Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia - Patricio Lepe Carrión
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56 MIL MESETAS<br />
les '°. Y son conquistas nómadas, con fronteras cambiantes de poblaciones o variaciones<br />
de multiplicidades, con coeficientes diferenciales o variaciones de relaciones.<br />
La bioquímica actual, todo el "darwinismo molecular", como dice Monod,<br />
confirma al nivel de un solo y mismo individuo global y estadístico, de una simple<br />
muestra, la importancia determinante de las poblaciones moleculares y de las tasas<br />
microbiológicas (por ejemplo, la infinita secuencia en una cadena, y la variación<br />
de un solo segmento al azar en esa secuencia).<br />
Challenger aseguraba que venía de hacer una larga digresión, pero que nada<br />
podía distinguir lo digresivo de lo no digresivo. Se trataba de sacar varias conclusiones<br />
relativas a esa unidad y a esa diversidad en un mismo estrato, por ejemplo<br />
el estrato orgánico.<br />
En primer lugar, un esttato tenía realmente una unidad de composición, gracias<br />
a la cual podía hablarse de un estrato: materiales moleculares, elementos sustanciales,<br />
relaciones o rasgos formales. Los materiales no eran la materia no formada<br />
del plan de consistencia, ya estaban estratificados y procedían de los<br />
"substratos". Pero, evidentemente, los substratos no debían ser considerados<br />
como simples substratos: sobre todo no tenían una organización menos compleja<br />
o inferior, y había que evitar cualquier evolucionismo cósmico ridículo. Los materiales<br />
proporcionados por un sustrato eran sin duda más simples que los compuestos<br />
del estrato, pero el nivel de organización al que pertenecían en el substrato no<br />
era menor que el del propio estrato. Entre los materiales y los elementos sustanciales<br />
había otra organización, cambio de organización, no aumento. Los materiales<br />
proporcionados constituían un medio exterior para los elementos y los compuestos<br />
del estrato considerado; pero no eran exteriores al estrato. Los elementos<br />
y compuestos constituían un interior del estrato, de la misma manera que los materiales<br />
constituían un exterior del estrato, pero los dos pertenecían al estrato, éstos<br />
como materiales proporcionados y extraídos, aquéllos como formados con los<br />
materiales. Y además, ese exterior y ese interior sólo eran relativos, sólo existían<br />
por sus intercambios,'^es deck, por el estrato que los ponía en relación. Así, en el<br />
caso del estrato cristahno, el medio amorfo es exterior al germen en el momento<br />
en que el cristal todavía no se ha constituido; pero el cristal no se constituye sin interiorizar<br />
e incorporar masas del material amorfo. Y a la inversa, la interioridad<br />
del germen cristalino debe pasar a la exterioridad del sistema en el que el medio<br />
amorfo puede cristalizar (aptitud para adquirir la otra organización), hasta el extremo<br />
de que el germen procede de fuera. En resumen, el exterior y el interior son<br />
tanto uno como otro interiores al estrato. Y lo mismo ocurre en el estrato orgánico:<br />
los materiales proporcionados por los substratos son realmente un medio exterior<br />
que constituye el famoso caldo prebiótico, mientras que catalizadores desempeñan<br />
la función de germen para formar elementos e incluso compuestos<br />
sustanciales interiores. Pero estos elementos y compuestos se apropian de los materiales,<br />
como también se exteriorizan por replicación de las propias condiciones del<br />
caldo primitivo. Una vez más, el interior y el exterior se intercambian, siendo los dos<br />
interiores al estrato orgánico. Entre los dos está el límite, la membrana que regula los<br />
intercambios y la transformación de organización, las distribuciones interiores al estrato,<br />
y que definen en éste el conjunto de las relaciones o rasgos formales (in-<br />
LA GEOLOGÍA DE LA MORAL (¿POR QUIÉN SE TOMA LA TIERRA?) 57<br />
eluso si este límite tiene una situación y una función muy variables según cada<br />
estrato: por ejemplo, el límite del cristal y la membrana de la célula). Se puede,<br />
pues, llamar capa central, anillo central de un estrato, al conjunto siguiente de unidad<br />
de composición: los materiales moleculares exteriores, los elementos sustanciales<br />
interiores, el límite o membrana portadora de las relaciones formales. Hay<br />
como una sola y misma máquina abstracta englobada en el esttato, y constituyendo<br />
su unidad. Es el Ecumeno, por oposición al Planomeno del plan de consistencia.<br />
Pero sería todo un error creer que esa capa central unitaria del estrato era aislable,<br />
o que se podía alcanzar por sí misma y por regresión. En primer lugar, un<br />
estrato iba necesariamente, y desde el principio, de capa en capa. Tenía ya varias<br />
capas. Iba de un centro a una periferia, pero a su vez la periferia actuaba sobre el<br />
centro y formaba ya un nuevo centto para una nueva periferia. No cesaban de<br />
irradiar y de retroceder flujos. Había crecimiento y multiphcación de estados intermediarios,<br />
y ese proceso estaba incluido en las condiciones locales del anillo<br />
central (diferencias de concentración, variaciones toleradas inferiores a un umbral<br />
de identidad). Estos estados intermediarios presentaban nuevas figuras de medios<br />
o materiales, pero también de elementos y de compuestos. En efecto, eran intermediarios<br />
entre el medio exterior y el elemento interior, entre los elementos substanciales<br />
y sus compuestos, entre los compuestos y las sustancias, y también entre<br />
las diferentes sustancias formadas (sustancias de contenido y sustancias de expresión).<br />
A estos intermediarios y superposiciones, a estos creciniientos,a estos niveles,<br />
se les denominaría epistratos. En nuestros dos ejemplos, el estrato cristalino<br />
comprende muchos intermediarios posibles entre el medio o el material exterior y<br />
el germen interior: multipUcidad de los estados de metaestabüidad perfectamente<br />
discontmuos, como otros tantos grados jerárquicos. El estrato orgánico ya no se<br />
puede separar de los llamados medios interiores, y que son, en efecto, elementos<br />
interiores respecto a materiales exteriores, pero también elementos exteriores respecto<br />
a sustancias interiores Y sabemos que esos medios interiores orgánicos<br />
regulan los grados de complejidad y de diferenciación de las partes de un organismo.<br />
Un estrato considerado en su unidad de composición sólo existe, pues, en<br />
sus epistratos sustanciales que rompen su continuidad, que fragmentan su anillo y<br />
lo gradúan. El anillo central no existe independientemente de una periferia que<br />
forma un nuevo centro y reacciona sobre el prhnero, y que se dispersa a su vez en<br />
epistratos discontinuos.<br />
Pero aún había más. No sólo había esta nueva o segunda relatividad entre el<br />
interior y el exterior, sino también toda una historia al nivel de la membrana o del<br />
límite. En efecto, en la medida en que los elementos y compuestos incorporaban,<br />
se apropiaban de los materiales, los organismos correspondientes estaban obUgados<br />
a dirigirse a materiales diferentes, "más extraños y menos cómodos", que extraían<br />
bien de masas aún intactas, o bien de otros organismos. El medio adquiría<br />
aquí todavía una tercera forma: ya no era el medio interior o exterior, incluso relativo,<br />
ni un medio intermediario, sino más bien un medio asociado o anexionado.<br />
Los medios asociados imphcaban fundamentalmente fuentes de energía distintas<br />
de los propios materiales nutritivos. Mientras que esas fuentes no fueran conquis-