Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia - Patricio Lepe Carrión

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312 MIL MESETAS PHILIPPE GAVI, "Les philosophes du fantastique", Libération, 31 de marzo 1977. —Para los casos precedentes, habría que llegar a comprender ciertos comportamientos llamados neuróticos en función de los devenires-animales, en lugar de relacionar los devenires-animales con una interpretación psicoanaHtica de esos comportamientos. Ya lo hemos visto en el caso del masoquismo (y Lolito explica que el origen de sus proezas está en ciertas experiencias masoquistas; un hermoso texto de Christian Maurel conjuga un devenir-mono y un devenir-caballo en una pareja masoquista). También habría que considerar la anorexia desde el punto de vista del devenir-animal. Cf. Newsweek, 16 de mayo 1977, pág. 57. Cf. TROST, Visible et invisible. Arcanes y Librement mécanique, Minotaure: "Ella estaba a la vez en su realidad sensible y en el prolongamiento ideal de sus líneas como la proyección de un grupo humano futuro". Cf. los ejemplos y la explicación estructural propuesta por J.—P. VERNANT, en Problèmes de la guerre en Grèce ancienne. Mouton, págs. 15-16. Sobre el travestismo en las sociedades primitivas, cf BRUNO BETHELHEIM, Les blessures symboliques, Gallimard (trad, cast., ed. Barrai) (que da una interpretación psicológica identificatoria) y sobre todo GREGORY BATESON, La cérémonie du Naven, ed. de Minuit (que propone una interpretación estructural original). FRANÇOIS CHENG, L 'écriture poétique chinoise, págs. 20 sig. VIRGINIA WOOLF, Journal d'un écrivain, t. 1, 10-18, pág. 230 (trad, cast., ed. Lumen): "De repente se me ocurrió que lo que quería ahora era saturar cada átomo", etc. Sobre todos estos puntos nos servimos de un estudio inédito de Fanny Zavin sobre Virginia Woolf Nos remitimos a Crainte et tremblement (trad, cast., ed. Guadarrama) que nos parece el libro más importante de Kierkegard, por su manera de plantear el problema del movimiento y de la velocidad, no sólo en su contenido, sino en su estilo y su composición. CARLOS CASTAÑEDA, passim, y sobre todo Voyage à Ixtlan, págs. 233 sig (trad, cast., ed. F.C.E.). LESLIE FIEDLER, Le retour du Peau-rouge, ed. du Seuil. Fiedler explica la alianza secreta del americano blanco con el negro o el indio por un deseo de escapar a la forma y a la empresa molar de la mujer americana. MICHAUX, Miserable miracle, Gallimard, pág. 126: "El horror radicaba sobre todo en que yo sólo era un línea. En la vida normal se es una esfera, una esfera que descubre panoramas. (...) Aqm' sólo una línea (...) El acelerado Imeal en el que me había convertido..." Cf. los dibujos lineales de Michaux. Pero es en Les grandes épreuves de l'esprit, (trad, cast., ed. Tusquets), en las ochenta primeras páginas de ese libro, donde Michaux va lo más lejos posible en el análisis de las velocidades, de las percepciones moleculares y de los "microfenómenos" o "microoperaciones". ARTAUD, Les Tarahumaras, OEuvres complètes, t. K, págs. 34-36 (trad, cast., ed. Barrai). MICHAUX, Misérable miracle, pág. 164 ("Ser dueño de su velocidad"). Sobre las posibilidades del silicio, y su relación con el carbono desde el punto de vista de la química orgánica, cf el artículo "Silicium" en Encyclopedia Universalis. Luc DE HEUSCH muestra cómo es el hombre de guerra el que aporta el secreto: piensa, come, ama, juzga, llega en secreto, en cambio, el hombre de Estado procede públicamente (Le roi ivre ou l'origine de l'Etat). La idea del secreto de Estado es tardía, y supone la apropiación de la máquina de guerra por el aparato de Estado. Especialmente GEORG SIMMEL, cf. The Sociology of Georg Simmel, Glencoe, cap. IH. P.E. JosET señala perfectamente esos dos aspectos de la sociedad secreta de iniciación, el Mambela del Gongo: por un lado, su relación de iirfluencia sobre los jefes políticos habituales, que llega hasta una transferencia de los poderes sociales; por otro, su relación secreta de hecho con los Aniato, como sociedad secreta de crimen o de hombres-leopardos dentro de esa sociedad secreta (incluso si los Anioto tienen otro origen que el Mambela). Cf. Les sociétés secrètes des hommes-léopards en Afrique noire, cap. V. Sobre las concepciones psicoanalíticas del secreto, cf. "Du secret", Nouvelle revue de psychanalyse n" 14: y para la evolución de Freud, el artículo de Claude Girard, "Le secret aux origines". BERNARD PINGAUD, apoyándose en el texto ejemplar de James, "Image dans le tapis", muestra cómo el secreto salta del contenido a la forma, y escapa a los dos: "Du secret", págs. 247-249. Con frecuencia se ha comentado ese texto de James desde un punto de vista que interesa al psicoanálisis; especialmente , J.B. PONTALIS, Après Freud, Gallimard. Pero el psicoanálisis sigue estando prisionero tanto de un contenido necesariamente disfrazado como de una forma necesariamente simbóUca (estructura, causa ausente...), a un nivel que define a la vez el inconsciente y el lenguaje. Por eso, en sus expUcaciones Uterarias o estéticas, falla tanto el secreto en un autor DEVENIR-INTENSO, DEVENIR-ANIMAL, DEVENIR-IMPERCEPTIBLE... 313 como el secreto de un autor. Igual que para el secreto de Edipo: se ocupan de los dos primeros secretos, pero no del tercero, que, sin embargo, es el más importante. Sobre las oscuridades de la idea de mayoría, cf los dos temas célebres del "efecto-Condorcet" y del "teorema de decisión colectiva" de Arrow. Cf. FAULKNER, L'Intrus, Gallimard, pág. 264 (trad, cast., ed. Seix Barrai). Hablando de los blancos del Sur después de la guerra de Secesión, no sólo de los pobres, sino de las antiguas familias ricas, Faulkner escribre: "Estamos en la situación-de un alemán después de 1933, que no tema otras alternativas que ser nazi o judío". La sumisión de la línea al punto aparece claramente en los esquemas arborescentes: cf. JULIEN PACOTTE, Le réseau arborescent, Hermann; y el estatuto de los sistemas jerárquicos o centrados según P. Rosenstiehl y J. Petitot, "Automate asocial et systèmes acentrés" {Comnunications n." 22, 1974). Se podría presentar el esquema arborescente de mayoría bajo la forma siguiente: VCLt-on. (¡JU^'fo ílovvv¿M.arrte) Línea de devenir, con relación a la unión localizable de A y B (distancia), o con relación a su contigüidad: I VIRGINIA WOOLF, Journal d'un écrivain, 10-18, t. I, pág. 238 (trad, cast., ed. Lumen). E igual ocurre en Kafka, en el que los bloques de infancia funcionan de forma opuesta a los recuerdos de infancia. El caso de Proust es más complicado, puesto que realiza una mezcla de los dos. El psicoanálisis está en la situación de captar los recuerdos o fantasmas, pero nunca los bloques de infancia. Por ejemplo, en el sistema de la memoria, la formación del recuerdo implica una diagonal que convierte un presente A en representación A' con relación al nuevo presetne B, en A" con relación a C, etc.: Cf. HUSSERL, Leçons pour une phénoménologie de la conscience intime du temps, P.U.F. NIETZSCHE, Considérations intempestives, "Utilité et inconvénient des études historiques", s 1. (trad. cast., ed. Aguilar). Sobre todos estos temas, cf PIERRE BOULEZ : 1.°) como, cada vez, unas transversales tienden a escaparse de las coordenadas horizontales y verticales de la música, trazando incluso a veces

314 MIL MESETAS "líneas virtuales", Releves d'apprenti, ed. du Seuil, págs. 230, 290-297, 372. Sobre la idea de bloque sonoro o "bloques de duración", en relación con esta transversal. Penser la musique aujourd'hui, Gonthier, págs. 59-63; sobre la distinción entre puntos y bloques, "conjuntos puntuales" y conjuntos "agregativos" de individualidad variable, "Sonate que me veux-tu?", en Médiations n.° 7, 1964. El odio de la memoria aparece frecuentemente en Boulez: cf. "Eloge de l'ammésie" (Musique en jeu n.° 4, 1971). "J'ai horreur du souvenir" (en Roger Desormi'ere et son temps, ed. du Rocher). Si nos limitamos a ejemplos contemporáneos, encontraríamos declaraciones análogas en Strawinsky, Cage, Berio. Por supuesto, existe una memoria musical ligada a las coordenadas y que se ejerce en los marcos sociales (levantarse, acostarse, batirse en retirada). Pero la percepción de una "frase" musical no recurre tanto a una memoria, incluso del tipo reminiscencia, como a una extensión o contracción de la percepción del tipo encuentro. Habría que estudiar cómo cada músico utiUza verdaderos bloques de olvido: por ejemplo lo que Barraqué dice de los "fragmentos de olvido" y de los "desarrollos ausentes" en Debussy {Debussy, págs. 169-171). Véase un estudio general de DANIEL CHARLES, "La musique et l'oubli". Traverses n." 4, 1976. - ROLAND BARTHES, "Rasch", en Langue, discours, société, ed. du Seuil, págs. 217-228. Por todos estos conceptos, hay muchas diferencias entre los pintores, pero también un movimiento de conjunto, cf. KANDINSKY, Point, ligne, plan (trad, cast., ed. Barrai); KLEE, Théorie de l'art moderne, Gonthier (trad. cast.,ed. Calden). Declaraciones como las de Mondrian, sobre el valor exclusivo de la vertical y la horizontal, tienen como finalidad mostrar en qué condiciones éstas son suficientes para lanzar una diagonal que ya lú siquiera tiene necesidad de ser trazada: por ejemplo, porque las coordenadas de desigual espesor se cortan en el interior del cuadro y se prolongan fuera del cuadro, abriendo un "eje dinámico" en transversal (cf. los comentarios de MICHEL BUTOR, Repertorio IH, "Le carré et son habitant", ed. de Minuit) (trad, cast., ed. Seix Barrai). También se consultará el artículo de MICHEL FRIED sobre la línea de Pollock ("Trois peintre américains", en Peindre, 10-18), y las páginas de HENRY MILLER sobre la línea de Nash ( Virage à quatre-vingts. Livre de Poche). "Había algo tenso, exasperado, algo que iba casi hasta una intolerable cólera en su pecho de hombre valiente, mientras tocaba esta fina y noble música de paz. Cuanto más exquisita era la música con más perfección tocaba dentro de una dicha total; y al mismo tiempo la loca exasperación que llevaba dentro de sí crecía en la misma medida" (LAWRENCE, La verge d'Aaron, Gallimard, pág. 16). Aunque BERIO da otras indicaciones, nos parece que su obra Visage, está compuesta según los tres estados de rostridad: primero una multíplicidad de cuerpos y siluetas sonoras, luego un corto momento de organización dominante y sonfónica del rostro, por último, un lanzamiento de "cabezas buscadoras" en todas las direcciones. Sin embargo, no se trata en modo alguno de una música que "imitaría" al rostro y sus avalares, ni de una voz que haría metáfora. Pero los sonidos aceleran la desterritorialización del rostro, le dan una potencia propiamente acústica, en cambio, el rostro reacciona musicalmente al precipitar a su vez la desterritorialización de la voz. En un rostro molecular, producido por una música electrónica. La voz precede al rostro, lo forma un instante, y le sobrevive al adquirir cada vez mayor velocidad, a condición de ser inarticulada a-significante, a-subjetiva. ^ GROHMANN, Paul Klee, Flammarion: "Medio convencido, medio divertido, se consideraba feliz, eso decía, por haber llevado [la pintura], al menos en lo que se refiere a la forma, a la altura en que Mozart había dejado la música antes de morir" (66-67). ' DOMINIQUE FERNANDEZ, La rose des Tudors, JuUiard (y la novela Porporino, Grasset). Fernández cita la música pop como un retomo tínúdo a la gran música vocal inglesa. En efecto, habría que considerar las técnicas de respiración circular, en las que se canta inspkando y espirando, o de filtrado del sonido según zonas de resonancia (nariz, frente, pómulos — utilización propiamente musical del rostro). ' MARCEL MORÉ, Le dieu Mozart et le monde des oiseaux, Gallimard. ' Hemos visto que la imitación podía concebirse como una semejanza de términos que culmina en un arquetipo (serie), o bien como una correspondencia de relaciones que constituye un orden simbóUco (estructura); pero el devenir no se deja reducir ni a una ni a otra. El concepto de mimesis no sólo es insuficiente, sino que es radicalmente falso. FRANÇOIS TRUFFAUT, Le cinéma selon Hitchcock, Seghers, págs. 332-333 (trad, cast., Alianza Editorial) ("me he tomado la Ucencia dramática de no permitir en modo alguno que los pájaros chillaran..."). DEVENIR-INTENSO, DEVENIR-ANIMAL, DEVENIR-IMPERCEPTIBLE... 315 CL E. DE MARTINO, La terre du remord, Gallimard, pp. 142-170. Martino sostiene, no obstante, una interpretación basada en el arquetipo, la imitación y la identificación. ^- Cf. J.C. LAROUCHE, Alexis le trotteur, ed. du Jour, Montreal. Testimonio citado: "Intrepretaba la música con la boca como uno de nosotros, tenía una armònica muy grande, con la que nosotros ni siquiera éramos capaces de tocar. (...) Cuando tocaba con nosotros decidía de repente superamos. Es decir, doblaba el tiempo del acorde; mientras que nosotros tocábamos un tiempo, él tocaba dos, y eso exigía una respiración extraordinaria" (pág. 95). " ANDRÉE TÉTRY, Les outils chez les êtres vivants. Gallimard, capítulo sobre los "instmmentos de música", con bibliografia: el ruido puede ser un efecto del movimiento o del trabajo del aiümal, pero se hablará de instmmentos de música cada vez que unos animales disponen de aparatos cuya única función es producir sonidos variados (el carácter musical, en la medida en que se deja determinar, es muy variable, pero también lo es en el caso del aparato vocal de los pájaros; entre los insectos hay verdaderos virtuosos). Desde ese punto de vista, distinguimos: 1.°) aparatos estridulantes, del tipo instrumentos de cuerda, frotamiento de una superficie rígida contra otra superficie (insectos, crastáceos, arañas, escorpiones, pedipalpos); 2.°) aparatos de percusión, del tipo tambor, cimbal, xilofón, acción directa de músculos sobre una membrana vibrante (cigalas y ciertos peces). No sólo la variedad de los aparatos y de los sonidos es infinita, sino que un mismo animal varía su ritmo, su tonalidad, su intensidad, según las circunstancias o exigencias todavía más misteriosas. "Se trata entonces de un canto de cólera, de angustia, de miedo, de triunfo, de amor. Bajo el impulso de una viva excitación, el ritmo del chirrido varía: en el Crioceris Lilii, la frecuencia de los frotamientos pasa de 228 golpes a 550, e incluso más, por minuto". GISÈLE BRELET, en Histoire de la musique. II, Pléiade, "Musique contemporaine en France", pág. 1.166. Texto de HENRY MILLER para Varese, Le cauchemar climatisé, Gallimard, págs. 189-199.

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"líneas virtuales", Releves d'apprenti, ed. du Seuil, págs. 230, 290-297, 372. Sobre la idea de bloque<br />

sonoro o "bloques de duración", en relación con esta transversal. Penser la musique aujourd'hui,<br />

Gonthier, págs. 59-63; sobre la distinción entre puntos y bloques, "conjuntos puntuales"<br />

y conjuntos "agregativos" de individualidad variable, "Sonate que me veux-tu?", en<br />

Médiations n.° 7, 1964. El odio de la memoria aparece frecuentemente en Boulez: cf. "Eloge de<br />

l'ammésie" (Musique en jeu n.° 4, 1971). "J'ai horreur du souvenir" (en Roger Desormi'ere et son<br />

temps, ed. du Rocher). Si nos limitamos a ejemplos contemporáneos, encontraríamos declaraciones<br />

análogas en Strawinsky, Cage, Berio. Por supuesto, existe una memoria musical ligada a las<br />

coordenadas y que se ejerce en los marcos sociales (levantarse, acostarse, batirse en retirada).<br />

Pero la percepción de una "frase" musical no recurre tanto a una memoria, incluso del tipo reminiscencia,<br />

como a una extensión o contracción de la percepción del tipo encuentro. Habría que<br />

estudiar cómo cada músico utiUza verdaderos bloques de olvido: por ejemplo lo que Barraqué<br />

dice de los "fragmentos de olvido" y de los "desarrollos ausentes" en Debussy {Debussy, págs.<br />

169-171). Véase un estudio general de DANIEL CHARLES, "La musique et l'oubli". Traverses n." 4,<br />

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- ROLAND BARTHES, "Rasch", en Langue, discours, société, ed. du Seuil, págs. 217-228.<br />

Por todos estos conceptos, hay muchas diferencias entre los pintores, pero también un movimiento<br />

de conjunto, cf. KANDINSKY, Point, ligne, plan (trad, cast., ed. Barrai); KLEE, Théorie de<br />

l'art moderne, Gonthier (trad. cast.,ed. Calden). Declaraciones como las de Mondrian, sobre el<br />

valor exclusivo de la vertical y la horizontal, tienen como finalidad mostrar en qué condiciones<br />

éstas son suficientes para lanzar una diagonal que ya lú siquiera tiene necesidad de ser trazada:<br />

por ejemplo, porque las coordenadas de desigual espesor se cortan en el interior del cuadro y se<br />

prolongan fuera del cuadro, abriendo un "eje dinámico" en transversal (cf. los comentarios de<br />

MICHEL BUTOR, Repertorio IH, "Le carré et son habitant", ed. de Minuit) (trad, cast., ed. Seix<br />

Barrai). También se consultará el artículo de MICHEL FRIED sobre la línea de Pollock ("Trois<br />

peintre américains", en Peindre, 10-18), y las páginas de HENRY MILLER sobre la línea de Nash<br />

( Virage à quatre-vingts. Livre de Poche).<br />

"Había algo tenso, exasperado, algo que iba casi hasta una intolerable cólera en su pecho de<br />

hombre valiente, mientras tocaba esta fina y noble música de paz. Cuanto más exquisita era la<br />

música con más perfección tocaba dentro de una dicha total; y al mismo tiempo la loca exasperación<br />

que llevaba dentro de sí crecía en la misma medida" (LAWRENCE, La verge d'Aaron, Gallimard,<br />

pág. 16).<br />

Aunque BERIO da otras indicaciones, nos parece que su obra Visage, está compuesta según los<br />

tres estados de rostridad: primero una multíplicidad de cuerpos y siluetas sonoras, luego un corto<br />

momento de organización dominante y sonfónica del rostro, por último, un lanzamiento de "cabezas<br />

buscadoras" en todas las direcciones. Sin embargo, no se trata en modo alguno de una música<br />

que "imitaría" al rostro y sus avalares, ni de una voz que haría metáfora. Pero los sonidos<br />

aceleran la desterritorialización del rostro, le dan una potencia propiamente acústica, en cambio,<br />

el rostro reacciona musicalmente al precipitar a su vez la desterritorialización de la voz. En un<br />

rostro molecular, producido por una música electrónica. La voz precede al rostro, lo forma un<br />

instante, y le sobrevive al adquirir cada vez mayor velocidad, a condición de ser inarticulada<br />

a-significante, a-subjetiva.<br />

^ GROHMANN, Paul Klee, Flammarion: "Medio convencido, medio divertido, se consideraba feliz,<br />

eso decía, por haber llevado [la pintura], al menos en lo que se refiere a la forma, a la altura en<br />

que Mozart había dejado la música antes de morir" (66-67).<br />

' DOMINIQUE FERNANDEZ, La rose des Tudors, JuUiard (y la novela Porporino, Grasset). Fernández<br />

cita la música pop como un retomo tínúdo a la gran música vocal inglesa. En efecto, habría que<br />

considerar las técnicas de respiración circular, en las que se canta inspkando y espirando, o de<br />

filtrado del sonido según zonas de resonancia (nariz, frente, pómulos — utilización propiamente<br />

musical del rostro).<br />

' MARCEL MORÉ, Le dieu Mozart et le monde des oiseaux, Gallimard.<br />

' Hemos visto que la imitación podía concebirse como una semejanza de términos que culmina en<br />

un arquetipo (serie), o bien como una correspondencia de relaciones que constituye un orden<br />

simbóUco (estructura); pero el devenir no se deja reducir ni a una ni a otra. El concepto de<br />

mimesis no sólo es insuficiente, sino que es radicalmente falso.<br />

FRANÇOIS TRUFFAUT, Le cinéma selon Hitchcock, Seghers, págs. 332-333 (trad, cast., Alianza<br />

Editorial) ("me he tomado la Ucencia dramática de no permitir en modo alguno que los pájaros<br />

chillaran...").<br />

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CL E. DE MARTINO, La terre du remord, Gallimard, pp. 142-170. Martino sostiene, no obstante,<br />

una interpretación basada en el arquetipo, la imitación y la identificación.<br />

^- Cf. J.C. LAROUCHE, Alexis le trotteur, ed. du Jour, Montreal. Testimonio citado: "Intrepretaba la<br />

música con la boca como uno de nosotros, tenía una armònica muy grande, con la que nosotros<br />

ni siquiera éramos capaces de tocar. (...) Cuando tocaba con nosotros decidía de repente superamos.<br />

Es decir, doblaba el tiempo del acorde; mientras que nosotros tocábamos un tiempo, él<br />

tocaba dos, y eso exigía una respiración extraordinaria" (pág. 95).<br />

" ANDRÉE TÉTRY, Les outils chez les êtres vivants. Gallimard, capítulo sobre los "instmmentos de<br />

música", con bibliografia: el ruido puede ser un efecto del movimiento o del trabajo del aiümal,<br />

pero se hablará de instmmentos de música cada vez que unos animales disponen de aparatos<br />

cuya única función es producir sonidos variados (el carácter musical, en la medida en que se deja<br />

determinar, es muy variable, pero también lo es en el caso del aparato vocal de los pájaros; entre<br />

los insectos hay verdaderos virtuosos). Desde ese punto de vista, distinguimos: 1.°) aparatos estridulantes,<br />

del tipo instrumentos de cuerda, frotamiento de una superficie rígida contra otra superficie<br />

(insectos, crastáceos, arañas, escorpiones, pedipalpos); 2.°) aparatos de percusión, del<br />

tipo tambor, cimbal, xilofón, acción directa de músculos sobre una membrana vibrante (cigalas y<br />

ciertos peces). No sólo la variedad de los aparatos y de los sonidos es infinita, sino que un mismo<br />

animal varía su ritmo, su tonalidad, su intensidad, según las circunstancias o exigencias todavía<br />

más misteriosas. "Se trata entonces de un canto de cólera, de angustia, de miedo, de triunfo, de<br />

amor. Bajo el impulso de una viva excitación, el ritmo del chirrido varía: en el Crioceris Lilii, la<br />

frecuencia de los frotamientos pasa de 228 golpes a 550, e incluso más, por minuto".<br />

GISÈLE BRELET, en Histoire de la musique. II, Pléiade, "Musique contemporaine en France", pág.<br />

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