siempre necesario, primer
tercio. Porque si es en sí grave el hecho, lo verdaderamente lamentable viene después:
cuando ya en el siguiente tercio, el de banderillas, se ve que el toro, aunque no esté sobrado
de fuerzas, tiene nervio y genio para llevar de cabeza a los rehileteros, no permitiéndoles su
cometido, acosándolos y persiguiéndolos hasta las tablas, cuando no saltando tras ellos
para caer en el callejón, con aviesas intenciones. Rizando el rizo, los capotazos se multiplican
y, junto a toro con genio sin quebrantar, surgen siempre el sentido de la bestia. El animal,
que tenía su lado bueno y mediano el otro, al tomar la muleta hace la primera advertencia al
diestro de que está equivocado, que ya no es bueno por tal lado, y que es francamente malo
por el otro. La inteligencia del matador, puesta a prueba casi de golpe, cambia de táctica
inútilmente, empeñado en dar muletazos a diestro y siniestro, porque el burel sigue a su libre
10 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
albedrío de hacer lo que le viene en ganas, se para y busca el bulto unas veces; otras se
revuelve rápido contra la pierna que le encela (ésa que «carga la suerte», tan estilista y por
ello querida y practicada a toda costa) tras la muleta; muchas, escarba desconfiado, recula,
ventea la arena, pega medias arrancadas escalofriantes, o en una carrera larga con huída
final a otro terreno en el que se considera más a gusto y seguro. Y todo por haber sido mal
picado. Es cuando el público, alardeando de conocimientos muy superiores a los que
lógicamente deben suponerse al diestro, inunda la plaza con frases de este corte: «Es que
no manda»…, «Hay que ponerse más cerca»…, «El toro es una cabra»…
Resulta de indudable interés –precisamente en nuestros días, en que la suerte de
varas es un pobre simulacro de lo que fue en el pasado, conocer con cierto detalle, la brillante
época de su apogeo, sacando a la luz con precisión exacta las distintas maneras en que
practicaban las suertes, cuyo conocimiento ha llegado hasta nosotros gracias a escritor
taurino Ricardo de Rojas, quien nos narra:
«Lastimoso fue que decayera el papel del picador, porque en picar tal y como hoy se
hace, está la más justificada razón de los que abominan nuestra fiesta de toros, tachándola
de bárbara y salvaje. Cuando se conoce lo que fue el arte de torear a caballo, hay que
declarar que, lejos de ser aquél un espectáculo bárbaro y salvaje, fue, por el contrario,
emocionante, entretenido, útil y de reconocido mérito por el valor, agilidad y destreza que
requiere su ejecución perfecta. Además, casi nunca mataba el toro al caballo. En esto consistía
la habilidad del picador, y de la práctica de este ejercicio resultaba ser toda aquella gente de
garrocha, unos consumados caballistas.
El picador de aquellos tiempos era siempre un hombre fuerte y robusto, dotado de
un valor sereno y, sobre todo, como queda dicho, un jinete de primer orden. Claro que,
además, debía conocer bien todas las reglas del arte, propias de su profesión, fijándose en
los movimientos del toro y extraños que éste hace en sus primeras acometidas, para
colocarse con ventaja al picar, ya que según sea la condición del toro así variará la manera
de picarlo. Y así, podemos decir que, por regla general, que el toro boyante se muestra dócil
a la cita del piquero y sea blando o duro al castigo, siempre tomará bien la salida. Mas hay
otros toros pegajosos, que aun viendo esta salida libre, no la toma y sigue corneando hasta
conseguir apoderarse del bulto.
En otro sentido, no menos cuidados requieren los toros que recargan, porque tan
pronto como sienten disminuir el castigo, al remate de la suerte, se arrancan de pronto, y
como esto lo hacen por su mucha bravura y codicia, si se apoderan del bulto, cuesta luego
trabajo quitarlos de él. También hay otros astados que llaman abantos y en estos tiene el
picador que afirmarse bien con la garrocha, porque las más de las veces se salen de la
suerte y si acaso entran, suelen irse muy pronto sin llegar el encontronazo, más en uno y
otro caso, tirando derrotes al palo, pudiendo desarmar al picador.»
Debemos reconocer que todo esto se trata con mucha más extensión y detenimiento
en numerosos manuales de tauromaquia; así antiguos como modernos, donde quedan
descritas las suertes todas del toreo a caballo. Estimando el asunto de capital importancia
para la crítica de nuestra Fiesta, conviene que el lector conozca sus detalles, por lo que
haremos, a lo largo de la Segunda Parte, sucesivos comentarios, que en conjunto conformarán
una relación, lo más clara y sencilla posible, de la mano de Ricardo de Rojas, de las principales
suertes del toreo a caballo y del modo de ejecutarlas, y que al mismo tiempo sea un resumen
de las distintas descripciones hechas por los autores de aquel tiempo.
El PUERTO de SANTA MARÍA
El autor
11

Víctimas del toreo: Picadores
Año - 2009
Los toros, no pocas veces, son «voladores», en imagen de
Botán, fotografía premiada con el World Press Photo, en 1972.
12 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
L
a acción de picar -de herir, en
nuestro caso- ya la traen grabada
en algunos de sus genes
los insectos, desde incontables
milenios y la acción como tal
ha denominado a todo un Orden de la escala
animal: las Aves; así que, desde que los hematófagos
–éstos utilizan un procedimiento
altamente sofisticado de anestesia local, que
incluye una sustancia anti-coagulante,
seguida de la succión, como hecho verdaderamente
sorprendente; siendo mucho más
elemental el procedimiento empleado por las
picaduras de las serpientes venenosas-,
están alimentándose de la sangre de los
seres vivos, incluyendo al hombre, hasta la
aparición de los mayorales y vaqueros
dedicados a manejar el ganado con sus
garrochas; a los que siguieron los diestros
picadores de los toros. En todos los casos
ha transcurrido una larga evolución. Analizar
ese inmenso período de tiempo es tarea
imposible. La realidad última es que los
hombres fueron copiando de los animales
muchos de sus procedimientos y los utilizaron
realmente para todo. El nativo de América
Central y del Sur, o los del África Central,
embadurnando las saetas de sus flechas con
las más difeveras sustancias paralizantes,
tipo curare, para inmobilizar a sus presas,
supuso un adelanto que cambió el curso de
la historia de la humanidad.
El uso del caballo constituyó otro paso
gigantesco en la evolución que venimos
resumiento, porque cabalgando sobre él un
El PUERTO de SANTA MARÍA
PRIMERA PARTE
INTRODUCCIÓN
Lanza Rejoncillo Garrocha
jinete, armado con una lanza, como hizo Julio
César en los bosques de Europa Central o
en Las Galias, alanceaban toros silvestres –
los antiguos uros- y jabalíes, tal y como con
bastante anterioridad giraron el curso de la
historia el arco y las flechas. Caballo, jinete,
escudo y lanza hacieron girar nuevamente el
curso del pasado.
Es el momento de entrar en ese
nuevo estadío que marcó la evolución de las
lanzas, cuya etapa anterior dejamos en el
siglo XV, ya que desde el referido siglo
apareció un arma similar a la lanza, pero
moderna, más ligera y de fácil manejo,
llamada rejón, para uso en el juego y muerte
13

Víctimas del toreo: Picadores
Julio César, el romano más grande de
todos los tiempos.
de los toros u otros animales silvestres de
cierto tamaño, como los jabalíes. Así que
desde aquellos indios mexicanos que
mataron un mamut en la zona pantanosa
próxima al lago de Tenochtitlán, cercana a la
actual ciuda de México -alanceándolo con
varas de cañas resistentes, ligeras y con
finas saetas de pedernal-, hasta este
Detalle de la
punta de la lanza
Año - 2009
comentario inicial pasaron 11.000 años. Y así,
si en la época medieval, el arte de alancear
toros era simplemente motivo de entrenamiento
para la lucha, en la edad cortesana
posterior se ejecuta ya como entretenimiento
y pura diversión.
En la Edad Media los toros se
alanceaban sin regla, sin orden ni concierto,
en los patios de los castillos y siempre eran
varios los alanceadores y los toros, siendo a
la vez la suerte más antigua de las que se
conocen. Según se lee en «La cuatro partes
enteras de la Crónica de España», de Alfonso
X el Sabio, se corrieron toros en Valencia a la
entrada de la familia del Cid Campeador, así
como en ocasión de las bodas de sus hijas.
Ambos hechos sucedieron el año 1095,
cuatro años antes de la muerte del insigne
caudillo castellano.
Al finalizar la Reconquista, la lanza de
guerra usada a lo largo de milenios, fue
utilizada por los nobles y caballeros, e incluso
por el emperador Carlos V, que viajaban de
corte en corte, tal como hoy lo hacen los
charros mexicanos, ansiosos por demostrar
su destreza y ganar admiración y prestigio.
El «Cid Campeador» atravesando el tercio anterior de un toro de una lanzada.
14 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
Puya de Puya de Puya para
cruceta tentar acoso...
Tipos de puyas
Pero desde la época de Julio César, ya citado,
el toro silvestre, temible y peligroso, se
convirtió en un enemigo ideal contra el que
enfrentarse cuando los torneos fueron cayendo
en desuso. Se alanceaban las bestias más
diversas desde los caballos, y si el jinete era
descabalgado se remataban a golpe de las
pesadas espadas, o apuntillándolos (empeño
de a pie), según imagen de la página 16.
Fue don Pedro Ponce de León quien,
a principios del siglo XVI, comenzó a utilizar
para los caballos unas anteojeras que le
impidiera la vista de las acometidas del toro,
previniendo la posibilidad de que se alteraran
o espantaran ante ella. Tal costumbre se
perpetúa, y Gonzalo Argote de Molina
advierte que han «de traer cubierto los oídos
El PUERTO de SANTA MARÍA
con algodón y puesto sobre los ojos un tafetán,
cubiertos con unos anteojos, porque no vean
ni oigan.» Durante todo el siglo XIX, y hasta
hoy, han venido usándose las vendas y
atronándose los oídos con tapones de
algodón –además de los modernos tranquilizantes
inyectados por vía intramuscular-;
éstos no sólo se introducen bien apretados,
sino que se aseguran atando con cuerdas
las orejas de los caballos
Pues, bien, ya desde los inicios del
siglo XVII, hay que describir la lanzada a pie,
«auténtico legado de la lidia de toros más
primitiva», según don José María de Cossío,
que mereció la atención de todos los
tratadistas clásicos del toreo de a pie, si bien
en tiempos de Francisco Monte Reina
(Paquiro) estaba ya, y así lo advierte, casi en
desuso. Fue don Eugenio García Baragaña
quien más sobria y precisamente la describe
textualmente:
«La lanzada de a pie (Véase imagen en
la página 17) se debe hacer clavando el mango
de la lanza en tierra, orientando su afilada
punta hacia el lado por donde el toro ha de
venir, y luego que éste venga, la alzará o bajará
para que en medio de la frente se le clave.»
Durante casi tres milenios así se alancearon los toros silvestres.
La «cruceta» de
las picas actuales
era entonces una
especie de
«embolado» a
unos 15-20
centímetros de la
punta de la lanza.
15

Víctimas del toreo: Picadores
Derribado el caballo, el noble apuntillaba el toro (empeño de a pié).
La lanza que aún figura en la lámina de
Instrumentos de torear, de la edición de La
Tauromaquia, de Pepe-Hillo, de 1804, es
descrita así por éste:
«Debe tener de tres y media a cuatro
varas de larga, y su grueso ha de ser de tres
pulgadas de diámetro por la parte superior, y
Año - 2009
como unas cuatro por la inferior, colocando
en aquella una cuchilla de casi una tercia de
largo con la anchura correspondiente.» A lo
dicho por García Baragaña añade que la
suerte se practica rodilla en tierra, para dar
mayor firmeza a la ejecución, que recae sobre
los brazos. Con anterioridad, el anónimo autor
El emperador Carlos V alanceando un toro en la Plaza Mayor de Valladolid.
16 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
El PUERTO de SANTA MARÍA
Lanzada de a pie (Ilustración de La Lidia, 16-04-1888).
de la que llamó Cartilla de torear, de la
Biblioteca de Osuna, analiza y aconseja en
prosa y verso sobre tal suerte de manera tan
pintoresca, que merece reproducirse:
«La circunstancia que encierra
una lanzada bien dada
es estar asegurada
ella muy bien en la tierra;
cuando coja la carrera,
siempre la habéis de observar,
a dónde viene él a dar
el golpe con la cabeza,
usarás de tu destreza
para subir o bajar.»
De «picadores» no aparece dato
alguno, sencillamente porque lo único que se
hacía era conseguir matar las reses, fuesen
vacunos u otros animales. Así que, de los
picadores como hoy los conocemos no
existen referencias hasta los años finales del
siglo XVII en que lo fundamental es reducir la
agresividad de los toros para facilitar el que
fuesen toreados por los diestros de a pie.
Hasta entonces, el juego con los toros era
practicado por rejoneadores y a todo lo largo
de ese siglo por toreadores de a pie
conocidos por matatoros (Véase imagen en la
página 18), ventureros, toreadores de banda
y, muy frecuentemente por los chulos. Esa
es la razón por la que en esta publicación
hagamos una primera parte dedicada los
Rejoneadores muertos por asta de toro y la
segunda a los Picadores, pues de la primera
surgió la segunda. En el siglo XVI ya nos
encontramos con la referencia de un diestro
accidentado, un caballero rejoneador, don
Fernando Álvarez Bohórquez -el citado siglo,
marcó el inicio del período de transición del
toreo de a caballo al de a pie-, siendo una
figura relevante de ese período éste toreador
de a caballo. En el Epílogo de Utrera..., de
donde, sin duda, era natural, escrito por don
Pedro Román Meléndez, leí de él las
siguientes curiosas noticias:
«El más celebrado que conoció su
edad en la vara larga y rejones, y en su cuerpo
y fuerza gigantescos. La espada de que usaba
no podía manejarla otro... pesaba 40 kilos.
Era lo más común que con la vara levantara
al toro y echarlo de espaldas. Si daba
cuchillada, lo ordinario era dejarlo muerto.
En los siglos XVI y XVII fue entre los
caballeros deporte común, y hasta empeño
de honor en la mayoría de las ocasiones,
alancear o rejonear a caballo, y que a pie eran
pajes suyos o chulos los que por obligación
17

Víctimas del toreo: Picadores
Año - 2009
Así actuaban, con capa al brazo y espada, los «matatoros», enfrentándose a toros
«madrigados» y con hasta diez años de edad.
de servicio les ayudaban en sus faenas; pero
desde tiempos ancestrales hubo hombre
diestros de a pie especialmente dedicados a
sortear toros, dar lanzadas de a pie y a
practicar suertes y jugueteos, para divertir por
dinero a los públicos, haciéndolo todo con
inusitada habilidad y asombrosa agilidad. A
todos ellos, durante muchos años, al menos
en Navarra, se les llamaba toreadores de
banda, por la que se les daba como distintivo
para entrar en la plaza.
La lanzada a pie (Imagen en la página
17) vuelve a tener protagonismo y continuidad
el año de 1614, pues en él se comenzaron a
escribir los Comentarios del desengañado de
sí mismo, prueba de todos estados y elección
del mejor dellos, o sea, la Vida de don Diego
Duque de Estrada, escrita por sí mismo se
redactaron entre el citado año y en 1645. Pero
antes volvemos a repetir una idea básica: La
suerte de la lanzada de a pie es herencia de
la más primitiva lidia, pero ello podría el texto
literario que aparece en tales Comentarios…,
entre otras mil noticias interesantes del citado
Duque, de cuya biografía ilustramos un breve
resumen y una de esos comentarios dice
textualmente:
«Inventé el salir sólo con una garrocha
en la mano y esperar al toro en medio de la
carrera, a pie firme, y clavársela en medio de
la frente o cara, y luego sacar la espada y
defenderme de él a cuchilladas. Sucedióme
bien una docena de veces, tanto que aquella
la llamaban la suerte de don Diego, y, a los
otros, a unos bien y a otros mal.» Y a
continuación relata un lance que practicándolo
le acaeciera, sin duda para ponderar
lo peligroso de tal suerte:
«Veíase esta fiesta de los corredores
y balcones de Palacio, y convidaban la
Virreina y Virrey a todos los caballeros y
damas de Nápoles por sus turnos, porque
cada domingo y fiestas se corrían toros. Fue
una muy celebrada por mis pecados vinieron
18 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
los mayores príncipes y señoras de la ciudad
convidados a toros y saraos y pidieron
saliésemos cuatro caballeros de uno a uno a
hacer lo que llamaban mi suerte, pero fue mi
desdicha. Aceptamos y salí yo el primero,
muy galán de vestido y plumas; pedí sacasen
el más bravo toro, y así lo hicieron; pero
aunque le aguardara en medio de la carrera
no se vino a mi, porque llamado de otra parte
corrió tras un hombre tan fuertemente que
subiéndose él sobre una peña, al tiempo de
darle, fue tan desesperada la cornada que
dio en la peña, que el cuerno desencajado de
la cabeza cayó abajo, cosa inaudita y que
parece fabulosa. Partió el toro dando terribles
bramidos, y aguardado de mi en medio de la
plaza con mucha atención de damas y
caballeros, se vino a mi derecho, y llegando
e embestirme le clavé una garrocha en el
remolino de la frente, que le desatinó, y dando
brincos y revolviendo la cabeza, se desvió, y
yo determinado tomé la capa y me volvía para
entrarme con mil vítores. Pero volviendo el
toro, me halló arrimado a la pared, que ya
quería entrar por la puerta; volví la cara y
empuñé la espada aguardando su acometimiento,
porque sacarla primero es preven-
El PUERTO de SANTA MARÍA
ción de cobardes en toda regla de caballería,
de manera que estuvimos un rato, yo calado
el sombrero…
Yo volví a componerme pensando que
se había ido, y volviendo las espaldas, me
iba a entrar glorioso de mi triunfo; pero no fue
así, porque el demonio del toro no seguía al
mozo, ni hizo más que acometerle, y en un
punto volvió a mi que estaba cerca,
embistiéndome tan velozmente que cuando
dijeron ¡guarda!, ya me tenía entre los
cuernos, habiéndosele como dije, quebrado
el cuerno izquierdo, que si así no es,
permisión de Dios, muero a la furia de aquella
bestia. Dióme tal encontrón, que haciéndome
volar, aunque arrastrado por el suelo más de
diez pasos, me desolló toda la cara sin
quedarme dedo de pellejo… Me llevaron por
fuerza los caballeros que acudieron a socorrerme
porque afrentado me levanté y corrí
tras el toro, que estaba sobre un hombre, y
sacando la desguarnecida espada le
desjarreté, con que quedé, según orden de
caballería, sin agravio. ¡Oh libro de don Quijote
de la Mancha, a dónde estás que no metes
esta partitura entre tus aventuras! ¡Y que esté
esta locura puesta en uso en este bárbaro
La mayoría de aquellos «encuentros» a campo abierto eran más
bien ejercicios de montería.
19

amputarle
Víctimas del toreo: Picadores
juego de toros! Retirándome mis camaradas,
y costóme dos meses de cama, y mi cara
desollada, que fue menester más ungüentos
y albayalde que para remendar un santo viejo
de ermita en campaña.»
En verdad que no son desdeñables
las noticias de don Diego Duque de Estrada,
y la esencial historicidad de su libro, al menos
en la parte que concierne a Italia, ha testimoniado
recientemente el ilustre Benedetto
Croce. En este caso no dice verdad al
suponer tal suerte patrimonio de su invención.
La época en que pudo practicarla debió ser
lo más pronto ya muy entrado el siglo XVII, y
para esta época tenemos testimonios de que
se realizaba en las fiestas de toros españolas.
Así como en nuestros días ya no
caben conjeturas de ningún tipo sobre la
procedencia social humildísima de los
toreadores –de banda, ventureros y
matatoros- desde el siglo XVI y XVII, de tal
suerte que del siglo XVIII tenemos noticias
ciertas de que el diestro de a pie procedía de
las clases más bajas y del vivir más desgarrado,
e imprimió personalidad a sus maneras
el contacto con el ambiente despiadado y
violento de los mataderos –de Sevilla y
Córdoba, entre muuchos otros-, de cuya vida
Cervantes nos dejó retrato y censura indeleble
en su Coloquio de los perros. En cambio,
la de los picadores o diestros de a caballo, a
juicio de don José María de Cossío, «son
gente de campo, y ello marca una distinción
fundamental entre unos y otros. El piquero,
si bien más tosco o rudo, es menos
desgarbado, y su brusquedad y aparentemente
reducida inteligencia tiene, en muchos
casos, un sello rural harto distante de la
suficiencia, casi siempre cómica de los
diestros de a pie.»
Así que, sin temor a equivocarnos,
el colectivo de los picadores tuvo su origen
evolutivo en los mayorales y vaqueros que
ejercían su trabajo, más variado y pinturero,
manejando el ganado bravo en las dehesas
bravas de España, asidos fuertemente a sus
Año - 2009
Don Eduardo II Miura, con sus dos
hijos, en Zahariche..., extrañamente sin
portar las garrochas.
garrochas. Sin ellas -apoyados casi siempre
por certeros «honderos», llevaron los hatos
de ganado bravo por las cañadas reales,
desde las dehesas de origen hasta las plazas
de toros (Imagenes en la página 21).
Desde el inicio del siglo XVII era ya
cuando triunfaba la monta a la jineta y brotaba
espléndido el arte del rejoneo, fue
precisamente cuando éste quedó enlazado
directamente con el toreo de a pie, que es
típica y genial creación andaluza, en contraposición
al toreo navarro y riojano, que si bien
se realiza sin caballo, tiene una muy diferente
interpretación. El toreo norteño se realizaba
a cuerpo limpio; es decir, sin trapos para
engañar la reses, y tenía por objeto demostrar
que el que lo ejecutaba era valiente y disfrutaba
de notable destreza física. En cambio, en la
versión andaluza, privaba la astucia del
racional que lograba vencer y domeñar la fiera
y el poder de los toros a los que se les
20 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
Observando la imagen recordamos al picador Sebastián Míguez, que condujo
la vacada -más de 500 reses- adquirida por Fernando VII al ganadero andaluz don
Vicente José Vázquez, desde Sevilla a Aranjuez, cuya ganadería fue poco tiempo
después enajenada a los duques de Osuna XI y de Veragua XIII, regresando
nuevamente a Andalucía. Y qué no decir de la conducción de corridas de toros desde
la Baja Andalucía hasta, por ejemplo, la Plaza de Toros de San Sebastián.
Conduciendo una corrida de toros, con todo y cabestros, de la dehesa
a una Plaza de Toros.
El PUERTO de SANTA MARÍA
21

Víctimas del toreo: Picadores
engañaba con el arte y el ritmo que le imprimía
a la capa.
Asimismo en ese siglo XVII se produjo
una espontánea participación del pueblo llano
en las plazas, pues ya comenzó a gustarle a
mucha gente demostrar, sin el apoyo de la
caballería, su arrojo y habilidades. Tanto es
así que ya en las postrimerías del siglo dice
Valenzuela, el valido de la reina doña María
de Austria, que «la presencia de los
caballeros está justificada por ser los que
socorren con gran cuidado a los peones que
ya participaban en aquellas fiestas en las que
comenzaba a predominar un carácter eminentemente
popular, que fue el que se terminó
apoderando de estas fiestas táuricas en el
siguiente siglo.» En dicho apoderamiento
influyó la falta de afición que por lo taurino
dejaron de sentir los monarcas españoles de
la Casa de Borbón, que motivó el que los
nobles se alejaran paulatinamente de alancear
toros.
La evolución del toro, de la mano de
la selección de los ganaderos, pasó a circular
por dos caminos diferentes: unos ganaderos,
como fue Miura, continuó en la línea de
producir toros recios para brindar un buen
tercio de varas, y por el otro, el número de
criadores dedicados a conseguir toros menos
Año - 2009
poderosos y más aptos para una lidia artística,
fue creciendo cada año. Los toros poderosos
fueron acabándose al mismo tiempo
que se extinguieron los grandes lidiadores
desde los tiempos de Francisco Romero,
hasta la llegada de Rafael Guerra (Guerrita),
que dejó en el camino al Gran Califa I de la
Tauromaquia y su rival el extraordinario
Frascuelo. Guerrita fue un parteaguas en la
evolución de los toros y del toreo. Porque
resultó que ante un poderoso torero como él,
los «nuevos astados» le quedaban chicos,
venciéndolos a todos con extrema facilidad.
Tan fácilmente dominaba los toros, que
terminó aburriendo a los público, convirtiéndose
en el primer diestro de la historia de la
tauromaquia, que no llegó a retirarse del
toreo, «lo echaron», como él mismo se
jactaba de decir.
Pero la profesión de los picadores no
aparece por ninguna parte hasta el año de
1684. Sin embargo, sí tenemos referencia del
uso de la vara larga en manos del duque de
Abrantes, caballero rejoneador que intervino
en funciones de toros como picador, hacia
los años 1660 a 1662, que fueron relatadas
por Ventura de Vergara Salcedo en un
romance incluido en su libro Ideas de Apolo
y dignas tareas del ocio cortesano, de 1663.
El pueblo llano, jugándose la vida, participaba ya en todos los espectáculos
taurinos y en las cacerías que se organizaban, en la que no faltaban los perros.
22 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
Igualmente aparece don Pedro de Azcona,
caballero y picador de vara larga, que trabajó
en las fiestas de toros celebradas en la
madrileña plaza de El Retiro, y que son
narradas por el mismo Vergara Salcedo el
mismo año de 1663, en las que tomó parte.
Gonzalo Argote de Molina (1549-
1596), escritor, anticuario e historiador, nos
describió así la suerte de La montería de los
toros en el coso: «En el Andalucía, en la
ciudad de Baeza (Jaén) se acostumbra por
los mancebos de una villa a ella sujeta,
llamada Vilchez, esperar en la plaza al toro
un escuadrón de piqueros, y al tiempo que el
toro embiste en ellos, lo levantan por el aire
sobre las picas, y le tienden en la plaza
muerto, que es suerte de mucha destreza, a
cuya forma de regocijo llaman la suiza.» Este
es el testimonio más antiguo de esta suerte,
que no llegó a tener éxito alguno, salvo acaso
en Andalucía.
La larga evolución seguida por los
recintos –calles, plazas públicas, ruedos con
las más diversas características- hasta llegar
a las estructuras actuales, estuvo acompañada
a lo largo de los pasados siglos con la
de la propia fiesta de toros, que comenzó
como un deporte o arte caballeresco y ha
terminado en el toreo moderno, en festejos
con carácter de regocijo público celebrados
en Plazas de Toros en las que se impiden se
puedan salir los toros, preparadas con
tablados y andamios –primeros de madera y
después de piedras, cemento e hierros-, para
acomodar el mayor número de espectadores,
tales como hoy se usan. Fueron con los años
tan importantes que en todos los planes de
reformas urbanas se incluyeron en todas las
poblaciones de cierta envergadura, la
construcción de plazas públicas, dispuestas
para que desde los balcones de sus edificios
pudieran presenciarse los más diversos
espectáculos taurinos. Muchas son las
plazas así construidas, sirviendo como
ejemplo más representativo la Plaza Mayor
de Madrid, cuyos edificios ordenó erigir Felipe
III, en 1617, con tal intención, y cuyos
El PUERTO de SANTA MARÍA
primitivos planos propuso su arquitecto
favorito Gómez Mora.
A lo largo del siglo XVII, como ya
quedó señalado, aparecieron los dos
primeros caballeros rejoneadores que
actuaron en funciones de toros utilizando
«vara larga» para detener a los toros: el
duque de Abrantes y don Pedro de Azcona,
entre otros. Ambos actuaron como tales en
la Plaza del Retiro de Madrid. El primero entre
los años de 1660 a 1662 y el segundo en 1663.
Tales funciones fueron relatadas por Ventura
de Vergara Salcedo en un romance incluido
en su libro Ideas de Apolo y dignas tareas
del ocio cortesano, de 1663, ya citado.
En el tramo evolutivo, que se inició en
el siglo XVIII, el curso de la crianza del toro y
los progresos en el arte de torear y de picar
corrieron de forma paralela. Ningún escritor
taurómaco nos ha dejado una interpretación
más clara de ese doble fenómeno, como
Velázquez y Sánchez en su Anales del Toreo,
publicado en 1888, que arranca con una
explicación sobre dicha evolución, referida a
la forma que comenzaron los ganaderos a
seleccionar el ganado que iban a lidiar en las
principales plazas, exponiéndolo como
literalmente nos permitimos reproducir:
Solían salir a esperar en la plaza al toro
dos o un escuadrón de piqueros...
23

Víctimas del toreo: Picadores
«Tomando por punto de partida el toreo a
cargo de lidiadores profesionales, cuando la
nobleza andaluza y castellana abdicó del
rejón, la lanza y la espada de los empeños
de a pie se concibe que en Sevilla y en Ronda
elijiesen las Maestranzas para Manuel Bellón
(El Africano), en el primer tercio del referido
siglo XVIII; y Pedro Romero el último tercio
del mismo siglo, en cuyas Plazas de Toros
lidiaban los toros de mejor trapío de las
vacadas de la región, pues que si la suerte
de matar consistía en la de «recibir» los
diestros a las reses en sus violentas arremetidas,
para envasarles el acero en todo lo
alto de los rubios al humillar el testúz,
rehurtando el cuerpo de las astas, mientras
que el bruto fuese más boyante y de más
genio, mejor podía ejecutarse el lance con la
espada; ahorrando los repugnantes arbitrios
del punzón y del tumultuoso desjarrete.
La lidia de entonces era tan distinta,
e igualmente tan diversas las castas de
toros, por más que dilatara considerablemente
el campo a la experiencia de los
lidiadores, ensanchando los dominios del arte
con esa multitud de recursos que sugiere la
necesidad y metodiza después la conveniencia,
no fue aceptada desde luego, y sin género
alguno de oposición, de parte de los jefes de
cuadrillas. Y podríamos aducir más de una
prueba de exclusiones de ganado, que
constan en escrituras y contratas de algunos
diestros de buen nombre en el siglo XVIII. A
consecuencia de las desgracias que
produjeron en Valladolid, en 1768, tres toros
de prueba de la antigua ganadería de Piñeiro,
oriundos de la revoltosa y diminuta casta
salamanquina, empezó a declararse que los
brutos de aquella procedencia y condiciones
carecían de aptitudes para la lucha por la
facilidad de movimiento en todas direcciones
y sentidos; alegándose que si el toreo
reconocía su origen en burlar el hombre la
fiereza del toro, aprovechando la dificultad de
revolverse el fogoso bruto, faltaba la base de
estos ejercicios cuando existía una especie
particular de la familia astada, género
Año - 2009
Dejó de usarse el «garrochón», especie
de lanza corta.
aurochus, que estaba constituida en caso de
excepción por la naturaleza. A mayor
abundamiento había en Navarra ciertos
distritos, en que se divertían los ganaderos
estimulando la furia de las reses bravas con
odres rellenos de aire, que los cornúpetos en
celo, o castigados en los hatos, corneaban
con rabiosa insistencia; acostumbrádose al
bulto de suerte que su lidia era una
probabilidad próxima de segura catástrofe. En
casi toda Castilla la Vieja se echaban a los
24 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
toros dominguillos, que no eran otra cosa que
peleles de paja, de extravagante hechura,
suspendidos de cuerdas, que los elevan del
piso al acometerle el bravo animal; con lo que,
una y otra vez, repetida la broma, aprendía la
fiera las mañas, que solían costar carísimas
al desgraciado que más tarde se encargaba
de lancear de capa o de muleta a bichos
resabiados en la ganadería, y enseñados
funestamente en las plazas de aldeas y
lugares.»
En la temporada de 1780 ya figuraban
en la Plaza de Toros de Lima o «Plaza de
Acho» junto a los nombres de los lidiadores
aparecían como un hecho normal los
Picadores y Rejoneadores: José Padilla,
Faustino Estacio, José Ramón y Prudencio
Rosales. Capeadores de a caballo: José
Lagos, Toribio Mújica, Alejo Pacheco y
Bernardino Landaburu. Tres suertes al menos
eran privativas del toreo peruano del siglo
XVIII, éstas eran: la suerte del puñal, la monta
de toros al pelo y/o ensillados; y el capeo
desde el caballo.
El abuelo materno del célebre don
Nicolás Fernández Moratín fue tan valeroso y
diestro, que dicen mató un toro a pie y de una
estocada. La realidad es que hubo siempre
muchos caballeros muy valientes y hábiles
que desde los más lejanos tiempos hicieron
suerte con los toros, tanto a pie como a
caballo: tales fueron: Potra el de Talavera, y
Godoy, caballero extremeño; siendo aventajadísimo
en el capea a pie el famoso
licenciado Falces.
Y al fin entramos ya a considerar los
«picadores de vara larga», tales como Cosme
(el Francesillo), varilarguero que trabajó en la
Real Maestranza de Caballería de Sevilla,
siendo probablemente de los que actuaron
como tal a poco de inaugurarse la famosa
plaza. Actuó asimismo por bastantes cosos
de Andalucía. Es decir, que los «varas largas»
estuvieron ya picando a principios del siglo
XVIII, en cuyos años apareció un cambio en
la monta del caballo y en el gusto de los
cortesanos, que hace descender el gusto
El PUERTO de SANTA MARÍA
hasta entonces en boga del rejoneo. El toreo
a caballo cayó en manos de profesionales, y
por ser éstos oriundos, generalmente, de las
faneas de campo, mayorales y vaqueros a
caballo, empezaron a ensayar maneras de
quebrantar a los toros con el instrumento
cuyo manejo les era más familiar: la garrocha,
y con estilo y maneras practicados en el
pastoreo de los toros.
Fue justamente aquellos años en los
que se presentó un nuevo eslabón evolutivo
en el toreo a caballo, ante la realidad de que,
al no poderse extinguir el toreo andaluz de a
caballo, pero sí sustituirse la monta con
estribo corto por la monta con estribo largo,
el rejón por la garrocha o vara de detener, y el
caballero por el hombre rudo del campo,
sucedió un curioso fenómeno: los
varilargueros o picadores con garrocha
desistieron de imitar el ejemplo más próximo
de los rejoneadores, y sus rudas y sobrias
faenas camperas usando la garrocha se
insertan en la tradición de la que había sido la
Los nobles caballeros fueron abandonando
la Plazas, dejando paso a los
picadores y los toreadores de a pie.
25

Víctimas del toreo: Picadores
más noble suerte del torear a caballo, la
lanzada.
Durante todo él, el picador
permanece en la plaza durante todo el
transcurso de la lidia, hasta la muerte del toro
y, en caso de ser acometido, cumple su
función de picar en cualquier momento. Ello
hace que permanezcan entonces borrosos
y confundidos los términos de los tres períodos
establecidos de la lidia que, sin embargo,
comienza precisamente a dibujarse con
nitidez. Dicha confusión la hace notar don
José Daza, a mediados de siglo cuando
advierte que «si le han puesto al toro
banderillas con orden o sin ella, no debe
proseguir el picador picando…, ni quien
presida precisará que lo ejecute, que se
desdoran uno y otro en consentir el
batiburrillo», tan frecuente entonces y desde
hacía siglos.
Tal costumbre de permanecer el
picador en la Plaza duraba en 1804, fecha de
la prohibición de las corridas por el Gobierno
de Godoy. Podemos recordar que en 1801 –
el 11 de mayo-, al ser cogido mortalmente
Pepe-Hillo en el último tercio, es un picador
presente en el ruedo, Juan López, el que trata
de hacerle el quite con un puyazo puesto a
caballo levantado (Imagen en la página 27). . Al
reanudarse las fiestas de toros durante la
Año - 2009
A principios del siglo XVIII
el picador ya esperaba la
salida del toro, mientras
el alguacil se retiraba y
los «toreadores de a pie»
a la espectativa. Los
diestros bien pudieron
ser Francisco Romero y
Acevedo y Manuel Ballón
(el Africano), en la Plaza
de Toros de San Roque.
Guerra de la Independencia, o muy poco
después, sin que sepamos el año exacto, los
picadores desaparecen del ruedo antes de
comenzar el tercio de banderillas; ello da lugar
a que, a partir de entonces, queden perfectamente
distintos y definidos los tres tercios o
períodos de la lidia de un toro. Desde
entonces, hasta nuestros días, el primer tercio
ha cambiado muy poco. Con la excepción de
la utilización de los petos en 1928. Por lo
demás, todo está hoy reglamentado.
En cuanto a los picadores, uno de
ellos, que creemos el más representativo, nos
dejará al descubierto la doble evolución del
arte de picar y de cómo serían los toros de
aquellos tiempos de mediados del siglo XVIII.
Se trata de don José Daza, quien nos dejó
escrito lo siguiente nos cuenta:
«Me acuerdo que en la plaza de la
Puerta de Alcalá, de Madrid, después de haber
quebrado el garrochón, solté el resto a tiempo
que el toro volvía a perseguirme, y viendo que
no bastaban los muchos pies del caballo a
escaparnos, echado sobre el espaldar de la
silla, en la misma velocidad le fui haciendo
amagos con el brazo; remontóse a tirar la
cornada, y vino a parar mi mano la punta del
asta, se la agarré y fuímos forcejeando largo
trecho hasta poder escaparme; que dice un
26 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
aserto, que el necesitado se agarra de un
ascua ardiendo.»
Pero lo que pasó en la misma plaza
con un toro de los grandes de Castilla,
montando una yegua. «Era el toro tan grande
en valentía que le venía estrecho el extenso
ámbito de la plaza. Se me disparó tan largo y
llegó tan pronto, que fue indistinto el acometerle,
ponerle el rejón en el cerviguillo y le
salió por la barriga, y meter el cuerno por la
yegua, sobrada una cuarta de punta por el
espinazo; llevársela arrollada largo rato, caer
arrebujados toro y yegua, ambos en agonía,
forcejeando sobre mi.
Y discurriendo por las estremecidas,
que el toro estaba vivo, eché mano a las astas,
metido entre ellas repechado al testuz para
escapar de las puntas y que él me alzase.
Cuya controversia duró hasta que los toreros,
que estaban algo lejos, sublevando todo el
rebujón, y salí sin lesión, de que di y doy
gracias a la piedad infinita, así como me
complacían de aquel conflicto. Pasado el
susto -agrega Daza- y la piadosa conmoción
de aquel común les fue, y aun es, grata la
memoria de la visualidad: la yegua blanca
muerta sirviéndole de almohada al toro, negro,
difunto, y yo como culebra roscado a ellos.»
Lances semejantes que le acaecieron
en su favorita suerte de picar nos cuenta don
José Daza muchos. Entre los más
significativos tenemos el de aquella
El PUERTO de SANTA MARÍA
Juan López, trata de
hacer un quite con un
puyazo puesto a caballo
levantado, en los momentos
en que «Pepe-
Hillo» era herido de
muerte. Dicha suerte es
muy peligrosa porque el
picador puede terminar
sobre los lomos del
toro.
«asombrosa cuarta corrida» de toros de don
Pedro Aguado, que debió dejar memoria entre
los aficionados que la presenciaron. Fue en
la Plaza de Toros de Madrid, y en ella «a
primera suerte de toril me derribó uno, y
apenas pude incorporarme vi a don Antonio
Gamero que me acompañaba rodando por
el suelo, que lo freía a cornada, y aunque
estropeado del porrazo, se lo quité de encima
a garrochadas desde el suelo. Y a Fernando
del Toro, que salió a suplirle, lo derribó otro,
que a no socorrerle prontamente mi garrocha
acabaría con él y con su caballo.»
Y qué no decir del quite que le hizo
Daza a Jerónimo José Cándido, quien nos
narra: «Fue el Cándido a Cádiz a matar uno
de gran malicia a los medios de la plaza, y
advirtiendo el riesgo que llevaba, me previne
a tiempo que le quitó la muleta de la mano, y
su arrogante destreza sin mudar de sitio,
suplió con el sombrero la falta, que no le bastó
para la defensa, tocándoselo el toro por cima
de los lomos, y volviendo a buscarlo, encontró
el estorbo en mi garrocha.»
Lo señalado hasta ahora, en base a
las anécdotas expuesta, nos debe instruir
sobre la manera de efectuar quites con la
garrocha, tan bizarra y frecuente suerte a lo
largo del siglo XVIII, tan inexplicable para los
aficionados actuales. Pero aquellas fueron las
proezas que realizaron los primeros
picadores para defender de la muerte a los
27

Víctimas del toreo: Picadores
primeros toreros de a pie, durante aquella
primera etapa evolutiva del toreo, de la que
se escindieron dos artes, el de picar y el de
torear a pie.
En aquellos años (1765-75), por dar
más ejemplos, cuando José Daza actuó
como picador en dos corridas de toros de la
Real vacada de Aranjuez (Madrid), que picó y
rejoneó él solo, «que todos creían el final de
mi vida en cada uno, como lo fue de de
cuantos caballos saqué a la plaza. Salió el
primero, llamado Aduanas, y puede decirse
justamente que siendo toro del Rey, era el
rey de los toros; y los otros no fueron nada
menos.»
La serenidad y el valor de José Daza,
quedan probados en otro de los sucesos que
él mismo nos narra: «Me honró mucho el
público de la Plaza Mayor de Madrid, en las
Fiestas Reales, que en gozo y aplauso al
casamiento de los Serenísimos Príncipes,
nuestros señores, que Dios Guarde, le rindió
aquella Imperial Villa, atribuyéndome
gratuitamente a presencia de espíritu lo que
en realidad fue el efecto de la piedad divina...
Que a la primera suerte del toril se empinó
de través el caballo, pasándole el toro por
debajo de los brazos sin tocarle. Y en tanto
que suspendió su veloz ferocidad, de pie
derecho torneando, se mordió uno con el otro
los pies y cayó mi caballo, cogiéndome una
pierna debajo, y el cuerpo hacia el toro, que
volvía en busca de lo que antes no encontró.
En aquel repente eché mano al sombrero y
peluquín, y al tiempo de tirarme la cornada,
con ellos, le hice una suerte de quiebro,
echándole fuera, y a mi del peligro. De cuya
feliz ocurrencia doy gracias a Dios, y a la gente
que me honraron. Que en tales aprietos decía
un discreto: más estudia un hambriento que
dos mil letrados.»
A Daza se le debe la introducción de
la maroma para impedir que salten los toros
al tendido. En ese sentido, se presentaron
numerosas peripecias por las que pasó el
proyecto del famoso picador, que al fin de
adoptó como la mejor solución del problema
Año - 2009
Puede tratarse de una de las incidencias
que nos cuenta don José Daza.
que hacía sumamente peligrosa la asistencia
a la fiesta como espectador, ya que por
aquellos años los toros volaban a veces a
los tendidos... (Véase imagen página siguiente)
ahora se arrastran por la arena. Del entusiasmo
que despertaban sus actuaciones no
da una idea el siguiente comentario: «Que
los duques de Sesa y Uceda, conde de Palma
y el de Lemus, andaban hechos viajeros a
todas partes que iba Daza en funciones.»
En aquella época, todavía de
transición del toreo caballeresco al profesional
taurino, aun debió de conservar Daza rasgos
de señor en sus actuaciones de píquero.
Cuenta, para protestar del caso, las
diferencias que en su favor se hicieron en
Olías de la Sagra, en sus honorarios, con
respecto a sus compañeros. Pero sobre todo
es notable el párrafo siguiente: «No debe
admitir el piquero la donación del algún toro
por lance lucido, que eso les conviene sólo a
28 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
Sí, los toros «volaban», como «Moñudo»,
de don Pedro Varela, lidiado en Madrid (23-
06-1872).
los toreros. Semejante caso me ocurrió en la
plaza de Madrid, mandándola el señor don
Julián de Hermosilla, que agradado por un
lance, por aplauso, me llamó e hizo donación
del toro. Y por no desairar a su fineza ni a mi
estimación, después de darle las gracias,
supliqué lo hiciese a beneficio de las benditas
almas; le agradó, y a todos, mi feliz
ocurrencia.»
Ya están aquí nuevamente los
«picadores de vara larga», tales como Juan
Hijón, nacido en Manzanilla (Huelva) hacia el
año 1718, fue miembro destacado de la
primera generación de los famosos varilargueros
de Manzanilla. Picaba ya en la Real
Maestranza de Caballería de Sevilla el año
1738, en las corridas para celebrar las bodas
de don Carlos, entonces rey de los Dos
Sicilias, con doña Amalia de Sajonia. Por ser
El PUERTO de SANTA MARÍA
paisano de don José Daza y mostrarle éste
gran veneración, nos han llegado noticias y
anécdotas de su vida y rasgos de su carácter,
que transcribiremos tal y como hizo en su
monumental obra don José María de Cossío.
Su brío y valentía fueron extraordinarios, y
Daza supo ponderarlos hiperbólicamente con
estas palabras:
«En esta villa (Manzanilla) en que nací
vive don Juan Hijón, en edad más que
octogenaria; hombre memorable en picar
toros fuera y en las plazas. Se granjeó por
sus hermosos hechos el renombre de
capitán general de los aficionados del país; y
en tan avanzada edad monta a caballo, corre,
derriba y pica los toros en el campo con poco
menos brío, pero con más ciencia que lo
hacía de joven. Y si de Tiberio y Pompeyo se
escribe por caso portentoso que en la
cincuentena y seis y cincuentena y ocho años
montaba a caballo con mucha agilidad, y que
el que traía el primero en las campañas
echaba llamaradas por la boca, más de
aplaudir es en Hijón, que lo ejecuta en la de
ochenta y tantos que le han pasado ya por
cima; y que si el caballo de Tiberio echaba
llamas por la boca, el de Hijón, metido entre
sus piernas y en la batalla, le hacía echar
volcanes por todos los poros de su cuerpo.
Que parece una fanfarronada de la naturaleza
nacional.»!
De su habilidad y valor relata un
sucedido en la plaza de Sevilla digno de
recordarse: «Cayó don Juan Hijón en la Plaza
de la Real Maestranza de Caballería de
Sevilla, cogida una pierna debajo del caballo;
y tantas cornadas le tiraba el toro cuantas
garrochadas le daba él de cachete hasta
despedirlo; y a correspondencia le aplaudieron.»
En su pueblo de Manzanilla, y
estando corriéndose un toro de la iglesia
durante la misma mayor, entró en ella viendo
la puerta abierta la res, con el susto e
incidentes que son de suponer en oficiantes
y devotos y cuyo hecho nos describió
Daza:«Cónstame, y a todas las gentes de
29

Víctimas del toreo: Picadores
mi tiempo en esta villa, que queriendo don
Juan Hijón, vecino y gran hombre de
habilidades de ella, estorbar con su caballo y
garrocha la inclinación que mostraba una res
muy brava en entrarse persiguiendo las
gentes en la iglesia mayor de dicha villa, que
a la sazón la tenían abierta en ejercicios
devotos, le arremetió tan ferozmente que, no
obstante la mucha resistencia que con la
garrocha le hacía el fuerte Hijón, forcejeando
en lucha, se entraron por una y salieron por
la otra de las puertas hombre, caballo y fiera,
entretanto que aquellos devotos y ministros
del templo se refugiaron en los altares, el
púlpito y en donde cada uno podía.» A lo que
Daza añade, sacando del incidente, a mi ver,
una consecuencia excesiva: «Con lo que
venimos a sacar por hilación y precisa
consecuencia que ni en las iglesias de
España estamos seguros ni exentos de
aprovechar nuestro toreo.»
El propio Daza nos ha conservado
varios dichos de Hijón, que nos le demuestra
como hombre de gracia e ingenio al par que
de vocación sentenciosa. Sin duda se tuvo
en mucho su consejo de diestro y de anciano
por los varilargueros más jóvenes de su
época. Ponderando las dificultades de
derribar y picar conforme a buen arte, decía:
Año - 2009
Lances como el de
la imagen fueron
muy frecuentes en
los siglos XVIII y XIX.
Y, como en este
caso, los matadores
estuvieron siempre
atentos para hacer
los quites y salvar la
vida de los picadores,
como en este
caso Pedro Romero
a su famoso picador
Carmona.
«…con la gracia y ciencia que le es
connatural y adquirida, según Daza, «…que
buenos derribadores y picadores, si han de
llamarse tales, necesitan de más advertencia
y reflexión que en defender pleitos los más
consumados letrados.»
Y en otra ocasión y platicando de las
mismas acciones, reforzaba: «…que aunque
estos actos en todas sus partes se repuntan
por idiotamente rústicos y bárbaros, yo los
juzgo con dificultades mayores y más
peligrosas que todos los de las artes
liberales, gubernativas, económicas y
mecánicas; y el que lo dudase dispóngase a
la prueba, que no ha de encontrar ciencia
que le baste al contrarresto de sus incidencias,
concurrencias y ocurrencias, como
las encontrará por todas las otras.»
Censurado, finalmente, al realizar las suertes
de a caballo inquietantemente y si reposo,
solía decir señalando el riesgo: «Al saltito
muere la liebre.» Creemos que los
aficionados tendrán ya una idea del carácter
de este singular varilarguero, cuyos
verdaderos apellidos parece que fueron
Gómez Hijón, y nunca deberemos confundir
con el Juanijón. Así que don Juan Gómez Hijón
debe ser considerado entre los mejores de
la primera promoción de varilargueros.
30 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
Los eslabones de la evolución del más primitivo
toreo…
A
modo de resumen o recapitulación diremos: «He aquí el término de la evolución
del más primitivo toreo. De la lanzada al garrochón, de éste al rejoneo, del
rejoneo a la vara larga, de ésta a la de detener; por lo que más que una línea
recta de progreso ha venido a constituirse un ciclo, que termina en suerte
semejante a la que fue en su principio. El picador de hoy es realmente un
plebeyo remedo del caballero alanceador; su técnica de espera es la misma que practicaba
el hijo del marqués de Zahara, don Pedro (Pero) Ponce de León, y que censuraba don Diego
Ramírez de Haro, y precisamente por ser la manera de proceder más peligrosa y causa de
que le hirieran muchos caballos. Pero ahora no se traba de una suerte de gallardía
exclusivamente, sino una adaptación de la tradicional presencia del caballo en el ruedo durante
la lidia, a la conveniencia del toreo de a pie. El toreo de a caballo había venido a ser un
colaborador desde su antiguo papel de protagonista de la fiesta.
La actitud del público ante las actuaciones de los picadores es muy digna de tenerse
en cuenta. No les ha regateado el aplauso cuando la suerte resulta lucida y practicada
conforme a las reglas del arte que ya fijara Francisco Montes y Reina (Paquilo); pero le
compensaba del fracaso artístico del piquero el riesgo a que se exponía ante la pujanza del
toro, no neutralizada durante el siglo XIX por los desatentados lanzazos en que hoy consiste
la suerte. Y si éstos se dan como hoy a mano salva, entra dentro de la psicología del
espectador y de la fiesta que surja la más escandalosa protesta. En el siglo citado, el insulto
que se les dirigía desde los tendidos era el de tumbones, por rehuir la suerte o aminorar la
decisión. En nuestros días la indignación se produce por la magnitud e impunidad del castigo,
fomentado por la coveniencia de los matadores, que se benefician con la disminución del
peligro del toro.
Relación de los Picadores que cubrieron todo el
siglo XVIII, en el que se instalaron definitivamente
en la Fiesta Brava.
a lista de los picadores, como
A
referencia final de esta
Introducción, que cubrieron
todo el siglo XVIII, siendo ellos
los protagonistas creadores
de la suerte, es muy larga, entre ellos
destacaremos, por orden alfabético, los
siguientes:
*Don Francisco Águila, picador
titular de la Real Maestranza de Caballería
de Sevilla, que actuó en su plaza el año 1730,
siendo uno de los más antiguos picadores
de que tenemos noticia, nos díce don José
María de Cossío (Los Toros. T. III, pág. 8).
El PUERTO de SANTA MARÍA
*Antonio Aguilar, picador de toros
cordobés, nacido hacia el año 1730, de quien
no se ocuparon los historiadores antiguos.
Sabemos de él por lo que en la primera parte
de La Fiesta Nacional, de 1952, nos dice el
tratadista Bruno del Amo (Recortes), quien
afirma que fue más valiente que habilidoso y
tomó parte en las corridas reales de 1759,
que se celebraron en la Plaza Mayor de
Madrid, con motivo de celebrarse la exaltación
al trono de Carlos III. Agrega que en la primera
corrida picó con vara de detener y en la
segunda quebró rejoncillos, y que el (20-09-
1763) picó él solo dos de los toros lidiados,
31

Víctimas del toreo: Picadores
con la particularidad de ejecutar la suerte
montado en un camello.
*Martín Alonso, picador de toros, que
a las órdenes de Miguel Canelo toreó en la
Real Maestranza de Caballería de Sevilla en
1736. Es, por tanto, de los más antiguos
profesionales de la vara larga de que también
tengamos noticias.
*José Benítez, picador de toros,
natural de Medina Sidonia (Cádiz), que es
muy elogiado por don José Daza, por lo que
hay que ubicarlo entre los años 1730 a 1751,
aproximadamente. En la Real Maestranza de
Caballería de Sevilla, en versión del marqués
de Tablantes, le vieron actuar las temporadas
de 1740, 1741, 1746 y 1751. Por otra parte,
siguiendo a Bruno del Amo (Recortes), se
presentó en la Plaza de Toros de Madrid el
(20-07-1758), por lo que debió torear entre
los años 1735 a 1760.
*Manuel Cañete, picador de toros,
casi seguro que de Andalucía, cuyo nombre
aparece en carteles de la antigua plaza de
Madrid entre los años 1791 y 1797. Debió ser
un excelente varilarguero por las muchas
referencias que de él se tienen. El escritor de
Córdoba, Pérez de Guzmán, dijo que se había
ganado por su trabajo en tres tardes 3.600
Año - 2009
Lances como el de
la imagen fueron
muy frecuentes en
los siglos XVIII y XIX.
Y, como en este
caso, cuando se
trata de picar «a
caballo levantado»,
lo más común es
que el picador caiga
sobre el toro, o
directamente al
callejón, con el
riesgo que ello
representa.
reales, cantidad suficientemente expresiva
de su categoría.
*José Ceballos, picador de toros
que, probablemente nacido en Cádiz, actuó
en la Plaza de Sevilla el año 1733. Otros
picadores del mismo apellido fueron: José,
que toreaba hacia el año 1856 y Juan, que en
Sevilla alternó por primera vez el (30-05-
1842). Más tarde se presentó en Madrid. Al
parecer, todos gaditanos, como Manuel
Ceballos, también picador, nacido en Cádiz
y que se presentó en Madrid el (22-07-1822).
*Diego Cordero, picador de toros,
que figura en los carteles anunciadores de
las corridas a celebrar en uno de aquellos
primitivos cosos de madera en la ciudad
gaditana de El Puerto de Santa María, los
días (24, 25 y 26-07-1774).
*Esteban Corujo, picador y después
matador de toros, nacido en Lima (Perú), fue
uno de los primeros peruanos que comenzaron
a lidiar y matar toros al estilo español,
es decir, a pie y con espada y muleta. En 1795
se dedicaba a picador. Como otros de su
país, y como observó graciosamente don
Ricardo Palma en una de Tradiciones
peruanas, «era ecléctico, pues así se ceñían
a las reglas la escuela de Ronda, como a las
de la escuela de Sevilla. Estoqueaban a la
32 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
Lances como el de
la imagen fueron
muy frecuentes en
los siglos XVII y
XVIII, pocos años
antes de que se
abandonara el uso
de la lanza, de ahí
que ya se observen
toreadores de a pie
con sus respectivas
capas.
criolla, es decir, como el diablo quería
ayudarlos. Para ellos, cerviguillo o rabo todo
era toro.» Aún más célebre que por sus
proezas taurinas lo fue por su actuación
política. En tiempos del Virrey Abascal fue el
denunciante de una revuelta revolucionaria,
frustrada por su denuncia. De 1801 a 1806
aparece anunciado como matador en la plaza
del Retiro, de Buenos Aires, ganando 25
pesos.
*Juan de Escobar, varilarguero de
toros, quién, nacido en la villa de Manzanilla
(Huelva), fue primeramente criado en casa
de la familia de don Pedro Osorno, grandes
aficionados a los toros, donde desarrolló su
habilidad en el uso del garrochón. En 1763
aparece como tal en la Real Maestranza de
Caballería de Sevilla y practicando dicha
suerte, de la que pasó seguidamente a la
picar con vara larga, actuando en dicha Real
Maestranza las temporadas siguientes hasta
1775, por lo que ya no volveremos a citarle
en otro año. Don José Daza hizo de su
trabajo una parca referencia. No alcanzó la
talla de los grandes maestros de la vara larga,
pero no debió de ser despreciable su trabajo,
al ver las veces que repitió en Sevilla, donde
todos sabemos lo exigente de su afición.
*Antonio Gamero, varilarguero,
nacido en Palma del Rió (Córdoba). Sin duda,
este picador fue de los decididos partidarios
El PUERTO de SANTA MARÍA
de la vara en los primeros años de la imposición
de esta suerte, ayudando a ello con su
esfuerzo y con su ejemplo; ejemplo que
provenía de un verdadero maestro del rejón.
Practicó su arte en los años de la transición
del rejoneo a la vara larga, y en una y otra
actividad fue notable.
Don José Daza le califica de «Atlante
de la mayor fama» y afirma que «su arrojado
esfuerzo a nadie concedió primacías, dentro
ni fuera de las plazas.» Su arte para quebrar
garrochones o rejones debió de ser muy
sobresaliente, pues en un cartel de 1774, ya
retirado Gamero, anuncia que se practicará
la suerte de rejonear «como en su tiempo –
nacido hacia 1730, trabajó entre los años
1750 y 1772, aproximadamente- lo ejecutaba
con universal aplauso los célebres Merchante,
Daza y Gamero»; es decir, en dos toros y
con dos hábiles lidiadores que le servían a
los lados. El propio Daza, su compañero en
las hazañas, le coloca como modelo de esta
habilidad.
Picando en Madrid una corrida de
don Pedro Aguado, un toro, de salida,
acometió a los piqueros, derribando a Daza
y a Gamero, a quien dio un fuerte porrazo,
evitando Daza con su garrocha que el riesgo
que corría, pues el toro, según frase de Daza,
«le freía a cornadas.» El propio escritor
varilarguero, defendiendo el mérito de picar a
33

Víctimas del toreo: Picadores
Año - 2009
En aquellos años en los que se consolidaba el arte de picar, los alguaciles
jugaron un papel importante ¡Vámos al toro... que es una mona, tío!
caballo parado sobre el hacerlo a caballo
movido, cita Gamero, y frente a tal manera
que considera tradicional en los jinetes
cordobeses, muestra el ejemplo de «el que
valía por todos los picadores del reino de
Córdoba.»
*Francisco Gil, picador de vara larga,
tal vez pariente de los Giles de La Rinconada,
que tanto elogia don José Daza, que actuó
como tal en la Real Maestranza de Caballería
de Sevilla el año 1763.
*Mateo Gómez, varilarguero, cuyo
nombre aparece en carteles de la Real
Maestranza de Caballería de Sevilla
correspondientes al año 1762. Los días (30-
04 y 02-05-1763) se celebraron en la Plaza
de Toros de la Real Maestranza de Caballería
sendas corridas de toros, con sus correspondientes
carteles, señalando en ellos las
divisas de las ganaderías, cuyos toros se
corrieron, señalando los nombres de los
diestros de a pie que habrían de estoquearlos,
así como los de a caballo. Los dueños de
las ganaderías y los colores de sus divisas
fueron los siguientes:
D. José Maestre, verde; Marqués de
Valle Hermoso, azul; Marqués de Ruchena,
anteada; D. Francisco del Río y Risco, blanca;
Sr. Algaravejo, negra; D. Ramón Liberal,
encarnada y blanca; D. Tomás de Rivas,
encarnada; D. Francisco Esquivel, azul y
encarnada; D. Fernando Osorno, verde y
blanca; Conde del Águila, azul y blanca;
Marqués de Medina, azul y anteada; D. Luis
Ibarburu, encarnada, azul y blanca; D. Manuel
González, pajiza y morada; D. Gregorio
Vázquez, negra y blanca.
En ambas corridas, en cuanto a las
Castas de Toros, no hay novedad, habiéndose
experimentado su fiereza; y así en los
referidos días, con las divisas expresadas
saldrán a la Real Plaza otros 14 toros, que
fueron picados por Francisco Gil, Juan de
Escobar y Sebastián Gutiérrez; siendo
estoqueados por los espadas Juan Miguel,
Manuel Palomo, Costillares y Antonio Albano.
El todo Poderoso los librará de todo mal.
*José González, picador de vara
larga, que trabajó como tal entre los años
1760 a 1775, aproximadamente. Fue
compañero del famoso Juan de Amisas. En
la temporada de 1770 ganaron él y su
compañero Manuel Alonso, por picar 48 toros
en cuatro corridas que se celebraron en
34 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
Córdoba por mañana y tarde, 5.000 reales,
dos caballos, manutención y vestido de
casaquilla, sombrero y zapatos.
*Sebastián Gutiérrez, picador de
toros, probablemente andaluz, que actuó en
las corridas organizadas por la Real
Maestranza de Caballería de Sevilla el año
1763; más tarde participó en algunas otras
de la Península, sin que se hayan visto
carteles con su nombre en Madrid.
*Francisco Jiménez, varilarguero,
probablemente sevillano, que actuó en
diferentes plazas españolas en el último
tercio del siglo XVIII, según Sánchez de Neira
trabajó el día (10-11-1777) en Madrid con
Pepe-Hillo y Costillares. En los carteles de la
Plaza de Toros de la Maestranza de Sevilla
está su nombre el año 1781. Francisco
Jiménez debió ser de los buenos piqueros,
pues ganaba 5,600 reales por cuatro días de
actuación.
*Juan Ximenez, Manuel Ximenez,
Pedro Revillas, Bartolomé Padilla, Diego
Molina Chamorro y Laureano Ortega
alternaron como picadores en las fiestas
reales del año 1789, celebradas por la
exaltación al trono de Carlos IV y jura del
príncipe don Fernando Don Juan José
Gutiérrez, natural de Málaga y Joaquín Jover,
El PUERTO de SANTA MARÍA
La suelta de varios
toros, una decena
de jinetes, con
lanzas y picas de
vara larga fue
pasando a la
historia. En la
imagen, la Plaza
Mayor de Madrid,
cuando agonizaba
el siglo XVII.
natural de Valencia alternaron en las Corridas
Reales de 1789.
Los chulos que acompañaron al
primero se llamaron: Juan Conde (matador
de toros) y Juan José de la Torre; los que
acomparon al segundo: Joaquín Rodríguez
(Costillares) y Francisco Herrera (Curro),
ambos matadores de toros. El sobresaliente
de los Caballeros fue don Felix o don Julio
Avecilla. Pedro Romero, Joaquín Rodríguez
(Costillares), José Delgado (Pepe-Hillo) y
Juan Conde alternaron como primeros
espadas en las fiestas reales del año 1789,
celebradas por la exaltación al trono de Carlos
IV y jura del príncipe don Fernando, y
organizadas por el Ayuntamiento de la Villa.
*Diego Lorenzo, picador de toros,
cuyo nombre aparece por primera y única
vez en carteles de la Real Maestranza de
Caballería de Sevilla correspondientes al año
1772 y a las órdenes del diestro Juan
Romero. Trabajó también Joaquín Rodríguez
(Costillares), en algunas corridas. El año 1777
picó en las que se organizaron en mayo en la
Real Maestranza de Caballería de Sevilla.
Lozano fue un buen varilarguero, corpulento
y fuerte, según las referencias de la época,
pero vino al mundo cuando el toreo de a
caballo había sido relegado por los genios del
35

Víctimas del toreo: Picadores
Indumentaria de los picadores en el
siglo XVIII.
toreo de a pie que entonces comenzaron a
florecer.
*Andrés Martín, picador de toros,
del que don José María de Cossío dice haber
visto en carteles de la Plaza de Toros de
Madrid correspondientes al año 1777.
*Juan Martín (el Pelón), padre.
Picador de toros, que toreó a presencia del
rey Felipe , en Ontigola (Aranjuez) el (09-05-
1734), y se le señaló una pensión de 200
ducados anuales por los días de su vida. En
la corrida celebrada en la Real Maestranza
de Caballería de Sevilla el (24-10-1738), con
motivo de las bodas de don Carlos, rey de
las dos Sicilias, con doña Amalia, princesa
de Sajonia, aparece en los carteles un Juan
Martín, sin el apodo, que a juicio de don José
María de Cossío, «…sea el primero de la
notable dinastía taurina de los Pelones.
*Manuel Martínez, picador de toros,
que aparece en un cartel de la Real
Año - 2009
Maestranza de Sevilla el año 1777, siendo tal
vez el mismo que se ve anunciado en
carteles de Madrid en 1804.
*José Mateo, picador de toros, que
toreó en fiestas de la Real Maestranza de
Caballería de Sevilla, los meses de mayo y
junio de 1739, actuando como matador el
diestro Francisco Benete.
*Mateo Medina, rejoneador, nacido
en Almonte (Sevilla), del que se sabe que
toreó en la plaza de la Real Maestranza de
Caballería de Sevilla en la temporada de 1764,
alternando por cierto con don José Daza, que
en su libro, tan utilizado y multicitado por don
José María de Cossío, le elogia. Asimismo
volvió a torear como tal en la misma plaza en
1766.
*Juan Merchante, varilarguero
insigne, nacido hacia el año 1712 y a juicio
de don José María de Cossío, natural de
Medina-Sidonia (Cádiz), era hermano de los
famosos Andrés y Pedro. Pertenece al
momento crítico de la transición del rejón a la
vara larga y ha sido históricamente el de más
larga carrera taurina, con 59 años de actividad
(1731-1790).
Citan los tratadistas del siglo XVIII a
Juan con gran elogio, y, en efecto, ha de
tenérsele como uno de los mayores
maestros de su profesión. Así lo consideran
Moratín, la Tixera y don José Daza, pero
englobado y comprendido en la gloriosa
dinastía de los de su apellido, piqueros de
Medina-Sidonia. No es posible escribir de él
una biografía, pues carecemos hasta hora de
documentos que lo permitan, pero si
disponemos de datos sobre su carácter y sus
proezas, que debemos a Daza. Éste
tratadista le consideraba como maestro, y
como el primero y principal de los suyos le
nombra y elogia. «Mereció –dice- ser el
primero, por inimitado, dentro y fuera de las
plazas. Montaba a caballo con arrogante
destreza y conocimientos del genio e
intención de los caballos y toros.» Y en otro
pasaje, que precisa la actuación de Juan
Merchante, anterior cronológicamente a las
36 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
de nuestro tratadista piquero: «Desde tiempo
de mi infancia, y mucho antes de haber visto
y tratado la persona de don Juan Merchante,
no otra cosa del buen nombre de su fama, lo
hizo garante en mi aprovechamiento; que
aunque mi limitación no consiguió perfecta
semejanza, me atreveré a decir que en algo
le fui parecido. La oportunidad y maestría en
los socorros, y su conocimiento de terrenos
y querencias debieron ser extraordinarios, y
por eso le elogiaba Daza fervorosamente.
«Muy atento y cordial con sus compañeros,
como socorredor en los incidentes que
ocurrían; que en estando este gran hombre
en las plazas, o donde había riesgos con los
toros, nadie tenía que temerles; que como
maestro enseñaba, y como antemural nos
defendía. Que en el todo de su estilo fue el
único que se ha llegado a conocer.»
Y en otro lugar, y, precisamente,
hablando de la oportunidad en socorrer y los
medios de prevenirla, dejó Daza escrito:
«Estos oportunos primores fueron privativos
de don Juan Merchante, que si atropellaba el
toro al compañero sin dejarle ejecutar
segundo golpe, con el suyo le desarmaba la
intención, dejando libre al que caía. Y lo
mismo hacía con los toreros, u otro que lo
necesitase. Que al despedirse el toro de la
suerte del que le antecedía, de resalto, le
daba Merchante el pasaporte con la suya. Y
entre tanto que el otro elegía la que ya le
tocaba, se andaba él muy sosegado por los
sitios que preveía otra semejante; y en esta
forma, lo que a otros muchos era y es de
gran trabajo, a él le servía de recreo o
pasatiempo.» Su presencia de ánimo en los
empeños más peligrosos no la muestra la
siguiente anécdota:
En 1731 trabajó en la Real
Maestranza de Caballería de Sevilla, y en los
años siguientes, el insigne picador, varilargueros
de primitivos, Juan Merchante,
hermano de Andrés y de Pedro, todos
nacidos en Medina-Sidonia (Cádiz). Juan
actuó en Sevilla hasta 1789; más una
reaparición fugaz en fiestas reales el año
El PUERTO de SANTA MARÍA
Don Juan Merchante, con su inmensa
personalidad, abrió el camino a los
grandes picadores del siglo XIX, como
Antonio Calderón, en la imagen.
1790, en las que se dio, según don José
Daza, la anécdota siguiente: «A don Juan
Merchante le aconteció en las fiestas reales
de nuestro católico monarca y señor, don
Carlos III, que Dios guarde, haberlo derribado
un toro, cogiéndole debajo del caballo medio
cuerpo, sobre los que forcejeaba a cornadas;
pero lejos de asustarse su natural entereza,
le daba al toro bofetadas en la cara hasta
despedirle, lo que le aplaudieron con infinitos
vivas.» Vicente Bello, varilarguero probablemente
andaluz, que actuó en la antigua Plaza
de Toros de Madrid, en unión de Juan
Merchante, el (08-06-1758).
*Pedro Montero, picador de toros
andaluz, cuyo nombre dice don José María
de Cossío haber visto por primera y tal vez
por única vez su nombre en carteles de la
Real Maestranza de Caballería de Sevilla
correspondiente al año 1778.
37

Víctimas del toreo: Picadores
*José Padilla, picador de toros, del
que don José María de Cossío nos dice
«ignorar si era español o peruano, figurando
su nombre en carteles de la Plaza de Toros
de Lima, correspondientes al año 1770.»
*Estebán Pérez (el Cerrajero).
Diestro del último tercio del siglo XVIII, nacido
en El Puerto de Santa María (Cádiz). Sólo se
ha visto anunciado en carteles de la Plaza de
Toros de Madrid del año 1777. En el correspondiente
al 10 de noviembre se comprometía
a picar un toro de puntas a pie, con vara de
detener «al modo que lo ejecutaba el difunto
Cándido», y a banderillearlo después sólo,
«capeándole a la navarra como lo acostumbraba
Pedro Romero», advirtiéndose que
también le estoquearía «según lo hizo con
satisfacciónn de los concurrentes en la fiesta
anterior.» El Cerrajero, representa un eslabón
ya perdido, pero no menos real, dentro
de la evolución que, como todo, incluyendo
la fiesta brava, experimentó el toreo.
De los primitivos y antiguos chulos,
que acompañaron durante siglos a los
caballeros rejoneadores o a los que lanzaron
toros silvestres, debieron salir con el tiempo
más distinguidos y solicitados de su época
en la ciudad del Plata. En 1795 actuó de
Año - 2009
Quedaron atrás las
prohibiciones de los
siglos XVI y principios
del XVII,
pasando Clemente
Vii a la lejanía, así
como la anarquía
brutal y hasta
despiada protagonizada
por el populacho,
colectivo del
que morían en las
plazas unas 200
personas todos los
años. En la imagen la
Plaza Mayor de Ávila.
los toreros de a pie; sin embargo, se dieron
antes, comenzando por el célebre Cándido,
los que se atrevcieron a recibir los toros con
aquella picas «para detener», como las
utilizadas por Estebán Pérez, que a la vez
banderilleaba y estoqueaba.
*Cristóbal Ramírez, picador de la
segunda mitad del siglo XVIII. En carteles de
la Real Maestranza de Sevilla aparece su
nombre el año 1763.
*José Ramón, picador de toros, del
que no sabemos si español o peruano, pero
sí que su nombre aparece en carteles de la
plaza de Lima correspondientes al año 1770.
*Prudencio Rosales, picador de
toros, cuyo nombre figura en carteles de la
Plaza del Acho (Lima, Perú), el año 1770.
*Cristóbal Ravisco, picador de
toros, nacido en Arcos de la Frontera (Cádiz),
hacia el año 1745 Don José Daza hace
memoria de él y aparece en carteles de la
Real Maestranza de Caballería de Sevilla el
año 1763. En cuentas de dicha Institución
taurina consta que ganaba 600 reales cada
día, siendo uno de los mejores picadores de
su tiempo.
*Antonio La Rosa, matador, picador
y banderillero argentino, que fue uno de los
38 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
picador, y al inaugurarse la Plaza de Toros
del Retiro, en la ciudad de Buenos Aires, en
1801, abandonó la pica por el estoque y la
muleta, trabajando como estoqueador hasta
la temporada de 1810, y según se sabe, en
1803 actuaba también ocasionalmente como
banderillero.
*Juan Miguel de la Serre, picador
de novillos nacido en Francia. En 1801
aparece, como piquero en la duodécima
corrida celebrada en Madrid el (12-10-1789),
sin que se tengan más datos sobre él, pero
sí, casi podemos asegurar, que se trata de
uno de los primeros diestros del vecino país
de torear a la española.
*Fernando del Toro, célebre picador
de mediados del siglo XVIII, natural de la villa
de Almonte, fue mayoral y Guarda Mayor en
el Coto de Doñana, donde como sabemos
se celebraba el más célebre de herradero
de Andalucía. Fue valerosísimo, y las
siguiente sencillas palabras de Daza se
contiene su mejor elogio: «Fue grande su
Picadores de «banda» dispuestos
para salir al ruedo.
El PUERTO de SANTA MARÍA
fama. Moratín le menciona llamándole insigne
al lado de los mejores picadores de su
tiempo. Goya le reprodujo en uno de sus
famosos grabados. Finalmente Daza hace
de él este ditirámbico elogio: «Puesto a
caballo y en la lucha le ajusta el emblema
exagerativo de parecer un Alejandro.»
Con ser extraordinario picador, quizá
su mérito mayor aún como diestro en las
faenas del campo a caballo: «Se ha
distinguido –refería son José Daza- con
superioridad como en el rodeo el famoso
Fernando del Toro, que este robusto y diestro
jayán nunca parece menos hombre que
cuando pica en las plazas, y es porque en
ellas mira el respeto, y parecerlo de juicio.»
Según José de la Tixera, fue «muy diestro en
matar desde el caballo, con la garrocha, los
muy feroces y corpulentos lobos que se crían
en el dilatado coto de Doña Ana.»
En la Real Maestranza de Caballería
de Sevilla aparece en carteles en 1762 y 1764.
El propio Daza cita un peligro ocurrido en
dicha plaza, y que nos narró así: «Se hallaba
picando Fernando del Toro, Matías Moreno (el
Manco) y Cristóbal Ravisco; echáronles un
toro y de la primera picada encaramó a
Fernando encima del andamio, dejándole el
caballo muerto; retirado a los medios, fue a
buscarle el Matías, y me inquietó tan vehementísima
zozobra que tiraba tierra del
tablado con una garrocha que hallé cerca, y
a todo correr me dirigí a ellos, y dio el Manco
tan fuerte porrazo que pareció dejarlo muerto.
Al acometerle de segundas le resistí con mi
garrocha, forcejeando en lucha hasta que
Fernando pudo zafarse del andamio, tomó la
suya y al compás se la puso, quedando el
toro pugnando contra ambos, mientras que
acudieron los toreros y con las capas se lo
llevaron a otro lado de la plaza.»
*Juan de Dios Ximenez, de Sevilla;
Juan Marchante, de Medina Sidonia y Joseph
Cordero, picadores que actuaron con Pedro
Romero, de Ronda, y Joseph Delgado, álias
Yllo, de Sevilla, la tarde del (20-06-1780), que
se lidiaron «en la Plaza de la Muy Noble y
39

Víctimas del toreo: Picadores
Leal Ciudad y Gran Puerto de Santa María:
siendo Diputado por esta nobilísima Ciudad
y Alguacil Mayor, el Señor Don Bernardino J
de Medina, diez toros: Cuatro del Real
Convento de Santo Domingo, de la Ciudad
de Xeréz con divisa Blanca y Negra; cuatro
de la misma ciudad, de don Pedro de Torres,
con divisa Negra; y dos de don José de Bargas
de la Villa de Rota, con divisa Celeste.
Curiosamente, en el primer cartel, en el que
Año - 2009
aparece dicha corrida se puede ver la
significativa frase : «Toros en el Puerto»,
dándose la circunstancia de que los
picadores son nombrados antes que los
matadores. En ese festejo actuaron como tal
los picadores al principio reseñados.
Después se cita a los matadores ya
señalados y después los banderilleros, que
fueron: Francisco de Aragón, de Chiclana;
Manuel Xaramillo y Juan Bueno.
También los trece rejoneadores, que fallecieron por percances en los ruedos, vivieron
como sus colegas de la imagen días de gloria y cosecharon aplausos y fama. Foto
con los señores González Porras, Curro Bedoya, Francisco Benito, José M. Callejón,
Miguel García y Javier Mayoral, en el patio de caballos de la Plaza de Toros de Las
Ventas (Madrid). No estaba el mejor de todos: Pablo Hermoso de Mendoza.
(Cortesía de Cossío. Edición de lujo. Tomo XIII, pág. 123).
40 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
SEGUNDA PARTE
Relación Cronológica de los Rejoneadores
muertos por astas de toros.
D
urante muchos siglos, los
nobles y caballeros, no se
despojaron de sus armaduras,
y esto les obligaba a utilizar
lanzas y espadas de mucho
peso -hasta de 40 kilos- y muy largas, casi
de cinco metro las primeras y de más
cuarenta kilos las segundas. La incómoda
lanza era portada por los escuderos, y sólo
pasaba a manos de los señores en el
momento de la lucha. Entra así en escena
un personaje importante en el futuro de la
Fiesta Brava: el escudero, que evolucionó
después al cargo de chulo, hombre a pie,
asistente o lacayo que acompañaba a los
alanceadores de toros y después a los
rejoneadores, para a cuerpo limpio, realizar
valientes quites, cuando los señores eran
descabalgados y estaban en serio peligro ante
los toros. Y aquellos «chulos» fueron la base
humana de los toreros de a pie.
La lista de los nobles y caballeros que
en España dedicaron su tiempo libre a
alancear es relativamente larga, pues ya
desde pocos años antes de la entrada de la
Edad Moderna, nos encontramos, entre otros,
con el marqués de la Algaba, del que se dice
fue el primero que, entre los años 1440-60
usó una garrocha para detener los toros en
competencia con don Pedro de Médicis –
ambos debieron alancear toros, tanto en
España como en Italia-, perteneciente a una
familia florentina, cuyo linaje arrancó el año
1222 con un personaje llamado Bonagiunta.
Con el marqués de la Algaba se inicio el uso
El PUERTO de SANTA MARÍA
o cambio de la lanza por la garrocha, que
fue un eslabón fundamental en la evolución
del toreo a caballo.
La suerte de varas «a caballo levantado.»
Óleo de Julián Alcaráz, para el cartel de
de Ferias de Bilbao, en 1911.
41

Víctimas del toreo: Picadores
1570:
1) Don Diego de los Ríos.
La primera noticia que tenemos de
una víctima por asta de toro se produce al
parecer dicho año de 1570, en la persona del
aristócrata cordobés don Diego de los Ríos,
quien construyera a su cargo una Plaza de
Toros en la ciudad de Córdoba, que estaba
previsto nominarse de la «Corredera», que
no llegó a inaugurarse.
1596:
2) Don Diego de Toledo:
Nos viene primero a la memoria el
hecho de que Felipe II acudió nuevamente a
Roma cuando era ya papa Clemente VIII. En
opinión de éste, lidiar toros, era «costumbre
muy antigua, en la que los militares, tanto de
caballería como de a pie, luchando así se
hacían más aptos para la guerra.» Estimaba
este pontífice que «parece estar en la sangre
de los españoles esta clase de espectáculos»,
y advirtiendo que «las referidas
censuras y penas en los reinos de España
no sólo no han aprovechado sino que fueron
motivo de escándalo por la frecuencia de
incurrir en ellos.» Para evitar todos estos
males, como buen pastor, levantó la
Le avisaron con antelación a don Diego
de Toledo de que no saliese a rejonear,
lo que fue sin duda una premonición...
Año - 2009
excomuniones, anatemas y demás penas,
excepto a los frailes mendicantes. Dispuso
el Papa que no se celebrasen las corridas en
días de fiesta, y que se proveyera para que
no hubiera muerte alguna. Esto se decía el
(13-01-1596).
Mucha gente habría de seguir
muriendo en las plazas, pero nos dice don
Benito Rus Morales, en la Revista TENDIDO
1: «acaso no se haya producido un caso de
mala suerte tan atroz como el del hermano
de un duque de Alba, don Diego de Toledo.
Quiso éste salir a rejonear unos toros en las
fiestas que hubo en ocasión de la boda de su
hermano. Le avisaron con antelación de que
no lo hiciese. El desenlace de su empeño
también se lo debemos al cronista Zapata:
«Trajeron aquella mañana por las
calles un toro ensogado, que se entró por la
Casa de Alba y en el aposento de don Diego,
topetea cien veces con su cama, hace
pedazo los colchones, sácale del cuerpo lana,
y sale en los cuernos con las dos almohadas.
Otro día va a oir a misa don Diego, híncase
de rodilla ante el altar, húndesele la tierra y él
con ella, que se vieron en trabajo de sacarle.
Otro, trae un muy buen caballo del duque de
Alba, su hermano, puesto ante él comienza
el caballo a temblar, y cáesele muerto delante,
y por esto le suplicaron mucho todos que no
saliese. No fue posible, y le acaeció otro caso,
que los sacristanes que habían de repicar por
su honra y regocijo, al entrar él en la plaza,
comienzan a doblar a muerto, como si le
llevaran a enterrar: en fin, que en ese ambiente
comienzo don Diego a enfrentarse al primer
toro, pónele un garrochón en la frente, da un
rebufo el toro, hácele volver la mano, y de su
mismo garrochón el cabo métesele por el ojo
derecho, y sale por el cogote a la otra parte, y
cayó luego muerto en la plaza.» Después de
leer lo anterior considero que la mala suerte
del novillero Ángel Soria fue casi nada, pero
en ambos personajes se dio el hecho de que
tanto ellos como los que le rodeaban
presintieron un desgraciado final.
42 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
Sobre el solar ocupado en primer lugar por
el Palacio de los Trastámara se levanta el
Corral de don Diego, una magnífica
muestra del urbanismo medieval toledano
con una serie de edificaciones organizadas
alrededor de un patio.
1697:
3) Juan Velasco.
Juan Velasco (Velsaco), caballero
rejoneador, que falleció en 1697 por asta de
toro, tal vez después de quedar al descubierto
de una caída durante su trabajo de colocar
rejones.
1750:
4) Conde de Dos Arcos:
Arcos, Conde de., torero y noble
portugués, uno de los muchos duques y
condes lusitanos que protagonizaron grandes
hazañas en el arte del rejoneo. De Dos Arcos
dice Sánchez de Neira: «La historia taurina
del vecino reino de Portugal menciona un
hecho de gran importancia referente al valiente
adalid de dicho nombre... de quien dice
Sánchez de Neira: «La historia taurina del
vecino reino de Portugal menciona un hecho
El PUERTO de SANTA MARÍA
de gran importancia referente al valiente
adalid de dicho nombre... En 1750
celebráronse fiestas reales de toros en
Salvatierra, tomando parte como caballero en
plaza el referido, que tuvo la desgracia de
sufrir una terrible cornada que le dejó tendido
en tierra.
En la corte y alto magnates que
presenciaban la fiesta vióse aumentar el
espanto que tal suceso produjo, al mirar que
el anciano padre, que a la sazón contaba
ochenta años de edad, marqués de Marialva,
se arrojó de pronto al redondel, sacó la
espada y con el capotillo o ferreruelo en la
mano izquierda, fuese al toro con gran
resolución; enmudeció asombrada la
concurrencia, cuyos gritos y lamentos habían
sido atronadores, como si temiesen ver una
segunda catástrofe; pero el denuedo
marqués, auxiliado por la Providencia,
consiguió dar a la fiera tan tremenda
estocada, que a los pocos pasos, y cuando
Marialva se arrodillaba a besar a su hijo
exánime, caía aquélla rodando para no
levantarse más.» Ésta anécdota dio asunto
a una brillante narración del conde de
Sabugosa, que es a la que sin duda alude
Sánchez de Neira. Como pretexto, la trágica
muerte del conde dos Arcos fue aprovechada
por el marqués de Pombal influyendo en el
rey José, para que prohibiese las corridas
reales. El comentario de Sánchez de Neira
www.flickr.com/photos
En el centro el palacio del conde de Dos
Arcos.
43

Víctimas del toreo: Picadores
lo interpretó otro cronista de la siguiente
manera: «De entre los buenos caballistas que
hemos tenido como representantes del arte
llamado -impropiamente- de Marialva, por
aquel suceso en Salvaterra Do Magos
(Portugal), allá por 1792 -¿1750?-, en el que
don Pedro Alcántara Meneses y Noronha
Marqués de Marialva, venga la muerte de su
hijo, el Conde Dos Arcos, matando desde el
sillín de su caballo a ese toro que le había
privado de la vida, situación que hace que este
noble caballero escribiera el importante Noble
Tratado de Caballería, en el que instala las
primera normas para la realización de un
enfrentamiento el hombre sobre un caballo
ante un toro bravo.»
El marqués de Marialva fue uno de
los personajes más famosos de la Corte de
don José I. Había nacido en el año 1713 y su
nombre era Pedro de Alcántara Meneses y
Noroña. Murió en 1799. Fue estribero mayor
del citado rey, que le distinguía con su más
afectuosas estimación. Cuando el terremoto
de 1755 asoló Lisboa, fue encargado por el
marqués de Pombal de tomar las providencias
oportunas para prevenir las posible
agresiones de piratas argelinos a los pueblos
devastados de la costa. Pasó por ser el más
eximio jinete de su época y a él se debe un
tratado: Luz da liberal e noble arte da
caballaria, impreso en 1790, en el que se
recopilan las reglas de montar a caballo y de
los ejercicios referentes a tal arte. Tal fue la
popularidad de este libro y de su autor, que al
arte de montar a caballo se llama aún en
Portugal arte de Marialva, y por extensión
suelen aplicar los revisteros portugueses tan
título al arte de rejonear.
En tierra extremeña de Magos existía
entonces una gran tradición taurina, pues en
sus feraces campos pastaban numerosas
ganaderías bravas. Poseían allí los reyes de
Portugal, en Salvatierra, un palacio de recreo,
y en la plaza que ante sus balcones se
extiende se celebraron en varias ocasiones
corridas de toros. En la en que encontró la
muerte el conde de Dos Arcos, hijo de del
Año - 2009
Estatua ecuestre del marqués de
Marialva (Cantanhede, Portugal).
marqués de Marialva, tal sólo tengamos datos
novelescos, debido al gran número de
novelas en las que se describen los sucesos.
De entre ellos, Rebello da Silva, que en la
más popular de sus narraciones nos dice,
en su: A última torrada en Salvaterra:
«Parece deducirse que el desgraciado
conde fue derribado de su caballo y
muerto por un toro, y que su padre, que
presenciaba la fiesta, bajó al ruedo con la
espada desenvainada y denonadamente dio
La rica indumentaria de los
rejoneadores portugueses...
44 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
muerte al toro en la propia arena en que aún
yacía el cadáver de su hijo. Añade Rebello
mil circunstancias novelescas en su relato,
y de ellas, la más interesante la presencia el
marqués de Pombal, que recrimina a la
nobleza portuguesa por gastar sus energías
en alardes tan ineficaces y arriesgar en ellos
sus vidas, que estarían mejor votadas a la
seguridad de la patria en la guerra. Pero si
bien esto, y acaso todo, seguramente
novelería de Rebello y expresión de un sentir
muy extendido entre los escritores e
intelectuales del tiempo romántico, no es
dudoso que este relato, divulgado por todo
Portugal y siempre recordado con emoción y
simpatía, influyó en las sensibilidad del pueblo
portugués frente a la fiesta de un modo
eficacísimo, y tanto de la belleza y patetismo
de la fiesta como de su valor moral y
conveniencia se desprendió un patrón o
canon y muchos portugueses aún juzgan de
El PUERTO de SANTA MARÍA
la fiesta y de sus circunstancias influidos por
el caso desdichado del conde, por la bravura
del marqués y hasta por la severidad y buen
juicio del famoso ministro de Don José I.
1780:
5) Mariano Ceballos (el Indio).
Mariano Ceballos (el Indio), célebre
matador de toros, nacido en Argentina hacia
el año 1750, de a pie y de a caballo, al que se
conoció en España por tal apodo y personaje
importante por el papel que representó en la
evolución del toreo. En las corridas de los días
(20 al 24-02-1772), celebradas en la ciudad
de Buenos Aires-, toreaba y estoqueaba,
cobrando por cuatro corridas la elevada suma
de cien pesos fuertes, pero no puede
deducirse con certeza si mató o no desde el
caballo en alguna de esas corridas, pues lo
reproduce matando desde un caballo uno de
El célebre Mariano Ceballos, el Indio, matando un toro a golpe de
espada, sobre un caballo.
45

Víctimas del toreo: Picadores
El célebre Mariano Ceballos, el Indio, matando un toro a golpe de
espada, sobre un caballo, en otro grabado.
los más famosos aguafuertes de Goya, como
se practicaba ya en España.
En cada uno de los cuatro días de
corridas se hizo salir a la plaza un toro
encohetado, y en el primero se engalanó otro
que causó muy buen efecto. En el último día
un chulo salió, jineteando sobre un toro bravo,
manejando con las manos ruedas de fuego y
cohetes. Toreando en España los años de
1773, 1774 y el (08-07-1775) aparece
toreando en la Plaza de Toros de Pamplona,
según consta en el Archivo Municipal de la
capital de Navarra, «…capeó a caballo bien,
ensogó y montó un toro ensillado, y desde él
picó otro y mató los dos bien: toreó y estoqueó
a pie, pero en esto es poco papel.»
Se deduce de cuanto hemos citado
que sus habilidades correspondían exactamente
con el tipo de toreo arbitrario que
persistía paralelamente a la evolución del toreo
actual, que empezaba entonces a establecerse.
Volvió a torear en Pamplona los años
1778, 79 y 80. En 1779, después de repetir el
variado repertorio de sus habilidades
acostumbradas, prestó el humanitario
servicio de salir tras un toro que saltó la
Año - 2009
barrera y escapó de la plaza, consiguiendo
alcanzarle desde el caballo en La Taconera.
Un cuadro atribuido a Goya, titulado: «El toro
huido», propiedad de los duques de Veragua,
representa esta escena, u otra semejante,
en la que Ceballos se dispone a enlazar un
toro. De la habilidad que nos cuenta el
comentarista navarro hizo Goya no menos
de dos versiones. Vargas Ponces nos
asegura en su inédita «Disertación» sobre las
fiestas de toros, que en la Plaza de Toros de
Tudela (Navarra) murió –tal vez en 1780-»el
Indio que montaba los toros, a pesar de su
conocimiento y valer.»
Un viajero francés, el barón Charles
Deviller, en su pintoresco Viaje por España
dice de él al verlos torear el último año citado:
«Se cuenta de un negro de Buenos Aires que
desde su infancia había estado acostumbrado
a perseguir en los desiertos rebaños de
bestias salvajes y que mostraba en los
combates de esta clase una fuerza y una
habilidad extraordinarias. Cogía una larga
cuerda, el lazo de su país, y después de
haberla pasado por los cuernos le conducía
cerca de un poste fuertemente fijado en el
46 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
Google
Caricatura del célebre Mariano Ceballos,
el Indio.
centro de la plaza. Atado el toro al poste, le
lanzaba una silla al lomo y se montaba en él
como si fuera un caballo. Entonces se
cortaban las cuerdas y el animal se ponía a
correr por todas partes haciendo los mayores
esfuerzos para desembarazarse de su
improvisado caballero. Cuando el fatigante
ejercicio empezaba a disminuir las fuerzas
del toro, el negro dirigía como podía su
cabalgadura hacia otro toro, que no tardaba
en matar, después de lo cual mataba
igualmente al que le servía de montura. Se
asegura que el negro tenía un fuerte vómito
de sangre siempre que se entregaba a este
violento ejercicio.» Goya le inmortalizó cinco
veces en su famosa Tauromaquia y ya, casi
al final de su vida, Francisco, el de los toros,
dibujó sobre piedra litográfica una serie de
cuatro litografías que son conocidas como
Los toros de Burdeos. Una de ellas representa
a Mariano Ceballos toreando con su peculiar
manera americana. Y se da como probable
que durante las fiestas de Tudela (Navarra)
encontró la muerte el arrojado lidiador
argentino, como quedó antes citado.
1841:
6) Salvador de Brito (Texugo).
Mayo:
29:
Salvador de Brito (Texugo), rejoneador
portugués de la primera mitad del siglo
XIX. Tomó parte en la corrida de inauguración
de la Plaza de Toros del Convento de San
Juan, de Setúbal, el (29-05-1841). La víspera
El PUERTO de SANTA MARÍA
visitó el ruedo de la plaza, y notó con disgusto
que una lastra del piso no había quedado bien
cubierta de arena, con el riesgo de que sobre
ella resbalara el caballo. Fue a torear por ello
de mala gana, presintiendo una fatalidad. Al
primer toro le clavó un rejón con maestría. Al
clavar el segundo resbaló el caballo,
precisamente en el lugar presentido. Volteó
el toro a caballo y caballero, sufriendo éste
en la caída una conmoción cerebral que le
produjo la muerte.
1860:
7) Augusto Maradas.
Septiembre:
Augusto Maradas, rejoneador
portugués, muerto a unos meses de
comenzar su profesión. Era cuñado del
banderillero Caixinha, y fue cabo de artillería.
Animado por sus camaradas militares, que
admiraban sus dotes de jinete, se dedicó al
toreo a caballo. Cuando llevaba apenas seis
meses en la profesión, en septiembre de
1860, fue a torear a la Plaza de Toros de
Nazareth (Portugal).
Un testigo presencial de la corrida,
Diamantino Pontes, narró así la muerte del
desgraciado Maradas: «Mi pobre compañero
entró en el ruedo a picar al primer toro; se
veía blanco como la cal. Todo él temblaba;
inspiraba dolor. Citó para la suerte de gaiola
a un tremendo bicho de la ganadería de don
Francisco Bate-Folha. Me di cuenta de que
el infeliz mozo estaba fuera de su terreno, y
presentí la cogida cierta. Así fue: arrancó el
animal con rapidez, derribando a tierra caballo
y caballero, que golpeó fuertemente en la
cabeza el arzón de la silla, abriéndose una
gran brecha en el cráneo, que le causó la
muerte en pocos momentos.»
1867:
8) Antonio Mazada.
Antonio Mazada, rejoneador portugués,
con excelentes condiciones como
caballista y de valor, por lo que adquirió buen
47

Víctimas del toreo: Picadores
cartel. Se presentó por primera vez en la
Plaza de Toros de Lisboa 1862. En la
temporada de 1867, toreando en la Plaza de
Toros de Nazareth, le derribó un toro,
hiriéndole sobre el suelo de forma mortal.
Su vida taurina, como puede verse, sólo duró
5 años escasos, pero su crédito fue en
aumento cada año.
1904:
9) Don Fernando de Oliveira.
Mayo:
12:
Ferramenta.
Fernando de Oliveira, rejoneador
portugués, nacido en Benavente el año 1859,
falleció el (12-05-1904), a los 45 años de
edad, en la misma Plaza de Toros de Campo
Pequeño, en Lisboa, que él inauguró el (18-
08-1892), y sus arenas sirvieron de lecho de
muerte, tras una ininterrumpida sucesión de
triunfos. Durante veinticinco años recorrió
todas las plazas lusitanas, y se dio a conocer
en las de España y Brasil. En la Plaza de
Toros del Campo de Santa Ana se presentó
en 1887 y su actuación tuvo caracteres de
acontecimiento. Fue, no obstante, muy
discutida la suerte que ejecutaba de grupas
a la puerta del toril, a la salida del toro, pese a
estar descrita y recomendada por viejos libros
de equitación.
Alternó con José Bento, Joaquín
Alves y Simón Serra, como rejoneadores
portugueses, y Ricardo Torres Reina
(Bombita) y Manuel Jiménez (Chicuelo I),
como espadas españoles, la tarde del (12-
05-1904), en la que se celebraba en la Plaza
de Toros de Campo Pequeño una corrida de
toros en la que tomaron parte los diestros
citados. Asistieron a la función los reyes de
Portugal (*) y el público más calificado. El
segundo toro, llamado Ferramenta, de pelaje
Año - 2009
retinto, bragado y cornigacho, marcado con
el número 39 pertenecía, a la ganadería del
marqués de Castello Melhor, porque aquella
tarde se lidiaron astados de dos ganaderías,
pues la empresa que organizó tenía
dispuestos 10 toros, cinco del marqués de
Castillo Melhor y cinco de una ganadería
nueva, de don Victoriano Froes. Oliveira trató
de hacerle su suerte favorita a porta gaiola,
que resultó sin lucimiento. El toro era tardo, y
tras una salida en falso logró colocarle un
excelente rejón. Al tratar de colocar un
segundo a tira, consintió demasiado al toro,
que alcanzó al caballo, pero, desgraciadamente,
cayó el jinete debajo de éste y al
intentar erguirse fue alcanzado por el toro,
quedándose inerte sobre el suelo Oliveira...
cuando lo llevaron a la enfermería tenía
fracturada la base del cráneo, por lo que dejó
de existir al llegar al Hospital San José, en
Lisboa. El accidente tuvo largo eco en la
afición lusitana y hasta hoy ha llegado la fama
del gran artista y de la desgracia.
1960:
10) Don Salvador Guardiola
Domínguez.
Mayo:
21:
Farruco:
Salvador Guardiola Domínguez,
ganadero de reses bravas y rejoneador, que
falleció el (21-08-1960). El citado día 21, en
su octava actuación de aquella temporada,
hizo el paseíllo en la Plaza de Toros de Palma
de Mallorca, en la que rejoneó una res de la
ganadería de Muñoz Aguilar, que derriba a la
cabalgadura, con tan mala fortuna que esta
caería sobre el cuerpo del jinete. A pesar de
lo aparatoso de la caída no se piensa que la
misma tenga consecuencias graves. Todos
se equivocaron porque don Salvador sufrió
(*) Carlos I, rey de Portugal (1889-1908), que no logró apaciguar el país con la dictadura de Juan
Franco y murió asesinado junto con el príncipe heredero en el sitio denominado Terreiro do
Paço. Le sucedió su hijo Manuel II.
48 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
Salvador Guardiola, en uno de sus
clásicos jugueteos.
fracturas completas de los huesos frontal,
parietal y temporal del lado izquierdo, con
intensa hemorragia cerebral, lesiones que le
ocasionaron la muerte, ocurrida sobre la siete
de la tarde en la Clínica Roger, a la que fue
trasladado.
A título póstumo le fue otorgada la
Gran Cruz de Beneficencia, como público
reconocimiento a su callada labor. En todo el
mundillo taurino, la noticia del fallecimiento
del caballero –nunca mejor empleada tal
palabra- Salvador Guardiola, produjo profundo
pesar. Fue un magnífico jinete y al practicar
el rejoneo sirvió exclusivamente a una
exigencia de su afición. El valor y la preocupación
por la corrección de las suertes fueron
sus características. Estuvo actuando en los
ruedos españoles con finalidades altruístas
desde la temporada de 1956. El (12-05-1957)
Salvador Guardiola, toreando con la
bandera de un buen rejón.
El PUERTO de SANTA MARÍA
se presentó en la Plaza de Toros Monumental
de Madrid. Su actividad fue en constante
aumento, toreando cinco corridas en 1956;
quince, en 1957, y 17, en 1958. La temporada
de 1959 siguió actuando con su habitual éxito
en 16 ocasiones, siempre a beneficio de las
obras que venían realizando las Hermanas
de la Cruz, de Utrera (Sevilla). El (23-03-1960)
contrajo matrimonio en la Capilla de Nuestra
Señora de los Reyes, de Sevilla, con la
señorita Mercedes Conradi Lizaur.
No está considerado precisamente El
Coliseo Balear como plaza de «mal fario»
para los toreros. Pero el espectáculo taurino
conlleva sus riesgos y bastantes han sido las
graves cogidas que han tenido lugar en
Palma. La más grave, que ocasionó su
muerte, fue precisamente la del rejoneador
Salvador Guardiola, la última ocurrió
precisamente el pasado mes de septiembre
cuando fue empitonado el francés «Luisito»
por un toro de Pérez Angoso, y como
anécdota recordaremos una novillada sin
caballos en el que participaban tres novilleros
mallorquines, entre ellos Gabriel Nadal, que
no pudo finalizar el festejo al pasar los tres a
la enfermería.
La muerte de Guardiola ocurrió el (21-
05-1960), y se inscribe dentro un fin de
semana trágico en los ruedos de Mallorca.
La víspera en Muro, el segundo toro de Cura
del Valverde, hirió a los diestros «Chiquilín» y
«Sanluqueño», el cual había otorgado la
alternativa a Pepe Nuñez; este último viendo
lo que le venía encima, se negó a continuar
la lidia entregándose a la autoridad, la noticia
corrió como la pólvora por todos los rincones
de la geografía española. Al siguiente día se
daba la corrida en Palma con el rejoneador
Salvador Guardiola y los matadores Luis
Segura, José Julio y Joselito Clavel. El
caballero andaluz mientras estaba toreando
al novillo Farruco, de la ganadería de Manuel
Muñoz, cayó extrañamente de su caballo
«Calé», falleciendo después en la clínica
Roger. Entre los diestros que han sufrido
percances graves o muy graves en Palma
49

Víctimas del toreo: Picadores
Año - 2009
El Coliseo Balear, todo un símbolo para la sociedad mallorquina
El Coliseo Balear, todo un símbolo para la sociedad mallorquina
http://perso.wanadoo.es
EEl empresario José
Tous Ferrer, soñó
durante años en
construir una nueva
plaza de toros que el
arquitecto Gaspar
Bennássar
materializó, siendo
inaugurado el nuevo
coso taurino el (21-
07-1929), en el que
falleció don Salvador
Guardiola..
Salvador Guardiola en un arriesgado
adorno poco anrtes del percance mortal.
La muerte de Guardiola ocurrió el (21-05-1960), y se inscribe dentro un fin de semana
trágico en los ruedos de Mallorca. La víspera en Muro, un toro de Cura del Valverde,
hirió a los diestros "Chiquilín" y "Sanluqueño", el cual había otorgado la alternativa a
Pepe Núñez; este último viendo lo que le venía encima, se negó a continuar la lidia
entregándose a la autoridad, la noticia corrió como la pólvora por toda la geografía
española.
50 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
están: Julio Aparicio en el 51 y 52; Victoriano
Valencia, en el 53; Victoriano Posada, en el
54; Luis Segura y Antonio Ordoñez, en el 59;
Chamaco y Paco Camino, en el 60; Ricardo
Izquierdo, Gregorio Sánchez y «El Viti», en el
62; El Caracol, Manuel Benítez «El
Cordobés», Fernando Peña y Guillermo
Sandoval, en el 63; nuevamente «El Viti», en
el 65; «El Inclusero», en el 67; Pedro
Benjumea, en el 68; Paquiro, El Puno y
Ricardo de Fabra, en el 70; Curro Fuentes,
en el 72; Dámaso González y Paco Bautista,
en el 73: Manolo Arruza, en el 75; Barea Jover
y El Almendro, en el 79; Pedro Santiponce,
en el 83; Curro Cruz, en el 90 y la última, la
de Luisito, en el 2003.
1966:
11) José Joaquín Correia.
Octubre:
19
José Joaquín Correia, rejoneador
portugués, del que desconocemos la fecha
de su ncimiento, que trabajando como tal la
tarde del (16-10-1966), en la Plaza de Toros
de Campo Pequenho, en Lisboa, en un
festival a beneficio del Horfanato-Escuela de
Santa Isabel, cayó del caballo y estando ya
en suelo el animal le pisó la cabeza,
produciéndole tan grave lesión, que falleció
antes de llegar al hospital donde fue
conducido. Alternaba aquella tarde con Paco
Camino y otros diestros de a pie. Desde muy
joven practicó el arte de Marialva, habiendo
recibido la alternativa en la Plaza de Toros de
Lisboa el (16-04-1965), que le fue concedida
por José Ataide.
1983:
12) José Varela Crujo.
Agosto:
11:
José Varela Crujo, rejoneador
portugués aficionado, que falleció el (11-08-
1893) cuando actuaba como talen la Plaza
de Toros de Lisboa, en la que un toro, de la
El PUERTO de SANTA MARÍA
ganadería portuguesa de Tuzamapán, le
alcanzó y levantando la cabeza le asestó una
cornada en el muslo derecho, a consecuencia
de la cual dejó de existir pocos días después.
Actuaba a mediados del siglo XX en circos
de su país. Podría ser el mismo, supone don
José María de Cossío, que tomó parte en un
festival a beneficio del Hospital de San Juan
de Dios de Montemar-o-Nova, que tuvo lugar
en la Plaza de Toros de Lisboa, el domingo
(19-09-1976). Durante la temporada de 1978
intervino en dieciséis funciones ceelebradas
en ruedos portugueses, sin que se tengan
noticias de que toreara como tal en España.
1997:
13) Eduardo Funtanet.
Marzo:
18:
Recuerdo:
El domingo (16-03-1997), el rejoneador
Eduardo Funtanet, sufrió un percance
gravísimo al caer del caballo, cuando lidiaba
al toros, llamado Recuerdo, de la ganadería
mexicana de Cerro Viejo, en la «Plaza
México», y que le provocó la muerte dos días
después. Esa misma tarde, el diestro
mexicano Rafael Ortega, le cortó las orejas
al bravísimo y noble astado que llevó el
nombre de Rumboso, de la ganadería
mexicana de Huichapan.
Funtanet Mange falleció ayer a las tres
de la tarde, hora española (ocho de la
mañana en México), a consecuencia de las
gravísimas lesiones sufridas el pasado
domingo en la Monumental «Plaza México.»
Eduardo Funtanet Mange nació en la ciudad
de México el 20 de diciembre de 1966 y desde
niño se dedicó a practicar el arte del toreo a
caballo. Fue el primer rejoneador que recibió
la alternativa en la historia de la Monumental
Plaza México. Esta ceremonia se celebró el
(24-03-1985) y su padrino fue el maestro
lusitano Pedro Luceiro. Actuaron como
testigos Jorge Hernández Andrés y Gerardo
Trueba. En su última actuación completa en
51

Víctimas del toreo: Picadores
el coso de insurgentes, el (05-03-1995, le
cortó la oreja a un toro de la ganadería de
Las Huertas. Funtanet era además un
próspero y emprededor hombre de empresas.
Estaba casado y tenía tres hijos. El último de
ellos nació hacía apenas dos semanas. El
(05-03-1992), en la Plaza de Toros Silverio
Año - 2009
Pérez de Texcoco (ciudad de Texcoco, donde
fue herido de muerte Bernardo Gabiño, sufrió
un accidente similar al del pasado domingo,
al alcanzar a su caballo tordillo un toro de la
Venta del Refugio. Entonces logró recuperarse
y abandonó el hospital un mes después,
aunque tardó un año en volver a su pasión.
En la imagen, los utensilios o trebejos utilizados durante siglos del toreo a
caballo, según Francisco Pinto Pacheco, en el «Tratado de cavalaria da gineta»
(Lisboa, 1670)
52 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
El PUERTO de SANTA MARÍA
Ilustración de Daniel Perea (La Lidia, 08-09-1884).
No todos los diestros tuvieron la suerte de volver a casa y estar con los suyos...
53

Víctimas del toreo: Picadores
TERCERA PARTE
1747:
14-1) Marco Sanz.
Marcos Sanz, picador de toros que,
con su muerte por asta de toro, se convirtió
presumiblemente en el primero de esa
especialidad. Sin duda, como le ocurrió
después a tantos otros, tras un batacazo
quedaron en el suelo frente al toro.
1793:´
15-2) Bartolomé Carmona.
Julio:
08:
Bartolomé Carmona, picador de toros,
nacido en Sevilla el (30-03-1756), falleció el
(08-07-1793), a los 37 años de edad, día en
que se celebró por la mañana una corrida de
seis toros, en la Plaza de Toros de Madrid,
dos de don Joseph Gijón, de Villarrubia de los
Ojos del Guadiana; dos de don Agustín Díaz
de Castro, de Pajares de los Oteros, y dos
de don Gabriel Gómez, de Arquedas
(Navarra). Figuraban como picadores Miguel
Pérez y Bartolomé Carmona, y de reserva
Juan Antonio Domínguez. Los espadas
fueron los hermanos Pedro, José y Antonio
Romero. Un revistero de la época dio de este
modo la reseña de los cuatro primeros toros
de aquella corrida:
«El primer toro, que fue de la vacada
de don Joseph Gijón, de Villarrubia, entró a
doce varas y diez banderillas. Lo mató Pedro
Romero a la segunda estocada; ambas
estocadas fueron bien puestas, pero a la
Año - 2009
Relación Cronológica de los Picadores muertos
por astas de toros
primera levantó el toro la cabeza y quitó a la
espada mucha fuerza del empuje con que
iba dirigida. El segundo, de la vacada de don
Agustín Díaz de Castro, entró a nueve varas
y nueve banderillas; fue bastante ligero en las
varas y no recargaba; hirió a un caballo cerca
de la cola, en la séptima vara.
No entró bien a la espada, y lo mató
José Romero a la tercera estocada, dada en
la misma cruz. El tercero, de la vacada de
don Gabriel Gómez, entró a trece varas y a
ocho banderillas; a la cuarta vara mató un
caballo; a la octava, otro: hirió uno a la décima
y mató otro a la décimo segunda. Antonio
Romero le puso la primera estocada bien
puesta; la segunda y la tercera fueron algo
bajas y laterales, pero lo remató descabellándole.
La suma viveza de este toro, que
estaba en continuo movimiento, mudaba la
dirección de la estocada. El cuarto, de Díaz
de Castro, entró muy ligeramente a una vara
y a seis banderillas de juego; a la sexta saltó
la barrera con la banderilla encendida. Le
mató Pedro Romero. Este toro no entró a la
espada sin levantar la cabeza a una altura
tan desmedida, que frustraba enteramente la
acción de la espada. Después de la primera
estocada, que fue bien puesta, pero que por
dicha causa no pudo ser profunda, acometió
al caballo en que estaba Bartolomé Carmona,
quien no huyó a la carrera como hubiera
podido, y cogió al caballo de manera que no
tan sólo hirió a éste de muerte, sino que en la
caída que dio Carmona le sucedió la
54 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
desgracia de recibir un golpe fuerte en la
nuca, que de resultas murió en breve rato.,»
El toro que originó la tragedia murió
de una gran estocada a manos de Pedro
Romero. Bartolomé Carmona fue un picador
de gallarda presencia, magnífico jinete, fuerte
y lleno de valentía, uno de los más distinguidos
de su tiempo. Se le llegó a considerar
hijo de Ronda, donde residió algún tiempo,
por este motivo y por ser amigo íntimo de los
Romeros. Revisando carteles de la época he
sabido que toreó en Madrid durante los años
1786, 1787, 1791, 1792 y el 1793, que fue el
de su muerte.
En otra crónica puede leerse: «El
cuarto toro, de una ganadería de Castilla la
Vieja, lidiado en la Plaza de Toros de Madrid
en corrida de la mañana, el día (07-07-1793),
entró muy rápido a una vara, y a 6 banderillas
de fuego: a la sexta saltó la barrera con una
de las banderillas de fuego encima. Lo mató
Pedro Romero. Este toro no entró a la espada
sin levantar la cabeza a una altura tan
desmedida que frustraba enteramente la
acción de la espada. Después de la primera
estocada, que fue bien puesta, pero que por
esta causa no pudo ser profunda, acometió
al caballo en que estaba Bartolomé Carmona,
El PUERTO de SANTA MARÍA
Aportamos
nuevamente la
imagen del quite
que el famoso
Pedro Romero le
hizo a Bartolomé
Carmona: Con el
capote en la
izquierda, distrae la
atención del toro,
mientras con la
derecha empuja al
picador para sacarlo
de los terrenos
del toro.
quien huyó a carrera, como hubiera podido, y
alcanzó al caballo de manera que no tan solo
hirió a éste de muerte, sino que en la caída
que dio a Carmona, le sucedió la desgracia
de recibir un golpe en la nuca, que de resultas
murió parece que al breve rato: lo mató Pedro
Romero a la segunda estocada puesta con
mucha inteligencia.»
1795:
16-3) Diego Molina (Chamorro).
Abril:
16:
Diego Molina (Chamorro), picador
de toros, nacido en La Algaba (Sevilla),
hermano del también varilarguero Juan
Molina. En la primavera de 1795 fue
contratado por la empresa de la Real
Maestranza de Caballería de Sevilla para
intervenir en las corridas organizadas por
dicha entidad aquel año. El 16 de abril se
verificó el tercer festejo y en él fue cogido
Diego Molina, muriendo a consecuencia de
ello. En 1795 los toros lidiados en la Real
Maestranza fueron mansos de solemnidad,
como lo comentó la «Tauromaquia Taurina»
y lo reseña el marqués de Tablantes en su
55

Víctimas del toreo: Picadores
obra «Anales de la Plaza de Sevilla»,
diciendo:
«Luego un toro marrajo se presenta
/ que a picador ni a chulo embestir quiere / y
es la Plaza vergonzosa afrenta / donde no
luce arte aunque se esmere / Perros le
arrojaron en lid sangrienta / a uno pisa a otro
eleva, a otro hiere, / y uno que algún paisano
saca atado / se esfuerza por tirase al toro
airado.»
Diego Molina ganó por las tres
corridas en las que pudo intervenir «3.170
reales más 320 reales que le dio el Teniente
a la señora viuda.» De gran valor, coraje y
facultades, Molina conquistaba en los ruedos
y atraía tanta gente como los mejores
espadas de su tiempo. Era aún el tiempo en
que una buena vara era más comentada que
una certera estocada, y el gran varilarguero
de La Algaba cobraba buenas puyas con
frecuencia. A las órdenes de algunos famosos
espadas de finales del siglo XVIII,
intervino en las mejores Plazas de Toros de
la Península. En la de Madrid aparece su
nombre las temporadas de 1786a 191, sin
interrupción, y después en 1794, último año
que trabajó en la Corte.
1811:
17-4) Juan Luis de Amisas.
Diciembre:
13:
Escardillo
Cuando se habla o escribe de un
picador llamado Juan, víctima del toreo en el
año 1811, sin duda se refieren a Juan Luis de
Amisas Rodríguez, muerto en la Plaza de
Toros de Madrid el 13 de diciembre de dicho
año, a causa de la caída que sufrió el 28 de
julio anterior. Después de él no hay otro
picador llamado Juan que fuese víctima de
los toros, hasta Juan Mateos Castaño, en
1844.
Año - 2009
Nacido Juan Luis de Amisas
Rodríguez en Sevilla el (07-02-1776), falleció
en 1811, a los 35 años de edad. Fue hijo del
famoso picador Juan de Amisas, que no será
el que aparece en el cartel de la Real
Maestranza de Caballería de Sevilla del año
1800, sino su hijo (*)- y Luis Corchado
alternaron en tanda en la corrida del (28-07-
1811), séptima de la temporada madrileña,
sufrió Amisas una caída, producida por el toro,
de nombre Escardillo, de la ganadería de don
Bernabé Águila, cuyas consecuencias
comunicaba el corregidor al ministro del
Interior con estas palabras:
«El picador Juan Amisas ha recibido
fuerte golpe en la cabeza y está de mucho
cuidado.» A consecuencia de ese accidente
murió el (13-12-1811). Ya en 1810 tomó parte
Amisas en las corridas organizadas por José
Bonaparte, sufriendo en una de ellas una
herida con fuerte conmoción cerebral, de la
decena que sufrió. En unión de Corchado picó
a las órdenes de Aroca y Juan Núñez
(Sentimientos). En 1811 toreó en la cuadrilla
de Francisco Herrera Rodríguez (Curro
Guillén).
Hasta pasada la mitad del siglo XVIII,
se había tenido como primer cartel taurino el
indicado por el marqués de Tablantes, en su
volumen Anales de la plaza de toros de
Sevilla, ya citado, anunciando dos corridas
en el bello coso de la Real Maestranza de
Caballería de la citada ciudad para los días
(04 y 06-05-1761), en cuyos festejos
alternaron los diestros picadores Juan de
Amisas (padre), Lorenzo Ramos y Sebastián
Vicente, que actuaron en las cuadrillas de los
espadas Juan y Miguel Palomo. Dicho cartel
fue editado en la «imprenta bajo la imagen
de Nuestra Señora del Pópulo, en la calle
Génova.» Se dieron muerte en ambos festejos
a 42 toros de las vacadas de don Pedro de
Céspedes, don Benito de Ulloa, marqués de
(*) En un manuscrito del Archivo municipal de Madrid aparece su nombre admitido para actuar
en novilladas. Según Sánchez de Neira, el período de suspensión de las corridas lo dedicó a
desbravar caballos.
56 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
Dicen que la imagen es «la prueba del caballo de picar», pero también de la
resistencia de la vara de fresno.
El PUERTO de SANTA MARÍA
(Litografía publicada en La Lidia, el 08-05-1887).
57

Víctimas del toreo: Picadores
Rianzuela, don Andrés de Ibarburu, don
Baltasar de la Torre, marqués de Gelos,
marqués de Valle-Hermoso y de la Trinidad,
de Carmona. Sin embargo, no es el más
antiguo cartel de toros que se conoce hasta
hoy, ya que en un admirable libro, editado por
la Diputación Provincial de Madrid, redactado
por el presbítero don Baltasar Cuartero Huerta
e intitulado Relaciones históricas de la
primera Plaza de Toros circular construida
en Madrid, se anota la licencia real otorgada
a la Archicofradía de la Sacramental de San
Isidro por Felipe V, en 1737, para celebrar tres
corridas de toros en un coso de madera que
al efecto levantaron en el paraje denominado
Casa Puerta, contiguo al Soto Luzón –hoy
Glorieta de Pardo Bazán-, como aparecía en
los carteles. Y con buen resultado económico
se facilitare la reparación del puente que
conducía a la ermita del patrono San Isidro
en la otra orilla del Manzanares.
1816:
18-5) Pablo Rodríguez.
Pablo Rodríguez, picador de toros,
falleció por asta de toros en la Plaza de Toros
de la ciudad de México (D. F.), en la
temporada de 1816. Desde 1815 hasta 1821,
en la ciudad de México continuaron actuando
prácticamente los mismos diestros, entre
ellos: Felipe Estrada y José Antonio Rea,
matadores que alternaron el (24-01-1815),
acompañados por los banderilleros: José
María Ríos, José María Montesinos,
Guadalupe Granados y Vicente Soria. En
1816, el virrey Calleja aprovechó el coso
construido en la Plaza del Volador para
organizar hasta tres temporadas de toros, es
decir, los años 1816, 17 y 18, cuyos productos
se destinaron a vestir las tropas realistas, que
a tal extremo llegaba la penuria del erario
público. La corrida de toros de 1816 casi se
enlaza con las que celebraron los
matrimonios del rey Fernando VII y de su
hermano don Carlos con las infantas del
Brasil. Doce corridas fueron las de esta
temporada, y en una de ellas fue herido de
Año - 2009
muerte el picador Pablo Rodríguez, al picar
un novillo en burro.
1817:
19-6) Alejo Quintín (Pollollo).
Alejo Quintín (Pollollo), famoso
picador de toros, nacido en Lima el año 1751,
y murió en 1817, por los golpes recibidos en
la cabeza, en una corrida de toros, cuando
contaba 66 años de edad y tras unos 48 años
de ejercer la profesión. Empezó a practicar
su oficio en el último cuarto del siglo XVIII.
En la temporada de 1816, cuando contaba
ya sesenta y cuatro años de edad, seguía
manteniendo su cartel en primera línea. Un
listíllo poeta de dicho años compuso estos
versos en su honor: «No falten los guapos;
pongan atención, que esta vez Pollillo vibrará
el rejón. Mariquita mía, vamos de mañana,
que Quintín Pollillo sale a la campaña. Pollillo
no es viejo, que es un jovencito a quien faltan
muelas y le sobre pico.» Usaba antiparras,
según nos informa don Ricardo Palma en
una de sus Tradiciones peruanas.
1818:
20-7) Laureano Pérez Alonso:
Agosto:
31:
Laureano Pérez Alonso, picador de toros,
natural de Medina Sidonia, el cual falleció el
(31-08-1818), a consecuencia de una caída
que sufrió toreando en la Plaza de Toros de
Madrid aquel mismo día. Falleció el mismo
año que su compañero Ildefonso Pérez
Naves, igualmente en Madrid.
1818:
21-8) Ildefonso Pérez Navés.
Noviembre:
07:
Ildefonso Pérez Navés, picador de
toros, nacido en Jerez de la Frontera el (27-
03-1776), falleció en 1818, cuando contaba
42 años de edad. El (19-10-1818), en la
58 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
Sufrió Pérez Navés una caída. En el suelo,
le arremetió el toro, corneando furiosamente
al caballo, echándolo por encima
del picador.
décimo sexta corrida, reemplazando al
piquero Juan Díaz, que se encontraba
enfermo. Al dar un puyazo al sexto toro, de la
ganadería de don Vicente Perdiguero, de
Alcobendas, sufrió una caída, y ya en el suelo,
arremetió el toro con mucha codicia,
corneando furiosamente al caballo, echándolo
por encima del picador que, a consecuencia
del golpe, quedó conmocionado. En
la enfermería se le apreciaron varias contusiones
en el vientre y pecho, que no parecieron
de importancia, por lo que fue
trasladado a su domicilio. Como no mejoraba
y carecía totalmente de recursos, fue llevado
al Hospital General, en el que falleció el (07-
11-1818), enterrándose de caridad al día
siguiente. Debió ser mejor jinete que picador,
si bien comenzaba su carrera cuando tan
funesto accidente vino a cortarla bruscamente.
Al escritor taurino Bruno del Amo
(Recortes) debemos los interesantes datos
conocidos de su biografía. El padre del
picador era vaquero o encargado de un hato
de reses mansas del contratista gaditano
Antonio Fernández Navarro. Desde muy
joven de dedicó Ildefonso al mismo oficio
campero de su progenitor, y cuando el
marqués de Carrión, vecino de Utrera, fundó
El PUERTO de SANTA MARÍA
su ganadería brava, que se estrenó en Madrid
en 1802, entró a su servicio. La suspensión
de las corridas de toros, primero, y la guerra
de la Independencia, después, retardaron sin
duda los proyectos de Ildefonso de dedicarse
al duro oficio de picar. En 1808 se alistó
como voluntario en el ejército de Andalucía,
siendo uno de los más famosos garrochistas
que tomaron parte en la batalla de Bailén
contra los franceses. Asistió después a
infinidad de acciones bélicas y refriegas, y
en la batalla de La Albuera, acaecida el (16-
05-1811), fue herido de un balazo que le
atravesó el muslo derecho. Cuando en 1814
acabó la guerra comenzó a picar en plazas
andaluzas de mínima importancia. Ya en
1817 alternó en tanda en la Real Maestranza
de Sevilla y en las de los Puertos. En 1818
Curro Guillén le llevó a la Plaza de Toros de
la Corte, en la que picó en la quinta corrida
de abono. El cartel de este festejo le anunció
«como nuevo en la plaza.» Cobró en aquella
corrida 950 reales y no debió hacer sino
cumplir. Tomó parte de nuevo en la undécima
corrida celebrada el (13-06-1818), y su labor
debió pasar asimismo desapercibida. No le
ajustaron en aquella ocasión para otras
corridas, y entonces se dirigió al corregidor
de Madrid, don José Manuel de Arjona, en
solicitud de que se le admitiera a torear
nuevamente, «habiendo sabido que para la
corrida catorce no estaba completo el
número de picadores necesarios.» Lleva la
petición fecha del (20-09-1818). No se le
atendió por entonces; pero logró salir de
picador de nuevo el (19-10-1818), en la
décimosexta corrida, reemplazando al
piquero enfermo Juan Díaz.
1819:
22-9) Antonio Herrera y Cano.
Junio:
16:
Labrador:
Antonio Herrera y Cano, picador de
toros, nacido en Sevilla el (12-08-1782) y
fallecido el (16-06-1819), a los 37 años de
59

Víctimas del toreo: Picadores
Año - 2009
Derribo y posterior cogida del picador. Fue desenlace muy frecuente, aun
después de implantarse el peto.
edad. El (14-06-1819) se celebró en Madrid
una corrida de toros en la que actuaron
Jerónimo José Cándido, Francisco Herrera
Guillén y José Antonio Badén. Al picar Antonio
Herrera al primer toro, de nombre Labrador,
de la corrida celebrada durante la mañana,
de don Diego Muñoz y Pereira, de Ciudad
Real (antes de don Vicente José Vázquez),
fue derribado y acometido por el animal, que
lo corneó largamente, a pesar de los capotes
que lo llamaban insistentemente y de los
golpes de garrocha que Guillén procuraba
darle. Cebado en jinete y caballo, no atendía
otra cosa, y en uno de los derrotes enganchó
a Herrera con el cuerno izquierdo, lo arrancó
de la silla y lo puso más en peligro todavía. El
banderillero Mariano Martínez coleó con arrojo
y destreza al bicho, que por fin abandonó sus
presas atraído por las llamadas de los
lidiadores. Retiraron conmocionado y herido
a la enfermería a Herrera, y allí, en vista de la
gravedad de su estado, se le trasladó al
hospital, donde murió a las 10 de la mañana
del (16-06-1819). Antonio Herrera y Cano fue
uno de los picadores más grandes de
principios del siglo XIX, valiente y lleno de
conocimientos y habilidades. Se llegó a
afirmar erróneamente que murió desnucado
en una caída de un modo repentino.
Trabajó en la cuadrilla de José
Romero, desde 1805 a 1813. Familiarizado
desde muchacho con el ganado bravo, lo
conducía y cuidaba, tomando parte en tientas
y herraderos. Recomendado a José Romero
¡Qué diferencia el sentirse impotente ante
un toro, que protegido! ¿Verdad?
60 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
por su maestro y paisano Juan de Dios
Ximenez, con aquél empezó a trabajar en
plazas andaluzas. Hacia el año 1804 hizo su
presentación en Madrid. Suprimidas las
corridas por Carlos IV, se dedicó a mayoral
de la ganadería al servicio del marqués de
Tous. Toreó en Madrid en 1811. A partir del
1814, trabajó agregado a las cuadrillas de
Manuel Alonso (el Castellano) y Francisco
Herera Rodríguez (Curro Guillén), en la Plaza
de Toros de Madrid, en 1815, 16 y 18.
1823:
23-10) Don Pedro Yuste de la
Torre (Puyana el Mayor).
Junio:
Don Pedro Yuste de la Torre (Puyana
el Mayor), picador de toros, nacido en Arcos
de la Frontera (Cádiz) el (14-01-1776), falleció
en 1824, cuando contaba 46 años de edad.
Trabajando como tal en la Plaza de Toros de
Granada, una tarde de junio de 1824, en una
de las corridas del Corpus, sufrió, al dar un
puyazo, una caída del caballo que montaba,
recibiendo tan fuerte golpe en la nuca que
murió instantáneamente. Queda pues en la
penumbra su verdadero mérito, extraordinario
para algunos y problemáticos para otros. Lo
que parece seguro es el interés novelesco
El PUERTO de SANTA MARÍA
de su vida, que siempre será superior a la
fama que pudo alcanzar con su arte. En su
profesión taurina usó el nombre de Pedro
Puyana, el Mayor. El Doctor Thebussen ha
publicado su partida de bautismo y una serie
de datos que constituyen su biografía.
Pertenecía a una ilustre familia de dicha
ciudad, establecida en ella en el siglo XVI, y
notoria por su nobleza, bienes de fortuna e
influencia social. En 1796, a los veinte años
de edad era don Pedro un consumado galán,
diestro en todas las suertes de ejercicios
caballerescos, sin excluir el toreo, en que
lucía como capeador y varilarguero, le hicieron
olvidarse de todo género de convencionalismos,
logrando aplausos en corridas de
toros con profesionales.
El hecho de que apareciera en los
carteles de la plaza madrileña las temporadas
de 1798 a 1804, fue la causa de que de la
oposición de los padres de la ilustre doncella
a quien don Pedro galanteaba a tal enlace,
hasta el extremo de provocar un desafío entre
el picador y el hermano de la dama, en el que
éste llevó la peor parte. En este punto de
gravedad sus relaciones, raptó a la muchacha,
próxima a ingresar en un convento,
promoviéndose gran escándalo en la
población e intervino la justicia, y declarándose
hidalgamente don Pedro autor del
Toro corneando a un caballo, cayendo el picador de espalda,
dándose con la nuca en el suelo.
61

Víctimas del toreo: Picadores
rapto, no sin haber depositado a la dama en
casa de unos parientes. Por influencia de la
condesa de Benavente, poseedora del
ducado de Arcos, y por la índole disculpable
del delito, pudo conseguirse la mitigación de
la sentencia, que fue a servir cuatro años en
el regimiento fijo de Ceuta.
En 1805 partió don Pedro a cumplir la
sentencia dictada por el juez de Arcos, pero
al poco tiempo desertó, pasándose al lado
moro. Su despejo y sobre todo su destreza
Don Pedro Yuste de la Torre (Puyana el Mayor).
Año - 2009
en toda suerte de ejercicios físicos, le
favorecieron hasta lograr el valimiento del
emperador de Marruecos, Muley Solimán ben
Mohammed, y mereció ser designado, como
peritísimo jinete, para acompañar a los
marroquíes que hacia 1807 vinieron a España
para traer el rey Carlos IV unos caballos que
le regalaba el emperador. Noventa años antes,
el célebre diestro sevillano Manuel Ballón
(Puyana el Mayor) vivió un hecho similar,
como todos sabemos y tambié novelesco.
Todo en la vida de
don Pedro Yuste de la Torre
(Puyana el Mayor) es
novelesco; pero las
circunstancias de su
vuelta al ejercicio de
picador, y su actividad
como tal tan sólo se hallan
apoyadas en las tradiciones
familiares que
recogió el Doctor Thebussen,
y apenas concuerdan
con los pocos datos
documentales que se
tienen. Según el distinguido
erudito, se celebró
aquellos días de 1807 en
Madrid una corrida de
toros, y el fingido moro
solicitó bajar al ruedo, lo
que hizo con tanta fortuna,
lo mismo con el caballo
que con el capote y la
espada, que mereció los
plácemes de toros. Tan
buena disposición removió
a descubrir su verdadera
personalidad, logrando
cédula de completo
indulto. Hecho semejante,
con ligeras variantes,
como ya citamos, le
sucedió al célebre diestro
sevillano Manuel Ballón (el
Africano).
62 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
1830:
24-11) Alonso Pérez.
Alonso Pérez, picador de toros,
nacido en Medina-Sidonia el (20-01-1797),
falleció según parece en 1830, a los 33 años
de edad. Dice don José María de Cossío que
existió un Laureano del mismo apellido, que
se anunciaba con tal nombre y el tratadista
pensó que es el mismo. Igualmente se
anunciaba Ildefonso Pérez Navés, de quien
reseñamos múltiples detalles, y de todo ello
resulta un pequeño dédalo, que dificulta la
debida aclaración. De los datos que barajó
don José María de Cossío se desprende que
deben referirse al mismo personaje, que son:
que trabajó bastante por Andalucía a las
órdenes de José García (el Platero); que el
(19-09-1814) hizo su presentación en Madrid
y alternó con Francisco de Paula Rodríguez
y Joaquín Zapata, y que en 1830 trabajó
picando en Granada.
Toro corneando a un caballo, cayendo el
picador de muy mala postura.
El PUERTO de SANTA MARÍA
Sin embargo, nos parece extraño
que habiendo nacido en 1797 se presentara
en Madrid a los diecisiete años de edad. En
una nota de Prensa, aunque sin fecha, dice:
«El cuarto toro de la mañana, del Presbítero
D. Pedro Zapata, de Arcos de la Frontera, a
su salida del toril, dio una caída al picador
Alonso Pérez, cerca de la puerta del arrastradero,
dio con la cabeza en el suelo y quedó
sin sentido, echando sangre por boca y nariz.
Le llevaron a la enfermería, donde inmediatamente
se le dio la Santa Unción, y habiéndolo
sangrado, se le llevó al Hospital, donde
falleció, sin volver a tener conciencia, a las
seis y dos minutos. Se puede pensar que el
citado accidente mortal sucedió en 1830.En
esta
1830:
25-12) Diego Luna.
Julio:
01:
Diego Luna, picador de toros sevillano,
nacido hacia el año 1787, falleció en Madrid,
a consecuencia de un tremendo batacazo,
cuando contaba 43 años de edad. El (01-07-
1830) -en la imagen parece el año 1850 ¿?-,
siete añosdespués de haber tomado la
alternativa en la Real Maestranza de
Caballería de Sevilla, el (30-05-1823), se
presentó en la Plaza de Toros de Madrid
donde su nombre había llegado con rumores
muy elogiosos, el citado día 1 de julio. En una
vara, el quinto toro lo volteó con el caballo tan
desgraciadamente que, retirado a la enfermería
sin conocimiento, falleció a los pocos
días, hacia el 7 del citado mes.
Entre los que fallecieron con la misma
edad figuran:
*Rafael Bejarano y Vivar (el Cano),
banderillero nacido en Córdoba el (25-06-
1830), falleció el (02-07-1873).
*Antonio Augusto, banderillero
portugués, nacido hacia el año 1848, murió a
consecuencia de un fuerte bolazo que le
propinó un toro en la Plaza de Toros de Cintra,
el día (29-06-1891).
63

Víctimas del toreo: Picadores
Diego Luna se quedó solo. El matador
lejos del percance, el alguacil y
presumiblemente su hijo, mirando, y
desde el callejón hay quienes pretenden
lanzarle objetos al toro...
Año - 2009
Diego Luna
no tuvo la
suerte de
tener cerca a
un matador
decidido que
le hubiese
hecho el
oportuno
quite, como
«Cúchares»,
en la imagen
a color, que
salvó a su
picador.
64 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
*Ramón Arago (el Mona), torerillo de
capeas aldeanas, aprendiz a novilleros,
nacido en Valencia el (10-12-1848), murió el
día (24-09-1891), en la villa de Alborada
(Valencia), fue herido gravemente en el pecho
por una vaca toreada.
*Nicolás Jiménez Arjona (Remellao),
banderillero de novillos, nacido en
Algeciras (Cádiz) el (23-08-1875), falleció en
1918. El (07-04-1918), toreando en la Plaza
de Toros de la Línea de la Concepción
(Cádiz), sufrió una cornada mortal.
*Ignacio Sánchez Mejías, torero
español, nacido en Sevilla el (06-06-1891),
fue herido de muerte en la Plaza de Toros
de Manzanares (Ciudad Real, el (11-08-
1934), por el toro que llevó el nombre de
Granadino, de la ganadería los hermanos
don Ricardo y don Demetrio Ayala.
1832:
26-13) Cristóbal Ortiz.
Agosto:
28:
Piñones:
Cristóbal Ortiz, célebre picador,
nacido en Medina Sidonia (Cádiz) el (21-07-
1750) y fallecido el (28-08-1832), a los 82
El PUERTO de SANTA MARÍA
años de edad. Fue a trabajar los días (25 y
27-08-1832) a la ciudad de Almagro (Ciudad
Real), y el segundo día, es decir, el (27-08-
1832) recibió un fortísimo golpe en la cabeza
y fallecido el (28-08-1832), a consecuencia
del mismo: un utrero, llamado Piñones, le hirió
el caballo y al célebre picador al ponerle una
vara, saliendo el picador y caballo huidos y el
toro tras de ellos. Al darle alcance el astado,
le embistió, levantado al jaco de los cuartos
traseros, desarzonando al viejo piquero, que
cayó de cabeza al suelo. Murió del golpe en
en la madrugada del siguiente día, a los
cincuenta y ocho años de profesión y ochenta
y dos años de edad. Debe figurar su nombre
entre los más eminente de su oficio.
Destrísimo y hábil, con gran fuerza y
conocimientos de la lidia, se defendía de los
toros los primeros años de su carrera taurina
con gran facilidad. Cuando el tiempo fue
mermando sus facultades, la suplía con una
larga y completa experiencia, que le permitía
salir tan airoso de la plaza como otros que
pudieran ser nietos suyos. Empezó a torear
hacia 1770 en plazas de Andalucía de
segundo y tercer orden, presentándose en
Sevilla el (12-09-1779) en una corrida de
novillos, continuando en novilladas y corridas
hasta 1797. En la misma plaza sevillana
Cristóbal Ortiz
trabajó con los
más famosos picadores
de la mitad
del siglo XIX, entre
ellos con Pedro
Puyana y Laureano
Ortega, que
figura en la imagen.
Otro picador
a pie con su garrocha
pica al toro y al
otro lado un banderillero
con un
banderilla, que entonces
se colocaban
de una en una.
65

Víctimas del toreo: Picadores
aparece su nombre los años 1798, 1799,
1814 y 1832. En Madrid se presentó el (11-
05-1795), concediéndole la alternativa Antonio
Ortiz, probablemente hermano o pariente
suyo.
Trabajó en la Corte desde 1795
hasta 1830. Como se puede observar, el caso
de Cristóbal Ortiz es un ejemplo excepcional
de longevidad artística y física, capaz de
soportar toda una carrera peligrosa y
expuesta el tiempo entero de su vida. En la
temporada de 1811 no tuvo más remedio que
trabajar en las corridas del rey intruso, José
Bonaparte, y los mismo hizo hasta 1816. En
1817 le nombraron Guarda de a caballo del
Regimiento de Rota (Cádiz), con 500 ducados
de sueldo, pero el caballo hubo de prestárselo
un compadre, y los acreedores le
embargaron el sueldo, volviendo de nuevo a
coger la vara de picar, que por poco tiempo
había abandonado. A pesar de lo avanzado
de su edad, pues ya contaba setenta y siete
años, Cristóbal Ortiz, rumboso e improvisador,
tenía que seguir toreando para
procurarse la subsistencia. En una reseña
de la corrida celebrada en Madrid el (27-07-
1827) (Biblioteca Nacional, manuscrito 9.503)
Año - 2009
se lee: «Ortiz cumplió bien, a pesar de su
edad septuagenaria.»
Estaba toreando desde, probablemente,
la temporada de 1770 y aunque
descontemos los años que estuvo prohibida
la fiesta, ha sido el picador que más años
trabajó de picador en la historia de la
tauromaquia. En la temporada de 1804 le
concedió la alternativa a Francisco Javier
Fuego, picador de toros, natural de Jerez de
la Frontera (Cádiz). Su nombre, asegura don
José María de Cossío, figura en carteles de
la temporada de 1804 y el (07-05-1804) tomó
la alternativa como picador, alternando en
tanda con el biografiado.
1838:
27-14) Sebastián Míguez.
Octubre:
30:
Sebastián Míguez, picador de toros,
nacido hacia el año 1785, en Utrera (Sevilla),
y falleció por asta de toros el (29-10-1838),
cuando contaba 53 años de edad. Ese
mismo año, al adquirir el rey Fernando VII la
vacada del ganadero andaluz don Vicente
Míguez, después de haber sido vaquero u hombre de campo, fue un piquero con
las características de un personaje del medio agropecuario, corpulento y fuerte,
conocedor como poco de los toros.
66 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
José Vázquez, trayéndosela a Aranjuez
(Madrid), puso a Sebastián de conocedor de
la ganadería. Pasó después ésta, como
sabemos, a ser adquirida por los duques de
Osuna XI y Veragua XIII, estando Míguez al
servicios de dichos duques hasta 1834, en
que fue nombrado mayoral de la Plaza de
Toros de Madrid por la Junta de los Reales
Hospitales, cargo que ocupaba en la temporada
de 1838, hasta que, concretamente, el
citado día 29, estando haciendo el apartado
de una corrida de Gaviria, quedó solo en la
corraleta más pequeña de la plaza un toro, y
al castigarle Míguez con una castigadera para
que saliera, se revolvió el astado, alcanzándole
y produciéndole las heridas que nos
explica el siguiente parte facultativo:
«Los profesores de Medicina y Cirugía
que abajo firmamos, certificamos: Que
hallándonos en la plaza de toros para ver el
apartado de los que habían de lidiar en ese
día, fuimos llamados a la enfermería de la
misma plaza para currar a Sebastián Míguez,
mayoral de la empresa, el cual acababa de
ser cogido en los corrales por uno de los
toros de don Manuel Gaviria al tiempo de
estarlos apartando, y habiéndole reconocido,
hallamos que tenía una herida dislacerante
en la parte inferior del glúteo, que tiene sobre
cuatro pulgadas de longitud y sobre dos de
profundidad; y atendiendo a la edad del sujeto
la consideramos de gravedad, sin embargo
de haberle curado y aplicado todos los
socorros que el arte ofrece.-Madrid, (29-10-
1838).-José Mendoza Mayolo.» Sebastián
Míguez falleció a la ocho y media de la noche
del día (30-10-1838), pero no a consecuencia
de la cornada, sino de un vómito de sangre
causado por el golpe que le propinó el toro al
arrojarle de las astas al suelo.
Después de haber sido vaquero u
hombre de campo. Fue un piquero con las
características de un personaje del medio
agropecuario, corpulento y fuerte, conocedor
como poco de los toros, especialmente de
los astados andaluces, que eran entonces
de los que más se lidiaban. Cobró gran
El PUERTO de SANTA MARÍA
celebridad por las varas, de gran espectacularidad
y eficacia, que colocaba a los
toros, considerándosele por público y
matadores como uno de los mejores varilargueros
de entonces. Se presentó en la plaza
madrileña el (10-04-1815), proba-blemente el
Domingo de Resurrección, alternando en
tanda con Luis Corbacho, y fue picador desde
1815 a 1838, haciéndolo durante veintitrés
años. En 1830 aparece su nombre en carteles
de la plaza de Madrid, por lo que esa
temporada debió trabajar poco en plazas de
Andalucía. Ese mismo año, al adquirir el rey
Fernando VII la vacada del ganadero andaluz
don Vicente José Vázquez, trayéndosela a
Aranjuez (Madrid), puso a Sebastián de
conocedor de la ganadería.
Haciendo Míguez el apartado de una
corrida de Gaviria, quedó solo en la
corraleta más pequeña de la plaza cuando
un toro se pasó a la que él estaba, y al
castigarle el picador, para que saliera, se
revolvió el astado, alcanzándole y
corneándole mortalmente.
67

Víctimas del toreo: Picadores
1842:
28-15) Francisco Sevilla
(Troni).
Octubre:
27:
Ventero:
Francisco Sevilla (Troni), célebre
picador de toros -hermano del también
picador, José– nacido en 1805 en la ciudad
de la Giralda, precisamente el mismo año que
el rey Carlos IV prohibió en España las
corridas de toros, y falleció el (27-10-1842),
a los 37 años de edad (* Véase página 69) , a
causa de las tremendas caídas sufridas,
siendo la peor la que le produjo un toro de la
ganadería de los duques de Osuna XI y de
Veragua XIII, que presentó en la antigua Plaza
de Toros de Madrid una corrida en la que
destacaron los toros: Ventero, que derribó al
famoso picador Curro Sevilla, que formó parte
de aquel «trío de varilargueros cumbres», los
de más formidable empuje de cuantos
manejaron la vara de defender desde que el
torear su hizo profesión y oficio y esos tres
coloso de la lidia a caballo, diestros di antes
ni después de su tiempo han sido superados,
Sevilla se caracterizó por sus muchas
proezas ante los astados
Año - 2009
tales fueron: Luis Corbacho, Francisco Sevilla
y José Trigo (Recortes). El referido animal,
era hijo de una de las vacas que él mismo
había ayudado a conducir como cabestrero,
cuando desde Sevilla fueron llevadas a
Castilla para ser entregadas a Fernando VII;
el otro astado, tan poderoso y bravo astado
como el anterior, llevó el nombre de Saltador,
mató siete caballos y mandó a la enfermería
igual número de picadores seriamente
lesionados. Este suceso dio lugar a que al
anunciar las corridas siguientes a aquélla se
advirtiese que «en caso de inutilizarse los
picadores señalados en el cartel, «no puede
exigirse que salgan otros.» Con el nombre
de Saltador se han lidiado toros que causaron
la muerte por cogida a los diestros siguientes:
Miguel Freg, Manuel Ballesteros (Meco),
Ángel C. Carratalá y Enrique Cano (Gavira).
Sevilla se caracterizó por sus
muchas proezas ante los astados, la mayoría
de las cuales se conocen, pero no así –lo
cual es común en casi todos los diestros de
hace dos siglos- el conocimiento de datos
indispensables para escribir una detallada
biografía, de ahí que sean muy parcos los
biógrafos en dar precisiones sobre la vida de
este gran lidiador.
El historiador Sánchez de Neira, que
le vio trabajar, hace de él un retrato que
coincide con el señalado de Gautie: «Uno de
los picadores de más poder que se han conocido,
moreno y muy robusto, aunque no de
gran estatura, lucía por su valor y fuerza más
que por sus cualidades de jinete, habiendo
ocasiones que clavó la garrocha en lo alto
del cerviguillo, introduciéndola más de una
cuarta, y otra en que caído al suelo, derribó a
un toro agarrándole de un asta. Luchó en
buena lid con los cèlebres Andrés Hormigo,
Antonio Sánchez (Poquito Pan) y Manuel
González, aventajándoles en volunta y
poder», pero le ganaron en finura e inteligencia
taurómaca. En cambio, ninguno le ganaron
en lo que concernía a valentía, entusiasmo,
fortaleza y gallardía ante las fieras.
68 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
(*) Relación Cronológica de los diestros que fallecieron por
astas de toros, con esa misma edad:
1) Bartolomé Carmona, picador de toros, nacido en Sevilla el (30-03-1756), falleció el (08-07-
1793), día en que se celebró por la mañana una corrida de seis toros, en la Plaza de Toros de Madrid,
uno de los cuales le derribó y se dio el diestro con la nuca en el suelo.
2) Antonio Herrera y Cano, picador de toros, nacido en Sevilla el (12-08-1782) y fallecido el (16-
06-1819). El (14-06-1819) se celebró en Madrid una corrida de toros en la que la que al picar Antonio
Herrera al primer toro, de nombre Labrador, le produjo una mortal caída.
3) Francisco Sevilla (Troni), célebre picador, nacido en 1805 en Sevilla, precisamente el mismo
año que el rey Carlos IV prohibió en España las corridas de toros, y falleció el (27-10-1842), a causa de
las tremendas caídas sufridas, como ya fue citado.
4) oaquín Gil y Peire (el Huevatero) –otros le llaman Antonio-, matador que la tarde del (26-10-
1862) al matar una res, en la Plaza de Toros de Zaragoza, le infringió una mortal cornada en la región
anal.
5) Martín Arias Algar (el Velonero), picador de toros, nacido en Lucena (Córdoba) el (15-08-
1830), falleció el (21-03-1867); día en que en la Plaza de Toros de Zaragoza un toro, de nombre Pintado,
le dio una tremenda caída, dando con la cabeza tan fuerte golpe en el estribo de la barrera, que le
causó la muerte.
6) Antonio García González (Morenito), banderillero, nacido en Sevilla, el (20-04-1856), falleció
el (10-04-1893), a los diez días de recibir una cornada que le atravesó el muslo derecho, cuando
toreaba en la Plaza de Toros de Lorca (Murcia)
7) Emilio Campillo (el Herradito), banderillero, sevillano, nacido el (25-08-1860), falleció el (02-
05-1897), a consecuencia de un fuerte golpe al caer de cabeza y resentirse de la columna vertebral.
8) Isidoro Martí Flores Ferrando, matador nacido en Altarrasí (Valencia), el (12-05-1884), falleció
en Caracas el (08-12-1921). El (26-07-1921), sufrió una grave cogida en la Plaza de Toros de Béziers
(Francia) al pasar de muleta a un toro de don Alipio Pérez Tabernero -de nombre Carmelito o Aceituno,
9) Enrique Cano (Gavira), matador nacido en Cartagena el (15-07-1890), falleció el (03-07-
1927), a consecuencia de una mortal cornada en el vientre.
10) Sebastián Ortuño (Colorao), picador nacido en Tecla (Murcia) en 1892, falleció en 1928. El
12 de agosto en Madrid trabajaba Colorao a las órdenes de Pedro Montes. Durante la lidia del tercer
toro fue derribado al ponerle una vara, volviendo la res sobre él al salir del quite que le hizo su jefe, con
tan mala fortuna que le infirió una gravísima cornada en la axila derecha, que le interesaba pleura y
pulmón, a consecuencia de la cual falleció el (17-08-1928) en el Hospital Provincial.
11) Gregorio Caro Mateos (Valencia), banderillero, de toros, nacido en Quismondo (Toledo) el
(09-05-1904), falleció el (13-04-1941), a consecuencia de una cornada.
12) Basilio Martínez Ruiz (Niño de Valencia), novillero y banderillero, nacido en Requena el (28-
02-1907), falleció en 1944. El día (30-07-1944), en el coso balear de Inca, a las órdenes del novillero
Ángel Vicente (Morenito de Belmonte), fue herido en el escroto por el sexto novillo, llamado Atrevido.
13) Valentín Alcazar Sirvent (Moyano), picador nacido en Madrid el (06-02-1909), falleció en su
ciudad natal el (07-03-1946), a los 37 años de edad. El (27-06-1943), actuando la Plaza de Toros de su
ciudad natal, un toro de don Joaquín Buendía le infirió una cornada en el perineo posterior, que le dejó
tocado, muriendo tres años después.
14) Guillermo Rodríguez Martín (el Sargento), matador peruano, nacido en Lima el (11-07-
1914), falleció en 1951. El (24-09-1951) toreando en la Plaza de Toros de Cuzco (Perú) cayó al suelo y
fue pisoteado por la res y la herida en un dedo de la mano derecha, se le declaró el tétano y falleció en
el hospital de dicha ciudad de Cuzco en la mañanadel día 3 de octubre.
15) Christian Montcouquiol (Nimeño II), matador que actuando el (10-09-1989) en la Plaza de
Toros de Arles (Francia), con Víctor Mendes y Rafael Perea (El Boni). Su segundo enemigo, de nombre
Pañolero, le propinó una voltereta y le dañó las cervicales, quedando tetrapléjico...
El PUERTO de SANTA MARÍA
69

Víctimas del toreo: Picadores
Año - 2009
70 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
1844:
29-16) José López Carreras.
Julio:
06:
José López Carreras, picador,
nacido en Osuna (Sevilla) de (03-02-1814),
falleció el (06-07-1844), a los 30 años de
edad. Desde muy joven se dedicó al toreo,
haciéndolo primero en plazas andaluzas. En
Madrid hizo su presentación el (07-09-1835),
alternado con Juan Pinto y Andrés Hórmigo
en la segunda corrida extraordinaria. En 1839
y 1842 también actuó en Madrid, anunciándose,
según hemos visto en los carteles
correspondientes, José Carrera, y no José
Carrara y Manuel Carrera, como dice
Recortes. Toreando en El Puerto de Santa
María, en 1842, sufrió una grave cogida, que
le restó facultades y valor, trabajando muy
poco desde entonces en corridas de
importancia. En la novillada celebrada en la
Real Maestranza de Caballería de Sevilla de
(29-06-1844) fue cogido por uno de los
El PUERTO de SANTA MARÍA
cornúpetos, falleciendo a consecuencia de
las heridas sufridas el citado 6 de julio de dicho
año.
1844:
30-17) Juan Mateos Castaño.
Septiembre:
26:
Juan Mateos Castaño, picador de
toros, nacido en Vejer de la Frontera (Cádiz)
el (05-03-1786), falleció en Cádiz el (26-09-
1844), a consecuencia de una tremenda caída
y contusiones, cuando toreaba en la Plaza
de Toros de El Puerto de Santa María, la tarde
del (30-08-1944), a los 58 años de edad. En
los primeros años de vida estuvo empleado
en las labores del campo, mismas que
abandonó en 1814. Fue, según un autorizado
escritor taurino, un «excelente picador de
toros que lució mucho en el primer tercio del
siglo XVIII, precisamente en una época en
que trabajaron tan buenos diestros de a
caballo en la Plaza de Madrid.» Trabajó entre
En la Plaza de Toros de madera instalada en El Puerto de Santa María en 1842 sufrieron
graves cogidas los picadores José López Carreras y Juan Mateos Castaño, a
consecuencia de cuyas heridas fallecieron poco después. En la imagen nuestra Plaza
Real.
71

Víctimas del toreo: Picadores
los años 1814 y 1844, inclusive. Ello significa
que trabajó 31 años en la profesión. Nos
permitimos seguir a Cossío, quien añade:
«No abandonó por eso el ruedo y continuó
picando. Acometido por fuertes dolores, se
acostó apenas terminada la corrida. Marchó
después a Cádiz, donde tenía su casa, y allí
murió el 26 de septiembre. Trabajó entre los
años 1814 y 1844, inclusive.
1849:
31-18) Manuel Pagán o Payán.
Junio:
27:
General:
Manuel Payán, picador de toros,
nacido en Coria del Río (Sevilla) el (23-10-
1819), falleció en 1849, a los 30 años de edad.
El (24-06-1849), resultó cogido de muerte.
Sobre él nos dice Cossío: «Modesto picador
de toros y novillos, a quien en los comienzos
de la profesión se le anunció en los carteles
con los nombres de Manuel Pagán y Antonio
Payán. Comenzó a trabajar en plazas de
segundo orden en Andalucía el año 1842 y en
1846 y 1847 actuó en las corridas de la Real
Maestranza como primer reserva, presentándose
a picar en tanda en dicha plaza el
(01-08-1847). Figuró en la cuadrilla de Manuel
Año - 2009
Trigo, y muerto éste, en la de varios
matadores, siendo Francisco Arjona Guillén
(Cúchares) quien le proporcionó más trabajo
en las corridas de provincia como picador de
reserva. Abandonó algún tiempo la profesión
para dedicarse a contrabandista. Volvió al
toreo, figurando como agregado, durante
unas temporadas, en la cuadrilla de
Cúchares, con el que toreó en provincias. El
toro, llamado General, procedente de la
ganadería del marqués de la Conquista, le
cogió en la corrida celebrada en la Plaza de
Toros de El Puerto de Santa María el día al
principio señalado, hiriéndole de tal gravedad
que murió tres días después», el 27 de junio.
Todavía más explícito, el mismo
Cossío, nos detalla la cogida: «Al entrar
Payán al cuarto toro, derrotó el bicho, dando
al picador un puntazo en la rodilla derecha,
derribándolo del caballo; ya en el suelo, hizo
de nuevo por él y le dio una cornada en la
ingle, con salida de los intestinos. En la
enfermería, reconocido, resultó tener otras
heridas en la pierna derecha y en la espalda.»
También Cossío cita que aquél día se lidiaban
ocho toros, siendo los seis primeros para
Antonio Sánchez, Tato y Gonzalo Mora, y los
dos restantes, para el sobresaliente o media
espada Mariano Antón.
Imagen aparecida en
«La Lidia» que, don
Manuel Martínez
Alfonso, publica en
su obra sobre El
Puerto, al tratar de
Payán, diciendo la
«espectacularidad
del derribo de un
picador, incidente
antaño tan frecuente
y que solía terminar,
desgraciadamente,
con la cogida del
varilarguero, más de
una vez con fatales
consecuencias.»
72 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
Por referencias encontradas en los
Archivos Municipales sabemos también que
en esa corrida, lo mismo que en la celebrada
al siguiente día, fueron presenciadas por Sus
Altezas los Duques de Montpensier, que
especialmente se había desplazado a El
Puerto, desde su residencia de Sanlúcar,
invitados por el entonces Alcalde, D. José
Valderrama. Durante su estancia de dos días
en El Puerto, asistieron a Misa en la Prioral y
en el Monasterio de la Victoria, concedieron
audiencias en casa de los Sres. Morgan y
Osborne; ella, María Manuel Osborne y Bohl
de Faber, donde se alojaron, y asistieron por
las noches al Teatro Principal. Hicieron
abundantes obras de caridad, atendiendo con
generosidad a las numerosas personas
instanciadas que les fueron dirigidas por
personas menesterosas. «Pero nada hemos
encontrado –nos dice don Manuel Martínez
«Al toro cuarto,
que era retinto de pelo
y de cuernos bien armado,
Charpa le puso tres varas,
la segunda en marronazo,
y la tercer acon tumbo
del picador y del jaco.
Roda, dos, y un otro, una;
y Payán el desgraciado,
una; y al ponerle otra
a su pícaro adversario,
el caballo se inclinó
hacia adelante, y sacado
fue el jinete de la silla
sin nadie poder salvarlo.
Se lo echó sobre el morrillo;
luego lo ostentó, tomando
por la espalda, y lo dejó
tendido en tierra a lo largo.
El PUERTO de SANTA MARÍA
Alfonso- referente a la aludida cogida del
picador Payán, por lo que hubiera sido lógico
que se interesaran Sus Altezas, y aún que
hubiesen determinado socorrerle con algún
donativo a su familia.
Sin embargo, en el libro de Pazos, se
recoge también la noticia de la mortal cogida
del infortunado picador, coincidiendo en fecha
y circunstancias con los datos aportados por
«La Fiesta Nacional» y Cossío, y hasta se
incluyen, para mayor abundamiento, unos
versos que el periódico «El Constitucional»,
de Cádiz, publicó en su suplemento con
motivo del trágico accidente. Los versos
refieren con minucioso detalle la escena de
la cogida, y resultan sin duda un documento
histórico de gran valor para la reconstrucción
de este triste suceso. Por ello, y no por sus
méritos literarios, hemos creído conveniente
reproducirlos:
Sacaron al bicho fuera
del terreno, y levantaron
al picador, que al principio
anduvo con propios pasos,
pareciendo que se había
del lance duro salvado;
pero a poco se entregó
en brazos de dos criados
que a peso a la enfermería
entre los dos lo llevaron.
Era una herida en la ingle
derecha, que destrozado
lo había, y otra en un pie,
y en la espalda un varetazo.
Fue la guasa de la tarde;
y, todos desazonados,
decayó la diversión
como suele en estos casos.»
NOTA: «Sí, decayó la diversión. Y eso que el público de aquella tarde
ignoraba que tres días después el infortunado Manuel Payán Jiménez
abandonaría definitivamente este mundo, en donde divertir a los demás
es algo que muchas veces se paga con la via.»
73

Víctimas del toreo: Picadores
Indumentaria de los piqueros hacia 1850.
Indumentaria de Juan Pinto.
Año - 2009
1849:
32-19) Juan de Dios Martínez
(Riñones).
Juan de Dios Martínez (Riñones),
picador de toros, nacido en Córdoba hacia el
año 1820, falleció en 1849, a los 29 años de
edad. Formó parte en la cuadrilla de su
paisano José Rodríguez (Pepe I), el primer
Pepete de la tauromaquia y murió dicho año
en la Plaza de Toros de madera de El Puerto
de Santa María. Cuando se construyó a cal y
canto la último el coso, recibió el nombre de
«Plaza Real», desde 1958, aunque fue
inaugurado en 1880. Recibiò el infortunado
picador tal batacazo que falleció a consecuecia
de él.
1852:
33-20) Carlos Puerto y Santos.
Junio:
29:
Medialuna.
Carlos Puerto y Santos, picador de
toros, nacido en Alicante el (04-12-1813),
falleció a los 39 años de edad y 22 de
profesión, por asta del toro, llamado
Medialuna, de don Anastasio Martín a las
cuatro y media de la tarde del (29-06-1852),
por cogida sufrida el (24-06-1852), en la Plaza
de Toros de madera -en la que se construyó
tras ser derribada la que estuvo en funciones
hasta 1842-, de El Puerto de Santa María;
tras haber trabajado como varilarguero 22
años, desde 1830 a 1852). Hijo de Domingo
Puerto y de Francisca Santos éstos se
trasladaron, cuando Carlos tenía quince
meses de edad, a El Puerto de Santa María,
de ahí que sea considerado como natural de
esta bella y mítica ciudad. Aprendió el oficio
de carpintero de carruajes, cuando tuvo edad
para ello, y cuando, ya a los 17 años era un
buen oficial en su oficio descuidó su trabajo
para ocuparse en faenas de acoso y derribo,
en novilladas -con las que la ciudad de El
Puerto obsequió al infante don Francisco de
74 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
Paula y su esposa Mª Carlota, durante los
años de 1830 al 1832, y labores de campo,
decidiéndose a subir a caballo en público. En
1833 se presentó en el ruedo de El Puerto
como picador, procurando ganar en su nuevo
oficio para el sustento de su madre, recientemente
enviudada.
En 1833 murió su padre y desde
entonces se tomó más en serio, y además
ya profesionalmente, su labor de varilarguero,
presentándose esa temporada en la Plaza
de Toros de El Puerto, procurando ganar en
su nuevo oficio para el sustento de su madre,
recientemente enviudada; alternando con los
más famosos piqueros de su tiempo, tales
como Juan Pinto, Bernardo Botella o Juan
Mateo Castaño, al que vio morir la tarde en
que picaban juntos en la Plaza de Toros de
nuestra ciudad, en la temporada de 1844. De
todos ellos recibió Carlos lecciones y
consejos. El (04-01-1837) se embarcó en
Cádiz hacia Montevideo como piquero en la
cuadrilla de Manuel Domínguez, junto con
El PUERTO de SANTA MARÍA
otros diestros de la misma. Allí hizo fortuna y
adquirió algunos bienes, no regresando a
España hasta el mes de abril de 1841. Aquí
logró resonadas actuaciones, una de ellas en
la Plaza de Toros de Jerez de la Frontera, en
la cuadrilla de Francisco Montes (Paquiro),
que alternaba aquella tarde en un mano a
mano con Juan Yust, quedándose admirados
ambos diestros de la destreza y arte de
Carlos Puerto, quien regresó seguidamente
a Uruguay junto a su madre. Ocho temporadas
(1841-1849) trabajó por Plazas de
Toros americanas y, tras perder una gran
fortuna por culpa de las revoluciones políticas,
decidió por fin regresar a su patria y
afincarse definitivamente en El Puerto.
Al volver Carlos a El Puerto traía
consigo poco dinero, pero una gran fama de
excelente picador, por lo que la misma
temporada de 1849, se presentó en la Plaza
de Toros de Madrid, en la 16ª corrida de la
temporada, junto con el famoso Trigo, en una
corrida en la que actuaron en un mano a
Carlos Puerto Santo, falleció a los 39 años de edad y 22 de profesión, por las astas
del toro, llamado Medialuna, de don Anastasio Martín a las cuatro y media de la
tarde del (29-06-1852), por cogida sufrida el (24-06-1852), en la Plaza de Toros
75

Víctimas del toreo: Picadores
mano Francisco Arjona Herrera (Cúchares)
y su hermano Manuel, picando Puerto los
seis toros, pertenecientes a las ganaderías
de Aleas, Elías Gómez y Suárez. En 1850
ingresó en la cuadrilla de José Redondo
(Chiclanero), a las órdenes del cual picó en
Madrid seis corridas a satisfacción del
público. El (16-09-1850) le ocurrió a Puerto
en el circo madrileño un percance digno de
mencionar:
«Salió en cuarto lugar el toro, llamado
Ballenato –describe Bruno del Amo
(Recortes) al ocuparse del famoso piquero-,
de pelaje negro azabache, de don Luis María
Durán. Puerto le ponía la séptima vara casi
pegado a la puerta del toril; el toro recargó,
elevando el derrote más de lo regular, y
enganchó al piquero por la juntura de la
armadura de hierro, cerca de la rodilla. De tal
modo enganchó el asta, que no podía el
animal desasirla de la juntura. En esta
disposición llevó arrastrando al jinete hasta
los medios, en donde al fin pudo sacar el pitón.
El picador sólo sufrió leves contusiones al ser
arrastrado, y fue objeto de una ovación de
simpatía.
Año - 2009
1859:
34-21) Antonio Navarrete
(Triquiñuelas).
Diciembre:
11:
Tabardillo:
Antonio Navarrete (Triquiñuelas),
picador de toros, nacido hacia 1825, falleció
en 1859, a los 34 años de edad. La tarde del
11 de diciembre del citado último año,
actuando en la Real Maestranza de Caballería
de Sevilla, un toro, de nombre Tabardillo, le
dio batacazo que le produjo una fuerte
conmoción cerebral, que le produjo la muerte.
Tomó la alternativa en la Real Maestranza de
Caballería de Sevilla el (15-08-1847), después
de haberse dado a conocer en otras plazas
andaluzas, toreando hasta el año de su
muerte. Figuró algún tiempo en la cuadrilla
de Antonio Sánchez (Tato). En aquella corrida
sevillana actuaron los diestros Francisco
Arjona Herrera (Cúchares), Juan Lucas
Blanco, Manuel Arjona Herrera, Manuel
Domínguez (el Nili), Antonio Sánchez (Tato)
y José y Manuel Carmona, en festejo a a
Picar muy cerca del callejón presentará siempre el riesgo inminente de que
el picador, al ser derribado, se golpée con las tablas, produciéndole una
conmoción cerebral e incluso la muerte.
76 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
beneficio de los heridos de la guerra de África,
organizó el Ayuntamiento sevillano una
sensacional y atractiva corrida, en la cual
tomaron parte los diestros citados.
1862:
35-22) Juan Martín García
(Pelón, nieto).
Agosto:
10:
Caimán,
Nevao:
Juan Martín García (Pelón, nieto),
picador de toro, tercero de una famosa
dinastía taurina que tuvo sus comienzos en
un Juan Martín que picó delante del antitaurino
Felipe V. Nació en Jerez de la Frontera
(Cádiz), el (06-04-1823) y falleció en 1862, a
los 39 años de edad. En las fiestas de San
Lorenzo, en Huesca, el (10-08-1862), al poner
una vara al toro, de nombre Caimán,
colorado, de Pérez Laborda, sufrió una caída
al descubierto. Al intentar incorporarse le
acometió el astado y le clavó en la tetilla el
asta, cuya punta salió por el cuello, llevándolo
arrastrado unos instantes. La cogida no podía
tener tintes y características más dramáticas.
El PUERTO de SANTA MARÍA
Intentaron los espadas Manuel Pérez (el
Relojero) y Joaquín Gil (el Huevatero) auxiliar
al desgraciado torero, y cuando lograron que
la bestia soltara al Pelón, fue trasladado a la
enfermería del hospital, donde murió a la
media hora escasa de ingresar.
Para socorrer a la viuda se organizó
una suscripción que alcanzó muy pronto gran
cantidad, dadas las simpatías con que
contaba tan buen varilarguero. El Boletín de
Loterías y Toros publicó las listas de los
donantes, y en ellas aparecen los mejores
toreros y aficionados de aquel tiempo. El
Pelón fue picador de excelente escuela,
valiente y entendido, no muy sobrado de
facultades físicas. La desgracia que sufrió
pudo haberle pasado a cualquiera, pues no
fue de los picadores que se acobardaban
ante el peligro de toros ilidiables y marrajos.
En Madrid se presentó el (29-12-1839), en
una novillada, cuando contaba dieciséis años
de edad. En la misma plaza tomó la
alternativa de manos de Andrés Hormigo, el
(10-09-1843), en la duodécima corrida de la
temporada. Además de los citados años
actuó en la corte, los años 1846, y del 48 al
62. Como se ve una larga carrera, ininterrumpida
por accidentes de importancia, que
Picar muy cerca del callejón presentará siempre el riesgo inminente de que
el picador, sea catapultado a su interior.
77

Víctimas del toreo: Picadores
lograron sobrepasar pocos picadores de
entonces. En la citada corrida del (10-08-
1862), el cornúpeto de la ganadería señalada,
también de nombre Nevao, hizo una gran
pelea en todas las suertes y llegó a la muerte
en buenas condiciones, a pesar de haber
aguantado 20 varas y matado seis caballos.
1864:
36-23) Manuel García y García.
Agosto:
15:
Manchego:
Manuel García y García, picador de
toros, nacido en Puente Gonzalo, el (23-03-
1832), falleció el (15-08-1864), cuando
contaba 32 años de edad. La tarde de aquel
día trabajó en Victoria en una corrida en la
que actuaron como matadores Antonio
Carmona (el Gordito) y Domingo Mendivil, con
seis toros de don Raimundo Díaz, y como
sobresaliente de espada Rafael Molina
(Lagartijo). Salió el último toro, de nombre
Manchego, retinto albardado; al prepararse
para ponerle una tercera vara Manuel García,
se le coló suelto el bicho y le dio tan enorme
caída que murió en pocos minutos de un
derrame cerebral.
Todos los gastos del sepelio fueron
abonados por Antonio Carmona (el Gordito),
quien, en unión de Mendivil, encabezó una
suscripción para socorrer a la viuda y un hijo
ciego, que quedaron en la más aflictiva
situación en Burgos, donde últimamente
residían. Manuel García fue un picador escaso
de condiciones, pero valiente, corajudo y
trabajador, virtudes que demostró suficientemente.
Se crió en Alcalá de Guadaira (Sevilla)
y comenzó su vida en el oficio de labrador,
dedicándose más tarde a la compra y venta
de caballerías por las ferias de los pueblos.
Apareció como picador el año 1853 en
novilladas de poca monta. Al año siguiente
se presentó en Sevilla como picador de
reserva de novillos también. Fijó en él su
Año - 2009
atención el diestro Juan Lucas Blanco, a quien
agradó su trabajo, y lo introdujo en su cuadrilla,
llevándolo consigo por varias plazas, en las
que alternó con Mariano Cortés y Francisco
Oliver.
1866:
37-24) Manuel María Ledesma
(el Coriano).
Octubre:
18:
Molinero:
Manuel María Ledesma y Muñoz (el
Coriano), picador de toros, nacido en Osuna
(Sevilla) el (15-10-1806), falleció el (18-10-
1866), a los 60 años de edad, a consecuencia
de la cornada sufrida en el pie la tarde
del día 15 de agosto anterior. En aquella
Manuel María Ledesma y Muñoz (el
Coriano).
78 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
corrida alternaron Francisco Arjona
(Cúchares), llevando de medias espadas a
su hijo Francisco Arjona Reyes (Currito) y
Pablo Herráiz, en Zaragoza, estoqueando
seis toros de la ganadería de don Cándido
López -su antigüedad es del (03-07-1861)-,
de Egea de los Caballeros.
El lidiado en cuarto lugar, de nombre
Molinero, de pelaje retinto, tomó un puyazo
de Manuel María Ledesma (el Coriano), al que
desestribó, sacándole el pie derecho del
estribo; al derrotar, el toro le tiró un derrote
hacia la montura, le atravesó el pie (*) de una
cornada, saliendo la punta del pitón por el
El PUERTO de SANTA MARÍA
empeine, derribándolo del caballo. En grave
estado fue traslado de inmediato a Madrid,
donde fue atendido en el Hospital General,
siendo visitadísimo por los aficionados,
demostrándose una vez más su general
simpatía. No adelantaba en su curación, y
suponiendo su amigo Cúchares obedecía a
falta de cuidados y con deseos de adelantar
el proceso de curación, lo sacó del establecimiento
sanitario y solicitó el auxilio de uno
de los mejores facultativos. La medida
tomada dio en principios excelentes resultados;
pero se le presentaron a poco unas
fiebres tan intensas que no pudieron ser
(*) Relación Cronológica de algunos diestros que sufrieron el
mismo percance.
1) José Marqueti y González, picador de toros que la tarde del (19-10-1862), el toro retinto, de
la ganadería española de don Manuel García-Aleas, llamado Precioso I, jugado en Madrid, le dio una
cornada en el pie derecho.
2) Antonio Calderón Díaz, actuando como picador , el día 12-05-1863), el toro de nombre
Saltador, cárdeno, de don Antonio I Miura, lidiado en Madrid, le dio una cornada en el pie derecho.
3) José Calderón Díaz sufrió una cornada en el pie derecho, la tarde del (05-07-1877), por el
astado del duque de Veragua XIV, de nombre Lumbrero, que fue lidiado en primer lugar en la corrida
celebrada en Madrid.
4) José Bayard y Cortés (Badila), picador de toros, picó en la Plaza de Toros de Burgos el (29-
06-1881), el toro de nombre Cantarero, de los Hermanos don Diego y don Pablo Benjumea, que le dio
un puntazo en el pie derecho.
5) Francisco Gutiérrez (Chuchi), picador de toros que actuando la tarde del (17-04-1887), en la
segunda corrida de abono de Madrid, de don Anastasio Martín, de la que destacó el toro, de nombre
Timbarito, berrendo en negro, le hirió de gravedad en el pie derecho.
6) Pedro Fernández (Pegote chico), picador de toros, que actuando una tarde de la temporada
de 1897, a las órdenes de Rafael Guerra (Guerrita) sufrió una grave cornada en el pie; su larga etapa de
curación le mermaron mucho sus entusiasmos.
7) Cayetano Leal y Casado (Pepe-Hillo), matador que el (09-09-1898), en Alcázar de San Juan,
le cogió un toro de don Manuel Bañuelos, atravesándole de una cornada el pie derecho.
8) Lluis León Lizcano (Manchego), picador de toros que sufrió una cornada en el pie cuando
actuaba como tal en la Plaza de Toros de Madrid el (25-08-1922).
9) Agustín Ibáñez (Marinero), picador que el (28-08-1925), en la Plaza de Toros de Linares
(Jaén), un toro de don Antonio Urquijo (antes Rincón) le infirió una herida grave en el pie derecho.
También el (04-10-1925), en la Plaza de Toros de Granada, un toro de Francisco Molina le produjo otra
herida en el mismo sitio que el anterior.
10) Martín Agüero Ereño, matador de toros, nacido en Bilbao, el día (03-02-1902), toreó el (20-
05-1928) en la Plaza de Toros de Madrid, en la que un toro de los Herederos de Hernández, le infirió una
cornada en el muslo derecho y un puntazo en el pie del mismo lado.
11) José Luis Gil Chacón, picador de toros, nacido en El Puerto de Santa María (Cádiz) hacia
el año 1936 y que empezó a picar el año 1955 a las órdenes del matador mexicano Joselito Huertas y
después con varios matadores también españoles. En cuanto a los percances que sufrió, tres fueron
de gravedad: el primero, en el pié derecho por un toro que le empitó por la planta atravesándole el
mismo.
79

Víctimas del toreo: Picadores
dominadas, y el piquero sucumbió a las cinco
de la tarde del (18-10-1866).
Cúchares costeó todos los gastos de
la enfermedad y entierro en la Sacramental
de San Luis, organizando una corrida a
beneficio de la viuda e hijos del infortunado
piquero. Dicha corrida tuvo lugar el (31-10-
1866), lidiándose reses de Díaz y la Morena,
que estoquearon Cúchares, su hijo Currito y
Salvador Sánchez (Frascuelo), éstos últimos
aún sin alternativa. Todos los lidiadores que
actuaron lo hicieron desinteresadamente en
obsequio a los beneficiados, acto simpático
y digno de encomio, muy frecuente en
aquellos tiempos, tratándose de beneficios y
obras caritativas. Picaron la corrida Francisco
Olivez, Domingo Granada (El Francés); Luis
Torrijos, José Marqueti y Juan Trigo. Los
banderilleros fueron: Matías Muñiz, Victoriano
Alcón (el Cabo), Ángel Fernández (Valdemoro),
Julián Sánchez Arjona, Juan Sánchez
(Noteveas), Velias, El Pescadero y Armilla.
Este fue el triste final en el arte de un alegre
varilarguero, a quien los madrileños aficionados
de su tiempo apreciaron y distinguieron
más que a muchos nacidos en la capital, lo
que ocurrió por poseer el diestro ese «ángel»
que tanto favorece a los hombres, miembras
y miembros.
1867:
38-25) Martín Arias Algar (el
Velonero).
Abril:
21:
Pintado,
o Peluso:
Martín Arias Algar (el Velonero),
picador de toros, nacido en Lucena
(Córdoba) el (15-08-1830), falleció el (21-04-
1867), cuando contaba 37 años de edad.
Empezó trabajando en algunas plazas
andaluzas, presentándose en Madrid el año
1865. En esta plaza y en la de Barcelona toreó
los dos años siguientes. El citado día 21,
toreando en Zaragoza un toro, de nombre
Año - 2009
Pintado, de Cipriano Ferrer, de Pina de Ebro
(Zaragoza) sufrió una tremenda caída, dando
con la cabeza tan fuerte golpe en el estribo
de la barrera, que le causó la muerte. Otros
cronistas aseguran que el astado se llamó
Peluso, de pelaje retinto. El (01-09-1889) fue
lidiado en Barcelona otro astado llamado
Peluso -otros dicen que se llamó Culebro-,
de don Cipriano Ferrer, que tomó ocho varas
y mató dos caballos. Un aficionado que le
había cuidado en los corrales, se arrojó al
ruedo llamndole y se marchó tras él.
1869:
39-26) Francisco Cazalla y
Moreno (el Caíto).
Junio:
14:
Enamorado:
Francisco Cazalla y Moreno (el Caíto),
picador de toros, nacido en Cádiz el (18-12-
1841), falleció en 1869), a la edad de 28 años.
El (30-05-1869), el toro de nombre
Enamorado, negro, de don Juan Castrillón,
picado en la Plaza de Toros de Cádiz el citado
día, le tiró un derrote que le arrancó de cuajo
el cuero cabelludo de la región occipital. El
14 de junio del citado año expiró en medio de
grandes sufrimientos, a consecuencia del
derrote sufrido.
En la citada corrida se lidiaron en la
señalada ciudad andaluza seis toros de don
Joaquín Castrillón por las cuadrillas de Julián
Casas (el Salamanquino) y Francisco Arjona
(Currito), figurando el infortunado Francisco
Cazalla en la cuadrilla del primero. Murió el
Caíto cuando empezaba a abrirse paso entre
los de su profesión y en plena juventud. Su
verdadero nombre era Francisco, aunque
solía anunciarse con el de José. Protegido
por Antonio Carmona (Gordito), trabajó con
frecuencia en las corridas que se celebraban
por Extremadura y Andalucía y en las que
intervenía este diestro y otros paisanos suyos.
Picó mucho en la plaza de Cádiz, y en Madrid
no llegó a presentarse ni una sola vez.
80 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
1872:
40-27) José Bruno Ahujetas y
Quesada.
Agosto:
09:
Rubillo:
José Bruno Ahujetas y Quesada,
picador de toros, nacido en Almagro (Ciudad
Real) el (06-10-1837), falleció en 1872, a los
35 años de edad. Los días (08 y 09-08-1872)
acudió con la cuadrilla de Salvador Sánchez
Povedano (Frascuelo) a torear a Valdepeñas.
El citado día 9, al picar al toro, llamado
Rubillo, de pelaje negro, de la ganadería de
don Amós Sánchez Flores, fue desarzonado
por un derrote del astado, cayendo sobre la
cabeza de la res, que lo enganchó por debajo
de la tetilla izquierda; pero el cuernos resbaló
clavándose en el cuello, en el que le hizo un
gran destrozo. El picador, quedó en pie unos
momentos; sus compañeros le condujeron
a la enfermería y desde allí a la posada donde
estaba alojado. Falleció, a pesar de todos los
cuidados, el (14-08-1872). Fue José Bruno
Agujetas un notabilísimo picador. Su
El PUERTO de SANTA MARÍA
José Bruno Ahujetas y Quesada.
aprendizaje del caballo en sus primeros
oficios, y de la vara en novilladas y picando
como reserva le dieron a su arte una
conciencia y solidez opuestas a toda
improvisación. Los triunfos conseguidos y las
No se trata de la imagen del peligroso lance de José Bruno
Ahujetas y Quesada, pero debió sufrir un percance semejante.
81

Víctimas del toreo: Picadores
importantes cuadrillas en que picó acreditan
la maestría que disfrutó.
Fue en su juventud zagal y delantero
de los coches-diligencias del señor Pastor,
propietario de toda una serie de vehículos de
transporte de viajeros de tracción animal, que
hacía en el siglo XIX el recorrido terrestre
entre Madrid y la ciudad de Aranjuez, hasta
que se puso en marcho el tren. Cuando se
suprimieron estas diligencias, por la construcción
del ferrocarril, entró de mozo de
caballerizas en la Plaza de Toros, oficio que
debió estimular su afición taurina; después
comenzó como banderillero, y, por último,
pasó a ser pìcador, a las órdenes del matador
Salamanquino, Gonzalo Mora y Villaverde.
Según parece, acompañó a Cúchares a La
Habana y fue, sin duda, Ahujetas un
notabilísimo picador.
Don José María de Cossío vio su
nombre por primera vez en carteles de la
Plaza de Toros de Madrid el año 1867. Lo
cierto es, según una biografía publicada por
El Tábano, en 1872, que acompañó a
Cúchares a La Habana, sin interrumpir sus
actuaciones en Madrid, en cuya plaza continúa
actuando en novilladas y como reserva.
En ellas o en corridas de toros trabajó sin
interrupción dede 1869 hasta 1872 inclusive.
El (22-07-1869) recibió la alternativa de
manos de José Calderón. Recortes, en la
biografía de este diestro, que publicó Sol y
Sombra, se elogia su labor con el dato
siguiente:
«En la temporada de 1869 toreó en
Madrid 13 corridas, en las que picó 34 toros,
poniendo 84 caras. Pues bien; sólo dio un
marranazo, le derribaron los toros 15 veces
y le mataron 14 caballos.»Incorporado a la
cuadrilla de Salvador Sánchez Povedano
(Frascuelo) prosiguió cosechando aplausos,
y se le puede considerar como uno de los
piqueros más notables de su época. El (14-
07-1872) toreó su última corrida en Madrid.
Cayetano Sanz, Rafael Molina (Lagartijo) y
Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo)
estoquearon toros de don Manuel Bañuelos.
Año - 2009
En el último toro sufrió Agujetas, en una caída,
una herida en la mano derecha que le hizo
ingresar en la enfermería.
José Fuentes
1873:
41-28) José Fuentes y Rodríguez
(El Pipi).
Abril:
05:
Corianito:
José Fuentes y Rodríguez (El Pipi),
picador de toros al que el astado de la
ganadería de Adalid, antes de don Joaquín
José Barrero (* Véase al pie de la página
siguiente), que llevó el nombre de Corianito,
lidiado en la Real Maestranza de de Sevilla el
(05-04-1873), en la corrida de inauguracíon
de la temporada, arremetió contra él,
hiriéndolo de muerte, tras una caída al
descubierto, clavándole un asta en el pecho.
Por su altura, al toro se le llamaba en la
ganadería: Sobretodos.
82 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
Por su altura, al toro se le llamaba en la ganadería: Sobretodos.
1878:
42-29) José Pérez Moreno
(Bigornia).
Agosto.
06:
Boticario:
José Pérez Moreno (Bigornia),
picador de novillos, nacido en Antequera
(Málaga) el (23-07-1855), falleció el (06-08-
1878), a los 23 años de edad. Desde 1876
figuró en diversas cuadrillas de su
(*) La ganadería brava Joaquín José o Jaime Barrero, vecino de Jerez de la Frontera, fue adquirida
a don Diego Hidalgo Barquero -–canónigo de la catedral de Sevilla- con divisa azul y señal:
cortada en una oreja y brincada en la otra, fue fundada hacia el año 1810 con vacas que compró
al presbítero señor Bueno, vecino de Utrera, procedentes de don José Giráldez, y sementales de
unos ganaderos de Triana apellidados Gutiérrez; por esta etapa (1830) falleció el acreditado
ganadero don Vicente José Vázquez, y el señor Hidalgo Barquero logró adquirir dos sementales
de tan afamado criador, obteniendo con tal cruza notables resultados-, hacia 1840, compuesta
de 208 cabezas, pagando por la misma 200.000 resales. Hasta el (01-01-1866) figuró esta vacada
a nombre de Barrero, pasando desde esa fecha a las manos de don Juan López Cordero, que
pasó en 1872 a ser propiedad de don Juan Antonio Adalid, para ir posteriormente a don José
Orozco, que en 1896 la vendió a don Carlos Otaolaurruchi, el cual la cedió a su vez a don José
Agüera, adquiriéndola de éste don Patricio Medina Garvey, que la vendió años después a don
Antonio Flores Iñiguez, de cuyas manos pasó en 1931 a las del notable matador de toros Marcial
Lalanda, con divisa azul y señal: cortada en una oreja y brincada en la otra. Este diestro fue
extinguiendo poco a poco las originaria casta vazqueña que reemplazó con hembras y sementales
del conde de la Corte, de pura sangre Vistahermosa.
El PUERTO de SANTA MARÍA
especialidad, y picó algunas veces en
corridas formales, a las órdenes de Manuel
Carmona y José Lara (Chicorro). Su jefe más
frecuente fue el matador de novillos Francisco
Carvajal (el Pollo) de Málaga). No llegó a
presentarse en la Plaza de Madrid. El citado
día 6 se celebró una corrida para pegadores
portugueses en la Plaza de Toros de Málaga.
La mañana de ese día los pegadores
realizaron la operación de enfundar las astas
de los toros. El picador malagueño, Bigornia,
83

Víctimas del toreo: Picadores
se hallaba allí de espectador, en un corralillo
próximo cuando inesperadamente se salió un
cabestro, de nombre Boticario -que por ello
no merecería ocupar aquí un sitio-, que actuó
exactamente igual que un toro bravo, ya que
estaría iracundo por el mal trato que le dieron
en los jaulones, y atacó al indefenso picador,
lo arroyó, lo tiró al suelo, corneó y le dio varios
derrotes... enganchándolo y volteándole
mortalmente, falleciendo a las 22:00 horas
de dicho día.
1879:
43-30) Patricio Briones
Hernández (el Negri).
Diciembre:
14:
Carabinero:
Patricio Briones Hernández (el
Negri), picador de toros, nacido en Madrid el
(16-10-1839), falleció el (14-12-1879), a los
40 años de edad. Empezó a ejercitarse en la
profesión picando toros embolados en
novilladas de mojigangas en 1861. Más tarde
puso varas a los toros en punta, y después
Año - 2009
Las reacciones de
los cabestros
resultan a veces
contradictorias, ya
que su permanente
contacto en su
peculiar trabajo con
los vaqueros para
manejar los toros,
hacen que algunos
estén muy
humanizados y no
aceptan que se les
trate mal,
respondiendo con
inesperada
agresividad.
figuró como reserva varias temporadas en
Madrid.
El (22-10-1871) le dio la alternativa
a Domingo Granda (el Francés), y se lidiaron
dicho días toros de don Vicente Martínez, de
Colmenar Viejo, y de don Antonio Hernández
de Madrid, por las cuadrillas de Rafael Molina
(Lagartijo), Francisco Arjona Reyes (Currito)
y Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo).
Francisco Calderón, el famoso picador, se
había negado antes a darle la alternativa a
Patricio, diciendo que no podía conceder tal
honor «a uno que hacía cuatro días picaba
en caballos de mimbre», recordando los
primeros años de Briones; ante las insistencias
de la empresa, que se lo pedía y que
alegaba a favor de el Negri que éste había
alterando con buenos picadores por provincia,
contestó Calderón rotundamente: «Qué diga
donde alternó conmigo.» El (06-09-1878),
figurando el Negri en la cuadrilla de Salvador
Sánchez Povedano (Frascuelo) como primer
reserva, picó en Murcia el tercer toro de la
tarde, llamado Carabinero, del conde de la
Patilla, que le dio una gran caída, de resulta
de la cual se vio impedido después, durante
84 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
largo tiempo, para ejercer la profesión. En (12-
12-1879) se verificó una tienta de becerros
de don Antonio Hernández. Patricio Briones,
que actuaba de ayudante, recibió un fuerte
golpe de uno de los bichos, y reverdecido el
mal que venía padeciendo desde aquella
caída, falleció en Madrid el citado día.
1880:
44-31) Manuel Luque Arcas.
Mayo:
11:
Agachaíto:
Manuel Luque Arcas, picador de
toros, nacido en Sevilla el (25-02-1845),
falleció en 1880, a los 35 años de edad. El
(09-05-1880) salió a picar por última vez en
Madrid en una corrida de seis toros, dos de
don Ildefonso Núñez de Prado, dos de Pérez
de la Concha, dos de Anastasio Martín y uno
de don Ignacio Roquete; los seis primeros
para: Rafael Molina (Lagartijo), Francisco
Arjona (Currito), hijo del célebre Cúchares, y
Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo), y
el último para Hipólito Sánchez Arjona. El
primer toro, de nombre Agachaíto, negro y
corniapretado (*Véase al pie de página ), de don
Ildefonso Núñez de Prado, que le tocó en
suerte a Rafael Molina (Lagartijo), dio una
caída a Manuel Luque, que ya le había puesto
tres puyas, y entró por su pie a la enfermería
con una contusión en el vientre que al caer
se produjo con la perilla de la silla (*Véase
breve reportaje en la página 86). Ni el público dio
importancia a la lesión, ni los médicos que le
reconocieron tampoco. Arcas marchó a
caballo a su hospedaje, y a la mañana
siguiente se declaró la peritonitis, muriendo
(*) Corniapretado. También se emplea la palabra apretado para un toro gordo y musculado:
«Cerró plaza Polvorillo, precioso animal negro albardado, de libras, hondo y apretado y algo
cubeto de defensas.» Antonio Peña y Goñi (Don Jerónimo). La Lidia, 1886. Otro de los astados
corniapretado, anterior a Polvorillo fue el que llevó el nombre de Veleto, de la ganadería española
de doña Carmen García y hermanas, lidiado en Barcelona el (03-05-1883), en una memorable
corrida en que sus toros alcanzaron uno de sus más resonantes éxitos. Había sido antes semental
en la ganadería, por su buena estampa, de pelo retinto oscuro y apretado, recibió 18 veces a los
picadores, los tumbó en 12 ocasiones y mató seis caballos.
El PUERTO de SANTA MARÍA
el (11-05-1880). Fue Manuel Luque un
varilarguero de los bueno, arrebatado a la vida
cuando llegaba a la perfección su arte. Buen
jinete y con grandes conocimientos de las
reses, sobresalió en seguida por su decisión
y su coraje, y se le olvidó injustamente a poco
de morir.
1881:
45-32) Juan González (Juaneca).
Negrito:
Juan González (Juaneca), picador de
toros, nacido en Valladolid en 1850, cuyo
nombre, extrañamente, no figura en el
Cossío, en cuya obra sólo aparece un diestro
con ese apodo, pero se trata de Juan Antonio
Mondéjar; así que de nuestro biografiado sólo
tenemos la referencia de su trágica muerte,
una tarde de la temporada de 1881, tras el
fuerte golpe recibido en una caída producida
en la Plaza de Toros de Valladolid, por el toro,
de nombre Negrito, procedente de una
ganadería salmantina, en una novillada,
cuando el infortunado picador contaba 31
años de edad.
1882:
46-33) Manuel Gallardo
Gutiérrez.
Agosto:
17:
Perrunito:
Manuel Gallardo Gutiérrez, picador de
toros, hijo del famoso Juan Gallardo (el
Bravo) –de él decía el célebre José Redondo
(Chiclanero), que «se curaba con las palmas
los dolores de sus caídas-», y hermano de
85

Víctimas del toreo: Picadores
Año - 2009
Los peligros de la «perilla» de la silla de montar
de los picadores.
En la lidia de un toro el peligro subyace siempre de forma tan
imprevista como inminente, sin que se pueda prever el agente
causante. En ese sentido, la perilla que tiene delante la silla de montar
de los picadores ha causado a los varilargueros serios traumas y, no
pocas veces, hasta la muerte, cuando por alguna caída producida
por el empuje de los toros, cayeron sobre ella. Siguiendo un orden
cronológico referimos los casos siguientes:
*Manuel Luque (Arcas), la tarde del (09-05-1880), que salió
a picar por última vez en Madrid, el primer toro, de nombre Agachaíto,
negro y corniapretado, de don Ildefonso Núñez de Prado, le dio una caída, después de haberle puesto
tres puyas. Entró por su pie a la enfermería con una contusión en el vientre que al caer se produjo con
la perilla de la silla. Ni el público dio importancia a la lesión, ni los médicos que le reconocieron
tampoco. Arcas marchó a caballo a su hospedaje, y a la mañana siguiente se declaró la peritonitis,
muriendo dos días después.
*José Bayard y Cortés, acompañando a Luis Mazzantini, durante las temporadas de invierno
1889-1890, sufrió el percance más grave de su vida el (01-01-1890) picando al toro de Miura, de
nombre Cigarrero, que le dio una terrible caída; al caer se golpeó la cabeza contra las tablas, fue
pisado por el caballos junto al ojo y sufrió una grave conmoción visceral producida con la perilla de la
silla. Aunque durante algunas horas tuvo en peligro su vida, once días después volvió a trabajar.
*Lorenzo Conde (Brabe), picador de toros, nacido en Medina de Río Seco. Su primitivo oficio
de zapatero, y la afición de los toros prendió en él desde muy joven, por lo que trabajaba como tal en
1880. Se aficionó al caballo en el Cuerpo montado en que prestó su servicio militar, y como nota el
excelente cronista taurino vallisoletano Pedro Carreño: «combinaba su afición hípica con la de los
toros, produjo el picador.» Picando en la Plaza de Toros de Río Seco, su ciudad natal, fue derribado por
el tercer astado de la corrida, y al caer se le clavó la perilla de la silla en el pecho, ocasionándole tan
grave conmoción cerebral que falleció al ser conducido desde la enfermería de la plaza al Hospital. Ello
ocurrió el (24-06-1892), en las tradicionales Ferias de San Juan.
*Manuel Navarro (Cabeza de Dios), picador sevillano que al forma cuadrilla Chicuelo le llevó
consigo y el (25-07-1901) tuvo la desgracia de clavarse la perilla de la silla en una caída que la causó
en Córdoba un novillo de González Nandín, falleciendo al día siguiente de peritonitis traumática.
*Andrés Castaño Becerra (Cigarrón), picador de toros, nacido en Jerez de la Frontera (Cádiz)
el (02-12-1863), que el (15-08-1901)se celebró en San Sebastián una corrida de toros del marqués del
Saltillo; al poner una vara a Naranjito, cárdeno obscuro, le dio éste una enorme caída echándose el
caballo encima, y se lesionó tan gravemente con la perilla de la silla que le sobrevino la peritonitis y
murió dos días después.
*Antonio Gutiérrez Medina, picador, nacido en Alcalá de Guadaira (Sevilla), que trabajando
en Cartagena (Murcia) el (27-04-1913), sufriendo una gran caída, ocasionada por un toro del marqués
de los Castellones, a la que no concedió mucha importancia, picando los demás toros de la corrida. Al
emprender el viaje de vuelta con los demás miembros de la cuadrilla, sintió fuertes dolores en el vientre,
teniendo que bajarse en Murcia, ciudad donde dejó de existir el mismo día a consecuencia de una
peritonitis traumática, motivada por habérsele clavado en la caída la perilla de la silla.
*Bautista Santonja Barón (Artillero), picador de toros, natural de Bocairente (Valencia),
donde nació el (18-02-1878). El (09-09-1913) picó en Albacete, y al poner una vara al primer toro, del
duque de Veragua XV, fue derribado y se lastimó el vientre con la perilla de la montura. Se retiró a la
enfermería conmocionado, y el (10-09-1913) dejó de existir el joven picador, que en el breve tiempo que
ejerció su dura profesión taurina cumplió, su labor notablemente.
86 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
Juan y de Sebastián, nacido en El Puerto de
Santa María (Cádiz), el (17-09-1840), falleció
el (17-08-1882), a los 42 años de edad, en su
domicilio de El Puerto. El (18-05-1882) se dio
en Valencia una corrida en la que alternaron
los diestros Manuel Hermosilla y Fernando
Gómez (Gallo), siendo los toros del marqués
del Saltillo. Al poner Manuel Gallardo una vara
al último toro, llamado Perrunito, negro zaino,
sufrió una terrible caída que le ocasionó la
fractura de una clavícula y tres costillas; la
cura de este accidente fue francamente mala,
ya que empujado por la falta de recursos tuvo
que reintegrase a la profesión sin haberse
restablecido debidamente… y aquellas contusiones
terminaron mermaron sus facultades.
En ese sentido, cuando el (09-07-1882),
actuó en una corrida celebrada en la Plaza
de Toros de Cádiz, se resintió de la cogida
de Valencia y tuvo que retirarse de la plaza
antes de terminar la función, trasladándose
inmediatamente a la ciudad de Jerez de la
Frontera. Días después, el (17-08-1882),
moría el infeliz torero en su casa de Jerez.
Abandonó el oficio de tonelero para
picar toros, y a pesar de la oposición de sus
padres, salió por primera vez a picar el (25-
12-1856) en la Plaza de Toros de su ciudad
natal, contando sólo dieciséis años de edad.
Después de esto siguió ejerciendo en
novilladas celebradas en plazas andaluzas,
especialmente en la provincia de Cádiz, por
lo que debió torear en la de El Puerto. Actuó
por primera vez en Madrid, como reserva, el
(21-07-1860). En Madrid volvió a aparecer su
nombre en un cartel del año 1861, así como
en 1862. Sin embargo, Manuel Gallardo
trabajó muchos otros años en el circo
madrileño, pero parece que no contaba con
muchos admiradores, de ahí que la mayoría
de las veces actuase, según parece, como
reserva. El (20-05-1868) recibió Manuel
Gallardo Gutiérrez el primer percance de los
muchos que sufrió a lo largo de su vida
profesional, en la Plaza de Toros de Cádiz,
por un toro del marqués del Saltillo. Recortes
refiere que no se presentó en la Real
El PUERTO de SANTA MARÍA
Maestranza de Caballería de Sevilla hasta el
(13-09-1868), agregado a la cuadrilla de
Jaqueta, cuando éste aún era novillero, por
lo que nos extraña mucho que habiéndolo
hecho en Madrid tardase hasta tener
veintiocho años de edad para presentarse en
Sevilla, y este año, en una corrida de novillos.
En la publicación de la Tertulia Taurina
Portuense «La Garrocha», correspondiente
al 2007, titulada «Los piqueros de Santa
María», página 28, se dice, que «toreó en la
Real Maestranza de Caballería de Sevilla el
(26-09-1868) y el (21-07-1869) picó por
primera vez en la Plaza de Toros de Madrid.
1885:
47-34) José Hernández y
Castro (Parraíto).
Febrero:
28:
José Hernández y Castro (Parraíto),
picador de novillos sevillano, hijo del también
picador José (Parrao), que toreó en la
temporada de 1880, comenzó a trabajar
como novillero, alternando con Manuel García
y Cuesta (el Espartero), y, desgraciadamente,
murió trágicamente muy joven, en la Placita
de Toros del Castillo de las Guardas el (28-
02-1885), sin que tengamos referencia de las
lesiones que recibió.
1887:
48-35) Pedro Durán.
Octubre:
27:
Pedro Durán, picador de toros
mexicano, nacido en Guanajuato, nacido
hacia el año 1857, falleció el (27-10-1887), a
los 30 años de edad, a consecuencia de una
cornada. Toreando el día (23-10-1887), en una
corrida que estoquearon los diestros
gaditanos Antonio Rodríguez (Habanero) y
Francisco Jiménez (Rebujina), un toro le
infirió una cornada en la pierna derecha, con
fractura completa del fémur, falleciendo el
citado día 27, a consecuencia de la citada
87

Víctimas del toreo: Picadores
fractura. Disfrutaba de buen crédito entre los
picadores, trabajando mucho agregado a las
cuadrillas de los diestros españoles y a las
de los espadas mexicanos.
1888:
49-36) Juan Román Caro.
Noviembre:
16:
Dudoso II:
Juan Román Caro, picador de toros,
natural de Dos Hermanas (Sevilla), nacido el
(07-01-1856), falleció el (01-12-1888), cuando
contaba 32 años de edad y a consecuencia
de una cornada recibida el (16-11-1888). Fue
unos de los varilargueros más bravos y
eficaces de la historia de la tauromaquia. El
(04-06-1885) hizo su presentación en la Plaza
de Toros de Madrid y el primer toro que picó
se llamaba Recajero, de don Manuel García
Aleas o de sus señores Herederos, que
estoqueó Fernando Gómez (Gallo). Una
prueba evidente del gran valor de piquero
sevillano es la que sigue: En una de las
Año - 2009
primeras corridas que toreó Manuel García y
Cuesta (el Espartero) en la Plaza de Toros
de Madrid, el poner Román una vara a un toro
de mucho poder sufrió una fuerte caída,
quedando debajo del caballo, que le dio con
una herradura en la frente y le cubrió de sangre
el rostro. En vez de retirarse a la enfermería,
cosa queotro hubiese hecho como lo más
natural, volvió a montarse al caballo y siguió
picando más crecido de coraje y de
serenidad.
Invitado tras años más tarde (1888)
para encargarse de las operaciones de tienta
del ganado del marqués del Saltillo, en la
dehesa de Isla Menor (Sevilla), comenzaron
los ejercicios el (16-11-1888). Al día siguiente
se reanudaron y el primer utrero sacado del
rodeo, llamado Dudoso II, de pelaje cárdeno
y entrepelado, aguantó en toda regla tres
puyazos, arremetiendo seguidamente con tal
fuerza hacia el caballo que montaba Caro, a
quien del topetazo en seco le hizo caer de
espaldas por el lado izquierdo y, ya en suelo,
le infringió una terrible cornada en la parte
inferior derecha del vientre, con salida de los
Cogida y muerte del picador Juan Roman Caro, en la dehesa del marqués del Saltillo,
ubicada en la Isla Menor, en Sevilla, cuando se realizaba el segundo día de tienta.
88 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
intestinos. No pudieron evitarlo los vaqueros
de a caballo presentes y el propio conocedor
de la ganadería, por listos que anduvieron,
sólo consiguieron colear a la agresiva res,
antes que abandonara a su presa. Trasladado
a un hospital de Sevilla, murió a las 5:00 horas
de la tarde del día al principio señalado. El
utrero causante de la muerte de Juan Román
se corrió en la Plaza de Toros de Madrid el
(02-10-1890), ya cinqueño, y tomó mucho
poder diez varas de Gervasio Ruizpérez
Fernández (Trescalés), Cantares y Crespo,
banderilleándolo Fernando Gómez (Gallo)
Rafael Guerra (Guerrita) y Luis Mazzantini,
quien lo pasaportó de una estocada a volapié.
1889:
50-37) Francisco Caro Nueva
(el Pájaro Verde).
Enero:
25:
Francisco Caro Nueva (el Pájaro
Verde), picador, nacido en Tomares (Sevilla)
el (18-03-1869), falleció el (25-01-1889), a los
20 años de edad, de una mortal cornada. El
citado día 25, verificándose en el cortijo de la
Rivera (Huelva) una tienta de becerros de don
Nicolás González, recibiendo una cornada en
el pecho que le interesó el corazón, muriendo
unos momentos después. También fallecieron
con esa edad, entre otros:
*Andrés Gallego, novillero, nacido en
Oviedo, el año 1896, falleciendo el (27-08-
1916), en una charlotada.
*Luis Muñoz, novillero, nacido en
Almería en 1899, falleció el (24-08-1919).
*Manuel Granero Valls, matador
valenciano, nacido el (04-04-1902), falleció el
(07-05-1922).
*Manuel Barrera, novillero que el
(29-01-1950) en la Plaza de Hualgayoc
(Perú), recibió una cornada mortal.
El PUERTO de SANTA MARÍA
1891:
51-38) Manuel Calderón Díaz.
Mayo:
30:
Lumbrero:
Manuel Calderón Díaz, nacido en
Alcalá de Guadaira (Sevilla) el (02-10-1840),
falleció el (30-05-1891), a los 51 años de
edad, debido a un tremendo golpe en la
cabeza. Era el hermano más joven de
Antonio, Francisco y José Calderón, los
famosos picadores-, hizo su presentación
como picador, en la Plaza de Toros de Madrid
el (11-09-1870), tomando en ella la alternativa,
donde continuó actuando de 1873 a 1891,
pero comenzó a trabajar como tal de antes
de 1865; y en los años en que interrumpía su
labor en Madrid, salía por provincias. Al
retirase sus hermanos Antonio y Francisco,
José y Manuel Calderón ocuparon las
vacantes que aquellos dejaron en la cuadrilla
de Rafael Molina (Lagartijo), a quien siempre
les unió una profunda amistad. Coincidió su
labor en la cuadrilla de Rafael Molina con los
mejores tiempos de éste, al que acompañó
a París, sufriendo una herida de pulgada y
media de extensión en el antebrazo derecho
que le produjo el toro, llamado Farolero, del
marqués del Saltillo.
Por ser el menor de los hermanos,
no tuvo que sufrir la ruda experiencia de los
primeros años de aprendizaje, la desatención
de empresarios y toreros, y al amparo de la
fama de los otros comenzó a trabajar en
buenas cuadrillas y figuró en las de los
principales matadores de su época. Manuel
Calderón fue el menos brillante de los
hermanos. Reunía muy buenas cualidades,
pero en ocasiones le faltaba decisión, y a lo
largo de su vida torera resultó muy desigual.
No obstante, como en aquellos tiempos
comenzaba la decadencia de la suerte de
varas, Manuel Calderón, que no pecó de
sobresaliente, se mantuvo en un digno plano,
si no llegó a la altura de sus hermanos, y lució
grandes habilidades. El (11-09-1870) hizo su
89

Víctimas del toreo: Picadores
presentación en la plaza madrileña, tomó en
ella la alternativa de picador, donde continuó
actuando de 1873 a 1883; y en los años en
que interrumpía su labor en Madrid, salía por
provincias. Al retirase sus hermanos Antonio
y Francisco, José y Manuel Calderón
ocuparon las vacantes que aquellos dejaron
en la cuadrilla de Rafael Molina (Lagartijo), a
quien siempre les unió una profunda amistad.
Al retirarse su hermano José, quedó
como el picador más antiguo de Lagartijo, con
quien salió a picar el (30-05-1891), abrió plaza
en Aranjuez el toro, llamado Lumbrero, retinto
albardao -dijo La Lidia-, de mucho peso,
buen mozo y bien colocado; uno de los seis
astados del duque de Veragua XIV, que debía
lidiar y estoquear en solitario Rafael Molina el
Grande (Lagartijo). No fue muy voluntarioso,
Manuel Calderón Díaz.
Año - 2009
puesto que solamente aguantó cinco varas,
pero de gran poder en uno de Manuel
Calderón, derribando a éste de latiguillo, y
echándole encima todo el peso de la
cabalgadura. Conmocionado por el golpe, el
picador fue retirado a la enfermería, continuando
la lidia, clavando seguidamente Antolín
dos grandes pares al cuarteo y uno bueno
Juan Molina al sesgo, y acabando Rafael con
el primero de la corrida de una excelente
estocada a volapié. Terminada ésta con los
incidentes que nadie ignora, al trasladarse los
diestros a la fonda, y enterarse del estado de
su compañero Calderón, se vino en conocimiento
que lo que se creía una indisposición
pasajera, como tantas otras del mismo
origen, revestía caracteres de más gravedad,
hasta el punto de que aumentándose
90 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
progresivamente, motivaron el fatal
desenlace de privar de la vida al desdichado
picador en las primeras horas del siguiente
día.
Francisco Anaya Hijosa (el Cangao).
1891:
52-39) Francisco Anaya Hijosa
(el Cangao).
Agosto:
16:
Francisco Anaya Hijosa (el Cangao),
picador de toros madrileño, nacido el (04-10-
1841) y fallecido el (16-08-1891), a los 50
años de edad, como consecuencia de un
tremendo batacazo. Tan sólo contamos con
este diestros que falleciera por tal percance
El PUERTO de SANTA MARÍA
con esa edad. El citado día 16, se celebró en
la Plaza de Toros de Madrid una novillada con
reses de don Juan Antonio Carrasco, de
Miraflores de la Sierra. Salió en segundo lugar
en un toro entrepelado, grande y bien puesto
de cabeza, que con enorme empuje arremetió
al caballo que montaba el Cangao,
derribándole. Quedó el diestro al lado del
caballo, el que en un derrote echó encima el
toro, con tan mala fortuna que le clavó en el
vientre uno de los estribos. Levantóse el
varilarguero, y con trabajo, dirigióse a la
enfermería, donde le apreciaron fuertes
contusiones. Lejos de aliviarse, empeoró en
días sucesivos, ingresando en el Hospital
General, donde a fines de agosto le visitamos
en unión de Lizcano. Las lesiones tenían
mucha mayor importancia de lo que se creyó
en principio, el pobre varilarguero estaba
bastante decaído y nos agradeció mucho la
visita, por haber sido contadas las recibidas.
Quedamos en volver a verle, y cuando
pretendimos efectuarlo nos enteramos de
que el infeliz lidiador había muerto a las siete
de la mañana del (03-09-1891). De él dijo el
diestro Ángel Pastor que: El Cangao es uno
de los picadores más duros que han salido
de esta tierra madrileña.»
1892:
53-40) Lorenzo Conde (Árabe).
Junio:
24:
Lorenzo Conde (Arabe), picador de
toros, nacido en Medina de Río Seco, que
actuando como tal en la Plaza de Toros de
su ciudad natal, fue derribado por el tercer
astado de la corrida, y al caer se le clavó la
perilla de la silla en el pecho, ocasionándole
tan grave conmoción que falleció al ser
conducido desde la enfermería de la plaza al
Hospital. Ello ocurrió el (24-06-1892), en las
tradicionales Ferias de San Juan. Su primitivo
oficio de zapatero, y la afición de los toros
prendió en él desde muy joven. Se aficionó al
caballo en el Cuerpo montado en que prestó
su servicio militar, y como nota el excelente
91

Víctimas del toreo: Picadores
Los «batacazos» que se dieron los picadores se pueden contar
por miles. Nosotros sólo tenemos registrados unos 300.
cronista taurino vallisoletano Pedro Carreño:
«combinaba su afición hípica con la de los
toros, produjo el picador.» Fue notable
piquero y toreó mucho en la plaza de
Valladolid y en otras castellanas.
1893:
54-41) Juan Benítez Llorente.
Junio:
11:
Condenado:
Juan Benítez Llorente, picador de
toros, nacido en Puerto Serrano (Cádiz) el
(23-08-1870), falleció el (11-06-1893), a los
23 años de edad. Al parecer, tomó lecciones
de Antonio Pinto, ingresando en 1887 en la
cuadrilla de Manuel Nieto (Gorete). Picó en
Andalucía, y en Madrid no llegó a presentarse.
El citado (11-06-1893) se celebró en la Plaza
de Toros de Málaga una corrida de novillos
de don José Orozco, en la que actuaron
Gorete, Francisco Piñero (Gavira) y un
apellidado Caballero. Salió el cuarto toro, de
Año - 2009
nombre Condenado -éste es el único astado
que tenemos registrado en nuestros archivos
con ese nombre-, y al ponerle una vara Juan
Benítez -que figuraba de reserva-, cayó
derribado y sufrió un fuerte golpe en la cabeza.
Conmocionado, se le trasladó a la enfermería,
y cuando lo llevaban de allí al hospital expiró
sobre la camilla.
1894:
55-42) Armando Díaz Jiménez.
Septiembre:
20:
Armando Díaz Jiménez, picador de
novillos, natural de Valencia, donde nació en
1873, falleció en 1894, a los 21 años de edad.
Después del duro aprendizaje a que se vio
obligado como torero, comenzó a trabajar en
1893 en cosos de escasa importancia, sin
que llegara a actuar en la Plaza de Madrid. El
(25-06-1893) picó en la Plaza de Toros de
Gandía reses de Barrionuevo, figurando en
la cuadrilla de Fabrilo.
92 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
Los picadores han sido derribados de las más diversas formas, la mayoría de
ellas estrepitosamente y casi en todas con serios peligros. Tanto si van a
auxiliarle como si no, la angustia y el desconcierto se generaliza y más cuando
el toro actua de forma furiosa, cebándose a cornadas sobre el caballo.
El (15-09-1894) se verificó en la
población toledana de Los Navalmorales una
novillada de D. Isidoro Martín de Eugenio, que
estoquearon Francisco Parrondo (el Oruga);
salió el primer toro, berrendo en negro, y luego
de asustar y esconder a la cuadrillita
encargada de su lidia, se dirigió Armando
Díaz, que cayó derribado estrepitosamente
al ponerle una vara. El toro, de forma furiosa,
de cebó a cornadas sobre el caballo; el
piquero, angustiado al ver que no acudía nadie
al quite, pretendió incorporarse, y entonces
el astado, desatendiendo a su víctima, empitó
por el cuello al picador y le dio una gran
cornada. Trasladado a una posada fue
reconocida de gravedad la herida, y el diestro
expiró el (20-09-1894), a los cinco días de la
mortal cogida.
El PUERTO de SANTA MARÍA
1896:
56-43) José Sevilla Mauricio.
Abril:
14:
José Sevilla Mauricio, picador de
toros, nacido en Madrid el (16-02-1864), hijo
del picador del mismo nombre y sobrino del
famoso Francisco Sevilla (Troni), falleció el
(14-04-1896), cuando contaba 32 años de
edad. El (12-04-1896) se celebró en el ruedo
barcelonés una novillada con reses de la
marquesa viuda de Fuente el Sol, que
salieron bravos y de mucho poder, para el
Parrao, Dominguín y el Nene; salió el primer
toro, y al ponerle una vara José Sevilla
Mauricio, fue violentamente derribado y sufrió
una intensa conmoción cerebral que le
93

Víctimas del toreo: Picadores
causó la muerte a los dos días, el (14-04-
1896). Fue un piquero más del montón, a los
que, desgraciadamente, le hace sobresalir
tan sólo su trágico fin. Actuó como tal entre
los años 1884 a 1896. Durante algún tiempo
trabajó como monosabio, y luego empezó a
picar en novilladas madrileñas y en corridas
provincianas de toda especie.
El (04-07-1887) tomó en su ciudad
natal la alternativa de picador de toros, picando
en tanda con José Bayard (Badila) con el toro
Vida-alegre, del conde de la Patilla. Al salir
el cuarto toro, llamado Escribano, de pelaje
castaño, se le arrancó furiosamente y le
derribó caballo y jinete, pasando a la enfermería
e impidiéndole seguir en su puesto. A
pesar de haber clavado algunas buenas
varas, El Toreo le juzgó así:
«Sevilla debe picar muchos becerros
en el Puente de Vallecas antes de
presentarse en otra corrida de toros.»
Actuaron como matadores en aquella corrida
Manuel Fuentes (Bocanegra), Salvador
Sánchez Povedano (Frascuelo) y Luis
Mazzantini. No volvió a picar en corridas
formales en la plaza madrileña, y don José
María de Cossío nos asegura «que si trabajó
en novilladas debió ser en muy pocas y sin
ser notado su trabajo.» Como otros tantos
picadores, fijó su residencia en Barcelona,
en cuya plaza trabajó en las corridas de
novillos y como reserva en la de toros.
1896:
57-44) Antonio Bejarano y Millán
(Pegote).
Septiembre:
17:
Todos los picadores han sufrido
golpes en la cabeza, contra el suelo o contra
las tablas, muchos de los cuales acaban
provocando un estado demencial. La mayoría
de las veces, pese a lo aparatoso del
accidente, los varilargueros se suben al
caballo a continuar la lidia. Pero el daño
queda implantado en el cerebro y un día
Año - 2009
fatalmente aparece. Uno de aquellos
picadores golpeados fue el recordado Antonio
Bejarano y Millán (Pegote), que figuró en la
cuadrilla de Rafael Guerra Bejarano
(Guerrita). Pegote nació en Córdoba el (27-
10-1863) y falleció en Madrid el (02-02-1899),
a los 36 años de edad y 12 años de
alternativa, debido a una demencia que
muchos atribuyeron a la descomunal caída
sufrida en Madrid el (16-05-1888) y sobre
todo, a la conmoción cerebral que sufrió en
Valladolid el (17-09-1896).
Fue un varilarguero al que no pudieron
abatir los toros a pesar de los numerosos
percances que sufrió, pero padecía una
progresiva perturbación mental, falleciendo de
la misma en el Hospital Psiquiátrico del Doctor
Esquerdo, padecimiento que le truncó su
brillante carrera, casi toda ella, en las filas de
Guerrita, primo hermano suyo. El bachiller
González de Ribera dejó escrito sobre Antonio
María Bejarano: «El Pegote tuvo una gran
figura de picador, y fue muy elegante, no sólo
en su arte, sino como jinete. Su indumentaria
de plaza fue siempre lujosa y de buen gusto,
y fue de los primeros picadores que aceptaron
las reformas que en el traje de picar implantó
su compañero José Bayard y Cortés (Badila).
Picador duro y fornido, le castigaron mucho
los toros, más que con conmociones, de las
que tuvo muy escasas, con puntazos y
cornadas en los pies; él decía: «Mi pie derecho
es el Espartero de los picadores; está cosido
a cornadas.» A parte de ello, sufrió las
contusiones y magulladuras descontadas en
el tremendo oficio. Una de las mayores fue la
que le produjo en descomunal caída, en el
hombro, brazo y mano izquierdos, el toro que
llevó el nombre de Burraco, de don Eduardo
I Miura, de pelaje negro, lidiado en Madrid el
(16-05-1888).
Siguiendo la publicación «Dos siglos
de tauromaquia cordobesa (Siglos XVIII y
XIX)», publicado por el Área de Cultura del
Ayuntamiento de Córdoba, página nº 22., bajo
el título «El día que lloró Guerrita», dice
textualmente: «En febrero de 1887 y a modo
94 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
El PUERTO de SANTA MARÍA
Antonio Bejarano y Millán (Pegote).
95

Víctimas del toreo: Picadores
de ensayo para la alternativa, fijada ya para
el otoño, toreó Rafael Guerra Bejarano
(Guerrita) en Madrid una serie de novilladas,
en la que salieron con él como picadores
Francisco Parente (El Artillero), muy
conocido de dicha afición, y Antonio María
Bejarano y Millán, mozo fornido y de
arrogante presencia que comenzaba a picar
con habilidad y valentía y al que, indistintamente,
apodaban «Cono» o «Pegote.»
Amartelado con el primero de estos alias hizo
su debut en la Plaza de Toros de la Corte el
día (27-02-1887) –festejo en el que el toro,
de nombre Arriero, del duque de Veragua
XIV, le infirió un puntazo en el pie derecho-, y
a partir de la novillas del (12-03-1887)
adoptaría definitivamente el de Pegote.
Todo transcurría con normalidad a las
órdenes de Rafael Guerra, primo hermano
suyo, hasta que en 1892 el comportamiento
de Antonio María Bejarano comenzó a
preocupar a todos sus compañeros de
cuadrilla, situación que se vería agravada el
siguiente año, al extremo de que Guerrita, tras
actuar en la antigua Plaza de Logroño, el (22-
09-1893), hubo de aconsejarle su regreso a
Córdoba. Así lo hizo Pegote, pero a su paso
por Madrid, no se le ocurrió otra cosa que
Año - 2009
personarse en el Gobierno Civil para
denunciar al robo de unas alhajas del que –
según él- había sido víctima, suceso que sólo
existía en su ya trastornada mente (*). Y lo
peor fue que no quedó ahí la cosa, porque
aquella misma noche se echó a la calle
desnudo, portando en sus manos una lavativa
y provocando un gran escándalo, ya que
además de gritar y proferir insultos golpeaba
a cuanto transeúntes encontraba a su paso,
amén de algún guardia municipal que avisado
del alboroto acudió con intención de detenerle.
Gracias que coincidió pasar por allí su
compañero y amigo José Galea Jiménez,
banderillero gaditano enrolado en las filas de
Luis Mazzantini, que anteriormente había
pertenecido a las de su primo Rafael Bejarano
Carrasco (Torerito), quien, reconociéndole,
salió en su defensa y se lo llevó a la fonda
«La Gregoria» –asiduo cuartel general en
Madrid de las huestes de Guerrita-, donde al
fin pudo ser calmado.
Prácticamente todo estaba acabado
ya para el desventurado Pegote. Reducido en
el manicomio que en Carabanchel tenía el
doctor Esquerdo, y aunque pasara en
Córdoba cortas etapas cuando su lucidez era
más acorde, el (02-02-1899) fallecía en dicho
(*) Muchos han sido los diestros que, desgraciadamente, se vieron afectados por esa enfermedad
metal. Entre ellos recordamos a:
*Manuel Bastón, picador de toros, nacido en Sevilla, hacia el año 1850. Sus verdaderos
apellidos eran Bagstón y Jurado, pues, como Badila, era hijo de padre francés. Su primera profesión fue
de artista de bronce e hierro, siendo dibujante incrustador en la fábrica de Urquiza, de Sevilla, obteniendo
varios premios en certámenes y exposiciones. Toreando en Málaga, en 1876 sufrió una herida en la
cabeza, y desde entonces comenzaron a nublarse sus facultades mentales, hasta el extremo de
ingresar el año 1889 en el Hospital de dementes, de Sevilla, donde murió.
*Bernardo Ojeda Godoy, banderillero de toros, nacido en Jerez de la Frontera (Cádiz) el
(21-04-1844). Su primer oficio fue el de bordador de oro y plata; pero desde los doce años comenzó a
frecuentar capeas, dedicándose unos años más a la profesión taurina. La última cuadrilla en la que
trabajó la de Ángel Pastor. Atacado de enajenación mental, hubo de ser recluido en el manicomio de
Ciempozuelos, donde falleció.
*José Sevilla, picador de toros, nacido en Sevilla el año 1824, murió el (24-01-1871). En el
ruedo madrileño actuó casi todos los años, desde 1846 hasta 1870. Víctima de una enajenación
mental, puso fin a su vida el citado día, arrojánose al patio de la casa donde vivía en Madrid, en la calle
de la Paloma, quedando muerto en al acto.
*Miguel Almendro, banderillero de toros, nacido en Carmona (Sevilla) el (04-12-1859). En
1899 se había vuelto taciturno y agrio, comenzó a dar muestras de extravío mental. A consecuencia de
ello, quizá, se disparó un tiro de revólver en la sien derecha, que le privó de la vida.
96 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
1898:
58-45) Antonio Cabezas (el
Pajarero).
Junio:
Antonio Cabezas (el Pajarero),
picador madrileño, nacido hacia el año 1860,
falleció en un hospital de Madrid en junio de
1898, a los 38 años de edad, a consecuencia
de un tiro (* Véase Relación en lapágina 98) que
días antes le había des-cerrajado un borracho,
yendo por el paseo de las Acacias, sin que
hubiera mediado cuestión alguna, y sin que
el herido conociera al agresor..., pero algo
extraño propició lo ocurrido, aunque ya nunca
se sabrá. Comenzó a trabajar en novilladas
en la temporada de 1880 y el año 1885 en
las novilladas del Puente de Vallecas,
alternando en tanda en Madrid por primera
vez el (22-06-1887). El (01-06-1893), picó el
toro, de nombre Pandereto, negro, de la
ganadería española del duque Veragua XIV,
fue lidiado en Madrid el citado día y que tomó
seis varas, siendo el último que toreó Rafael
Molina (Lagartijo) en su despedida del toreo.
Ese toro, así como todos los de las cinco
corridas de despedida de Rafael Molina
(Lagartijo), fueron picados por José Arana
Molina (Agustín Molina) y, concretamente,
Pandereto, por Antonio Cabezas (el
Pajarero).
Fue un excelente picador de toros,
muy aficionado a la zarzuela, pero tenía tan
mala memoria para recordar los títulos de las
obras que veía representar, que las bautizaba
a su capricho, si bien en forma que se hacía
entender de los que le escuchaban. Así, por
El PUERTO de SANTA MARÍA
ejemplo, a La Mascota la llamaba La de los
pavos; a La Guerra santa, Batalla de rusos, y
a La tempestad, El Chaparrón. Cierta noche,
en el desaparecido y madrileño Café de
España, interpretaba el pianista una fantasía
de El anillo de hierro, la zarzuela del mallorquín
maestro Marqués, y al llegar al motivo
de la popular frase que dice: «Ven, Rodolfo,
ven, por Dios», exclamó el Pajarero. -¡Eso lo
canta una gachí que está mochales por un
tío con pasta, y la función se llama…, Don
Rodolfo el pecador!
1899:
59-46) Elías Rodríguez.
Febrero:
28:
Elías Rodríguez, picador de toros, del
que únicamente tenemos referencia de su
trágica muerte la tarde del (28-02-1899),
cuando actuaba como tal en la Plaza de Toros
de la ciudad de Buenos Aires (*), a consecuencia
de haber sufrido una tremenda caída,
y fuerte conmoción cerebral, de la que falleció,
alternando aquella tarde con José Vemoroso.
1901:
60-47) Manuel Navarro (Cabeza
de Dios).
Julio:
25:
Gavioto:
Manuel Navarro (Cabeza de Dios)
picador sevillano que por el año 1897 participó
en corridas de novillos en la Plaza de Toros
de
(*)4 Las corridas de toros, que se habían realizado desde 1619, convocaban por igual a ricos y pobres.
En 1791 el virrey Arredondo inauguró la pequeña plaza de toros de Monserrat (ubicada en la actual
manzana de 9 de julio y Belgrano) con una capacidad para unas dos mil personas. Pero como fue
quedando chica se demolió y se construyó una nueva plaza para 10.000 personas en el Retiro en la que
alguna vez supo torear Juan Lavalle.En la prolongación de las calles actuales Avenida Santa Fe y
Marcelo T. de Alvear, entre Florida y Maipú se construyó la segunda plaza de toros que tuvo Buenos
Aires. Era mucho más grande que la anterior y fue inaugurada el 14 de octubre de 1801. Era de forma
octogonal y estilo morisco con ladrillos a la vista. Esta plaza de toros fue escenario de una valiente
defensa por parte de las tropas españolas cuando los ingleses las asediaron durante horas en 1807. En
el año 1819 el gobernador de Buenos Aires, Juna Martín de Pueyrredón, ordena que se derribe la Plaza
de Toros. El (04-01-1822) se prohíben definitivamente.
97

Víctimas del toreo: Picadores
Año - 2009
(*) Relación Cronológica de los diestros que murieron de un tiro.
1) Francisco Míguez, picador de toros, nacido hacia el año 1827, hijo del célebre varilarguero
Sebastián, que el (22-06-1866), hallándose en una pastelería de la calle Toledo, fue herido por una bala
de las muchas que en aquellas jornadas revolucionarias se dispararon en Madrid. A consecuencia del
accidente murió al poco tiempo el buen piquero.
2) Juan Pastor, novillero sevillano que el (11-01-1881) murió de un disparo de pistola. Era
nieto de Juan Pastor (el Barbero). El día 13 se encontraba con unos amigos en una taberna de la calle
Tetuán. En una mesa próxima dos estudiantes examinaban imprudentemente una pistola. Sin advertirlo
se disparó el arma, hiriendo a Juan Pastor en el pecho tan certeramente que la muerte fue casi instantánea.
3) Francisco Piñero Gavira, novillero, nacido en Carmona (Sevilla) el(17-11-1873), falleció a
consecuencia de un tiro el (26-01-1898). En Madrid se hallaba en la madrugada del (20-01-1898) y
cuando se dirigía a su domicilio con varios amigos, en la calle del Príncipe, frente al teatro Español,
tuvo un altercado con un inspector de Policía que le salió al encuentro y sacando un revólver, le disparó
un tiro en el vientre que le llevó a la muerte.
4) Julián Aranguren, matador de novillos, natural de Bilbao, donde nació hacia el año 1881.
Con un grupo de muchachos aficionados marchó a San Fausto (Bilbao), dispuesto a torear los novillos
que habían de elegirse para lidiar el día de la romería del pueblecillo. Saltaron al ruedo los muchachos y
los aldeanos los golpearon con estacas y vergas. Huyeron sus amigos, y Julián, que sólo había sido
espectador, fue herido en una pierna de un tiro de escopeta cuando pretendía unirse a sus compañeros.
Hubo necesidad de amputarle el miembro herido y todas sus esperanzas se frustraron a los diecisiete
años de edad, en 1898.
5) Miguel Almendro, banderillero cuyo carácter se había vuelto taciturno y agrio, comenzó
a dar muestras de extravío mental. A consecuencia de ello, quizá, se disparó un tiro de revólver en la
sien derecha, que le privó de la vida, ocurriendo estefatídico hecho en 1899.
6) Manuel Cervera Prieto alternó coy Ernesto Carletón Bass el (19-08-1903) en el antiguo
coso de Chapultepec (ciudad de México, D. F.). Días después falleció Cervera a consecuencia de un
disparo de pistola por parte de Ernesto Carletón Bass, novillero norteamericano.
7) Blas Pedrinazi (Castelar), novillero sevillano. Hacia 1900 comenzó a torear, y no bastando
esta actividad, en la que no se mostraba excesivamente hábil, para ganarse la subsistencia, aceptó un
modesto empleo de vigilante de Consumos en Granada, que no fue incompatible con el primer oficio.
En 1904, y por cuestiones del empleo que desempeñaba, tuvo una disputa con uno de sus jefes, quien
en la reyerta le disparó un tiro que acabó con su vida.
8) Antonio Soriano (Maera chico), banderillero sevillano, que hallándose en México en la
temporada de 1910 paseaba el día 30 de diciembre con su amigo y paisano el picador Antonio Viñó (el
Inglés), al cual, sin darse cuenta, se le disparó la pistola, hiriendo mortalmente a Soriano en la sien
derecha. Hasta la autopsia de ley, fue enterrado en el cementerio español el (02-01-1911).
9) Juan de Castro (Niño de Ginés), novillero sevillano, que estando en la Línea de La
Concepción (Cádiz) tuvo un altercado, recibiendo un disparo de arma de fuego, que le causó la muerte
el (21-08-1913).
10) Ángel García de la Flor (Padilla), matador sevillano que estando Lima, ignorado y
oscuro, no pudo rehuir el trágico que sobre él parecía pesar, y se enamoró de una joven artesana. El
(17-12-1913), se encontraba con ella en la casa número 59 de la calle de Jacometrezo. El drama,
meditado en la ofuscación de su pasión, asesinato y suicidio, quedó reducido a dispararse un tiro en la
cabeza.
11) Juan Belmonte García, matador nacido en Sevilla el (14-04-1892), falleció el (08-04-
1962), a los 70 años de edad, pues decidió quitarse la vida de un tiro en su finca de Utrera (Sevilla).
12) Christian Montcouquiol (Nimeño II), matador nacido en Spire (Repúplica Federal de
Alemania) el (10-03-1954), falleció en 1991, cuando contaba 37 años de edad. El toro de miura, llamado
Pañolero, le dejó tetrapléjico el (10-09-1989) y decide quitarse la vida y se suicida el (25-11-1991), en
el garaje de su casa.
98 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
de Madrid, haciéndo a las órdenes de diversos
espaas. Al formar cuadrilla el matador Manuel
Jiménez (Chicuelo I), padre) le llevó consigo.
El (25-07-1901) tuvo la desgracia de sufrir un
batacazo, cayendo al albero y clavándose la
perilla de la silla de montar en el pecho, en la
Plaza de Toros de Córdoba, por un novillo,
llamado Gavioto, de González Nandin. En
una crónica, que no es de Cossío, se dice
que falleció el citado día.
1901:
61-48) Andrés Castaño Becerra
(Cigarrón).
Agosto:
17:
Naranjito:
Andrés Castaño Becerra (Cigarrón),
picador de toros, nacido en Jerez de la
Frontera (Cádiz) el (02-12-1863), según
partida de bautismo descubierta, y no en
Sevilla como se llegó a afirmar, y falleció el
(17-08-1901), a los 38 años de edad. El (15-
08-1901) se celebró en San Sebastián una
corrida de toros del Saltillo; al poner una vara
Cigarrón al toro, llamado Naranjito, cárdeno
oscuro, le dio éste una enorme caída
echándose el caballo encima, y se lesionó
tan gravemente con la perilla de la silla que le
sobrevino la peritonitis y murió el 17 de agosto
del año y en la ciudad expresados.
Fue Andrés un picador que no pasó
de mediano, aunque reunía condiciones para
haber sido mucho más. Tal vez le faltaron
ansias de perfeccionarse, de atender y
observar a quienes podían servirle de
modelos, y modestia para ver serenamente
lo que cada cual valía. Por humildes plazas
de Andalucía empezó a ejercitarse, y luego
ingresó en la cuadrilla de los Niños sevillanos
capitaneada por Faíco y Minuto. Se separó
de ésta para entrar en la del entonces
novillero Miguel Báez Quintero (Litri), y más
tarde, figuró hasta su muerte, junto a Emilio
Torres (Bombita). Se presentó en la Real
Maestranza de Caballería de Sevilla el (29-
El PUERTO de SANTA MARÍA
Andrés Castaño Becerra (Cigarrón).
09-1893), a la edad de 30 años, picando su
primer toro que se llamaba Cochinito y que
estoqueó Espartero. En Madrid apareció por
primera vez el (27-06-1894), día en que Emilio
Torres confirmó su alternativa, y no estuvo
muy afortunado en la pica. Continuó
trabajando en Madrid con Bombita, y salía de
sus faenas ni en pena ni en gloria.
¡Hasta con la cola matan! En el
«Anedoctario» de Cossío hemos encontrado
la nota siguiente: «El picador Andrés Castaño
(Cigarrón), de la cuadrilla de Emilio Torres
Reina (Bombita), murió, desgraciadamente
en la Plaza de Toros de San Sebastián a
consecuencia de una caída que le produjo
un toro del marqués del Saltillo, en el mes de
agosto de 1901, y cuando leía la noticia otro
torero se hallaba escuchando el también
picador Rafael Alonso (el Chato), quien al oír
que la muerte de su compañero la originó un
colapso, entendió que era un colazo, no
pudiendo dejar de hacer esta reflexión: -
¡Marditos toros! ¡Hasta con la cola matan!
99

Víctimas del toreo: Picadores
1901:
61-48) Ignacio Pulmariño
(Aristas).
Agosto:
26:
Ignacio Pulmariño (Aristas),
banderillero y picador de novillos, nacido en
1878, que en la Plaza de Toros de Madrid
actuó en alguna ocasiones los años de 1896
y siguientes. Poseía gran voluntad, pero no
le acompañaban mucho las facultades, por
lo que debió retirarse pronto de la lidia. Es lo
que dice Cossío. Sin embargo, otro cronista
dice que fue banderillero y que murió cuando
actuaba en la Plaza de Toros de Añoveros
del Tajo, a consecuencia de una cornada
mortal la tarde del (26-08-1901), cuando
contaba 23 años de edad. Por ello lo
relacionamos en las dos especialidades.
1903:
63-50) José Huerta (Brazo de
hierro).
Marzo:
08:
José Huerta (Brazo de hierro), picador
de novillo, nacido en Sevilla hacia el año 1874,
falleció el (08-03-1903), a los 29 años de
edad, debido a que actuando en la «Plaza
México», en la ciuda de México, D.F., fue
enganchado y corneado tras una caída,
falleciendo a poco de resultas del percance.
A las órdenes de diversos matadores de
novillos comenzó a torear a fines del siglo
XIX en la plaza de su ciudad natal y en otras
de Andalucía. Ponía una gran voluntad y
progresaba más cada día en su oficio, por lo
que se fijaron en él las miradas de los
aficionados, compañeros y empresarios. En
1902 marchó a México acompañando al
matador Joaquín Capa (Capita), y tanto en la
plaza de la ciudad de México (D. F.), como
en otras celebradas en los Estados
mexicanos, respondió lo que de él
lógicamente se esperaba.
Año - 2009
José Bayard y Cortés (Badila).
1906:
64-51) José Bayard y Cortés
(Badila).
Febrero:
28:
José Bayard y Cortés (Badila),
picador de toros, nacido en Tortosa
(Tarragona, España) el (19-03-1858) y falleció
el (28-02-1906), cuando contaba 48 años de
edad; día en que durante la mañana se le
encontró muerto en su domicilio de Madrid,
ubicado en la calle Silva, probablemente a
causa de una congestión cerebral, causada
por la acumulación de golpes en la cabeza.
La Prensa taurina no se extendió mucho al
dar la noticia. Hijo de padre francés y de
madre española, como sus apellidos indican.
Vivió, pues, solamente cuarenta y ochos
años.
Desde muy niño, en Madrid, aprendió
el oficio de tapicero, pero sus aficiones
indicaron un nuevo rumbo a su vida. Oyendo
las conversaciones taurinas sostenidas por
su padre y el picador Francisco Calderón
Díaz, que eran muy amigos, y visitando, con
un pariente militar que tenían, un cuartel en
cuyo corral había ganado caballar, su voca-
ción comenzó a insinuarse y por fin se
manifestó de un modo decidido el año 1870.
100 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
José Bayard y Cortés (Badila),
pareando a dos manos.
Estuvo en principio por orientar su
vida taurina como torero de a pie, pero su
afición al caballo le pudo más. No es de
extrañar, pues, que en el aprendizaje de
Badila figurara entre los toreros de a pie,
donde los novilleros que concurrían a plazas
de pueblos y lidiaban toros enormes y
resabiados que antes habían estado
capeados y hasta madrigados. No obstante,
cuando tiene ocasión, acudía a picar donde
fuera. Así, por primera vez, actuó en una
novillada en la Plaza de Toros de Madrid con
Ángel Pastor y Felipe García, y hecho curioso
fue que los dos toreros eran ya matadores
de toros con alternativa. Badila, en aquella
ocasión, sólo puso una sola vara a un toro de
Ángel Pastor, que fue la mejor de la tarde, al
lograr retener al toro con la puya sin que
tocara el caballo. Y fue, curiosamente, de los
que menos caballos le mataron los toros, y
más de un batacazo se llevó por defender la
vida de sus equinos.
Las novilladas le dieron trabajo,
consecuentemente, en la Plaza de Toros de
Madrid, y gracias a Salvador Sánchez
El PUERTO de SANTA MARÍA
Povedano, Frascuelo. Toreó casi a diario en
los meses de la temporada, figurando en la
cuadrilla de Ángel Pastor. Una veces, cuando
no acompañaba a Pastor, lo hacía por libre, y
formaba trío con Colitas y Agujeta, alternando
de ayuda de mozo de estoques, en la cuadrilla
de Frascuelo, fue el día (15-04-1877); al caer
éste herido por el toro Guindaleto que le
corneó gravemente, saltó al ruedo y apartando
ante los mismos cuernos del animal el cuerpo
del matador, evitó el peligro. Aquel gesto lo
agradeció tanto el maestro, que hizo cuanto
le fue posible para apartarlo de que cumpliera
con el servicio militar.
Recordemos que con trajes del
picador de Francisco Calderón Díaz, excesivamente
ancho para su cuerpo de adolescente,
empezó a ejercitarse con los toros,
demostrando una habilidad natural para el
manejo de los caballos -que Calderón llevó a
la perfección con sus enseñanzas y sus
consejos- y distinguiéndose por su valentía y
su elegante figura. Con el pretencioso y
frecuente apodo de Brazo de Hierro se
presentaba a picar en la cuadrilla de Gonzalo
Mora, que un día, en una reunión de toreros,
viendo a su joven picador triste y silencioso,
le dijo:
«Vamos, hombre, dí algo; estás ahí
tan callado que parece que te tragastes el
rabo de la Badila.» Hizo gracia la frase; sus
compañeros comenzaron a llamarlo,
bromeando, Badila, y por Badila, y no por el
otro apodo ha pasado a la historia del toreo.
En corrida formal actuó en la Plaza
de Toros de Madrid en la cuadrilla de Ángel
Pastor. El toro se llamaba Lucerito, de don
Antonio I Miura, al que puso cuatro varas,
siendo muy aplaudido. Contaba 20 años, pero
ya a los dieciséis era un consumado jinete y
un espabilado picador. Fueron los días (26-
01 y 02-02-1878), toreando en la cuadrilla de
Frascuelo de suplente. En el tercer toro, de
nombre Borreguito, de Murube, al picarlo y
sentirse el animal herido, le tiró un derrote
que del bandazo lo tiró del caballo y hubo de
pasar a la enfermería al darse con la cabeza
101

Víctimas del toreo: Picadores
en la barrera. Siempre que mencionaba a
Frascuelo y Calderón les decían «padre y
padrino», respectivamente.
En 1879 Badila sustituyó a Chuchi,
otro gran picador de la cuadrilla de Frascuelo,
que se encontraba lesionado. En 1880 formó
parte de la cuadrilla de Ángel Pastor, en la
que se encuentra con Agujetas, otro gran
picador con la destreza y arte parecidos a
Badila. Ambos formaron una pareja de
picadores de gran escuela, que se diferenciaban
de otros de primera fila por ser más
consecutivos y lo daban todo todas las tardes.
Con Pastor trabajó las temporadas de 1881,
82 y 83.
El día (05-06-1881), al salir para picar,
ambos picadores escucharon una atronadora
ovación, por la regularidad que llevaban en la
temporada. El (18-12-1881), en un festival
benéfico, Badila rejoneó una utrera de don
Juan Moreno, de Jerez de la Frontera, que
salió muy brava. La toreó a caballo con arte,
destreza y valor, echándose pie a tierra para
estoquearla. Con los trastos de matar se fue
hacia el animal, le dio naturales y derechazos
con pinturería y arrimándose. Se perfiló a
matar y entrándole bien, le dio un pinchazo
de más de media espada y la res le propinó
un batacazo. Se levantó, se fue hacia la
utrera, la cogió por los cuernos y la fijó al
suelo hasta que le dieron la puntilla. Demostró
su agilidad y sabiduría como rejoneador, de
picador que sabía torear y matar, y de pega a
la portuguesa. Recogió muchos aplausos, y
Frascuelo, que vio el espectáculo, le arrojó
una onza de oro.
Sobre aquella novillada benéfica existe
otra crónica que dice: «José Bayard y
Cortés (Badila) rejoneó y estoqueó un
becerro, de nombre Ramillete, en una
novillada benéfica celebrada el (18-12-1881).
El Toreo refirió así la faena: «Despejado el
ruedo de todos los utensilios escénicos, salió
el picador Badila, encargado de rejonear y
matar con estoque y muleta un becerro de
tres años de la ganadería de don Juan
Moreno, vecino de Arcos de la Frontera
Año - 2009
José Bayard y Cortés (Badila).
(Cádiz). El becerro era colorado, ojalado,
corniabierto y bastante bravo, por lo cual el
caballero en plaza pudo quebrar cuatro
rejones, dos de ellos bajos... Badila echó pie
a tierra, tomó los trastos de matar y pronunció
a gritos un largo brindis, comenzando su
faena con tanto arte como algunos y con más
102 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
valor que muchos. Cinco naturales, uno con
la derecha, uno alto, uno cambiando, dos de
pecho, un cambio y un pinchazo recibiendo y
sufriendo un batacazo. Cansado Badila de
esta faena, agarró al toro por los cuernos y lo
sujetó hasta que le dieron la puntilla. Hizo, en
una palabra, lo que llaman en Portugal pegar
por detrás, con la diferencia de que ejecutó
sólo la suerte. Ahora digan ustedes si un
diestro puede ser más general que Badila,
que rejonea, pica, mata y pega a la portuguesa.
El chico recogió muchos aplausos y una
onza de oro que le arrojó Frascuelo.»
Fue un hombre que le gustaba asistir
a los espectáculos culturales y así, al finalizar
la temporada de 1883 marchó con Luis
Mazzantini, novillero aún, a Montevideo,
siguiendo los impulsos de su afición a los
toreros correctos y elegantes. La prensa de
aquel país elogió por entonces a Badila en
estos términos: «El picador Badila. Llama la
atención a todos los concurrentes a nuestro
gran Teatro Solís ver a este valiente picador
que, sin faltar una noche, asiste elegantemente
vestido a todas las representaciones
El PUERTO de SANTA MARÍA
que allí tienen lugar. Fino en su trato, bien
educado, se entusiasma cuando habla de
Aramburu, Gayarre, Masini y demás artistas
líricos; y hablando particularmente con él la
otra noche nos decía que, después de los
toros, su pasión favorita era la música. Bien,
amigo Badila; es preciso hacer conocer que
entre los toreros hay de todo.»
Vuelto a España, en la Real
Maestranza de Caballería de Sevilla, escuchó
una soberbia ovación al picar al toro, de
nombre Azuceno, de don José Antonio Adalid,
sexto de la tarde con el que se doctoró Luis
Mazzantini. El diestro coincidió con José
Bayard en sus años de apogeo. En la calle
se sentía otro, vistiendo la indumentaria como
su jefe y alternando el traje de corte inglés
con la propia de picador, cosa que no admitieron
sus compañeros tales reformas. Se
hizo popularísimo al cantar zarzuelas en
teatros, como torero de a pie, rejoneador,
banderillero de a pie y a caballo, en algunas
ocasiones haciendo la pega a la portuguesa
e incluso hizo de torero cómico. Llevó el arte
a La Habana, que le dio prestigio igualmente.
José Bayard y Cortés (Badila) era también muy aficionado a poner banderillas.
103

Víctimas del toreo: Picadores
Año - 2009
José Bayard y Cortés (Badila) con diferente indumentaria de picador.
En 1886 y 87 pasó una mala racha,
especialmente por sufrir varios percances,
aunque no de mucho peligro. El más grave
fue el ocurrido en la Plaza de Toros de
Montevideo, el día (01-01-1890), al picar al
toro, de nombre Cigarrero, de don Eduardo
I Miura, que le propinó una caída del caballo,
dándose al caer contra las tablas y fue pisado
por el caballo junto al ojo, con conmoción
producida al darse en la cabeza con la perilla
de la silla de montar. Durante algunas horas
estuvo en peligro su vida. Sin embargo, once
días más tarde, volvió a actuar como si nada
hubiera pasado.
Nuevamente en España, procedente
de Montevideo, el (12-05-1890), en la corrida
de despedida de Frascuelo, picó Badila los
seis toros del duque de Veragua XIV que
componían la corrida. Al cuarto toro lo
banderilleó, después de brindar a su viejo
amigo y protector, escuchando muchos
aplausos. El 19 de abril de aquel mismo mes
y año intentó picar en París, y debió agradecer
al capote de Lagartijo que por suerte saliera
ileso de aquel inminente percance, porque le
dio un empujón el toro que le hizo tomar tierra.
Finalizada la temporada de 1890 se separó
de Mazzantini. Mientras tanto, él no para en
la innovación de la indumentaria de picador.
Llevó tales cambios o reformas hasta el punto
de implantar una funda de chapa de hierro
que cubriera la pierna del picador, que fue
bautizada con el nombre de mona, y
transformó la antigua calzona.
104 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
1906:
65-52) Francisco Baena (el
Chico).
Octubre:
14:
Rebolao:
Francisco Baena (el Chico), picador
de toros, nacido en Sevilla el (05-01-1876),
falleció en 1906, a los 30 años de edad.
Perteneció a las cuadrillas de Antonio Montes
Vico y de Faustino Posadas Carnerero. El
citado día 14 se celebró en la Real
Maestranza de Caballería de Sevilla una
novillada, y al colocar Baena una vara al
novillo, de nombre Rebolao, de don Jose
Antonio Adalid (*), sufrió una caida que le
produjo tan tremenda conmoción visceral,
que murió en pocos minutos, sin duda debido
a una intensa hemorragia interna.
1907:
66-53) Francisco Rubio
(Sargento).
Agosto:
18:
Francisco Rubio (Sargento), picador
en novilladas, que la tarde del día (25-08-
1901) salió a picar como tal en la Plaza de
Toros de Madrid y después no volvió a verse
su nombre en los carteles. Es cuanto nos
refiere don José María de Cossío. Sin
embargo, tenemos referencia de su trágica
(*) La ganadería de don José Antonio Adalid presentó sus toros por primera vez en la antigua Plaza de
Toros de la Corte el (10-05-1874) -cuatro meses antes de ser derrumbada- y el (19-04-1896). Procede
en parta la la ganadería de don José María Galache (Villavieja de Yeltes, Salamanca) –con divisa gris
y verde, señal: puerta y hoja de higuera, tiene antigüedad del (16-06-1904)-, procede de la de don Félix
Urcola, de Sevilla, que le compró a don José Antonio Adalid la mitad de la ganadería que éste había
adquirido a don Francisco Pacheco, el que, a su vez, la había comprado a las herederas de doña
Concepción y doña Teresa Núñez de Prado. Estas señoras la hubieron asimismo de heredar en 1880
de su padre don Ildefonso Núñez de Prado, quien la había comprado en 1865 a don José Arias Saavedra,
hijo político de don Juan Domínguez (el Barbero de Utrera), de pura casta Vistahermosa, a quien
antes había pertenecido la susodicha vacada, por compra a los señores herederos del conde de
Vistahermosa de una gran parte de su vacada originaria. Hasta aquí el historial es casi igual al de Arias
Reina y De Federico. Del señor Urcola pasó a don Francisco Molina, de éste a do Eduardo Pagés, y
éste, apenas unos meses en su poder, la vendió al señor José María Galache. Esta ganadería, de
origen inmejorable, debería haber producido mejor calidad de toros, pero quizá el trasplante de Andalucía
a Salamanca, el trasiego de unas a otras manos o el desacierto en la selección, le perjudicaron.
El PUERTO de SANTA MARÍA
muerte, acaecida en la Plaza de Toros de
Badajoz, la tarde del (18-08-1907), en que
actuando como tal en una nocillada, una res
le produjo una tremenda caída, a consecuencia
de la cual falleció, por lo que debió
trabajar desde la temporada de 1901 hasta
la de su muerte.
1909:
67-54) Miguel Bello.
Julio:
20:
Miguel Bello, picador de toros
mexicano, que logró alcanzar notable cartel
en los cosos de su país. En la corrida
celebrada en la Plaza de Toros de la ciudad
de México, D. F., recibió una cornada en el
vientre, propinada por un astado de la
ganadería de Piedras Negras, a cuyas
resultas falleció en la misma ciudad el (20-
07-1909).
1910:
68-55) Antonio Luque (Gordo).
Septiembre:
07:
Antonio Luque (Gordo), picador de
toros cordobés, hijo de Ricardo Luque
(Camará). Trabajó desde muy joven en
novilladas. Al fallecimiento de Juan Arana
Molina ingresó en la cuadrilla de su primo
Rafael González (Machaquito). Actuó como
105

Víctimas del toreo: Picadores
tal en la corrida en que alternaron Rafael
González Madrid (Machaquito) y José Claro
(Pepete III) alternaron en un mano a mano el
(07-09-1910), que se celebró una corrida en
Murcia con toros de don Fernando Parladé,
para los diestros citados y Pepete III, entró en
sustitución de Ricardo Torres Reina (Bombita
chico). Salió el primer toro y Machaquito lo
recibió con unas verónicas y una larga. El
picador Gordo sufrió una caída y cayó en los
mismos pitones; trató de recogerlo el toro y
Pepete hizo un quite grandioso, que remató
poniendo la montera en el testuz, y escuchó
la última ovación de su vida. En otra caída
del picador Majito, fue Pepete al quite
nuevamente, para salir el toro suelto y
derribarlo. El diestro se levantó echándose
las manos al vientre y gritando: ¡Cogerme,
que me muero! Entró en la enfermería
seguido de un reguero de sangre. La cornada
era mortal; estaba situada en la ingle derecha
y al reconocerle se le halló la femoral rota.
No era posible retener la sangre; se le
sacramentó. A las cinco y media de la tarde
dejó de existir, mientras en la plaza se
aplaudía la bravura de los toros y se hacía
presentarse al mayoral en el ruedo. ¡Así es la
vida!
1911:
69-56) Antonio Béjar (Cabañil).
Julio:
07:
Antonio Béjar (Cabañil), picador de
novillos. Actuó con Rafael Gómez Ortega
(Gallo) antes de tomar éste la alternativa, y al
dejar a Rafael, trabajó algún tiempo con los
espadas que solicitaron sus servicios.
Marcho a Montevideo en los primeros años
del siglo XX, toreando allí bastantes corridas.
En una de ellas un toro embolado le ocasionó
una caída peligrosa, recibiendo un golpe, tal
vez en la cabeza, que había de ser más tarde
la causa de su muerte. Regresó a España,
estableciéndose en Barcelona, teniendo que
ingresar en el Hospital de la Santa Cruz en
vista de que se empeoraba su dolencia,
Año - 2009
falleciendo el (07-07-1911). Cabañil fue un
picador voluntarioso, que montaba bastante
bien y manejaba la vara con soltura.
1912:
70-57) Rafael Mateo (Pica).
Agosto:
01:
Rafael Mateo (Pica), picador de
toros, hermano de Manuel, natural de Sevilla,
que perteneció a las cuadrillas de Antonio
Segura (Segurita) y Manuel Mejías
(Bienvenida). El año 1911, en las corridas
de la feria de Santiago, en la Plaza de Toros
de Santander, sufrió una caída, a consecuencia
de la cual falleció inesperadamente
en Cartagena el (01-08-1912). Fue un piquero
de aventajada estatura y gran corpulencia.
1913:
71-58) Antonio Gutiérrez
Medina.
Abril:
27:
Antonio Gutiérrez Medina, picador,
nacido en Alcalá de Guadaira (Sevilla), hacia
el año 1880, falleció el (27-04-1913), a los 33
años de edad, a consecuencia de una caída.
En la Plaza de Toros de Cartagena trabajaron
el citado día 27, sufriendo Antonio una gran
caída, que interesó el vientre, ocasionada por
un toro de Páez, a la que no concedió mucha
importancia, picando los demás toros de la
corrida. Alternaron aquella tarde cartagenera
los diestros Joselito el Gallo, Manuel Mejía
(Bienvenida) y Paco Madrid, Al emprender el
viaje de vuelta con los demás miembros de
la cuadrilla, sintió Antonio fuertes dolores en
el vientre, teniendo que bajarse en Murcia,
ciudad donde dejó de existir el mismo día a
consecuencia de una peritonitis traumática,
motivada por habérsele clavado en la caída
la perilla de la silla. Empezó toreando en
cuadrillas de novilleros, entre ellas en la de
Algabeño, hasta que se hizo picador. Pasó
106 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
después a depender de otros varios
matadores de toros y de novillos, entrando
más tarde a ocupar el cargo de conocedor
en la vacada de don José Carvajal, de
Zalamea la Real (Huelva). El año 1904 volvió
a la lidia, haciéndolo en novilladas de la Real
Mestranza de Caballería de Sevilla, entrando
en la cuadrilla de Moreno de Alcalá y presentándose
con él en Madrid el (21-10-1906).
Gustó Antonio por los voluntarioso y valiente
de su labor. Pasó a depender al poco tiempo
de José Claro (Pepete), haciéndolo también
con otros matadores de alternativa. Al tomar
la suya Joselito, sabiendo los méritos de
Gutiérrez, lo llevó consigo.
1913:
72-59) Salvador Angosto
(Loquillo).
Septiembre:
08:
Bonito:
Salvador Angosto (Loquillo), picador
de toros que el (08-09-1913) cayó muerto en
la Plaza de Toros de Murcia. Había nacido en
Cartagena (Murcia), y trabajó casi siempre
en plazas de la región murciana. Se le
conocía poco por ese motivo. El citado día
actuó como reserva en la Plaza de Toros
citada. Se lidiaron toros de doña Celsa
Fontfrede, por las cuadrillas de Rafael
González Madrid (Machaquito), José Gómez
(Gallito) y Luis Freg. Salió el cuarto toro, de
nombre Bonito, y al ponerle una vara nuestro
picador fue derribado y cayó al descubierto,
recibiendo una cornada mortal en el pecho.
Se le recogió de la arena ya exánime.
1913:
73-60) Bautista Santoja Barón
(Artillero).
Septiembre:
09:
Bautista Santoja Barón, picador de
toros, natural de Bocairente (Valencia), donde
nació el (18-02-1878), faleciendo en 1913,
El PUERTO de SANTA MARÍA
cuando contaba 35 años de edad, El (09-09-
1913) picó en la Plaza de Toros de Albacete,
y al poner una vara al primer toro, del duque
de Veragua XV, fue derribado y se lastimó el
vientre con la perilla de la montura. Se retiró
a la enfermería conmocionado, y el (10-09-
1913) dejó de existir el joven picador, que, en
el breve tiempo que ejerció su dura profesión
taurina, cumplió su labor notablemente.
Protegido por el famoso matador Rafael
González (Machaquito), que le recomendó a
la empresa de la plaza mexicana de El Toreo
de la Condesa (ciudad de México, D. F.),
marchó allá contratado para la temporada de
1910-1911, durante la cual dio pruebas de
ser un piquero voluntarioso, artístico y bravo.
En 1911 se dio a conocer en España, y toreó
en las novilladas madrileñas, y en corridas
de toros celebradas por provincias, agregado
a la cuadrilla de Mancheguito. Al finalizar la
temporada citada, ingresó en la cuadrilla de
Vicente Pastor para ocupar la vacante que
dejara Pedro Navarrete (Cantarito.
1913:
74-61) Miguel Cerezo Vargas
(Pescadero).
Junio:
29:
Miguel Cerezo Vargas (Pescadero),
picador de novillos, natural de Málaga, que
apenas fue conocido fuera de su región. El
(29-06-1919), toreando en una novillada
ganado de Gamero Cívico (Goizueta
Hermanos), en la Plaza de Toros de su ciudad
natal, el novillo lidiado en tercer lugar le dio
un tumbo al infeliz picador, falleciendo a las
pocas horas.
1920:
75-62) Manuel Liñán
Contreras.
Junio:
28:
Manuel Liñán Contreras, picador
nacido en Sevilla el año 1884, falleció el (28-
107

Víctimas del toreo: Picadores
06-1920), a los 36 años de edad, a consecuencia
de una caída sufrida el día antes. Se
dedicó en 1907 a picador, toreó con alguna
frecuencia en la Plaza de Toros de Barcelona,
donde residía, pero sin salir de una actuación
oscura. El (27-06-1920), y en la capital
catalana, sufrió una caída y de resultas falleció
la noche de ese día.
1921:
76-63) José Granado (Veneno).
Marzo:
27:
Soriano:
José Granado (Veneno), picador de
toros malagueño, nacido en 1882, que el (25-
03-1921), a los 39 años de edad, sufrió una
cornada en la cara -en la región maxilar
izquierda-, trabajando en la Plaza de Madrid,
por las astas del toro, de nombre Soriano,
de don Rufino Moreno Santa María (*) y fue
tan grave que le ocasionó la muerte a las
cuarenta y ocho horas del suceso; es decir,
el (27-03-1921). Estuvo algún tiempo, antes
de iniciar su dura profesión, al servicio del
contratista de caballos de la Plaza de Toros
de Madrid, y en 1902 emprendió su arriesgado
oficio, trabajando por los circos de diversas
provincias españolas, presentándose en la
Plaza de Toros de la Corte en la temporada
de 1904, en calidad de picador de novillos, y
desde el primer momento se destacó por su
gran valor. Trabajó sin cuadrilla fija hasta que
Año - 2009
el matador Relampaguito lo incorporó a la
suya. En 1911 figuró en la Isisdoro Martí Flores,
y en la de 1912, en la de Paco Madrid. En
1915 ingresó en la cuadrilla de Juan Belmonte
García y con él permaneció algunos años.
Veneno fue de los picadores más
valientes y voluntariosos de su época. Salía
siempre al ruedo dispuesto a trabajar hasta
agotarse, y no reservaba en nada sus
energías natas, ni su valor, que muchas veces
rayó en impulsiva locura. Cogía la vara muy
corta y la impaciencia le hacía echar el
caballo sobre el toro. Cuando la mansedumbre
del astado retardada la ejecución
de la primera suerte, Veneno salía en busca
de él hasta los medios, y en muchas
ocasiones fue acometido y derribado, en
cualquier parte de la plaza, quedando
expuesto a enormes peligros por su carácter.
Hería con facilidad en todo lo alto; se volcaba
todo él sobre los morrillos y a fuerza de
práctica y ambición, llegó a ejecutar la suerte
de varas con verdadera emoción y gallardía,
ya que no con clasicismo.
1921:
77-64) Andrés Navarro Alquézar
(Decidido).
Mayo:
07:
Andrés Navarro Alquézar (Decidido),
picador de toros, nacido en Zaragoza el (30-
11-1870), falleció en 1920, cuando contaba
50 años de edad. Empezó a actuar como tal
(*) La ganadería de reses bravas de don Rufino Moreno Santa María (Sevilla), con divisa blanca
y morada, y señal: una brincada en cada oreja y muesca en la izquierda, tiene antigüedad del
(17-07-1875) y él presentó por primera vez sus toros en la plaza de Madrid el (24-06-1917). Fue
adquirida por su abuelo don José Moreno Santa María, a don Francisco Gallardo, que la hubo
de adquirir de don Carlos Conrado, y éste de don Rafael Laffitte. El origen es exactamente igual
que las de González Nandín y Pablo Romero. En 1923 los señores Moreno Santa María compraron
las mitad de sus reses a don Eduardo Campos Fuentes (la otra mitad la adquirió don Arcadio
Albarrán), procedentes de Campos Varela y de casta Vistahermosa. En 1948 se dividió la
ganadería entre don José y don Francisco Rufino Moreno Santamaría, correspondiendo al último
el hierro y divisa de la vacada. Fallecido en 1955, figuró después a nombre de sus hijos. Y a
nombre de don Francisco Rufino Martín, con domicilio social en Sevilla, conservando el mismo
hierro, divisa y señal, se siguieron corriendo los toros de esta antigua vacada, a partir de la
temporada de 1975.
108 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
en la Plaza de Toros de su ciudad natal el
año 1890, en novilladas y corridas de toros,
picando mucho porque cumplía bien y no tenía
otro interés que hacer su trabajo debidamente.
Matadores y novilleros solicitaron
su concurso cuando iban a torear en las
Plazass de Toros de su región, en Navarra y
el Midi francés. Trabajó sin cuadrilla fija hasta
la temporada de 1905; entonces ingresó en
la cuadrilla de Antonio Segura (Segurita). El
(15-10-1905), en la tercera corrida del Serial
Taurino de la Feria de Zaragoza de la Virgen
del Pilar, en la que tomó la alternativa Manuel
Mejías y Rapela (Bienvenda o «Papa Negro»).
Decidido mató de un contundente puyazo el
segundo toro, de don José María Benjumea.
Sobrevino la protesta consiguiente del público
y el picador fue detenido. Unos días después,
concre-tamente el (29-10-1905), picó en la
Plaza de Toros-Anfiteatro de Toulouse (*)
(Francia), en una novillada en la que actuaron
de matadores la Reverte, Segurita y Negrete;
un novillo de Carrero le dio una cornada en
una pierna, a consecuencia de la cual quedó
El PUERTO de SANTA MARÍA
inútil para el toreo y semejante percance
terminó adelantándole la muerte, acaecida el
(07-05-1921), cuando contaba 50 años de
edad.
1925:
78-65) Pedro Belmonte (Zurito
Chico).
Enero:
11:
Pedro Belmonte (Zurito Chico),
picador de toros asturiano, que empezó a
trabajar como tal, sin hacer nada de
importancia, en la temporada de 1908,
picando novilladas en la Plaza de Toros de
Madrid. En 1912 creció su entusiasmo y
consiguió hacerse solicitar mucho. En 1924
sufrió una caída, al parecer sin importancia,
en una de la corridas tradicionales de la Feria
de Valencia, y a poco le apareció un tumor en
la pierna izquierda; hubo necesidad de
amputársela, y a consecuencia de esta
operación falleció el (11-01-1925). Buen jinete,
(*) Desde Francia:
Victoria histórica. Rieumes (Haute Garonne).-
Tras una batalla legal de siete años, la Alianza para la Supresión de las Corridas de
Toros ha obtenido, finalmente, una victoria histórica frente a los aficionados de la ciudad de
Rieumes, cerca de Toulouse, en el departamento francés de la Haute Garonne.
Todo comenzó en 1999, cuando los taurinos organizaron en esta ciudad todo tipo de
corridas de toros en que se acosaba y dañaba al animal, aunque sin darle muerte. No se había
organizado ninguna corrida en Haute Garonne desde 1976, y la plaza de toros de Toulouse
había sido demolida en 1990. De acuerdo con estos hechos, y dado que en Francia únicamente
se permite la celebración de estos espectáculos si se acredita una «tradición local
ininterrumpida», la Alianza llevó el asunto a los Tribunales de Toulouse, a cuya competencia
territorial pertenece la ciudad de Rieumes, para demandar judicialmente a los organizadores.
Se aportó una encuesta para demostrar que la tauromaquia no era una tradición de los
habitantes de esa región (¡el 81% de los entrevistados convinieron en que las corridas de
toros no son parte de su cultura!).
Pero los taurinos lo intentaron de nuevo, y en 2001 organizaron una novillada que
terminó con banderillas de muerte al toro. Los animalistas, por su parte, no se rindieron, y la
Alianza también llevó el asunto a los Tribunales de Toulouse. El 9 de julio el Tribunal declaró
ilegales las corridas de toros en la zona. Sin embargo, 9 meses después el mismo Tribunal
falló en apelación exactamente lo contrario, y los taurinos ganaron.
Finalmente, el Tribunal Supremo de París falló en favor de los defensores de los
animales, anulando la sentencia de apelación y fijando un nuevo juicio en Burdeos.
De pronto los acontecimientos tomaron un giro inesperado: los organizadores de las
corridas renunciaron al juicio de Burdeos. En consecuencia, tuvieron que aceptar la ausencia
de una tradición taurina local ininterrumpida en la región de Toulouse.
109

Víctimas del toreo: Picadores
valiente y con mucha fuerza en el brazo, Zurito
Chico, si no representaba el ejemplar de
picador perfecto, tampoco se quedaba entre
los del montón. Trabajó en la cuadrilla de
Ignacio Sánchez Mejías.
1925:
79-66) Pedro García (Pedrito).
Agosto:
07:
Pedro García (Pedrito), picador de
toros malagueño, que falleció el (07-08-1925),
como conseuencia de los golpes que recibió
en la cabeza en la Plaza de Toros de
Manzanares (Ciudad Real). Comenzó a
practicar su oficio en Plazas de Toros, hacia
la temporada de 1909, en cuadrillas de
novilleros. En 1911 ingresó en la del matador
Paco Madrid. Posteriormente estuvo
agregado en la de Manuel García (Maera), con
quien toreó mucho, y en la de Manuel Jiménez
(Chicuelo I). No fue una gran figura con la vara,
pero cubrió con decoro su puesto.
1928:
80-67) Sebastián Ortuño
(Colorao).
Agosto:
12:
Sebastián Ortuño (Colorao), picador
en novilladas, nacido en Tecla (Murcia) en
1892, falleció en 1928, a los 37 años de edad.
En 1928 fue a Madrid, en cuya plaza picó
todas las novilladas que se celebraron hasta
el 12 de agosto. En esa tarde se lidiaban
astados de don José Pereira Palha Blanco,
trabajaba Colorao a las órdenes de Pedro
Montes. Durante la lidia del tercer toro fue
derribado al ponerle una vara, volviendo la res
sobre él al salir del quite que le hizo su jefe,
con tan mala fortuna que le infirió una
gravísima cornada en la axila derecha, que le
interesaba pleura y pulmón, a consecuencia
de la cual falleció el (17-08-1928) en el
Hospital Provincial. Pese a su larga práctica,
Año - 2009
no logró sobrepasar una modesta categoría.
Estuvo muchos años al servicio de la empresa
de caballos de la Plaza de Barcelona y en
este ruedo trabajó durante doce años, de
1916 a 1928. Fue muy popular y apreciado
por los aficionados barceloneses.
1928:
81-67) Alfonso Jiménez
(Lagartijo).
Septiembre:
23:
Alfonso Jiménez (Lagartijo), picador
de novillos, probablemente sevillano, que
toreó en las tradicionales novilladas
celebradas en la Real Maestranza de
Caballería en la temporada de 1911, falleciendo
el (23-09-1928) en la Plaza de Toros
de Écija (Sevilla), a consecuencia de un fuerte
batacazo seguida de la correspondiente
conmoción cerebral, por un toro de la
ganadería sevillana de Pablo Romero. A fines
de la temporada de 1911 se embarcó para
Montevideo, actuando en la mayoría de las
corridas allí celebradas aquel año. El (09-06-
1912), en una corrida celebrada en la Real
Maestranza de Caballería de Sevilla, en la que
actuaron entre otros diestros el malagueño
Francisco Madrid y Villatoro, el primer novillo
de los señores Hermanos Miura, le ocasionó
una caída al descubierto y haciendo por él
logró darle un derrote, produciéndole la
fractura de los dos huesos del antebrazo
izquierdo. Madrid y Villatoro cosechó a lo largo
de su vida profesional muchas ovaciones.
1931:
82-69) Joaquín Girado García
(Terremoto).
Agosto:
06:
Joaquín Girado García (Terremoto),
picador de toros, nacido en Córdoba el (04-
08-1887), falleció a consecuencia de una
tremenda caída la tarde del (06-08-1931), a
110 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
los 44 años de edad. Terremoto cumplió
siempre muy bien con sus obligaciones
como picador, sobre todo desde que se
incorporó a las cuadrillas de los diestros
hermanos Anlló. Fue hombre modesto,
apercibido del papel que tenía que
desempeñar fuera del ruedo, y no se salió
nunca de él, lo cual ya acusaba una
inteligencia clara; era simpático en su
conversación, con un acento cordobés puro
y cerrado.
De familia humilde, pasó su juventud
ejerciendo de jornalero. Parece que ya desde
entonces se le conocía por su apodo, pues
con su fuerza hercúlea arrollaba en todo y a
todos en los momentos que así lo requerían
los trabajos. Hizo el servicio militar en un
regimiento de Artillería, y al licenciarse tenía
ya el firme propósito de ser picador,
anhelando redimirse de las penurias que
llevaba consigo su primer oficio. Tampoco le
fue muy propicia la fortuna en sus comienzos
de picador, costándole grandes esfuerzos y
no poco tiempo lograr una situación regularmente
destacada. Se presentó a picar por
primera vez en Córdoba, como reserva, en
una novillada, el año 1910 y estuvo toreando
El PUERTO de SANTA MARÍA
hasta 1931. De reserva y agregado a las
cuadrillas de novilleros o modestos
matadores de toros pasó diez años (1910 a
1920). En 1920 consiguió que Ricardo Anlló
(Nacional) le diera un puesto fijo en su
cuadrilla, en la que permaneció hasta
principios de la temporada de 1924, que pasó
a la de Juan Anlló (Nacional II), en la que figuró
hasta la muerte de éste, acaecida al terminar
la temporada de 1925. En 1926 fue en la de
Braulio Lausín (Gitanillo). En las temporada
de 1927 y 1928, en la cuadrilla de Manuel del
Pozo (Rayito). Toreó mucho pero sin cuadrilla
fija, en los años siguientes, figurando en la
de Saturio Torón el poco tiempo que éste fue
matador de toros.
En una de las corridas de la tradicional
Feria de Valencia, del año 1931, sufrió un
fuerte porrazo contra la barrera. Le imposibilitó
el poder seguir toreando y se le trasladó a su
casa de Madrid, no dándole demasiada
importancia al percance, ni gravedad. Pero,
a consecuencia del citado golpe, falleció el
(06-08-1931). Durante el ejericio de su
profesión no había sufrido cornada ni puntazo
alguno, pero sí, más de una vez, fracturas y
dislocacion de articulaciones.
Los fuertes golpes producidos en la caídas han originado conmociones cerebrales,
muchas de ellas de consecuencias mortales.
111

Víctimas del toreo: Picadores
1933:
83-70) Antonio Calvo Marín
(Farnesio Chico).
Julio:
Antonio Calvo Marín (Farnesio Chico),
picador en novilladas, nacido en Madrid el
(27-04-1909), y falleció en los comienzos de
su carrera profesional, a consecuencia de un
porrazo sufrido contra la barrera, al derribarle
un novillo del ganadero don Celso Cruz del
Castillo, en la Plaza de Toros de Barcelona la
tarde del (07-05-1933), cuando contaba 24
años de edad. El infeliz Farnesio Chico falleció
en julio. Era sobrino del notable piquero
Farnesio, ya que era hijo de una hermana del
notable picador Antonio Marín (Farnesio).
1944:
84-71) Francisco Embi
(Chófer).
Agosto:
09:
Cicatero:
Francisco Embi (Chófer), picador de
novillos, nacido en Almería el (02-10-1890),
falleció el (09-08-1944) en la Plaza de Toros
de Málaga, cuando contaba 54 años de edad,
a consecuencia de la fractura de la columna
vertebral, que le causó el novillo, de nombre
Cicatero, de la ganadería del marqués de
Villamarta. Toreó algún tiempo a las órdenes
del novillero Pérez Soto, y suelto con bastante
frecuencia entre los años 1911 a 1944,
aproximadamente.
Consultado nuestros archivos
aparece otro diestro también fallecido con esa
edad. Se trata de Rafael Toboso del Pino,
novillero sevillano, nacido el (14-06-1890),
falleció el (12-09-1944), por lo que
probablemente recibió un fuerte golpe cuando
manejaba ganado bravo, una de cuyas reses
le produjo tan fuerte conmoción cerebral que
falleció a consecuencia de ello. Son hasta
ahora los dos únicos diestros de los que
tengamos noticias que murieron con 54 años.
Año - 2009
Una vara «a caballo levantado», de
Antonio Marín (Farnesio), tio carnal de
Antonio Calvo.
1945:
85-72) Cenobio Esparza.
Abril:
22:
Cenobio Esparza, picador de toros
mexicano, -posiblemente familiar de nuestro
amigo zacatecano del mismo apellido,
director de una importante emisora de radio
en la ciudad de Zacatecas-, nacido hacia el
año 1887, falleció el (22-04-1945). Vino a
España en la cuadrilla de Carlos Lombardini
y López, en la temporada de 1910, toreando
a sus órdenes en cuantas corridas tomaron
parte en los cosos de la Península Ibérica.
Cuando la citada cuadrilla se deshizo,
Esparza volvió a su país, donde continuó
trabajando con buen éxito muchas temporadas,
debido a sus buenas condiciones de
buen piquero.
El referido 22 de mayo, este veterano
picador, toreando como tal en la Plaza de
112 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
Toros de Orizaba (México), el cuarto toro de
la corrida, de la ganadería mexicana de don
Carlos Cuevas, le derribó, recibiendo un
fuerte golpe con la silla. No le dio importancia
al golpe -semejante despreocupación ha
sucedido lo mismo en numerosas ocasionesy
siguió picando, pero al terminar la corrida
comenzó a agravarse un fuerte dolor,
falleciendo a las doce de la noche del mismo
día, a consecuencia sin duda de un traumatismo
cráneo encefálico.
1945:
86-73) Teodoro Santos
(Zaragoza).
Mayo:
03:
Teodoro Santos (Zaragoza), picador
en novilladas, nacido en Zaragoza, del que
sólo tenemos la referencia de su trágica
muerte acaecida la tarde del (03-05-1945),
en la Monumental Plaza de Toros de
Barcelona, en la que un novillo del ex torero y
ganadero sevillano Manolo González, le
fracturó varias costillas, siendo muy probable
que alguna de ellas le lesionara tan seriamente
la pleura y el pulmón, que falleció a
consecuencia de ello. No sabemos la edad
que tenía al morir.
Desgraciamente, las astas de los
toros han visitado demasiadas veces las
áreas pulmonares. Históricamente, la primera
«visita» fue al famoso Pepe-Hillo. Desde
entonces se inició una relación que hasta
nuestros días se ha hecho muy larga en
nuestros archivos personales. Entre otros
diestros figuran:
*Manuel Montaño Muñoz, banderillero
sevillano, nacido hacia el año 1878,
falleció en la enfermería de la Real Maestranza
de Caballería de Sevilla el (17-07-1905), a
los 27 años de edad, día que se celebró en
dicha plaza una corrida de toros de don
Anastasio Martín; a poco de salir el primer
toro, de nombre Playero, persiguió al
banderillero Montaño; éste buscó el burla-
El PUERTO de SANTA MARÍA
dero, pero antes de lograr ocultar su cuerpo
fue alcanzado por un derrote del animal,
hundiéndole en el costado derecho casi todo
el pitón, destrozando en su camino la pleura
y los pulmones.
*Alfredo Sánchez Romero (Romerito
de Asturias), banderillero de novillos,
nacido en Oviedo (Asturias) hacia el año
1875, falleció en 1909, cuando contaba 24
años de edad. El (07-06-1909) se dio en la
antigua Plaza de Toros de El Toreo de la
Condesa (ciudad de México, D. F.), una
corrida con reses de la ganadería azteca de
San Diego de los Padres, actuando de
estoqueadores los diestros sevillanos
Antonio Ortiz (Morenito) y Joaquín Delgado
Vela, y el mexicano Jesús Tene. El segundo
toro le enganchó al pretender incorporarse,
corneándole sobre seguro en pleno pecho,
interesándole el pericardio, la pleura y los
pulmones. A pesar de la mortal cornada que
recibió, Romerito tuvo aún fuerzas para
levantarse y tirarse al callejón. Conducido a
la enfermería, vivió en ella veinticinco minutos.
No llegó a tener grandes facultades de torero,
pero sí era valiente, y por ello creía, sin duda,
ser invulnerable ante las astas de los toros,
animales que llegado el momento, nadie les
detiene y se cumple irremediablemente el
destino. Para librarse de las quintas o para
conquistar allende de los mares fama y
dinero, se embarcó para México, dedicándose
al principio a dependiente en un
comercio, oficio éste muy propio allá entre
asturianos, gallegos y santanderinos. Se
aficionó a torear, abandonando el mostrador
por los toros, empezando a poner banderillas
en 1897, a las órdenes de modestos
espadas, hasta que falleció.
*Antonio Ruiz (Reverte II), banderillero
y matador de novillos, nacido en Alcalá
del Río (Sevilla) el años 1900, falleció en 1928,
cuando contaba 28 años de edad. El (14-07-
1928), actuando como tal en la Plaza de
Toros madrileña de Tetuán de las Victorias,
un novillo de la ganadería de Zaballos le
infringido una cornada mortal, en una
113

Víctimas del toreo: Picadores
novillada nocturna. El ser paisano de Antonio
Reverte fue la causa de la adopción de su
apodo. Hacia 1906 empezó a darse a
conocer en capeas y tentaderos andaluces,
y en las tradicionales corridas de septiembre
de 1907, en la Feria de San Miguel se
presentó en la Real Maestranza de Caballería
de Sevilla, gustando por su extraordinaria
valentía. Banderilleaba muy bien al quiebro,
dejando llegar al toro de manera impresionante.
Le repitieron y logró nombradía. Así
se presentó en la Plaza de Toros de Madrid
el (25-07-1908), con ganado de don Manuel
Olea, y Pacomio Peribáñez y Juan Cecilio
Villanueva (Punteret) como compañeros.
Defraudó al público, si bien mostró su habilidad
y valor toreando con el capote al brazo y
banderilleando al quiebro. No volvió más a
Madrid. En Sevilla lo hizo el (23-05-1909). El
cuarto novillo, de don Eduardo I Miura, lo
enganchó e infirió una grave cornada que
interesó la pleura. Para don José María de
Cossío «no volvió, que sepamos, a torear».
Lo que debió ocurrir es que aquella lesión le
mantuvo varios años alejado de la profesión
y cuando volvió fue para morir.
Cerraremos por ahora la lista de casi
un centenar de diestros heridos y muertos
por la penetración de astas de toros en áreas
pulmonares, con un un mayoral y un matador
mexicano:
*José García Márquez, mayoral de
la ganadería de Diego Puerta, que anteriormente
había realizado tan función en la de
los Hermanos Peralta. Nacido el año 1908.
El (14-08-1967) fue corneado por el novillo,
llamado Quintenario, de la ganadería del
famoso espada sevillano, en la finca
«Romero Alta», al tratar de embarcarlo,
resultando con una cornada profunda a nivel
del sexto espacio intercostal, que interesó de
lleno el área pulmonar, con abundante e
incontenible hemorragia, que le ocasionó la
muerte al ser trasladado a un hospital de
Sevilla. El infortunado mayoral contaba
cincuenta y nueve años de edad.
Año - 2009
*Fabián Ruiz, matador de toros
mexicano que el (27-07-1969) sufrió una
gravísima cornada en el tórax, resultando con
el pulmón derecho atravesado, por el toro de
nombre Montañés, de la ganadería mexicana
de Reyes Huertas, en la Plaza Monumental
de Tijuana.
1949:
87-74) Francisco de la Haba
Torreras (Zurito).
Noviembre
11
Francisco de la Haba Torreras
(Zurito), picador de toros, nacido en Córdoba
el (05-10-1905), fallecido el (11-11-1949), a
los 44 años de edad. Era hijo del famoso
piquero Manuel de la Haba (Zurito), primero
que ostentó dicho apodo y hermano de
Antonio, el matador, y de José, también
picador. Francisco era ya un varilarguero
notable, cuando el (02-07-1939), toreando en
la Real Maestranza de caballería de Sevilla,
resultó tan gravemente conmocionado por
una caída, que dicho percance puede decirse
que fue la causa de su muerte, pues desde
aquel día estuvo diez años enfermo, sin duda
con la presión sanguínea elevada (tres de
ellos postrado en una cama), hasta que dejó
de existir.
Manuel de la Haba (Zurito), padre de
Francisco.
114 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
1956:
88-75) Valerio Marino Martínez
(El Tigre).
Abril:
16:
Valerio Merino Martínez (el Tigre),
picador de toros, nacido en Córdoba (20-08-
1927), falleció el (16-05-1956), cuando
contaba 29 años de edad. Un día antes de la
última fecha citada toreaba como tal en la
Plaza de Toros de Los Tejares, de su ciudad
natal, alternando con Manuel Ávila, Trianero y
Manuel Cadena Torres, cuando un toro de la
ganadería de don Fermín Díaz le propinó tan
fuerte caída que al dar de cabeza en el suelo
le fracturó la base del cráneo, lesiones de las
que falleció en el Hospital de aquella ciudad a
las once de la noche del día 16. Fue al principio
en la fábrica de Electricidad y desde ese oficio
intentó orientar su vida como varilarguero
para poder sacar adelante a la familia que
tenía a su cargo. Se le presentó la ocasión el
El PUERTO de SANTA MARÍA
Plaza de Toros de Los Tejares.
citado día 15 de abril para lidiar novillos de la
vacada señalada. Durante la lidia del tercer
novillo cayó el Tigre al descubierto y ya se
citó la desgracia mortal sufrida.
1967:
89-76) José García Borrero.
Agosto:
17:
José García Borrero, picador de toros,
nacido en Aznalcóllar (Sevilla) el (19-01-1940),
falleció el (17-08-1967), cuando contaba 27
años de edad. Fue hijo de José García
Márquez, mayoral de las ganaderías de Flores
Tassara, Hermanos Peralta y Diego Puerta,
falleciendo en esta última ganadería por
cornada de un toro el citado día 17. Comenzó
a actuar como picador el mismo año en que
falleció su padre y en la temporada de 1970
ingresó en la cuadrilla de José Luis Parada,
con el que permaneció hasta 1974, para pasar
en la de 1975 a la de Curro Romero, con el
estuvo hasta su retirada.
115

Víctimas del toreo: Picadores
1967:
90-77) Manuel Silvestre Gómez
(Salitas).
Diciembre:
04:
Manuel Silvestre Gómez (Salitas),
picador de toros, nacido en los Palacios
(Sevilla) el (20-11-1915), falleció en 1967,
cuando le faltaban dos meses para cumplir
52 años de edad. La tarde del (03-09-1967),
toreando como tal en la Plaza de Toros de
Barcelona, un toro de los Herederos de don
Manuel Arranz le propinó tal golpetazo en una
caída, que falleció a consecuencia de ello,
víctima de una conmoción cerebral dos
meses después. Pero la realidad fue que al
principio no le dio importancia al golpe recibido
e incluso el correspondiente parte facultativo
decía únicamente que se trataba de «contusiones
en el muslo izquierdo y erosiones de
pronóstico leve.»
Sin embargo, como leímos, su estado
empeoró y fue hospitalizado en el Sanatorio
de Torero de Madrid, del que salió aparentemente
curado, para trasladarse a su natal
Los Palacios, donde falleció el (04-12-1967),
dos meses después de aquella caída, aparentemente
sin importancia, de la que no se
hacía mención en las crónicas de aquella
Año - 2009
corrida, en la que tomó, por cierto, la alternativa
Patón. Aquella tarde, pues, alternaron los
diestros Antonio Borrero (Chamaco), Patón y
Francisco Rivera (Paquirri). Hijo de un
mayoral de la ganadería de los Herederos de
Murube, el ambiente en que se crió labró su
destino taurino, haciendo su aprendizaje en
las operaciones de tienta de la citada
ganadería.
Empezó a picar en 1939, haciéndolo
a las órdenes de Miguel del Pino y de Manuel
Navarro, para pertenecer posteriormente a la
cuadrilla de Pepe Dominguín y, finalmente,
ingresó en las de Antonio Ordóñez y de Luis
Miguel González Lucas (Luis Miguel
Dominguín). Fue un picador excelente y de
eficacia sobresaliente.
1973:
91-78) Agustín Alonso Sanjosé.
Agustín Alonso Sanjosé, picador, del
que no sabemos si era de toros o de novillos,
del sólo tenemos referencia cierta de que
falleció en la dehesa brava del ganadero don
Eugenio Ortega, en Aranjuez (Madrid), en
1973; sin duda cuando ejercía como picador
en una tienta, en la que una res de las
tentadas le debió dar un fuerte tumbo, a
consecuencia del cual falleció, ante el
asombro de todos los presentes.
Picadores que murieron en Plazas de Toros de El Puerto
*Juan de Dios Martínez (Riñones), nacido en Córdoba, falleció en 1849, a los
29 años de edad. Recibió el infortunado picador tan tremendo batacazo que falleció
a consecuencia de él.
*Manuel Payán, nacido en Coria del Río (Sevilla) el (23-10-1819), falleció en
1849, a los 30 años de edad. El (24-06-1849), resultó cogido de muerte por el toro,
llamado General, del marqués de la Conquista, en la corrida celebrada y fue de tal
gravedad, que murió tres días después en un Hospital de El Puerto.
*Carlos Puerto Santo, picador de toros, nacido en Alicante el (04-12-1813),
falleció a los 39 años de edad y 22 de profesión, por asta del toro, llamado Medialuna,
de don Anastasio Martín a las cuatro y media de la tarde del (29-06-1852), por cogida
sufrida el (24-06-1852), en la Plaza de Toros de madera -en la que se construyó tras
ser derribada la que estuvo en funciones hasta 1842-, de El Puerto de Santa María;
tras haber trabajado como varilarguero 22 años.
116 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
El PUERTO de SANTA MARÍA
¡Vaya por ustedes! (La Lidia 02-07-1892).
117

Víctimas del toreo: Picadores
Relación Cronológica de los Diestros que
Fallecieron por Conmoción Cerebral.
(Rejoneadores, novilleros, picadores y banderilleros)
Año - 2009
e entre todos los diestros estudiados, que murieron como consecuencia de estar
D
trabajando cada uno en su respectiva especialidad, en la lidia de toros y en el desarrollo
de los tercios correspondientes, que fue un total 71, sufrieron conmoción cerebral y
fallecieron a consecuencia de ello. El total señalado está integrado por 10, Rejoneadores
-no tenemos referencia de la muerte por ese percance por matador de toros alguno-; 9,
Novilleros; 46, Picadores -más de la mitad del total de los fallecidos (77) por astas de
toros-; y 6, Banderilleros.
1) Juan Velasc o Velsaco, caballero rejoneador, fallecía en 1697 por asta de toro, al caer y
quedar al descubierto de una caída, y quedando conmocionado sobre la arena el astado le infringió una
cornada mortal.
2) Arcos, Conde de., torero y noble portugués, que protagonizó grandes hazañas en el arte
del rejoneo, actuando en fiestas reales de toros en Salvatierra, en 1750, tuvo la desgracia de caer al
albero y conmocionado, sufrió una terrible cornada que le dejó tendido en tierra.
3) Mariano Ceballos (el Indio), célebre rejoneador y matador de toros, nacido en Argentina
hacia el año 1750, de a pie y de a caballo, que el (08-07-1775), aparece toreando en la Plaza de Toros
de Pamplona, según consta en el Archivo Municipal de la capital de Navarra, «…capeó a caballo bien,
ensogó y montó un toro ensillado, y desde él picó otro y mató los dos bien: toreó y estoqueó a pie, pero
en esto es poco papel.» Vargas Ponces nos asegura en su inédita «Disertación» sobre las fiestas de
toros, que en la Plaza de Toros de Tudela (Navarra) murió –tal vez en 1780, por caída seguida de
conmoción cerebral- «el Indio que montaba los toros, a pesar de su conocimiento y valer.»
4) Salvador de Brito (Texugo), rejoneador portugués, que actuado en la corrida de inauguración
de la plaza del Convento de San Juan, de Setúbal, el (29-05-1841), al rejonear el primer toro le clavó un
rejón con maestría. Al clavar el segundo resbaló el caballo, precisamente en el lugar presentido. Volteó
el toro a caballo y caballero, sufriendo éste en la caída una conmoción cerebral que le produjo la
muerte.
5) Augusto Maradas, rejoneador portugués, muerto a unos meses de comenzar su profesión.
En septiembre de 1860, fue a torear a la Plaza de Toros de Nazareth (Portugal). Al picar el primer toro;
fue derribando a tierra caballo y caballero, que golpeó fuertemente en la cabeza el arzón de la silla,
abriéndose una gran brecha en el cráneo, que le causó la muerte en pocos momentos.
6) Antonio Mazada, rejoneador portugués, que en la temporada de 1867, toreando en la
Plaza de Toros de Nazareth, le derribó un toro, cayó conmocionado, hiriéndole sobre el suelo de forma
mortal.
7) Fernando de Oliveira, rejoneador portugués, que actuando el (12-05-1904), en la Plaza
de Toros de Campo Pequeño, el segundo toro, llamado Ferramenta, de pelaje retinto, bragado y
cornigacho, marcado con el número 39 pertenecía, a la ganadería del marqués de Castello Melhor: Al
tratar de colocar un segundo a tira, consintió demasiado al toro, que alcanzó su caballo, pero,
desgraciadamente, cayó el jinete debajo de éste y al intentar erguirse claramente conmocionado fue
alcanzado por el toro, quedándose inerte sobre el suelo Oliveira... cuando lo llevaron a la enfermería
tenía fracturada la base del cráneo, por lo que dejó de existir al llegar al Hospital San José, en Lisboa.
8) Salvador Guardiola Domínguez, ganadero de reses bravas y rejoneador, que falleció el
(21-08-1960). El citado día 21, en su octava actuación de aquella temporada, hizo el paseíllo en la
Plaza de Toros de Palma de Mallorca, en la que rejoneó una res de la ganadería de Muñoz Aguilar, que
derriba a la cabagadura, con tan mala fortuna que ésta cayó sobre el cuerpo del jinete. A pesarde lo
aparatoso de la caída no se piensa que la misma tenga consecuencias graves, pero sufrió fracturas
118 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
completas de los huesos frontal, parietal y temporal del la lado izquierdo, con intensa hemorragia
cerebral, lesiones que le ocasionaron la muerte.
9) José Joaquín Correia, rejoneador portugués, del que desconocemos la fecha de su
ncimiento, que trabajando como tal la tarde del (16-10-1966), en la Plaza de Toros de Campo Pequenho,
en Lisboa, en un festival a beneficio del Horfanato-Escuela de Santa Isabel, cayó del caballo y estando
ya en suelo el animal le pisó la cabeza, produciéndole tan grave lesión, que falleció antes de llegar al
hospital donde fue conducido.
10) Eduardo Funtanet, rejoneador que sufrió un percance gravísimo al caer del caballo, cuando
lidiaba al toro, llamado Recuerdo, de la ganadería mexicana de Cerro Viejo, en la «Plaza México», la
tarde del (16-03-1997), y la fuerte conmoción cerebral sufrida le provocó la muerte dos días después.
11-1) Gregorio Jiménez González (Espartero), matador de novillos, nacido en Priego
(Córdoba) el (25-05-1840), falleció el (23-08-1880), a los 40 años de edad. El día antes, 22, se celebró
en su pueblo una corrida de vacas, y al torear de capa a una de ellas fue cogido y arrojado contra la
puerta de los tendidos, falleciendo al día siguiente de conmoción cerebral.
12-2) Francisco García (Saladito), matador de novillos alicantino, nacido hacia el año 1858,
falleció en 1889, a los 31 años de edad, que en plazas de su región toreó con buena aceptación por los
años 1878 y siguientes, sobresaliendo especialmente con el estoque. Actuando en la de Alicante le
cogió un novillo, dándole tan fuerte golpe en la cabeza que en infeliz diestro murió a consecuencia de
él.
13-3) Francisco Verde (Tato de Toledo), matador de novillos, hermano de Antonio y como él,
nacido en Toledo hacia el año 1857, falleció en 1891, cuando contaba 34 años de edad. El (28-05-
1891) se encontraba como espectador en la Plaza de Toros de Toledo, ubicado entre barreras, cuando
un toro saltó al callejón, alcanzándole y causándole una herida profunda en el muslo derecho y conmoción
cerebral, tan graves que falleció a los pocos minutos de su ingreso en la enfermería de la plaza.
14-4) Juan Suárez (Caraprieta), matador de novillos peruano, cuyo nombre no es recogido
por don José María de Cossío, pero que contamos con la referencia de su trágica muerte acaecida en
Hasta ese momento todo está bien ¿Pero qué puede ocurrirle al picador
segundos después?
El PUERTO de SANTA MARÍA
119

Víctimas del toreo: Picadores
Año - 2009
Ante semejante «muralla» los toros, por bravos que sean, no es de extrañar que
duden arremeter contra ella. El piquero de hoy difícilmente sufrirá conmociónes.
la Plaza de Toros peruana de Lima, por el toro, de nombre Candela, de la ganadería de El Olivar, que
bajo el peso de un pisotón, con conmoción intensa al fracturarle el cráneo, perdiendo a la vez un ojo,
cuando alternaba con El Bravo y Carbonero, la tarde del (15-02-1914).
15-5) Martín Echeandía (Chico de Basurto), novillero y banderillero vasco, por su apellido
nacido en la localidad de Basurto. El (09-06-1922), en Medina de Rioseco (Valladolid), un toro de
Villagodio le dio una cornada en la cabeza, con intensa conmoción y tras delicadísima operación,
perdió la razón, siendo traslado al Hospital de Valladolid, donde expiró el (04-07-1922).
16-6) Mariano López (Regional), matador de novillos, natural de Bilbao, donde nació el año
1907, falleció en 1931, a los 24 años de edad. Modesto espada que en una de sus escasas corridas,
la del (09-08-1931) en la Plaza de Toros de Tetuán de las Victorias (Madrid), le cogió un novillo de
Lerdean, recibiendo un fuerte golpe en la cabeza, de resultas del cual murió a los dos días.
17-7) Salvador García Mateo, matador de novillos, nacido en Borox (Toledo), el (14-06-
1896), falleció el (22-06-1940), a los 44 años de edad, cuando intervenía en las faenas de apartado de
una corrida de toros de don Domingo Ortega. y el caballo en que montaba fue derribado por uno de los
toros, con tan mala fortuna que el antiguo torero recibió un golpe en la cabeza, del que murió el día 22
siguiente en el Sanatorio de Santa Alicia, de Madrid.
18-8) Rafael Toboso del Pino, novillero sevillano, nacido el (14-06-1890), falleció el (12-09-
1944), cuando contaba 54 años de edad, después de haberse caído y producido una seria conmoción
cerebral, cuando manejaba ganado bravo.
19-9) Lucio López Morales (Morenito de Cuenca), matador de novillos, nacido Fuente de
Pedro Narro (Cuenca), el (14-05-1928), falleció en 1958, a los 30 años de edad. El (08-06-1958), al
torear una vaca brava en la dehesa de Carrascosilla, en Colmenar Viejo, resultó alcanzado por la res y
120 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
lanzado violentamente contra una pared, sufriendo la fractura de la base del cráneo, a consecuencias
de lo cual falleció al día siguiente.
20-1) Marcos Sanz, picador de toros que con su muerte por asta de toro se convirtió en el
primero de esa especialidad. Sin duda, como le ocurrió después a tantos otros, tras un batacazo,
seguido de conmoción cerebral, quedaron en el suelo al descubierto y frente al toro.
21-2) Bartolomé Carmona, picador de toros, nacido en Sevilla el (30-03-1756), falleció el (08-
07-1793), a los 37 años de edad, día en que se celebró por la mañana una corrida de seis toros, en la
Plaza de Toros de Madrid. Uno de los toros, después de la primera estocada, acometió al caballo en
que estaba Bartolomé Carmona, quien no huyó a la carrera como hubiera podido, y cogió al caballo de
manera que no tan sólo hirió a éste de muerte, sino que en la caída que dio Carmona le sucedió la
desgracia de recibir un golpe fuerte en la nuca, con la consiguiente conmoción cerebral, que de resultas
murió en breve rato., Lo mató Pedro Romero.
22-3) Diego Molina (Chamorro), picador de toros, nacido en La Algaba (Sevilla), hermano
también del varilarguero Juan Molina. En la primavera de 1795 fue contratado por la Real Maestranza de
Sevilla para intervenir en las corridas organizadas por dicha entidad aquel año. El 16 de abril se verificó
el tercer festejo y en él fue cogido Diego Molina, tras caer del caballo y sufrir fuerte conmoción cerebral,
muriendo a consecuencia de ello.
23-4) Juan Luis de Amisas Rodríguez -picador nacido en Sevilla el (07-02-1776), falleció en
1811, a los 35 años de edad, en la Plaza de Toros de Madrid el 13 de diciembre de dicho año, a causa
de la caída y consiguiente conmoción cerebral que sufrió el 28 de julio anterior. El (28-07-1811), séptima
de la temporada madrileña, sufrió Amisas una caída, producida por el toro, de nombre Escardillo, de la
ganadería de don Bernabé Águila, cuyas consecuencias comunicaba el corregidor al ministro del
Interior con estas palabras: «El picador Juan Amisas ha recibido fuerte golpe en la cabeza y está de
mucho cuidado.» A consecuencia de ese accidente murió el (13-12-1811).
24-5) Alejo Quintín (Pollollo), famoso picador de toros, nacido en Lima el año 1751, y murió
en 1817, por los golpes recibidos en la cabeza, en una corrida de toros, cuando contaba 66 años de
edad y tras unos 48 años de ejercer la profesión.
25-6) Ildefonso Pérez Navés, picador de toros, nacido en Jerez de la Frontera el (27-03-
1776), falleció en 1818, cuando contaba 42 años de edad. El (19-10-1818), en la décimo sexta corrida,
reemplazando al piquero Juan Díaz que se encontraba enfermo. Al dar un puyazo al sexto toro, de la
Picando «a caballo levantado», los riesgos de caerse aumentan considerablemente.
El PUERTO de SANTA MARÍA
121

Víctimas del toreo: Picadores
Año - 2009
ganadería de don Vicente Perdiguero, de Alcobendas, sufrió una caída y sin duda ligeramente
conmocionado, no pudo reaccionar a tiempo, y ya sobre el albero, arremetió el toro con mucha codicia,
corneando al caballo, echándolo por encima del piquero que, a consecuencia del golpe quedó totalmente
conmocionado, falleciendo el (07-11-1818), enterrándose de caridad al día siguiente. Debió ser mejor
jinete que picador, si bien comenzaba su carrera cuando tan funesto accidente vino a cortarla
bruscamente.
26-7) Don Pedro Yuste de la Torre (Puyana el Mayor), picador de toros, nacido en Arcos de
la Frontera (Cádiz) el (14-01-1776), falleció en 1824, cuando contaba 48 años de edad. Trabajando
como tal en la Plaza de Toros de Granada, una tarde de junio del último año citado, en una de las
tradicionales del Corpus granadino, sufrió al dar un puyazo una caída del caballo, recibiendo tan fuerte
golpe en la nuca, que tras unos segundo conmocionado, murió.
27-8) Alonso Pérez, picador de toros, de cuyo percance sabemos por una simple nota de
Prensa que, aunque sin fecha, dice: «El cuarto toro de la mañana, del presbítero D. Pedro Zapata, de
Arcos de la Frontera, a la salida del toril, estando el picador ubicado a diez u doce pasos de la misma,
propinó una caída, dando con la cabeza en el suelo y quedando sin sentido, para seguidamente echar
sangre por boca y nariz. Le llevaron a la enfermería, donde inmediatamente se le aplicó la Santa
Unción, y habiéndolo sangrado, se le llevó al Hospital, donde falleció, a las seis y dos minutos. Se
puede pensar que el citado accidente mortal sucedió hacia el año 1830.
28-9) José Orellana Hidalgo, picador de toros, nacido en Sevilla el (02-03-1770), falleció en
la Plaza de Toros de Madrid a consecuencia de una tremenda caída, con fuerte conmoción cerebral,
antes de la media noche de aquel mismo día, el (17-05-1830), a los 60 años de edad. Fue hijo de
Andrés y de María de la Soledad.
29-10) Diego Luna, picador de toros sevillano, nacido hacia 1787, falleció en un hospital de
Madrid varios días después, a consecuencia de un tremendo batacazo, con la consiguiente conmoción
cerebral, cuando contaba 43 años de edad. El (01-07-1830), siete años después de haber recibido la
alternativa en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, el (30-05-1823), se presentó en la Plaza de
Toros de Madrid, donde su nombre había llegado con rumores muy elogiosos, el anteriormente citado
día 1 de julio. En una vara, el quinto toro le volteó con todo y jamelgo y fue tan desgraciado el percance
que, retirado a la enfermería sin conocimiento, falleció seis días después.
30-11) Cristóbal Ortiz, célebre picador, nacido en Medina Sidonia (Cádiz) el (21-07-1750) y
fallecido el (28-08-1832), a los 82 años de edad. Fue a trabajar los días (25 y 27-08-1832) a la Plaza de
Toros de Almagro (Ciudad Real), y el segundo día citado, es decir, el (27-08-1832), rebibió tan fortísimo
golpe en la cabeza, seguido de inmediata conmoción cerebral, que falleció al día siguiente.
Esta vez, afortudamente, el picador quedó a salvo.
122 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
Ahora... están todos ante serios peligros, sobre todos el picador.
31-12) Francisco Sevilla (Troni), célebre picador de toros -hermano del también picador,
José– nacido en 1805 en la ciudad de la Giralda, precisamente el mismo año que el rey Carlos IV
prohibió en España las corridas de toros, y falleció el (27-10-1842), a los 37 años de edad, a causa de
las tremendas caídas y conmociones cerebrales sufridas, siendo la peor la que le produjo un toro de la
ganadería de los duques de Osuna XI y de Veragua XIII, por el toro, llamado Ventero.
32-13) Juan Mateos Castaño, picador de toros, nacido en Vejer de la Frontera (Cádiz) el (05-
03-1786), falleció en Cádiz el (26-09-1844), a consecuencia de una descomunal caída, conmoción
cerebral y diversas contusiones, cuando toreaba en la Plaza de Toros de madera de El Puerto de Santa
María, la tarde del (30-08-1944), a los 58 años de edad.
33-14) Juan de Dios Martínez (Riñones), picador de toros, nacido en Córdoba hacia el año
1820, falleció en 1849, a los 29 años de edad. Formó parte en la cuadrilla de su paisano José Rodríguez
(Pepete I), el primer Pepete de la Tauromaquia y murió dicho año en la Plaza de Toros de El Puerto de
Santa María. Recibió el infortunado piquero tan brutal batacazo, seguido de conmoción cerebral, que
falleció a consecuencia de él.
34-15) Antonio Navarrete (Triquiñuelas), picador de toros, nacido hacia 1825, falleció en
1859, a los 34 años de edad. La tarde del 11 de diciembre del último año citado, actuando en la Real
Maestranza de Caballería de Sevilla, un toro llamado Tabardillo le dio un fuerte batacazo que le
produjo una profunda conmoción cerebral, que le produjo la muerte.
35-16) Juan Martín García (Pelón, nieto), picador de toro, tercero de una famosa dinastía
taurina que tuvo sus comienzos en un Juan Martín que picó delante del antitaurino Felipe V. Nació en
Jerez de la Frontera (Cádiz), el (06-04-1823) y falleció en 1862, a los 39 años de edad. En las fiestas de
San Lorenzo, en Huesca, el (10-08-1862), al poner una vara al toro Caimán, colorado, de Pérez Laborda,
sufrió una caída al descubierto. Al intentar torpemente incorporarse, pues manifestaba claros síntomas
de conmoción, le acometió el astado y le clavó en una tetilla el asta, cuya punta salió por el cuello,
destruyendo todos los tejidos y órganos internos a su paso, llevándolo arrastrado unos instantes.
36-17) Manuel García y García, picador de toros, nacido en Puente Gonzalo, el (23-03-
1832), falleció el (15-08-1864), cuando contaba 32 años de edad. La tarde del citado día trabajó en
Victoria en una corrida. Salió el último toro, de nombre Manchego, retinto albardado; al prepararse
para ponerle una tercera vara Manuel García, se le coló suelto el bicho y le dio tan enorme caída que
murió en pocos minutos de un derrame cerebral.
El PUERTO de SANTA MARÍA
123

Víctimas del toreo: Picadores
Año - 2009
37-18) Martín Arias Algar (el Velonero), picador de toros, nacido en Lucena (Córdoba) el
(*15-08-1830), falleció el (21-04-1867), cuando contaba 37 años de edad. El citado día 21, toreando en
Zaragoza un toro, de nombre Pintado, de Cipriano Ferrer, de Pina de Ebro (Zaragoza) sufrió una tremenda
caída, dando con la cabeza tan fuerte golpe en el estribo de la barrera, que le causó la muerte.
38-19) José Fuentes y Rodríguez (El Pipi), picador de toros al que el astado de la ganadería
de don José Antonio Adalid, antes de don Joaquín José Barrero, que llevó el nombre de Corianito,
lidiado en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla el (05-04-1873), en la corrida inaugural de la
temporada sevillana, arremetió contra él y tras una caída al descubierto acompañada de un gran batacazo
y conmoción, clavándole un asta en el pecho. Por su altura al toro le llamaban en la dehesa: Sobretodos.
39-20) Patricio Briones Hernández (el Negri), picador de toros, nacido en Madrid el (16-10-
1839), falleció el (14-12-1879), a los 40 años de edad. El (06-09-1878), figurando el Negri en la cuadrilla
de Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo) como primer reserva, picó en Murcia el tercer toro de la
tarde, llamado Carabinero, del conde de la Patilla, que le dio una gran caída, con fuerte conmoción, de
resulta de la cual se vio impedido después, durante largo tiempo, para ejercer la profesión. En (12-12-
1879) se verificó una tienta de becerros de don Antonio Hernández. Patricio Briones, que actuaba de
ayudante, recibió un fuerte golpe de uno de los bichos, y reverdecido el mal que venía padeciendo
desde aquella caída por Carabinero, falleció en Madrid el citado día.
40-21) Juan González (Juaneca), picador de toros, nacido en Valladolid en 1850, cuyo nombre,
extrañamente, no figura en el Cossío, en cuya obra sólo aparece un diestro con ese apodo, pero se
trata de Juan Antonio Mondéjar; así que de nuestro biografiado sólo tenemos la referencia de su trágica
muerte, una tarde de la temporada de 1881, tras el fuerte golpe con conmoción cerebral, recibido en
una caída producida en la Plaza de Toros de Valladolid, por el toro, de nombre Negrito, procedente de
una ganadería salmantina, en una novillada, cuando el infortunado picador contaba 31 años de edad.
41-22) Manuel Calderón Díaz, nacido en Alcalá de Guadaira (Sevilla) el (02-10-1840), falleció
el (30-05-1891), a los 51 años de edad, debido a un tremendo golpe en la cabeza, seguido de conmoción
cerebral. Salió a picar en la cuadrilla de Lagartijo el (30-05-1891), abrió plaza en Aranjuez el toro,
llamado Lumbrero, retinto albardao -dijo La Lidia-, de mucho peso, buen mozo y bien colocado; uno
de los seis astados del duque de Veragua XIV, que debía lidiar y estoquear en solitario Rafael Molina
el Grande (Lagartijo). No fue muy voluntarioso, puesto que solamente aguantó cinco varas, pero de
gran poder en uno de Manuel Calderón, derribando a éste de latiguillo, y echándole encima todo el peso
Un batacazo de espalda y una pierna del picador bajo el caballo.
124 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
El picador derribado, conmocionado y a punto de ser corneado. El desconcierto
reinante aumenta los peligros para todos.
de la cabalgadura. Conmocionado por el golpe, el picador fue retirado a la enfermería, para morir al
siguiente día.
42-23) Francisco Anaya Hijosa (el Cangao), picador de toros madrileño, nacido el (04-10-
1841) y fallecido el (16-08-1891), a los 50 años de edad, como consecuencia de un tremendo batacazo,
seguido de intensa conmoción cerebral, de la que tiempo después falleció.
43-24) Lorenzo Conde (Arabe), picador de toros, nacido en Medina de Río Seco, que actuando
como tal en la Plaza de Toros de su ciudad natal, fue derribado por el tercer astado de la corrida, y al
caer se le clavó la perilla de la silla en el pecho, ocasionándole tan grave conmoción cerebral que
falleció al ser conducido desde la enfermería de la plaza al Hospital. Ello ocurrió el (24-06-1892), en la
tradicional Feria de San Juan.
44-25) Juan Benítez Llorente, picador de toros, nacido en Puerto Serrano (Cádiz) el (23-08-
1870), falleció el (11-06-1893), a los 23 años de edad. El citado día 11 se celebró en Málaga una corrida
de novillos de don José Orozco, en la que actuaron Gorete, Francisco Piñero (Gavira) y un apellidado
Caballero. Salió el cuarto toro, de nombre Condenado, y al ponerle una vara Benítez, que figuraba de
reserva, cayó derribado y sufrió un fuerte golpe en la cabeza. Conmocionado se le trasladó a a enfermería,
y cuando lo trasladaban a un hospital expiró en la camilla.
45-26) José Sevilla Mauricio, picador de toros, nacido en Madrid el (16-02-1864), hijo del
picador del mismo nombre y sobrino del famoso Francisco Sevilla (Troni), falleció el (14-04-1896),
cuando contaba 32 años de edad. El (12-04-1896) se celebró en el ruedo barcelonés una novillada con
reses de la marquesa viuda de Fuente el Sol, que salieron bravos y de mucho poder, para el Parro,
Dominguín y el Nene; salió el primer toro, y al colocarle una vara José Sevilla, fue violentamente
derribado y sufrió una intensa conmoción cerebral, que le causó la muerte a los dos días.
46-27) Antonio Bejarano y Millán (Pegote), que figuró en la cuadrilla de Rafael Guerra (Guerrita).
Pegote nació en Córdoba el (27-10-1863) y falleció en Madrid el (02-02-1899), a los 36 años de edad y
12 años de alternativa, debido a una demencia que muchos atribuyeron a la descomunal caída sufrida
en Madrid el (16-05-1888) y sobre todo, a la conmoción cerebral que sufrió en Valladolid el (17-09-
1896).
El PUERTO de SANTA MARÍA
125

Víctimas del toreo: Picadores
Año - 2009
Un quite «galleando» de Cúchares le salvó la vida a un picador en serios apuros.
Medio siglo después nuestros «Joselito» realizó muchos recortes «galleando.»
47-28) Elías Rodríguez, picador de toros, del que únicamente tenemos referencia de su
trágica muerte la tarde del (28-02-1899, cuando actuaba como tal en la Plaza de Toros de Buenos
Aires, a consecuencia de haber sufrido una tremenda caída acompañada de fuerte conmoción cerebral,
de la que falleció, alternando aquella tarde con José Vemoroso.
48-29) José Bayard y Cortés (Badila), picador de toros, nacido en Tortosa (Tarragona, España)
el (19-03-1858) y falleció el (28-02-1906), cuando contaba 48 años de edad; día en que durante la
mañana se le encontró muerto en su domicilio de Madrid, ubicado en la calle Silva, probablemente a
causa de una congestión cerebral, causada por la acumulación de golpes en la cabeza.
49-30) Francisco Ruubio (Sargento), picador en novilladas, que el (25-08-1901) salió a picar
como tal en la Plaza de de Toros de Madrid y después no volvió a verse su nombre. Es cuanto nos
refiere Cossío de su vida profesional. Sin embargo tenemos referencia de su trágica muerte, acaecida
en la Plaza de Toros de Badajoz, la tarde del (18-08-1907), en que actuando como tal en una novillada,
un astado le produjo una tremenda caída, a consecuencia de la cual falleció, por lo que debió trabajar
entre los años 1900 y 1907.
50-31) Antonio Luque (Gordo), picador de toros cordobés, que el (07-09-1910), en una corrida
en Murcia con toros de don Fernando Parladé, para los diestros citados y Pepete III, entró en sustitución
de Ricardo Torres Reina (Bombita chico). Salió el primer toro y Machaquito lo recibió con unas verónicas
y una larga. El picador Gordo sufrió una caída y conmocionado cayó en los mismos pitones; trató de
recogerlo el toro y Pepete hizo un quite grandioso, que remató poniendo la montera en el testuz, y
escuchó la última ovación de su vida.
51-32) Antonio Béjar (Cabañil), picador de novillos. Marcho a Montevideo en los primeros
años del siglo XX, toreando allí bastantes corridas. En una de ellas un toro embolado le ocasionó una
caída peligrosa, recibiendo un golpe, tal vez en la cabeza, que había de ser más tarde la causa de su
muerte. Regresó a España, estableciéndose en Barcelona, teniendo que ingresar en el Hospital de la
Santa Cruz en vista de que se empeoraba su dolencia, falleciendo el (07-07-1911).
52-33) Rafael Mateo (Pica), picador de toros, hermano de Manuel, natural de Sevilla, que
perteneció a las cuadrillas de Antonio Segura (Segurita) y Manuel Mejías (Bienvenida). El año 1911, en
las corridas de la feria de Santiago, en la Plaza de Toros de Santander, sufrió una caída, a consecuencia
de la cual falleció inesperadamente en Cartagena el (01-08-1912). Fue un piquero de aventajada estatura
y gran corpulencia.
126 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
53-34) Salvador Angosto (Loquillo), picador de toros que el (08-09-1913) cayó muerto en la
Plaza de Toros de Murcia. El citado día actuó como reserva en dicha plaza. Se lidiaron toros de doña
Celsa Fontfrede, por las cuadrillas de Rafael González Madrid (Machaquito), José Gómez (Gallito) y
Luis Freg. Salió el cuarto toro, de nombre Bonito, y al ponerle una vara nuestro picador fue derribado y
cayó ligeramente conmocionado al descubierto, recibiendo una cornada mortal en el pecho. Se le
recogió de la arena ya exánime.
54-35) Bautista Santoja Barón (Artillero), picador de toros, natural de Bocairente (Valencia),
donde nació el (18-02-1878), falleciendo 1913, cuando contaba 35 años de edad. El (09-09-1913) picó
en la Plaza de Toros de Albacete, y al poner una vara al primer toro, del duque de Veragua XV, fue
derribado y se lastimó el vientre con la perilla de la montura. Se retiró a la enfermería conmocionado, y
el (10-09-1913) dejó de existir.
55-36) Miguel Cerezo Vargas (Pescadero), picador de novillos, natural de Málaga, que apenas
fue conocido fuera de su región. El (29-06-1919), toreando en una novillada con ganado de Gamero
Cívico (Goizueta Hermanos), en la Plaza de Toros de Málaga, el novillo lidiado en tercer lugar le dio un
tumbo al infeliz picador, produciéndole una intensa conmoción, de la que falleció a las pocas horas.
56-37) Manuel Liñán Contreras, picador nacido en Sevilla el año 1884, falleció el (28-06-
1920), a los 36 años de edad, a consecuencia de una caída sufrida el día antes. El (27-06-1920), y en
la capital catalana, sufrió una caída de resultas de la cual falleció la noche de ese día.
57-38) Pedro García (Pedrito), picador de toros malagueño, que falleció el (07-08-1925),
como consecuencia de los golpes que recibió en la cabeza en la Plaza de Toros de Manzanares.
58-39) Alfonso Jiménez (Lagartijo), picador de novillos, probablemente sevillano, que toreó
en las novilladas celebradas en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla el año 1910, falleció el (23-
09-1928) en la Plaza de Toros de Écija a consecuencia de un fuerte batacazo y la correspondiente
conmoción cerebral, por un toro de Pablo Romero.
59-40) Joaquín Girado García (Terremoto), picador de toros, nacido en Córdoba el (04-08-
1887), falleció a consecuencia de una caida el (06-08-1931), a los 44 años de edad. En una de las
corridas de la tradicional Feria de Valencia, del año 1931, sufrió un fuerte porrazo contra la barrera. Le
imposibilitó seguir toreando y se le trasladó a su casa de Madrid, no dándole demasiada importancia al
percance, ni gravedad. Pero, a consecuencia del citado golpe, falleció el citado día 6.
Fue enganchado, sacado de su cabalgadura y corneado. La disposición de la
cornamenta facilitó el percance.
El PUERTO de SANTA MARÍA
127

Víctimas del toreo: Picadores
Año - 2009
De cabeza al callejón... es la consecuencia de picar «a caballo levantado.»
60-41) Antonio Calvo Marín (Farnesio chico), picador en novilladas, nacido en Madrid el (27-
04-1909), y fallecido en los comienzos de su profesión a consecuencia del porrazo sufrido contra la
barrera al derribarle un novillo del ganadero Celso Cruz del Castillo, en la Plaza de Toros de Barcelona
el (07-05-1933), a los 24 años de edad. El infeliz Farnesio chico falleció en el mes julio.
61-42) Cenobio Esparza, picador de toros mexicano, nacido hacia el año 1887, falleció en
1945. El (22-04-1945) este veterano varilarguero toreando como tal en la Plaza de Toros de Orizaba
(México), el cuarto toro de la corrida, de la ganadería mexicana d don Carlos Cuevas, le derribó,
recibiendo un fuerte golpe con la silla. No le dio importancia al mismo y siguió picando, pero al terminar
la corrida fue agravándose rápidamente y falleció a las doce de la noche del mismo día, a consecuencia
del traumatismo craneal sufrido.
62-43) Francisco de la Haba Torreras (Zurito), picador de toros, nacido en Córdoba el (05-
10-1905), fallecido el (11-11-1949), a los 44 años de edad. Cuando el (02-07-1939), toreando en la Real
Maestranza de caballería de Sevilla, resultó tan gravemente conmocionado por una caída, que dicho
percance puede decirse que fue la causa de su muerte, pues desde aquel día estuvo diez años enfermo,
sin duda con la presión sanguínea elevada (tres de ellos postrado en una cama), hasta que dejó de
existir.
63-44) Valerio Merino Martínez (el Tigre), picador de toros, nacido en Córdoba el (20-08-
1927), falleció el (16-04-1956), cuando contaba 29 años de edad. Un día antes de la última fecha citada
toreaba como tal en la Plaza de Toros Los Tejares, de su ciudad natal, alternando con Manuel Ávila,
Trianero y Manuel Cadena Torres, cuando un toro de la ganadería de don Fermín Díaz le propinó tan
fuerte caída que al dar de cabeza en el suelo le fracturó la base del cráneo; lesiones de las que falleció
en el Hospital de aquella ciudad a las once de la noche del día 16.
64-45) Manuel Silvestre Gómez (Salitas), picador de toros, nacido en los Palacios (Sevilla)
el (20-11-1915), falleció en 1967, cuando le faltaban dos meses para cumplir 52 años de edad. La tarde
del (03-09-1967), toreando como tal en la Plaza de Toros de Barcelona, un toro de los Herederos de don
Manuel Arranz le propinó tal golpetazo en una caída, que falleció a consecuencia de ello, víctima de
una conmoción cerebral, dos meses después. Pero la realidad fue que al principio no le dio importancia
al golpe recibido e incluso el correspondiente parte facultativo decía únicamente que se trataba de
«contusiones en el muslo izquierdo y erosiones de pronóstico leve.» Sin embargo, como leímos, su
estado empeoró y fue hospitalizado en el Sanatorio de Torero de Madrid, del que salió aparentemente
curado, para trasladarse a su natal Los Palacios, donde falleció el (04-12-1967), dos meses después
de aquella caída, aparentemente sin importancia, de la que no se hacía mención en las crónicas de
aquella corrida, en la que tomó, por cierto, la alternativa Paton.
128 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
65-46) Agustín Alonso Sanjosé, picador del que sólo contamos con la referencia de que
falleció en la finca de Eugenio Ortega, en Aranjuez, en 1973, sin duda cuando ejercía como picador en
una tienta, en la que un novillo le dio un tumbo que la causó la muerte. En 1939 fue reconstruida la
ganadería por don Andrés Giménez Garrudo. Después fue adquirida en 1946 por los señores hijos de
Eugenio Ortega hasta 1874.
66-1) Honorato Martí (Nora), banderillero de novillos, natural de Valencia, en cuya Plaza de
Toros trabajó el (23-05-1883) en una novillada. Perseguido durante la lidia por un toro del marqués del
Saltillo, al tratar de saltar el olivo fue enganchado y golpeado contra las tablas, resultando con la
fractura del dedo pulgar de la mano izquierda y una herida en la cabeza, con ligera conmoción
cerebral, que no pareció grave en un principio, pero que le causó la muerte el (04-06-1883).
67-2) Antonio Augusto, banderillero portugués, nacido hacia el año 1848, se dio a conocer el
año 1868 y toreaba como tal en 1880. Según noticias, hizo bien poca cosa, muriendo a consecuencia
de un fuerte bolazo en la cabeza con conmoción cerebral, que le propinó un toro en la Plaza de Cintra,
el día (29-06-1891), cuando contaba 43 años de edad.
68-3) Felipe Arago Lozano (Minuto), banderillero nacido en Ruzafa (Valencia) el (01-05-
1855), fecha precisada por Recortes en la breve biografía que publicó del diestro, falleció el (07-05-
1897), a los 42 años de edad. El (02-05-1897), en la plaza de Cobilhá (Beira Baixa) fue alcanzado por
un toro al hacer un quite al rejoneador Casimiro d´Almeida. Como en Madrid, en trance parecido, se
arrojó al suelo para evitar una cornada; el toro le pisoteó causándole varias lesiones y haciéndole
perder el conocimiento. Cinco días después, el citado día 7), falleció a consecuencia de aquella cogida.
69-4) Serafín Uria Matriz (Barbero), banderillero de novillos, nacido en Madrid el (10-07-
1890), falleció en 1916, cuando contaba 25 años de edad. Fue casi siempre un modesto subalterno que
actuaba en festejos modestos. El (23-09-1916) fue a Hoyos de Pinares, donde un novillo de Robles le
cogió, produciéndole diversas contusiones e intensa conmoción múltiple, de la que no pudo reaccionar
favorablemente, muriendo a las diez de la noche del citado día.
70-5) Martín Echeandía (Chico de Basurto), novillero y banderillero vasco, que el (09-06-
1922), en Medina de Rioseco (Valladolid), un toro de Villagodio le dio una cornada en la cabeza,
seguida de conmoción cerebral, y tras delicadísima operación, perdió la razón, siendo traslado al
Hospital de Valladolid, donde expiró el (04-07-1922).
71-6) Mariano García, banderillero en novilladas. Toreó poco tiempo, sin lograr sobrepasar la
más modesta esfera. El (02-10-1924), toreando en Belmonte del Tajo (Cuenca), a las órdenes del
novillero Chuli, el segundo bicho, de la ganadería de Llanos, le cogió al banderillearle, sufriendo la
fractura de ambas piernas por el fémur y conmoción cerebral, falleciendo al ser trasladado a Madrid.
Había que acabar con aquel espectáculo tan sangriento. La implantación del peto
entre los años 1928 a 1932, aportó la esperada solución.
El PUERTO de SANTA MARÍA
129

Víctimas del toreo: Picadores
Un quite arriesgado (La Lidia, 17-08-1896).
Año - 2009
130 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
El PUERTO de SANTA MARÍA
CUARTA PARTE
Las principales suertes de picar:
espués de cuanto llevamos
D
expuesto, creemos no estaría
de más relacionar las principales
suertes en cuya
ejecución fallecieron todos y
cada uno de los diestros citado, para así
completar en parte la presente publicación.
En realidad, la suerte de picar con vara larga
viene a ser, evolutivamente, una simple versión
popular del alanceamiento practicado
durante muchas centurias y, como aquel, la
manera de practicar el lance es única, bajo
todos los puntos de vista. Por ello, la
descripción más primitiva de la suerte de picar
conviene exactamente a la que en nuestro
tiempo pudiera hacerse. Sin embargo, han
variado circunstancias adjetivas, tanto en las
costumbre de los picadores y en su papel en
el ruedo, como en caracteres de la suerte
misma. Pero dichas variantes no constituyen
esencialmente suertes distintas, sino matices
de la misma suerte, obligadas por las
circunstancias en que se realizan. El hecho
de que las analicemos por separado no
quiere decir en modo alguno que las
consideremos sustancialmente diferentes,
Modo de huirle a los toros pegajosos.
Modo de esperar a los toros aplomados.
ajustándonos sencilla y llanamente a la
tradición constantes de una decena de
insignes tratadistas, fundada para ellos en
razones pedagógicas del método utilizado,
según las peculiares características de cada
toro.
Las principales suertes de picar ha
sido agrupada por los tratadistas en dos
bloques. En el primero aparecen las suertes
hstóricas, que se aglutinaban en una,
conocida como:
Picar «a toro levantado.»
Siguiendo a Cossío «es el de
levantado», el primer estado del toro en la
plaza, y así, la suerte de picar en ese
momento ha de adaptarse a la condición del
toro, que no resulta tan fácil discenir.
Ciertamente, puede considerarse que está
extinguida, puesto que ya en el Reglamento
de 1930 los picadores no han de salir al ruedo
hasta que el toro está corrido y hasta fijado.
Pero por ser la primera que describen los
tratadistas en su definición encontramos el
131

Víctimas del toreo: Picadores
mecanismo fundamental de la suerte. En ese
sentido, el célebre varilarguero y escritor
taurino don José Daza, fue el primero en
describirla, y él sirve de fuente, como en
tantos otros conceptos, a todos los preceptistas
posteriores e inmediatamente a
Pepe-Hillo, a quien los demás siguen con
pocas variantes en esta parte. «Ya que haya
tomado la garrocha (el varilarguero) elegirá
la primera surrte de nueve a doce pasos de
la puerta de toriles, tal y como puede verse
en la imagen a pie de esta página, y dos o
tres apartado del tablero. Pero si el caballo
se inquieta, tomará la suerte a más larga
distancia para mejorarla, si el caso lo pidiese.
Allí, bien sosegado y ceñido con caballo y silla,
procurará que al entrarle el toro lo encuentre
hecho una sola pieza, caballo, jinete y
garrocha, sin que salga ésta del hocico del
caballo nada más que unas tres cuartas, que
alargarla es deslucir la destreza y la suerte;
cuidando de ponerla al toro en el cerviguillo
para evitar la cantaleta que atre lo contrario.»
Año - 2009
A la salida el toro está listo para la suerte
de picar «a toro levantado.
En algunos kioscos de Sevilla se vendían
postales con el toro casi paralelo a las tablas
y en esa posición cercana a la salida del toro
de los toriles.
¡Ahí está el piquero!, a la izquierda de la salida de toriles, cumpliendo las
normas dictadas por la «Tauromaquia», de «Pepe-Hillo.»
132 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
Dentro de esa técnica, distingue Daza
dos maneras de practicar la suerte: «La
instrucción antecedente -aseveraba- sólo es
de provecho para los que aguardan a
herradura parada, pero no para los que pican
y salen huyendo... Los que no aguardan
necesitan echar más vara adelante para
defenderles (a los caballos) las ancas, que
hacen el intermedio más distante que el hecho
y la espalda desde la mano del jinete.»
El PUERTO de SANTA MARÍA
El picador citó al toro de costado y a
caballo levantado. Acaeció el lance en la
temporada de 1880.
Advierte Daza, también con su buen
juicio. que es yerro salir huyendo con el
caballo antes de tiempo, pues «hombre en
caballo parados en buen sitio y postura
cuadrada no cabe ponderar el poder que
tienen y pueden resistir; y, al contrario, si el
empuje del toro los coge en movimientos
atravesados ya fuera de sitio.» Toda la
doctrina de Daza, razonando las desventajas
de esta segunda manera de picar, son
dignísima de examen y atención; pueden
Picar «a toro levantado» presenta como primera consecuencia que el picador
termine catapultado al callejón. Litografía La Lidia (06-05-1895).
133

Víctimas del toreo: Picadores
resumirse en la frase del tratadista Vargas
Machuca, de que los que así hacen pasan el
caballo por delante de la cara del toro, en vez
de obligar al toro a pasar por delante de la del
toro, en vez de obligar al toro a pasar por
delante de la del caballo.
El toro en estado de levantado no es
probable que recargue, y así sucedía que a
la salida de la primera suerte de pica daba en
el compañero que la reiteraba; en ello
consistía el lucimiento en este momento de
la lidia. Pepe-Hillo resume esta doctrina y
añade prolijas explicaciones sobre las
precauciones que debe tomar el picador
según la especie de toro con que se las haya.
Francisco Montes en su Tauromaquia
sigue el mismo camino y creemos vale la
pena transcribir la observación con que da
comienzo el estudio de esta suerte: Es -dicela
primera que se hace en las plazas y
aunque sus proporciones son poco ventajosas,
tienen bastante buen resultado por la
particularidad de hacerla siempre al toro
cuando viene levantado, pues sabemos lo
sencillo que está en este caso.» Los
tratadistas siguientes nada nuevo añaden y
tan sólo se limitan a reproducir la doctrina
citada, que viene a ser general.
Año - 2009
Utilizando la lanza sí podían colocarse
los alanceadores frente a la puerta de
toriles, más no los picadores.
Picar «de frente.»
Se trata la primera suerte del segundo
grupo, que es lo mismo decir, de una
modalidad de las suertes de picar actuales.
Ajustándonos con rigor, esta suerte no es
distinta de la que describe Daza, la de picar a
toro levantado. Pero ella se verifica con el toro
en estado de «parado», y, por tanto, con
mayor recargo por parte del toro y
La suerte de «picar de frente.»
134 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
En la suerte de picar de frente éste cite
es un verdadero modelo.
correspondientemente mayor riesgo, prevención
y exigencia por parte del picador.
Pudiera pues, servir la descripción ya
transcrita, pero preferimos copiar la de Pepe-
Hillo, en sustancia coincidente, pero más
acomodada al tecnicismo actual y reproducida
por todos los tratados, según don José
María de Cossío. Es así:
«La suerte de picar de frente a caballo
se ejecuta situándose el piquero en la rectitud
del terreno que ocupa el toro, según puede
verse en las dos imágenes a pie de página; y
luego que éste parte y llega a jurisdicción le
pone la garrocha en el cerviguillo, y abre al
mismo tiempo el caballo por la izquierda; y
cargándose sobre el toro lo despide por la
cara del caballo o en línea paralela con él. De
No cumplir los obligados preceptos
propiciará siempre una cogida.
El PUERTO de SANTA MARÍA
... y en consecuencia, la reunión toropicador,
se produce en los terrenos que
marca el actual Reglamento.
semejante defición resulta que nunca le es
lícito al picador ni salirse antes de tiempo, ni
atravesarse en la suerte, ni dejar de ver llegar
al toro, y faltando a cualquiera de estos
preceptos, aunque tenga delante al más claro
y sencillo le ha de dar precisamente una
cogida.»
Pepe-Hillo, y después Montes, así
como todos los tratadistas, distingue
prolijamente las condiciones en que la suerte
se verifica, según la clase de toros de que se
trate. Pero los principios esenciales de
verificación de la suerte son siempre los
mismos. Tan sólo Montes distingue, y como
suerte nueva, la de picar al toro atravesado,
según puede verse en la imagen de la página
siguiente. Se recomienda para «los toros
aplomados cuando están en querencia.»
Claro es que el consagrar como recurso una
práctica viciosa tiene un carácter de
excepcionalidad, que el buen método impide
el concederle calificación de suerte distinta.
Las circunstancias de embestir el toro
con la deliberación que en todas las suertes
que se practican en estada de «toro parado»
o aplomado hacen que la suerte de picar de
frente tenga todos los riesgos que el embestir
con fijeza y el recargar traen consigo. Ello
califica precisamente su mérito, si bien
dificulta la consumación académica de la
suerte, aunque no el intentarla conforme a la
doctrina consagrada desde el tratado de Daza.
135

Víctimas del toreo: Picadores
Año - 2009
Una vara con el caballo «atravesado», en imagen lograda en la temporada de 1954,
en la Plaza de Toros de Jaén, antes de la normativa sobre las rayas de picadores.
En demasiados casos es difícil y
hasta imposible el despedir al toro por delante
del caballo, pero en ninguno el intentarlo,
aunque el resultado sea el que venza la
pujanza y codicia del toro, derribando al
picador, lance constantemente repetido.
Picar a caballo levantado.
El picar el toro en su rectitud a
herradura parada, tal y como lo reseña Daza,
es la suerte tradicional de la puya, y las
variantes que venimos estudiando de picar al
toro levantado o la suerte del señor Zahonero
no afectan el mecanismo del lance, sino al
momento de verificarle o al terreno en que se
practica. Sin que varie esencialmente su
realización, nos asegura Cossío, viene en las
preceptivas desde Montes, describiéndose la
suerte de picar a caballo levantado, que es
bien considerar con algún detenimiento. La
designación la usó ya don José Daza, aunque
no describe ni analiza la suerte. Su origen no
parece dudoso el que hubo de deberse a evitar
el inconveniente de arriesgar la vida de los
caballo, con los peligros y moleduras correspondientes
para el jinete, inherentes al resistir
con el caballo parado. En un principio debió
ser práctica viciosa para este fin la de sacar
el caballo antes de tiempo, pero ello mereció
censuras al gran picador y ha seguido mereciéndolas
a cuántos de la suerte de picar se
han ocupado.
La suerte de picar a caballo levantado
consiste, según la exacta descripción de
Francisco Montes Reina (Paquilo) en su
Tauromaquia: «...en dejar llegar al toro a la
vara, terciando un poco el caballo hacia la
izquierda, y conforme esté aquél en el centro,
en vez de despedirlo del encontronazo, dejarlo
seguir hacia el brazuelo del caballo, que en
este tiempo se habrá alzado de manos, y
echándose hacia la derecha buscando los
cuartos traseros del toro y saliendo con pies.»
Como se comprende por tal descripción,
que viene copiándose desde mediados
136 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
Suerte de varas actual, ejecutada «a caballo levantado», con verdadera ortodoxia,
en la forma y en los terrenos adecuados reglamentariamente.
del siglo XVIII, la finalidad de esta variante es
evitar el peligro de ser herido el caballo, y su
práctica más eficaz debió ser en la suerte al
toro levantado. «La cogida no puede jamás
verificarse en esta suerte, haciéndola a tiempo
-explica Montes-, pues cuando el toro esté
humillado para meterse debajo del caballos,
lo libra éste en virtud del movimiento que hace
sobre las piernas.»
Los tratadistas, unos tras otros, hasta
llegar a don José María de Cossío, no hacen
sino copiar y repetir lo muchas veces reseñado.
Todos concuerdan en que para «para
picar en la forma señalada es claro que lo
primero es preciso que el piquero disponga
de un caballo fuerte, seguro y muy bien
domado de la boca, además de una gran
destreza del jinete. Si esta última cualidad la
conservan aún, por fortuna, muchos
picadores, las referentes al caballo -Cossío
«duda que se den en algunos de los que salen
El PUERTO de SANTA MARÍA
a las plazas.» Volviendo nuevamente con
Montes, fue famoso practicándola Luis
Corchado, y asimismo cita a Pablo de la Cruz,
picador cuya biografía profesional es muy
poco conocida y del que apenas sabemos su
desgraciada muerte. Por las razones
expuestas, esta suerte, lo mismo que la de
«a toro levantado», pueden ya desde hace
mucho tiempo considerarse extinguidas.
La suerte del señor Zahonero.
Francisco Montes Reina (Paquiro),
nos cuenta Cossío, «hace mérito especial de
una manera de picar que estima como menos
violenta y que, sin embargo, no ha prevalecido.
Llámala suerte del señor Zahonero y don José
María de Cossío no tiene empacho en decir:
«he de confesar que toda mi diligencia no ha
137

Víctimas del toreo: Picadores
podido dar con dato alguno del profesional o
aficionado amigo de Montes, a quien si duda
designa ese apellido.»
Esta suerte se distingue por el terreno
en que se practica, y en ella se procura dar al
toro el máximo de facilidades para que salga
por el suyo, al par que toma el picador el de
las tablas. La posición del toro y el picador,
como puede verse en la imagen inferior, al
iniciarse la suerte, viene, pues, a ser la misma
que la diestro y el toro en la suerte natural de
matar a estoque, pero todo ello es bastante
relativo.
La descripción que de ella hace
Montes es la siguiente: «Para verificar esta
suerte se espera a que el toro esté en la
misma disposición que dijimos debía hallarse
para la verónica con la capa. Pero deberá ser
el costado derecho el que tenga el terreno de
adentro, para que cuando el diestro se ponga
en suerte, que dijimos será del mismo modo
que se debía poner el peón para esperar,
quede con la vara hacia el de fuera. Situados
así perfectamente en la rectitud como se dijo
para la capa, y guardando las distancias que
las extremidades del toro indique, se le cita, y
La suerte de pica «del señor Zahonero.»
Año - 2009
conforme llega a jurisdicción y humille, se le
pone la vara, se carga un poco el cuerpo sobre
el palo, y se mete el caballo en el terreno de
adentro, con lo cual el toro, que se haya
castigado y con su terreno franco y a la vista,
lo toma y sigue con pies, sin obligar a que el
diestro haga uso de los del caballo.»
Extensamente estudió Monte esta
suerte, según la condición del toro. Recomienda
el célebre matador su práctica, si bien
confiensa que no tiene noticias de que alguien
se haya propuesto verificarla. «No faltará
alguno que me diga que, a pesar de lo
ventajosa que parece la suerte, como que
todavía no se ha ejecutado, no podemos
asegurar que su éxito es cual suponemos, y
aún quizá se me acuse de haber comprometido
en cierto modo la vida del que intentara
practicarla, animado con la brillante perspectiva
con que la he pintado. Pero esta
objección carecería de fundamento; lo
primero, porque estando los principios
fundamentales de la suerte en perfecta
armonía con los ya conocidos como ciertos y
experimentados como seguros, o, por mejor
decir, siendo unos mismos, no puede menos
138 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
que corresponder la práctica con la teórica;
lo segundo, porque la experiencia ha confirmado
mil veces esta correspondencia.» Y
Cossío remata lo dicho por Montes señalando:
«No sé que la suerte del señor Zahonero se
haya adoptado con deliberación alguna vez.
Pero así como doy cuenta de suertes caducas,
es bien darla de ésta que pudiéramos
llamar nonnata y que, por otra parte, sin duda
por la autoridad de Montes, los más de los
tratadistas registran.»
La suerte del señor Atienza o
carioca.
Es la última de las cuatro suertes de
picar consideradas dentro del grupo de las
«actuales» y tiene todos los derechos para
ser estudiada, por haber sido el gran piquero
Miguel Atienza y Caro quien empezó a
practicarla; si bien es hoy costumbre viciosa
de todos los picadores. Tal suerte representa
la máxima heterodoxia en el picar los toros,
La suerte de pica «del señor Atienza», ocarioca.
El PUERTO de SANTA MARÍA
pues así como la del señor Zahonero buscaba
las mayores dificultades para despedir al toro
dejándole libre su terreno natural, la del señor
Atienza busca tapar al toro toda salida para
obligarle a empeñarse en la pugna contra el
caballo. Claro es que el tipo de toro que hoy
prevalece ha hecho posible este agobiante
para el toro modo de picar, pero es el caso
que hoy prepondera y no hay más remedio
que opinar sobre tal suerte y describirla como
la de frente o la de a caballo levantado.
Consiste, pues, en citar al toro como
en la suerte de frente, y una vez hecha la
reunión, cuando el toro cede pretendiendo huir
de la pelea, el picador afloja en su empuje
con la garrocha, pero sin acabar de soltarla
del toro y cuarteando el caballo hacia los
medios de la plaza. Envalentonado éste y
viendo que le cierran la salida, vuelve a cargar
sobre el caballo y el picador aprovecha para
castigar con más fuerza con la garrocha,
repitiendo la engañosa estrategia al toro
cuantas veces lo estime conveniente,
destrozando la fortaleza del toro sin miramiento
alguno. Cossío no dice que «no es
Ramón Atienza
Miguel Atienza
José Atienza
139

Víctimas del toreo: Picadores
dudoso que el grupo plástico del toro, caballo
y picador tiene belleza y energía, y el público,
seducido por ello, lo ha aplaudido y aplaude
muchas veces. Vale la pena, pues, de analizar
este sistema de picar haciendo una verdadera
«encerrona» al toro, antes de condenarle o
aplaudirle.
A juicio de Cossío, Atienza ideó
semejante ardir para los toros mansos que,
al sentir el hierro de la puya, se salían sueltos
de la suerte y sin haber recibido castigo
alguno. Pero, sin duda, encariñado con su
invento y alentado, por los aplausos del
público, no dudó en aplicar su «encierro
obligado», su «sometimiento cruel» a toda
clase de toros, y esto merece la más abierta
censura. Como recurso, eso sí, es perfecto.
Precisamente su eficacia radica en variar los
Año - 2009
términos del suerte, sentados como inexcusables
para los toros bravos. Natural parece
el que a los mansos se les pique obedeciendo
a reglas contrarias. Pero en los toros bravos
la carioca es inadmisible semejante heterodoxia
que, sobre valorizar un efectismo, destroza
a los toros, los «rompe» excesivamente,
pues les hiere cruelmente y, casi siempre, con
total impunidad.
Ha favorecido también la posibilidad
de este género de picar el uso de los petos,
que impiden el que el toro trabe al caballo con
los cuernos, estrellándose inútilmente contra
ellos. Afortunadamente, el público va reaccionando
contra tan cruel manera de picar, y
el aficionado inteligente, que debe aplaudirla
tan sólo como recurso, ha de censurarla
acerbadamente como costumbre.
¿Se suprimirá la suerte de varas?
La Prensa se hacía ya esa pregunta, hará dentro de unos cuan tos años un siglo.
Fue don Gregorio Corrochano el que publicó en el diario ABC, con fecha (17-05-1927) un
artículo con esa pregunta. El insigne erudito debió tomarse muy en serio la inminente
utilización de los petos en esas fechas y empezó a sospechar que la suerte de varas
podría suprimirse. «Hacía tiempo -comentaba- que los toros se picaban con criterio más
arbitrario que taurino, y a todos los toros, por una mecánica presidencial, se les daba el
mismo número de puyazos. ¿En qué se diferencia el bravo del manso? En la manera de
arrancarse y de salir del caballo; como en los tentaderos, donde solamente se cata la
bravura sin apurarla. Pero, en fin, lo menos se daban cuatro puyazos, y de ahí para arriba.
Más en aquel año venía observando que muchos toros pasaban a banderillas con sólo
tres puyazos, y hasta a veces solamente dos.» Fue por ello por lo que don Gregorio se
temía que, a mediados de la temporada de 1927, sean ya innecesarios los piqueros.
Decía que «es un hallazgo mucho más eficaz y más barato que los petos. Y ya con el peto
en la pluma, tengo otra llamada que hacer. Me sorprende mucho que, cuando más
interesada está la afición y la autoridad en que se pique bien, y se evite el desagradable
espectáculo del caballo, sigan los reservas saliendo los primeros a picar; es decir, a
entregar los caballos y picar mal, en los primeros puyazos, que es cuando hay más riesgo
para el caballo si no va montado por buen jinete.» La realidad es que con el uso de los
petos, como podrá ver el lector arriba de la página siguiente, las posibilidades de saborear
los valientes, arriesgados y artísticos quites del pasado, a los picadores en peligro, ha
desparecido totalmente. Y es que se ha ganado mucho en el campo artístico, pero se ha
perdido más en las muchas y emocionantes faenas que no volveremos a ver nunca más.
140 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
Los primeros «modelitos» de petos, probados en las Plazas de Toros de San
Sebastián y Bilbao, en 1928, no dieron los resultados apetecidos.
El «modelitos» de petos, con un faldoncillo para proteger el pecho y la extremidades
anteriores, probados en San Sebastián, dieron resultados más esperados.
El PUERTO de SANTA MARÍA
El cuadro representa en
imágenes el dicho de
que «mucho barro para
tan poco muñeco.»
¿Van a realizar un quite
o a comerse el toro? El
animal, «roto» contra el
voluminoso y pesado
peto, debe sentirse
demasiado impotente,
mientras los diestros
están sobrados de
facultades. ¡Qué ironías
de la Fiesta!
141

Víctimas del toreo: Picadores
Los picadores en el período de 1730 a 1835.
Año - 2009
s muy interesante al respecto de esta publicación la opinión de Ricardo
E
de Rojas y Solís, marqués de Tablantes, en sus «Anales de la
Maestranza de Sevilla sobre los picadores en el período de 1730 a 1835
(*): «Para que se vea cómo toreaban estos diestros jinetes, diremos
que siempre se compraba una partida grande de caballos que se vendían
después de las corridas, y en las cuentas resulta el número de vendidos, entre sanos
y heridos, casi siempre igual al número de los se compraron al principio,» En las
fiestas que se celebraron los días (25 y 27-05 y 08, 10, 17 y 19-06-1740), en el coso
sevillano, en que se lidiaron 117 toros, se compraron 33 caballos, los mismos que
fueron vendidos entre sanos y heridos, sin que, por lo tanto, resultara ninguno muerto.
En ese sentido Sánchez de Neira en su obra El Toreo dice:
«Los picadores de antaño no dejaban sacrificar sus caballos. El picar es un
arte que requiere buen jinete y caballo diestro, de este modo puede salvarse al noble
animal. José Trigo picó un toro con el regatón de la garrocha, y era un buen toro de
seis años. Y el famoso Corbacho ganó una apuesta de mil duros picando una corrida
de seis toros sin mona, con media de seda y en el mismo caballo, sin que a éste le
tocaran.» Por otra parte –volvemos a Tablantes-, los picadores que actuaron en la
Maestranza de Sevilla en mayo de 1745 y que fueron Fernández, José Caro y José
Daza, cobraron 850 reales, en tanto que los matadores Benete, Saavedra, Cosme y
Hueto, ganaron 450 reales y se dio el caso de que Daza reclamó, por considerarse
superior a sus compañeros y hubieron de completarle hasta 1.200 reales, «como
que se los daba la Diputación.» (Véase 1771).
La temporada de 1763 fue importante en la evolución del arte de picar los
toros, pues ese año seguían usando algunos picadores el garrochón, garrocha de
mediano de tamaño y con el palo grueso, para pasar al siguiente año a comenzar a
utilizar la vara larga. Entre los primeros en usarla fue Juan de Escobar, varilarguero
de toros, quién, nacido en la villa de Manzanilla (Huelva), fue primeramente criado en
casa de la familia de don Pedro Osorno, grandes aficionados a los toros, donde
desarrolló su habilidad en el uso del garrochón. En 1763 aparece como tal en la Real
Maestranza de Caballería de Sevilla y practicando dicha suerte, de la pasó
seguidamente a la picar con vara larga, actuando en dicha Real Maestranza las
temporadas siguientes hasta 1775. Don José Daza hizo de su trabajo una parca
referencia. No alcanzó la talla de los grandes maestros de la vara larga, pero no debió
de ser despreciable su trabajo, al ver las veces que repitió en Sevilla, donde todos
sabemos lo exigente de su afición.
(*) «Anales de la plaza de toros de Sevilla (1730-1835)», (con dos dedicatorias, del autor y del hijo
del autor) Ricardo De Rojas y Solis, Marques De Tablantes y Conde Del Sacro Imperio. Oficina
tipografica de la guia oficial. Sevilla, año 1917.- 266 paginas.- 21x15,5 ctms.- Tapas duras, con
letras doradas en lomo.- Algunas manchas de oxido. Temas: Tauromaquia.
Ref:24704 Estant:8015. Precio: 257,25 euros.
http://www.librosrocid.com
142 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
El PUERTO de SANTA MARÍA
BIBLIOGRAFÍA
ABC. Primer Centenario. Cronología. 2003. 262 págs.
El Periódico del Siglo.
BARGA B. R. 1989. «Taurología, La Ciencia del Toro Bravo.»
Ed. Espasa Calpe, Colección «La Tauromaquia.»
Vol. Nº 20 1ª. Edición. Madrid.
COSSÍO, J. M. «LOS TOROS». Tratado Técnico e Histórico.
Espasa Calpe. Madrid (España). 12 Volúmenes.
____________. «El Cosío», 2000. 15 Volúmenes, a todo color.
GONZÁLEZ P, H (Hachege). 1988. «Don Felipe González, Mis 70 años
como Ganadero de Coaxamalucan., 1917-1987.»
1ª. Edición, Tlaxcala.
LANFRANCHI S. H. 1992. «Historia del Toro Bravo Mexicano.»
2ª Edición. A.N.C.T.L.
LINARES, A. 1953. «El Toro de Lidia en México.»
1ª. Edición del Autor. México.
LINARES, A. 1979. «Toros Famosos de México.» 167 págs.
LÓPEZ IZQUIERDO, F. 1996. «Historia del Toro de Lidia.
(De la Prehistoria a nuestros dìas)»
Agualarga Editores, S. L. Trigo Ediciones. 300 págs.
______________________. 1996. «Cincuenta autores y sus escritos sobre
toros.»Agualarga Editores, S. L. Trigo Ediciones. 351 pgas..
LÓPEZ del RAMO, J. 1991. «Por las rutas del toro.»
MADRAZO, S. F. 1986. «El color de la divisa.» 1ª. Edición.
Editorial Font S. A. México.
MARTÍNEZ ALFONSO, M. 1968. «LA PLAZA REAL. ¡Toros en El
Puerto¡ Editorial: Talleres Fernández. 649 págs.
RUIZ V. E. 1985. «Perfil de un ganadero: Mariano Ramírez Miguel.
1ª. Edición. Morelia (México).
SANCHEZ GARRIDO, J. L. 1997. «Manolete en el recuerdo. 50
Aniversario de la Tragedia de Linares: 1947-1997.»
Córdoba. Publicaciones Caja Sur. 299 págs.
VILLA, e. 1968. «MIURAS (Más de cien años de gloria y de
tragedia). Imprenta Escelicer, S. A. Madrid. 300 págs.
ZALDÍVAR ORTEGA, J. J. 1965. «Sedativos, inmovilizantes
miorrelajantes en la captura de rumiantes silvestres.»
Tesis Doctoral. Universidad de Sevilla, Facultad de
Veterinaria de Córdoba, España. 213 pp.
_______________________. 1965. «Preanestesia y anestesia
total en el toro de lidia.» Ponencia. III Semana Internacional
del Toros de Lidia, Salamanca, España. pp. 191-199.
143

Víctimas del toreo: Picadores
_______________________. 1967. «El verdadero protagonista.»
Diario A B C de Sevilla. Edición Especial.
Jueves (28-09-1967).
_______________________. 1968. «Ante el drogado de los toros.»
Diario El Adelanto. Salamanca (España).
Sábado (17-02-1968).
__________________. 1968. «El toro bravo: sus ‘
enfermedades.»
Diario A B C de Sevilla. Edición Especial.
Domingo (15-09-1968).
_______________________. 1968. «El alma del toro bravo.»
Diario A B C de Sevilla. Edición Especial.
Viernes (18-04-1969).
____________________. 1969. «La explotación del ganado
de lidia.» A B C de Sevilla. Edición Especial. Abril 18.
_______________________. 1984. «Primer Curso de Actualización de
toros de lidia y fauna silvestre.» Seis ponencias. Zacatecas,
México,
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, UNAM, México.
____________________. «Analgesia disociativa en toros de lidia.
Atlas de Cirugía del Bovino.»
Compañía Editorial Continental, S. A. de C.V., México.
1986. Pp. 11-13.)
_______________________. 1991. «Colección de Seis Cuadernos
Taurinos: El Mundo del Toro Bravo. Aportaciones a su
conocimiento.» Imprenta Procolor, Zacatecas (México).
_______________________. 1991. «Cornadas Mortales entre los toros
bravos. Problemática Zootécnica.»
IX Congreso Internacional de Cirugía Taurina, Zacatecas.
_______________________. 1999. «Una Hermosa Pasión: Los
Toros Bravos.» Enciclopedia Taurina, Tomo I. Imprenta
Offset Azteca, Zacatecas, México. 168 pp. I
_______________________. 2000. «Ayer Plaza de Toros San
Pedro...» Imprenta Offset Azteca, Zacatecas. 295 págs.
_______________________. 2001. «Descubrimientos insólitos
en el comportamiento del toro bravo.» Enciclopedia
Taurina, Tomo II. Hispanomex Publicaciones. 153 págs.
_______________________. 2002. «4.000 Toros Bravos 4.000.»
Tomo I A-G. 340 pp. Tomo II H-Z, 324 pp.
Editorial Hispanomex Publicaciones. Zacatecas, México.
_______________________. 2002. «Agresivos y poderosos toros de
ayer... mansos e inválidos toritos de hoy.»
Conferencia-libro. Excmo. ATENEO de Sevilla (30-05-2001).
220 págs.
_______________________. 2002. «4.000 TOROS BRAVOS 4.000».
Tomo I (A-G). 340 págs. Tomo II (H-Z). 324 págs.
Año - 2009
144 El PUERTO de SANTA MARÍA

Víctimas del toreo: Picadores Año - 2009
_______________________. 2003. «MIURA (Más de CLX años de
gloria y tragedia).» 404 págs. Fundación Cultural «Paco Flores».
Editorial PUERTOGRAF.
El Puerto de Santa María (Cádiz).
_____________________. 2004. «El carácter de los toros de lidia.»
Edita Tertulia Taurina Portuense «La Garrocha.» 50
págs. (Texto de la Fundación Cultural «Paco Fllores»)
Impresión y maquetación: Puertograf.
(El Puerto de Santa María).
_____________________. «1880: Año de la Inauguración de la Plaza
Real de El Puerto de Santa María. Historia Taurina y Cronología
General.» (Colección: Mil años de Cronohistoria Taurina).»
Publicación en pdf.
NOTA del Autor:
Las restantes publicaciones aparecen en los Portales Taurinos:
www.fiestabrava.es y www.laplazareal.net.
El PUERTO de SANTA MARÍA
145