Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia - Patricio Lepe Carrión
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340 MIL MESETAS<br />
brelineales, maquínicas y no mecánicas, no covalentes, indirectas, que operan por<br />
discernimiento o discriminación estereoespecífica más bien que por encadenamiento<br />
/f,b^ Hay, pues, varias maneras de enunciar una misma diferencia, pero esa diferencia<br />
parece mucho más ampha que la que nosotros buscamos: en efecto, concierne<br />
a la materia y a la vida, o incluso más bien, puesto^que no hay más que una sola<br />
materia, concierne a dos estados, a dos tendencias de la materia atómica (por<br />
ejemplo, hay uniones que inmovüizan, uno con relación al otro, los átomos asociados,<br />
y otras que permiten una hbre rotación). Si se enuncia la diferencia bajo su<br />
forma más general se dhá que se mstaura entre sistemas estratificados, sistemas de<br />
estratificación por un lado, y por otro conjuntos consistentes, autoconsistentes.<br />
Pero precisamente la consistencia lejos de estar reservada a formas vitales complejas,<br />
concierne ya plenamente al átomo y a las partículas más elementales. Se hablará,<br />
pues, de sistema de estratificación codificado siempre que haya, en sentido<br />
horizontal, causahdades fineales entre elementos; y, verticahnente, jerarqm'as de<br />
orden entre agrupamientos; y, para que todo se mantenga unido en profundidad,<br />
una sucesión de formas encuadrantes cada una de las cuales da forma a una sustancia,<br />
y sirve a su vez de sustancia a la otra. Esas causaUdades, esas jerarquías,<br />
esos encuadramientos, constituhán tanto un estrato como el paso de un estrato a<br />
otro y las combinaciones estratificadas de lo molecular y de lo molar. Por el contrario,<br />
se hablará de conjuntos de consistencia siempre que nos encontremos, no<br />
ante una sucesión regulada de formas-sustancias, smo ante consohdados de componentes<br />
muy heterogéneas, cortochcuitos de orden o incluso causahdades invertidas,<br />
capturas entre materiales y fuerzas de otra naturaleza: como si un filum maquínico,<br />
una transversalidad desestratificante pasase a través de los elementos, los<br />
órdenes, las formas y las sustancias, lo molar y lo molecular, para hberar una materia<br />
y captar fuerzas.<br />
|| ¿i5 Pues bien, si nos preguntamos "qué lugar ocupa la vida" en esa distmción, vemos<br />
sm duda que hnphca un incremento de consistencia, es dech, una plusvafia<br />
(plusvafia de desestratificación). Por ejemplo, impüca un mayor número de conjuntos<br />
autoconsistentes, de procesos de consohdación, y les da una dimensión molar.<br />
La vida ya es desestratificante, puesto que su código no se distribuye en todo<br />
el estrato, sino que ocupa una finca genética eminentemente especializada. Sin<br />
embargo, la pregunta es casi contradictoria, puesto que, preguntar qué lugar<br />
ocupa la vida, equivale a tratarla como un estrato particular, que tiene su orden y<br />
surge en el orden, que tiene sus formas y sus sustancias. Y es cierto que la vida es<br />
las dos cosas a la vez: un sistema de estratificación particularmente complejo, y un<br />
conjunto de consistencia que trastoca los órdenes, las formas y las sustancias. Así,<br />
ya hemos visto cómo lo viviente efectuaba una transcodificación de los medios<br />
que puede ser considerada tanto constituyendo un estrato como efectuando causahdades<br />
mvertidas y transversales de desestratificación. Por eso, la misma pregunta<br />
puede ser planteada cuando la vida ya no se contenta con mezclar medios,<br />
smo que agencia territorios. El agenciamiento territorial hnphca una descodificación,<br />
y es mseparable de una desterritorialización que lo afecta (dos nuevos tipos<br />
de plusvafia). En ese caso, se comprende que la "etologia" sea un domhiio molar<br />
DEL RITORNELO 341<br />
especialmente privüegiado para mostrar cómo las componentes más diversas, bioquímicas,<br />
de comportamiento, perceptivas, hereditarias, adquiridas, improvisadas,<br />
sociales, etc., pueden cristaUzar en agenciamientos que no respetan ni la disthición<br />
de los órdenes ni la jerarquía de las formas. Lo que hace que se mantengan unidas<br />
todas las componentes son las transversales, y la transversal sólo es una componente<br />
que carga con el vector especializado de desterritorialización. En efecto, un<br />
agenciamiento no se sostiene por el juego de las formas encuadrantes o de las causahdades<br />
lineales, sino por su componente más desterritorializada, por un máximo<br />
de desterritoriahzación, actoal o potenciahnente: por ejemplo el ritornelo, más<br />
desterritorializado que la brizna de hierba, lo que no le impide estar "determinado",<br />
es dech, actuar sobre las componentes bioquímicas y moleculares. El agenciamiento<br />
se sostiene por su componente más desterritorializada, lo que no quiere<br />
decir indeterminada (el ritornelo puede estar en estrecha conexión con hormonas<br />
mascuhnas) Cuando una componente de este tipo forma parte de un agenciamiento<br />
puede ser la más determinada, e mcluso mecanizada, pero no por eUo da<br />
menos "juego" a lo que compone, favorece la aparición de nuevas dimensiones de<br />
los medios, desencadena procesos de discemibüidad, de especiahzación, de contracción,<br />
de aceleración que abren nuevos posibles, que abren el agenciamiento<br />
territorial a inter-agenciamientos. Volvamos al Scenopoietes: su acto, uno de sus<br />
actos, consiste en discernir y hacer discemh las dos caras de la hoja. Ese acto actúa<br />
en el determhüsmo del pico dentado. En efecto, los agenciamientos se definen<br />
a la vez por materias de expresión que adquieren consistencia independientemente<br />
de la relación forma-sustancia; causafidades invertidas o de termhiismos "anticipados",<br />
innatismos descodificados, que tienen que ver con actos de discernimiento<br />
o de elección y no con reacciones encadenadas; combinaciones moleculares que<br />
proceden por uniones no covalentes y no por relaciones lineales; en resumen, un<br />
nuevo "aspecto" producido por la hnbricación de lo semiotico y de lo material. En<br />
ese sentido, se puede oponer la consistencia de los agenciamientos a lo que todavía<br />
era la estratificación de los medios. Pero, una vez más, esta oposición sólo es<br />
relativa, totahnente relativa. De la misma manera que los medios oscilan entre un<br />
estado de estrato y un movhniento de desestratificación, los agenciamientos oscilan<br />
entre un cierre territorial que tiende a reestratificarlos, y una abertura desterritorializante<br />
que, por el contrario, los conecta al Cosmos. Por eso no es extraño<br />
que la diferencia que nosotros buscábamos no sea tanto entre los agenciamientos<br />
y otra cosa como entre los dos fimites de todo posible agenciamiento, es dech, entre<br />
el sistema de los estratos y el plan de consistencia. Y no hay que olvidar que en<br />
el plan de consistencia los estratos se refuerzan y se organizan, y que en los estratos<br />
el plan de consistencia actúa y se construye, ambas cosas fragmento a fragmento,<br />
golpe a golpe, operación tras operación.<br />
[IjUHemos pasado de los medios estratificados a los agenciamientos territorializados;<br />
y, al mismo tiempo, de las fuerzas del caos, tal como están distribuidas, codificadas,<br />
transcodificadas por los medios, a las fuerzas de la tierra, tal como están<br />
reagrupadas en los agenciamientos. Luego hemos pasado de los agenciamientos