Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia - Patricio Lepe Carrión
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460 MIL MESETAS<br />
dos no se anulan, sino que cambian de forma y adquieren un nuevo sentido: modelos<br />
de realización de una axiomática mundial que los rebasa. Pero rebasar no es<br />
en modo alguno prescindir de... Hemos visto precisamente que el capitalismo utilizaba<br />
la forma-Estado más bien que la forma-ciudad; los mecanismos fundamentales<br />
descritos por Marx (régimen colonial, deuda pública, fiscaüdad moderna e<br />
impuesto indirecto, protección industrial, guerras comerciales) pueden prepararse<br />
en las ciudades, pero sólo funcionan como mecanismos de acumulación, de aceleración<br />
y de concentración en la medida en que los Estados se apropian de ellos.<br />
Acontecimientos recientes confirmarían de otra manera este mismo principio: la<br />
N.A.S.A., por ejemplo, parecía dispuesta a movüizar capitales considerables para<br />
la exploración interplanetaria, como si el capitalismo cabalgase sobre im vector<br />
que lo enviaba a la luna; pero siguiendo a la U.R.S.S., que concebía más bien lo<br />
extraterrestre como un cinturón que debía rodear la tierra considerada como "objeto",<br />
el gobierno americano cortó los créditos de exploración, y de esa forma<br />
condujo de nuevo al capital a un modelo más centrado. Así pues, lo propio de la<br />
desterritorialización de Estado es moderar la desterritoriaüzación superior del capital<br />
y proporcionarle reterritorializaciones compensatorias. Más generalmente,<br />
independientemente de este ejemplo extremo, debemos tener en cuenta una determinación<br />
"materialista" del Estado moderno o del Estado-nación: un grupo de<br />
productores en el que trabajo y capital circulan fibremente, es decir, en el que la<br />
homogeneidad y la competencia del capital se efectúan en principio sin obstáculos<br />
extemos. El capitalismo siempre ha tenido necesidad de una nueva fuerza y de im<br />
nuevo derecho de los Estados para efectoarse, tanto al nivel del flujo del trabajo<br />
puro como al nivel del flujo de capital independiente.<br />
Así pues, los Estados ya no son en modo alguno los paradigmas transcedentes<br />
de una sobrecodificación, sino los modelos de reahzación inmanentes para una<br />
axiomática de los flujos descodifícados. Una vez más, la palabra "axiomática"<br />
hasta tal punto no es aquí una metáfora que encontramos Uteralmente a propósito<br />
del Estado los problemas teóricos que plantean los modelos en una axiomática.<br />
Pues, por diversos que sean los modelos de reahzación, tienen que ser isomorfos<br />
con relación a la axiomática que efectúan; no obstante, esta isomorfía, si tenemos<br />
en cuenta las variaciones concretas, se concifia con las mayores diferencias formales.<br />
Es más, una misma axiomática parece poder impUcar perfectamente modelos<br />
polimorfos, no sólo en la medida en que todavía no está "saturada", sino como<br />
elementos integrantes de su saturación Estos "problemas" devienen singularmente<br />
poUticos cuando se piensa en los Estados modernos: 1) ¿No existe una<br />
isomorfía de todos los Estados modemos con relación a la axiomática capitaüsta,<br />
hasta el punto de que los Estados democráticos, totalitarios, Uberales, tfiáificos,<br />
sólo dependen de variables concretas, y de la distribución mundial de esas variables<br />
que siempre sufren reajustes eventuales? fiicluso los Estados Uamados socia-<br />
Ustas son isomorfos, en la medida en que ya sólo existe un único mercado mimdial,<br />
capitaüsta. 2) Y a la inversa, ¿no soporta la axiomática capitaüsta mundial<br />
una polimorfía real, o incluso una heteromorfía de los modelos, y por dos razones?<br />
Por un lado, porque el capital como relación de producción en general puede<br />
perfectamente integrar sectores o modos de producción concretos no capitalistas.<br />
APARATO DE CAPTURA<br />
Pero, por otro y sobre todo, porque los Estados sociaüstas burocráticos pueden<br />
desarroUar relaciones de producción diferentes, que sólo se conjugan con el capitaüsmo<br />
para formar un conjunto cuya "potencia" desborda la propia axiomática<br />
(habrá que tratar de determinar la naturaleza de esta potencia, por qué con frecuencia<br />
la pensamos de manera apocafiptica, qué tipo de conflictos engendra, qué<br />
dudosas posibiüdades nos deja...). 3) Una tipología de los Estados modemos fría<br />
así unida a una metaecononua: sería inexacto tratar todos los Estados como<br />
"equivalentes" (incluso la isomorfía no tiene esta consecuencia); pero no menos<br />
inexacto sería privüegiar una determinada forma de Estado (olvidando que la polimorfía<br />
establece estrictas complementariedades, por ejemplo entre las democracias<br />
occidentales y las tfiam'as coloniales o neocoloniales que mstauran o mantienen<br />
en otras partes); no menos inexacto todavía sería asimUar los Estados<br />
sociaüstas biurocráticos a Estados capitaüstas totaütarios (olvidando que la axiomática<br />
puede impücar una real heteromorfía de la que resulta la potencia de conjunto<br />
superior, incluso si es para lo peor).<br />
Lo que Uamamos Estado-nación, bajo las formas más diversas, es precisamente<br />
el Estado como modelo de realización. Y en efecto, el nacúniento de las<br />
naciones impfica muchos artificios: pues no sólo se constituyen en una lucha activa<br />
contra los sistemas imperiales o evolucionados, contra las feudaüdades, contra<br />
las ciudades, shio que eUas mismas aniquüan sus "minorias", es decir, fenómenos<br />
minoritarios o que se podría llamar "nacionaütarios", que actúan sobre eUas desde<br />
dentro, y que encontraban, cuando era necesario, un mayor grado de übertad en<br />
los antiguos códigos. Los constituyentes de la nación son una tierra, un pueblo:<br />
"natal", que no es forzosamente innato, "popular", que no está forzosamente<br />
dado. El problema de la nación se exacerba en los dos casos extremos de una tierra<br />
sm pueblo, o de un pueblo sm tierra. ¿Cómo crear un pueblo y una tierra, es<br />
decir, una nación —un ritomelo—? Los medios más sangrientos y los más fríos<br />
coinciden aquí con los impulsos del romanticismo. La axiomática es compleja, y<br />
no carece de pasiones. Pues lo natal o la tierra, ya lo hemos visto en otra parte,<br />
impfica una cierta desterritoriaüzación de los territorios (espacios comunales, provincias<br />
imperiales, dominios señoriales, etc.), y el pueblo, una descodificación de<br />
la población. La nación se constituye a partk de flujos descodificados y desterritoriaüzados,<br />
y es inseparable del Estado moderno que proporciona una consistencia<br />
a la tierta y al pueblo cortespondientes. El flujo de trabajo puro crea el pueblo, al<br />
igual que el flujo de Capital crea la tierta y su equipamiento. En resumen, la nación<br />
coincide con la operación de una subjetivación colectiva, a la que conesponde<br />
el Estado modemo como proceso de sujeción. Bajo esta forma de Estadonación,<br />
con todas las diversidades posibles, el Estado deviene modelo de<br />
reaüzación para la axiomática capitaüsta. Lo que de ningún modo quiere deck<br />
que las naciones sean apariencias o fenómenos ideológicos, sino, por el contrario,<br />
las formas vivas y pasionales en las que se realizan fundamentalmente la homogeneidad<br />
cuaütativa y la competencia cuantitativa del capital abstracto.<br />
Nosotros distinguimos como dos conceptos, la esclavitud maquínica y la sujeción<br />
social Hay esclavitud cuando los hombres son piezas constituyentes de ima<br />
máquina, que componen entre sí y con otras cosas (animales, herramientas), bajo<br />
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