Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia - Patricio Lepe Carrión
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MIL MESETAS<br />
mente peor que tratarlos como árboles que se tallan, o figuras geométricas que se<br />
recortan y modelan. Es más, la utilización del número como cifra, como elemento<br />
estadístico, es propia del número numerado de Estado, no del número numerante.<br />
Y el mundo concentracionario opera tanto por linajes y territorios como por numeración.<br />
El problema no es, pues, el de lo bueno y el de lo malo, sino el de la especificidad.<br />
La especificidad de la organización numérica procede del modo de<br />
existencia nómada y de la ftmción-máquina de guerra. El número numerante se<br />
opone a la vez a los códigos de linajes y a la sobrecodi&cación de Estado. La composición<br />
aritmética va por un lado a seleccionar, a extraer de los linajes los elementos<br />
que entrarán en el nomadismo y la máquina de guerra; por otro, los dirigfrá<br />
contra el aparato de Estado, opondrá una máquina y una existencia al<br />
aparato de Estado, trazará una desterritorialización que atraviesa a la vez las territoriafidades<br />
de linajes y el territorio o la desterritoriafidad de Estado.<br />
El número numerante, nómada o de guerra, tiene una primera característica:<br />
siempre es complejo, es decir, articulado. Complejo de números cada vez. Por eso<br />
precisamente no implica en modo alguno grandes cantidades homogeneizadas,<br />
como los números de Estado o el número numerado, sino que produce sü efecto de<br />
inmensidad gracias a su sutil articulación, es decir, gracias a su distribución de heterogeneidad<br />
en un espacio fibre. Incluso los ejércitos de Estado, en el momento en<br />
que se tratan de grandes números, no abandonan este principio (a pesar del predomino<br />
de la "base" 10). La legión romana es un número articulado de números, de<br />
tal forma que los segmentos devienen móviles, y las figuras geométricas, cambiantes,<br />
de transformación. Y el número complejo o articulado no sólo compone hombres,<br />
smo necesariamente armas, animales y vehículos. La unidad aritmética de base<br />
es, pues, una unidad de agencianhento: por ejemplo, hombre-cabaUo-arco, 1 x 1 x<br />
1, según la fórmula que dio el triunfo a los escitas; y la fórmula se comphca en la<br />
medida en que ciertas "armas" agencian o articulan varios hombres y animales, por<br />
ejemplo el carro de dos cabaUos y de dos hombres, uno para conduch y otro para<br />
lanzar, 2xlx2=l;o bien el célebre escudo de doble empuñadura, de la reforma<br />
hóphta, que une cadenas humanas. Por pequeña que sea la "unidad", es articulada.<br />
El número numerante siempre está en varias bases a la vez. Pero todavía hay que<br />
tener en cuenta relaciones aritméticas extemas, aunque contenidas en el número,<br />
que expresan la proporción de los combatientes entre los miembros de un Imaje o<br />
de una tribu, el papel de las reservas y de los depósitos, del mantenimiento de los<br />
hombres, cosas y animales. La logística es el arte de estas relaciones extemas, que<br />
pertenecen a la máquina de guerra no menos que las relaciones intemas de la estrategia,<br />
es dech, las composiciones de unidades combatientes entre si Ambas constituyen<br />
la ciencia de la articulación de los números de guerra. Todo agenciamiento<br />
imphca este aspecto estratégico y este aspecto logistico.<br />
Pero el número numerante tiene una segunda característica más secreta.<br />
La máquina de guerra presenta siempre un extraño proceso de rephcación o de<br />
redoblamiento aritmético, como si operase con dos series no simétricas y desiguales.<br />
En efecto, por un lado, los hnajes o tribus están orgaiüzados y modificados numéricamente;<br />
la composición numérica se superpone a los linajes para hacer prevalecer<br />
el nuevo principio. Por otro, al mismo tiempo, algunos hombres son<br />
TRATADO DE NOMADOLOGlA: LA MÁQUINA DE GUERRA 395<br />
extraídos de cada Imaje para formar un cuerpo numérico especial. Como si la<br />
nueva composición numérica del cuerpo-linaje no pudiese triunfar sin constituir<br />
un cuerpo específico a su vez numérico. Creemos que éste no es un fenómeno accidental,<br />
smo un constituyente esencial de la máquina de guerra, una operación<br />
que condiciona la autonomía del número: es necesario que el número del cuerpo<br />
tenga por correlato un cuerpo del número, es necesario que el número se desdoble<br />
según dos operaciones complementarias. El cuerpo social no es numerizado sin<br />
que el número no forme un cuerpo especial. Cuando Gengis Khan crea su gran<br />
composición de estepa, organiza numéricamente los hnajes y los combatientes de<br />
cada hnaje, sometidos a cifras y a jefes (decenas y decurión, centenas y centurión,<br />
mulares y quiharcas). Pero también extrae de cada hnaje aritmetizado un número<br />
reducido de hombres que van a constituh su guardia personal, es dech, una formación<br />
dinámica de estado mayor, de comisarios, mensajeros y diplomáticos<br />
("antrustions")^'^. Una cosa va unida a la otra: doble desterritoriahzación, en la<br />
que la segunda está elevada a una potencia mayor. Cuando Moisés crea su gran<br />
composición de desierto, en la que más que la hifluencia de Yahvé sufre necesariamente<br />
la influencia nómada, recensa y organiza numéricamente cada tribu;<br />
pero también promulga una ley según la cual los primogénitos de cada tribu, en<br />
ese momento, pertenecen por derecho a Yahvé; y como estos primogénitos son<br />
evidentemente demasiado pequeños, su papel en el Número será transferido a una<br />
tribu especial, la de los Levitas, que proporcionará el cuerpo del Número o la<br />
guardia especial del arca; y como los Levitas son menos numerosos que los nuevos<br />
primogénitos en el conjunto de la tribus, estos primogénitos excedentarios deberán<br />
ser comprados de nuevo por las tribus, bajo la forma del pago de un impuesto<br />
(lo que nos Ueva a un aspecto fundamental de la logística). La máquma de guerra<br />
no podría funcionar sin esta doble serie: es necesario que la composición numérica<br />
sustituya a la organización de linaje, pero que a la vez también conjure la organización<br />
territorial de Estado. En la máquina de guerra, el poder se define según<br />
esta doble serie: ya no depende de los segmentos y de los centros, de la<br />
resonancia eventual de los centros y de la sobrecodificación de los segmentos, smo<br />
de esas relaciones intemas al Número, independientes de la cantidad. De ahí derivan<br />
también las tensiones o las luchas de poder: entre las tribus y los Levitas de<br />
Moisés, entre los "noyans"y los "antrustions"de Gengis. No se trata shnplemente<br />
de una protesta de los linajes que desearían recuperar su antigua autononua, ni<br />
tampoco de la prefiguración de una lucha en tomo a un aparato de Estado: es la<br />
tensión propia de una máquina de guerra, de su poder especial, y de la hmitación<br />
particular del poder del "jefe".<br />
La composición numérica, o el número numerante, hnphca, pues, varias operaciones:<br />
aritmetización de los conjuntos iniciales (los hnajes); reunión de los subconjuntos<br />
extraídos (constitución de decenas, centenas, etc.); formación por sustitución<br />
de otro conjunto en correspondencia con el conjunto reunido ( el cuerpo<br />
especial). Pues bien, esta úhhna operación hnphca la máxüna variedad y originahdad<br />
de la existencia nómada. Hasta el extremo de que volvemos a encontrar el<br />
problema mcluso en los ejérchos de Estado, cuando el Estado se apropia de la<br />
máquma de guerra. En efecto, si la aritmetización del cuerpo social tiene como