Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia - Patricio Lepe Carrión

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424 MIL MESETAS La geometría griega está atravesada por la oposición de esos dos polos, teoremático y problemático, y por el triunfo relativo del primero: PROCLO, en sus Comentarios al primer libro de los elementos de Euclides, analiza la diferencia entre los polos, y la ilustra con la oposición Peusipo- Meneomo. Las matemáticas siempre estarán atravesadas por esta tensión; así, por ejemplo, el elemento axiomático entrará en conflicto con una corriente problemática, "intuicionista" o "constructivista", que propugna un cálculo de los problemas muy diferente de la axiomática y de la teoremática: cf BOULIGAND, Le déclin des absolus, mathématico-logiques, ed. d'Enseignement supérieur. " VIRILIO, L'insécurité du territoire, pág. 120: "Sabemos cómo, con Arquímedes, se terminó la era de la joven geometría como libre investigación creadora. (...) La espada de un soldado romano ha cortado su hilo, dice la tradición. Al matar la creación geométrica, el Estado romano construirá el imperialismo geométrico de Occidente." Con Monge, y sobre todo con Poncelet, los límites de la representación sensible o incluso espacial (espacio estriado) son claramente superados, pero no tanto hacia una potencia simbólica de abstracción como hacia una imaginación transespacial, o transintuición (continuidad). Véase el comentario de BRUNSCHVICG sobre Poncelet, Les étapes de la Philosophie matématique, P.U.F. MICHELE SERRES (págs. 105 y sig.) analiza a este respecto la oposición d'Alembert-Bernoulli. Más generalmente se trata de una diferencia entre dos modelos de espacio: "La cuenca mediterránea carece de agua, y el que tiene el poder es el que drena las aguas. De ahí ese mundo físico en el que el drenaje es esencial, y en el que el clinamen parece la libertad, puesto que es precisamente esa turbulencia que niega la circulación forzosa. Icomprensible para la teoría científica, incomprensible para el señor de las aguas. (...) De ahí la gran figura de Arquímedes: señor de los cuerpos flotantes y de las máquinas militares." Cf BENVENISTE, Problèmes de linguistique générale, "La noción de ritmo en su expresión lingüística", pág. 327-375 (trad. cast., ed. Siglo XXI). Este texto, considerado a menudo como decisivo, nos parece ambiguo, pues invoca a Democrito y al atomismo sin tener en cuenta el problema hidráulico, y convierte el ritmo en una "especialización secundaria" de la forma. -' ANNE QUERRIEN, Devenir fonctionnaire ou le travail de l'Etat, Cerfi. Nosotros utilizamos este libro, así como los estudios inéditos de Anne Querrien. Cf RAOUL VERGEZ, Les illuminés de l'art royal, JuUiard. DESARGUES, OEuvres, ed. Leiber (con el texto de Michel Chasles, que establece una continuidad entre Desargues, Monge y Poncelet como "fundadores de una geometría moderna"). -"' ANNE QUERRIEN, págs. 26-27: "¿Se construye el Estado sobre el fracaso de la experinientación? (...) El Estado no está en construcción, sus obras deben ser cortas. Un equipamiento está hecho para funcionar, no para ser construido socialmente: desde ese punto de vista, el Estado sólo llama a construir a aquellos a los que se paga para que ejecuten o para que ordenen, y que deben seguir el modelo de una experimentación preestablecida". Sobre la cuestión de un "lobby Colbert", cf DESSERT et JOURNET, Annales, nov. 1975. -'' Cf Ibn. KHALDOUN, La Muqaddima, Hachette. Uno de los temas esenciales de esta obra maestra es el problema sociológico del "espíritu de cuerpo", y su ambigüedad. Ibn Kaldoun opone la beduinidad (como modo de vida, no como etnia) y la sedentaridad o ciudadanía. Entre todos los aspectos de esta oposición está, en primer lugar, la relación inversa de lo público y lo secreto: no sólo existe un secreto de la máquina de guerra beduina, por oposición a la publicidad del ciudadano del Estado, sino que en el primer caso la "ilustración" deriva de la solidaridad secreta, en • cambio, en el otro caso, el secreto se subordina a las exigencias de ilustración. En segundo lugar, la beduinidad goza a la vez de una gran pureza y una gran movilidad de los linajes y de su genealogía, en cambio, la ciudadanía hace linajes muy impuros, y al mismo tiempo rígidos y fijos: de un polo a otro, la solidaridad cambia de sentido. En'tercer lugar y sobre todo, los linajes beduinos movilizan un "espíritu de cuerpo" y se integran en él como una nueva dimensión: es la Açabiyya, o bien la ¡chtirak, de donde derivará el nombre árabe del socialismo (Ibn Khaldoun insiste sobre la ausencia de "poder" del jefe de tribu, que no dispone de obligaciones estatales). La ciudadanía, por el contrario, convierte el espíritu de cuerpo en una dimensión del poder, y va a adaptarlo a la "autocracia". Los principales textos de HUSSERL son Idées I, S 74, Gallimard, y L'origine de la géométrie, P.U.F. (con el importante comentario de Derrida, págs. 125-138). Tratándose del problema de una ciencia difusa y sin embargo rigurosa, véase la fórmula de MICHEL SERRES, comentando la figura llamada Salinon: "Es rigurosa, anexacta. Y no precisa, exacta o inexacta. Sólo una métrica es exacta" (Naissance de la physique, pág. 29). El libro de BACHELARD, Essai sur la connaissance TRATADO DE NOMADOLOGlA: LA MAQUINA DE GUERRA 425 approchée (Vrin), sigue siendo el mejor estudio de las actitudes y métodos que constituyen todo un rigor de lo anexacto y de su papel creativo en la ciencia. GILBERT SIMONDON ha llevado muy lejos el análisis y la crítica del esquema hilomórfico y de sus presupuestos sociales ("la forma corresponde a lo que el hombre que manda ha pensado en sí mismo y que debe expresar de manera positiva cuando da sus órdenes: la forma es, pues, del orden de lo expresable"). A ese esquema forma-materia Simondon opone un esquema dinámico, materia provista de singularidades-fuerzas o condiciones energéticas de un sistema. El resultado es una concepción totalmente distinta de las relaciones ciencia-técnica. Cf L'individu et sa genèse physico-biologique, P.U.F., págs. 42-56. En el Timeo (28-29) PLATÓN entrevé por un momento que el Devenir no sea únicamente el carácter inevitable de las copias o de las reproducciones, sino un modelo que rivalizaría con lo Idéntico y lo Uniforme. Si invoca esta hipótesis es para excluirla, pues es cierto que si el devenir es un modelo, no sólo la dualidad del modelo y de la copia, del modelo y de la reproducción, debe desaparecer, sino que las propias nociones de modelo y de reproducción tienden a perder todo sentido. ' ^" De hecho, la situación es evidentemente más compleja, y la gravedad no es la única característica del modelo dominante: a la gravedad se añade el calor (ya en la química, la combustión se une al peso). Pero, incluso en ese caso, era problemático saber en qué medida el "campo térmico" se separalja del espacio gravífico, o, al contrario, se integraba en él. Monge da un ejemplo típico: comienza por relacionar el calor, la luz, la electricidad en las "afecciones variables de los cuerpos", en cambio, la fi'sica general trata de la extensión, de la gravedad, del desplazamiento. Sólo más tarde Monge unificará el conjunto de los campos en la física general (Anne Querien). ^' MICHEL SERRES, pág. 65. ^- CASTAÑEDA, L'herbe du diable et la petite fumée, pág. 160 (trad, cast., ed. F.C.E). ALBERT LAUTMAN ha mostrado de forma muy clara cómo los espacios de Rieraann, por ejemplo, aceptaban una conjunción euclidiana de tal manera que constantemente se pueda definir el paralelismo de dos vectores próximos; como consecuencia, en lugar de explorar una multiplicidad progresando en esa multiciplicidad, se considera la multiplicidad "como inmersa en el espacio eucüdiano de un número suficiente de dimensiones". Cf Les schémas de structure, Hermann, pág. 23-24, 43-47. Según Bergson, las relaciones intuición-inteligencia son muy complejas, están en constante interacción. Véase igualmente el tema de BOULIGNAD: los dos elementos matemáticos "problema" y "síntesis global" sólo desarrollan su dualidad al entrar también en un campo de interacción, en el que la síntesis global fija en cada ocasión las "categorías" sin las cuales el problema no tendría solución general. Cf Le declin des absolus mathématico-logiques •'^ MARCEL DÉTIENNE {Les maîtres de vérité dans la Grèce archaïque, Maspero) (trad. cast., ed. Taurus) ha puesto claramente de manifiesto esos dos polos del pensamiento, que corresponden a los aspectos de la soberanía según Dumézil: la palabra mágico-religiosa del déspota o del "viejo del mar", la palabra-diálogo de la ciudad. No sólo los personajes principales del pensamiento griego (el poeta, el sabio, el fisico, el filósofo, el sofista...) se sitúan con relación a esos polos; Détienne también hace intervenir entre los dos el grupo específico de los guerreros, que asegura el paso o la evolución. •'^ Hay un hegelianismo de derechas que continúa vivo en la filosofi'a política oficial, y que une el destino del pensamiento y del Estado. KOJÈVE {Tyrannie et sagesse, Gallimard) y ERIC WEIL {Hegel et l'Etat; Philosophie politique, Vrin) son sus representantes más recientes. De Hegel a Max Weber se ha desarrollado toda una reflexión sobre las relaciones del Estado moderno con la Razón, a la vez como racional-técnico y como razonable-humano. Si se objeta que esta racionalidad, ya presente en el Estado imperial arcaico, es el optimum de los propios gobernantes, los hegelianos responden que lo racional-razonable no puede existir sin un mínimo de participación de todos. Pero el problema más bien es saber si la propia forma de lo racional-razonable no es extraída del Estado, a fin de darle necesariamente "razón". Sobre el papel del poeta antiguo como "funcionario de la soberanía cf DUMÉZIL, Servius et la Fortune, pág. 64 y sig., y DÉTIENNE, pág. 17 y sig. Cf el análisis de FOUCAULT, sobre Maurice Blanchot y una forma de exterioridad del pensamiento: "La pensée du dehors", en Critique, junio 1966 (trad, cast., ed. Pre-Textos). NIETZSCHE, Schopenhauer éducateur, s 7. Un curioso texto de Jaspers, titulado Descartes (Alean), desarrolla ese punto de vista y acepta sus consecuencias.

426 MIL MESETAS *" KENNETH WHO-E, Le nomadisme intellectuel. El segundo tomo de esta obra inédita se titula precisamente Poetry and Tribe. ANNY MIIJ\VANOFF, "La seconde peau du nomade" en Les Nouvelles Litteraires, 27 julio 1978: "Los nómadas Larbaá, en el límite de! Sahara argelino, utilizan la palabra triga, significa en general la ruta, el camino, para designar las correas tejidas que sirven para reforzar las ataduras de la tienda a los piquetes que la sostienen (...). En el pensamiento nómada, el habitat no está Hgado al territorio, sino más bien a un itinerario. Al negarse a apropiarse del espacio que atraviesa, el nómada se construye un entorno en lana o en pelo de cabra, que no marca el lugar provisional que ocupa. (...) Así la lana, materia suave, proporciona su unidad a la vida nómada. (...) El nómada se limita a la representación de sus trayectos, no a la figuración del espacio que recorre. Deja el espacio al espacio. (...) PoHmorñ'a de la lana". ••^ Cf. W. M. WATT, Mahomet à Medina, Payot, págs. 107, 293. E. LARACHE, Histoire de la racine "Nem " en grec anclen, Klincksieck. La raíz "Nem" indica la distribución y no la repartición, incluso cuando las dos van unidas. Pues bien, en sentido pastoril, la distribución de los animales se hace en un espacio no limitado, y no imphca un reparto de las tierras: "El oficio de pastor, en la época homérica, no tiene nada que ver con un reparto de tierras; cuando la cuestión agraria, en la época de Solón, pasa a primer plano, se expresa en un vocabulario completamente distinto". Hacer pastar (nemó) no remite a repartú-, sino a disponer aqm' y allá, distribuir los animales. Sólo a partir de Solón, Nomos designará el principio de las leyes y del derecho (Thesmoí y Dike), luego se identificará a las propias leyes. Con anterioridad, existe más bien una alternativa entre la ciudad, o polis, regida por las leyes, y los alrededores como lugar del nomos. En Ibn Khaldoun encontramos una alternativa semejante: entre el Hadara como ciudadam'a, y la Badiya como nomos (que no es ciudad, sino campo preurbano, meseta, estepa, montaña o desierto). TOYNBEE, L'Histoire, Gallimard, págs. 185-210 (trad, cast., ed. Noguer): "Se lanzaron a la estepa, no para franquear sus límites, sino para fijarse en ella y sentirse realmente en su casa". '"' Cf. PIERRE HUBAC, Les nómades, la Renaissance du livre, págs. 26-29 (a pesar de que Huba tenga tendencia a confundir nómadas y migrantes). A propósito de los nómadas del mar, o del archipiélago, J. EMPERAIRE escribe: "No captan un itinerario en su conjunto, sino de una manera fragmentada, yuxtaponiendo en orden las diferentes etapas sucesivas, de lugar de acampada a lugar de acampada, escalonados a lo largo del viaje. Evalúan para cada una de esas etapas la duración del trayecto y los sucesivos cambios de orientación que lo marcan" (Leí nomarfejrfe/a/ner, Gallimard, pág. 225). THESIGER, Le desert des desert, Plon, págs. 155-171-225. Cf. las dos admirables descripciones, del desierto de arena por WILFRED THESIGER, y del desierto de hielo por EDMUND CARPENTER {Eskimo, Toronto): los vientos y las cualidades táctiles y sonoras, el carácter secundario de los datos visuales, especialmente la indiferencia de los nómadas hacia la astronomía como ciencia real, pero toda una ciencia menor de las variables cuaütativas y de las marcas. ^" E. F. GAUTIER, Le passe de l'Afrique du Nord, Payot, págs. 267-316. ^' Desde este punto de vista, el análisis que Clastres hace del profetismo indio puede generalizarse: "Por un lado los jefes, por otro, y contra ellos, los profetas. Y la máquina profética funcionaba perfectamente, puesto que los karai eran capaces de arrastrar a contmuación asombrosas masas de indios. (...) El acto msurreccional de los profetas contra los jefes confería a los primeros, por una extraña inversión de las cosas, infiiútamente más poder que detentaban los segundos" {La . sociéte cantre l'Etat, pág. 185). "Uno de los temas más interesantes del libro clásico de PAUL ALPHANDÉRY, La chrétienté et l'idée de croisade (Albín Michel), es mostrar cómo los cambios de recorridos, las paradas, las desviaciones forman parte plenamente de la Cruzada: "... este ejército de cruzados que nosotros resucitamos como un ejército moderno, de un Louis XTV o de un Napoleón, que marcha con una pasividad absoluta, según el deseo de un jefe, de un gabinete de diplomacia. Un ejército de ese tipo sabe dónde va y, cuando se equivoca, lo hace a propósito. Una historia más preocupada por las diferencias acepta otra imagen, más real, del ejército cruzado. El ejército cruzado es un ejército libre y algunas veces anárquicamente vivo. (...) Este ejército es interiormente mudo, por una compleja coherencia, que hace que nada de lo que se produce sea azar. Es cierto que la conquista de Constantínopla ha tenido su razón de ser, su necesidad, su carácter reUgioso, igual que los demás actos de cruzada" (t. II, pág. 76). Alphandéry muestra sobre todo que la idea de una lucha contra el infiel, en im punto cualquiera, aparece pronto ligada a la idea de una überación de la Tierra Santa (t. I, pág. 219). TRATADO DE NOMADOLOGÍA: LA MÁQUINA DE GUERRA 427 " Esta confrontación Oriente-Occidente desde la Edad Media (Ugada a la pregunta: ¿por qué el capitalismo en Occidente y no en otra parte?) ha inspirado hermosos análisis a los historiadores modernos. Cf. especialmente FERNAND BRAUDEL, Civilisation matérielle et capitalisme, Armand Colín, págs. 108-121 (trad, cast., ed. Labor); PIERRE CHAUNU, L'expansion européenne du XIII au XV siede, P.U.F., págs. 334-339 ("¿Por qué Europa? ¿Por qué no China?") (trad, cast., ed. Labor); MAURICE LOMBARD, Espaces et réseaux du haut Moyen Age, Mouton cap. VII (y pág. 219: "Lo que en el Este se denomina desmonte en el Oeste se llama roturación; la primera causa profunda del desplazamiento de los centros dominantes de Oriente a Occidente es, pues, ima razón geográfica, el bosque-calvero parece tener un potencial mayor que el desierto-oasis"). Las observaciones de Marx sobre las formaciones despóticas en Asia se ven confirmadas por los análisis africanos de GLUCKMAN (Custom and Conflict in Africa, Oxford): a la vez inmutabilidad formal y rebelión constante. La idea de una "transformación" del Estado parece claramente occidental. Sin embargo, la otra idea, la de una "destrucción" del Estado, remite mucho más a Oriente, y a las condiciones de una máquina de guerra nómada. Por más que presentemos las dos ideas como fases sucesivas de la revolución, son muy diferentes y se concillan mal, resumen la oposición de las corrientes socialistas y anarquistas del siglo XIX. El propio proletariado occidental es considerado desde dos puntos de vista: en tanto que debe conquistar el poder y transformar el aparato de Estado, es el punto de vista de una fuerza de trabaja, pero, en tanto que desea o desearía una destrucción del Estado, es el punto de vista de una fuerza de nomadización. Incluso Marx define el proletariado no sólo como alienado (trabajo), sino como desterritoriaUzado. El proletario, bajo este último aspecto, aparece como el heredero de lo nómada en el mundo occidental. Y no sólo muchos anarquistas invocan temas nomádicos procedentes de Oriente, también, y sobre todo, la burguesía del siglo XIX identifica con gusto proletarios y nómadas, y asimila París a una ciudad frecuentada por los nómadas (cf. Louis CHEVALIER, Classes laborieuses et classes dangereuses, L.G.F., págs. 602-604. Cf. LuciEN MUSSET, Les invasions, le second assaut, P.U.F.: por ejemplo el análisis de las tres "fases" de los daneses, págs. 135-137. PAUL VIRILIO, Vitesse et politique, ed. Galilee, págs. 21-22 y passim. No sólo la "ciudad" es impensable independientemente de los flujos exteriores con los que está en contacto, y cuya circulación regula, sino que también conjimtos arquitectónicos precisos, por ejemplo la fortaleza, son verdaderos transformadores, gracias a sus espacios interiores que permiten un análisis, una prolongación o una restitución del movimiento. Virilio concluye que el problema no es tanto el del encierro como el de la vialidad o del movimiento controlado. En ese sentido, FOUCAULT hacía ya un análisis del hospital marítimo como operador y filtro: cf. Surveiller et punir, págs. 145-147 (trad, cast., ed. Siglo XXI). " Sobre la navegación china, y árabe, las razones de su fracaso, y la importancia de este problema en el "dossier" Occidente-Oriente, cf. Braudel, págs. 305-314, y Chaunu, págs. 288-308. VIRILIO define muy bien el fleet in being y sus consecuencias históricas: "El fleet in being es la presencia permanente en el mar de una flota invisible que puede golpear al adversario en cualquier parte y en cualquier momento (...), es una nueva idea de la violencia que ya no nace del enfrentamiento directo, sino de las propiedades desiguales de ios cuerpos, de la evaluación de las cantidades de movimientos que pueden permitirse en im elemento elegido, de la verificación permanente de su eficiencia dinámica (...) Ya no se trata de atravesar un continente, un océano, de ir de una ciudad a otra, de una orilla a la otra, el flet in being inventa la noción de un desplazamieiito que no tendría destmo en el espacio y el tiempo. (...) El submarino estratégico no tiene necesidad de ir a ninguna parte, le basta con mantenerse invisible mientras navega (...), realización del viaje cucular absoluto, ininterrumpido, puesto que no supondría ni salida ni llegada (...) Si, como pretendía Lenin, la estrategia es la elección de los puntos de aplicación de las fuerzas, estamos obligados a considerar que esos puntos, hoy, ya no son puntos de apoyo geoestratégicos, puesto que, en adelante, a partir de un punto cualquiera se puede alcanzar otro donde quiera que esté. (...) La localización geográfica parece haber perdido defintivamente su valor estratégico, y, a la inversa, ese mismo valor se atribuye a la deslocalización del vector, de un vector en movimiento permanente". ( Vitesse et politique, págs. 46-49, 132-133). Los textos de Virilio tienen, por todos estos conceptos, una gran importancia y novedad. El único punto que para nosotros plantea un problema es la asimilación por Virilio de tres grupos de velocidad que nos parecen muy importantes: 1.°) las velocidades de tendencia nómada, o bien de tendencia revolucionaria (revuelta, guerrilla); 2.°) las velocidades reguladas, transformadas, apropiadas por el aparato de Estado (la "red de comunicaciones"); 3.°) las velocidades liberadas por una organización mundial

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*" KENNETH WHO-E, Le nomadisme intellectuel. El segundo tomo de esta obra inédita se titula precisamente<br />

Poetry and Tribe.<br />

ANNY MIIJ\VANOFF, "La seconde peau du nomade" en Les Nouvelles Litteraires, 27 julio 1978:<br />

"Los nómadas Larbaá, en el límite de! Sahara argelino, utilizan la palabra triga, significa en general<br />

la ruta, el camino, para designar las correas tejidas que sirven para reforzar las ataduras de la<br />

tienda a los piquetes que la sostienen (...). En el pensamiento nómada, el habitat no está Hgado al<br />

territorio, sino más bien a un itinerario. Al negarse a apropiarse del espacio que atraviesa, el nómada<br />

se construye un entorno en lana o en pelo de cabra, que no marca el lugar provisional que<br />

ocupa. (...) Así la lana, materia suave, proporciona su unidad a la vida nómada. (...) El nómada<br />

se limita a la representación de sus trayectos, no a la figuración del espacio que recorre. Deja el<br />

espacio al espacio. (...) PoHmorñ'a de la lana".<br />

••^ Cf. W. M. WATT, Mahomet à Medina, Payot, págs. 107, 293.<br />

E. LARACHE, Histoire de la racine "Nem " en grec anclen, Klincksieck. La raíz "Nem" indica la distribución<br />

y no la repartición, incluso cuando las dos van unidas. Pues bien, en sentido pastoril, la<br />

distribución de los animales se hace en un espacio no limitado, y no imphca un reparto de las tierras:<br />

"El oficio de pastor, en la época homérica, no tiene nada que ver con un reparto de tierras;<br />

cuando la cuestión agraria, en la época de Solón, pasa a primer plano, se expresa en un vocabulario<br />

completamente distinto". Hacer pastar (nemó) no remite a repartú-, sino a disponer aqm' y<br />

allá, distribuir los animales. Sólo a partir de Solón, Nomos designará el principio de las leyes y<br />

del derecho (Thesmoí y Dike), luego se identificará a las propias leyes. Con anterioridad, existe<br />

más bien una alternativa entre la ciudad, o polis, regida por las leyes, y los alrededores como lugar<br />

del nomos. En Ibn Khaldoun encontramos una alternativa semejante: entre el Hadara como<br />

ciudadam'a, y la Badiya como nomos (que no es ciudad, sino campo preurbano, meseta, estepa,<br />

montaña o desierto).<br />

TOYNBEE, L'Histoire, Gallimard, págs. 185-210 (trad, cast., ed. Noguer): "Se lanzaron a la estepa,<br />

no para franquear sus límites, sino para fijarse en ella y sentirse realmente en su casa".<br />

'"' Cf. PIERRE HUBAC, Les nómades, la Renaissance du livre, págs. 26-29 (a pesar de que Huba<br />

tenga tendencia a confundir nómadas y migrantes).<br />

A propósito de los nómadas del mar, o del archipiélago, J. EMPERAIRE escribe: "No captan un itinerario<br />

en su conjunto, sino de una manera fragmentada, yuxtaponiendo en orden las diferentes<br />

etapas sucesivas, de lugar de acampada a lugar de acampada, escalonados a lo largo del viaje.<br />

Evalúan para cada una de esas etapas la duración del trayecto y los sucesivos cambios de orientación<br />

que lo marcan" (Leí nomarfejrfe/a/ner, Gallimard, pág. 225).<br />

THESIGER, Le desert des desert, Plon, págs. 155-171-225.<br />

Cf. las dos admirables descripciones, del desierto de arena por WILFRED THESIGER, y del desierto<br />

de hielo por EDMUND CARPENTER {Eskimo, Toronto): los vientos y las cualidades táctiles y sonoras,<br />

el carácter secundario de los datos visuales, especialmente la indiferencia de los nómadas hacia<br />

la astronomía como ciencia real, pero toda una ciencia menor de las variables cuaütativas y de<br />

las marcas.<br />

^" E. F. GAUTIER, Le passe de l'Afrique du Nord, Payot, págs. 267-316.<br />

^' Desde este punto de vista, el análisis que Clastres hace del profetismo indio puede generalizarse:<br />

"Por un lado los jefes, por otro, y contra ellos, los profetas. Y la máquina profética funcionaba<br />

perfectamente, puesto que los karai eran capaces de arrastrar a contmuación asombrosas masas<br />

de indios. (...) El acto msurreccional de los profetas contra los jefes confería a los primeros, por<br />

una extraña inversión de las cosas, infiiútamente más poder que detentaban los segundos" {La<br />

. sociéte cantre l'Etat, pág. 185).<br />

"Uno de los temas más interesantes del libro clásico de PAUL ALPHANDÉRY, La chrétienté et l'idée<br />

de croisade (Albín Michel), es mostrar cómo los cambios de recorridos, las paradas, las desviaciones<br />

forman parte plenamente de la Cruzada: "... este ejército de cruzados que nosotros resucitamos<br />

como un ejército moderno, de un Louis XTV o de un Napoleón, que marcha con una pasividad<br />

absoluta, según el deseo de un jefe, de un gabinete de diplomacia. Un ejército de ese tipo<br />

sabe dónde va y, cuando se equivoca, lo hace a propósito. Una historia más preocupada por las<br />

diferencias acepta otra imagen, más real, del ejército cruzado. El ejército cruzado es un ejército<br />

libre y algunas veces anárquicamente vivo. (...) Este ejército es interiormente mudo, por una<br />

compleja coherencia, que hace que nada de lo que se produce sea azar. Es cierto que la conquista<br />

de Constantínopla ha tenido su razón de ser, su necesidad, su carácter reUgioso, igual que los demás<br />

actos de cruzada" (t. II, pág. 76). Alphandéry muestra sobre todo que la idea de una lucha<br />

contra el infiel, en im punto cualquiera, aparece pronto ligada a la idea de una überación de la<br />

Tierra Santa (t. I, pág. 219).<br />

TRATADO DE NOMADOLOGÍA: LA MÁQUINA DE GUERRA 427<br />

" Esta confrontación Oriente-Occidente desde la Edad Media (Ugada a la pregunta: ¿por qué el<br />

capitalismo en Occidente y no en otra parte?) ha inspirado hermosos análisis a los historiadores<br />

modernos. Cf. especialmente FERNAND BRAUDEL, Civilisation matérielle et capitalisme, Armand<br />

Colín, págs. 108-121 (trad, cast., ed. Labor); PIERRE CHAUNU, L'expansion européenne du XIII<br />

au XV siede, P.U.F., págs. 334-339 ("¿Por qué Europa? ¿Por qué no China?") (trad, cast., ed.<br />

Labor); MAURICE LOMBARD, Espaces et réseaux du haut Moyen Age, Mouton cap. VII (y pág.<br />

219: "Lo que en el Este se denomina desmonte en el Oeste se llama roturación; la primera causa<br />

profunda del desplazamiento de los centros dominantes de Oriente a Occidente es, pues, ima razón<br />

geográfica, el bosque-calvero parece tener un potencial mayor que el desierto-oasis").<br />

Las observaciones de Marx sobre las formaciones despóticas en Asia se ven confirmadas por los<br />

análisis africanos de GLUCKMAN (Custom and Conflict in Africa, Oxford): a la vez inmutabilidad<br />

formal y rebelión constante. La idea de una "transformación" del Estado parece claramente occidental.<br />

Sin embargo, la otra idea, la de una "destrucción" del Estado, remite mucho más a<br />

Oriente, y a las condiciones de una máquina de guerra nómada. Por más que presentemos las dos<br />

ideas como fases sucesivas de la revolución, son muy diferentes y se concillan mal, resumen la<br />

oposición de las corrientes socialistas y anarquistas del siglo XIX. El propio proletariado occidental<br />

es considerado desde dos puntos de vista: en tanto que debe conquistar el poder y transformar<br />

el aparato de Estado, es el punto de vista de una fuerza de trabaja, pero, en tanto que desea<br />

o desearía una destrucción del Estado, es el punto de vista de una fuerza de nomadización.<br />

Incluso Marx define el proletariado no sólo como alienado (trabajo), sino como desterritoriaUzado.<br />

El proletario, bajo este último aspecto, aparece como el heredero de lo nómada en el<br />

mundo occidental. Y no sólo muchos anarquistas invocan temas nomádicos procedentes de<br />

Oriente, también, y sobre todo, la burguesía del siglo XIX identifica con gusto proletarios y<br />

nómadas, y asimila París a una ciudad frecuentada por los nómadas (cf. Louis CHEVALIER, Classes<br />

laborieuses et classes dangereuses, L.G.F., págs. 602-604.<br />

Cf. LuciEN MUSSET, Les invasions, le second assaut, P.U.F.: por ejemplo el análisis de las tres "fases"<br />

de los daneses, págs. 135-137.<br />

PAUL VIRILIO, Vitesse et politique, ed. Galilee, págs. 21-22 y passim. No sólo la "ciudad" es impensable<br />

independientemente de los flujos exteriores con los que está en contacto, y cuya circulación<br />

regula, sino que también conjimtos arquitectónicos precisos, por ejemplo la fortaleza, son<br />

verdaderos transformadores, gracias a sus espacios interiores que permiten un análisis, una prolongación<br />

o una restitución del movimiento. Virilio concluye que el problema no es tanto el del<br />

encierro como el de la vialidad o del movimiento controlado. En ese sentido, FOUCAULT hacía ya<br />

un análisis del hospital marítimo como operador y filtro: cf. Surveiller et punir, págs. 145-147<br />

(trad, cast., ed. Siglo XXI).<br />

" Sobre la navegación china, y árabe, las razones de su fracaso, y la importancia de este problema<br />

en el "dossier" Occidente-Oriente, cf. Braudel, págs. 305-314, y Chaunu, págs. 288-308.<br />

VIRILIO define muy bien el fleet in being y sus consecuencias históricas: "El fleet in being es la<br />

presencia permanente en el mar de una flota invisible que puede golpear al adversario en cualquier<br />

parte y en cualquier momento (...), es una nueva idea de la violencia que ya no nace del enfrentamiento<br />

directo, sino de las propiedades desiguales de ios cuerpos, de la evaluación de las<br />

cantidades de movimientos que pueden permitirse en im elemento elegido, de la verificación permanente<br />

de su eficiencia dinámica (...) Ya no se trata de atravesar un continente, un océano, de<br />

ir de una ciudad a otra, de una orilla a la otra, el flet in being inventa la noción de un desplazamieiito<br />

que no tendría destmo en el espacio y el tiempo. (...) El submarino estratégico no tiene<br />

necesidad de ir a ninguna parte, le basta con mantenerse invisible mientras navega (...), realización<br />

del viaje cucular absoluto, ininterrumpido, puesto que no supondría ni salida ni llegada (...)<br />

Si, como pretendía Lenin, la estrategia es la elección de los puntos de aplicación de las fuerzas,<br />

estamos obligados a considerar que esos puntos, hoy, ya no son puntos de apoyo geoestratégicos,<br />

puesto que, en adelante, a partir de un punto cualquiera se puede alcanzar otro donde quiera que<br />

esté. (...) La localización geográfica parece haber perdido defintivamente su valor estratégico, y,<br />

a la inversa, ese mismo valor se atribuye a la deslocalización del vector, de un vector en movimiento<br />

permanente". ( Vitesse et politique, págs. 46-49, 132-133). Los textos de Virilio tienen,<br />

por todos estos conceptos, una gran importancia y novedad. El único punto que para nosotros<br />

plantea un problema es la asimilación por Virilio de tres grupos de velocidad que nos parecen<br />

muy importantes: 1.°) las velocidades de tendencia nómada, o bien de tendencia revolucionaria<br />

(revuelta, guerrilla); 2.°) las velocidades reguladas, transformadas, apropiadas por el aparato de<br />

Estado (la "red de comunicaciones"); 3.°) las velocidades liberadas por una organización mundial

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