Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia - Patricio Lepe Carrión
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MIL MESETAS<br />
zosamente que fallar, pero los fallos forman parte integrante del plan: cf. la multitud<br />
de planes para La voluntad de poder. En efecto, dado un aforismo, siempre<br />
será posible, e incluso necesario, introducir entre sus elementos nuevas relaciones<br />
de velocidad y de lentitod que le hacen cambiar verdaderamente de agenciamiento,<br />
saltar de un agenciamiento a otro (el problema no es, pues, el del fragmento).<br />
Como dice Cage, lo propio del plan es que falle Precisamente porque<br />
no es de organización, de desarroUo o de formación, sino de transmutación no voluntaria.<br />
O bien Boulez: "programar la máquma para que cada vez que se vuelva a<br />
pasar uda banda, dé características diferentes de tiempo". En ese caso, el plan,<br />
plan de vida, plan de escritura, plan de música, etc., sólo puede faUar, puesto que<br />
es imposible ser fiel a él, pero los faUos forman parte del plan, puesto que éste<br />
crece o decrece con las dimensiones de lo que desarroUa cada vez (planitud de n<br />
dimensiones). Extraña máquina, a la vez de guerra, de música y de contagio-prohferación-involución.<br />
¿Por qué la oposición de los dos tipos de planes remite, sm embargo, a una<br />
hipótesis todavía abstracta? Porque constantemente se pasa del uno al otro, por<br />
grados insensibles y sm saberlo, o sabiéndolo tan sólo a posteriori. Porque constantemente<br />
se reconstituye el uno en el otro, o se extrae el uno del otro. Por ejemplo,<br />
basta con hundh el plan flotante de inmanencia, con enterrarlo en las profundidades<br />
de la Namraleza en lugar de dejarlo actaar hbremente en la superficie,<br />
para que pase ya del otro lado, y desempeñe el papel de un fundamento que ya<br />
sólo puede ser principio de analogía desde el punto de vista de la organización, ley<br />
de contmuidad desde el pimto de vista del desarroUo Pues el plan de organización<br />
o de desarroUo engloba efectivamente lo que Uamamos estratificación: las<br />
formas y los sujetos, los órganos y las funciones son "estratos" o relaciones entre<br />
estratos. Por el contrario, el plan como plan de inmanencia, consistencia o composición,<br />
hnphca una desestratificación de toda la Naturaleza, incluso por los medios<br />
: más artificiales. El plan de consistencia es el cuerpo sm órganos. Las puras relaciones<br />
de velocidad y de lentitud entre partículas, tal como aparecen en el plan de<br />
consistencia, imphcan movimientos de desterritoriahzación, de la misma manera<br />
que los pinos afectos hnphcan una empresa de desubjeüvación. Es más, el plan de<br />
I consistencia no preexiste a los movimientos de desterritoriahzación que lo desai<br />
rroUan, a las fincas de fuga que lo trazan y lo hacen subh a la superficie, a los dei<br />
venhes que lo componen. Por eso el plan de organización no cesa de actuar sobre<br />
j el plan de consistencia, intentando siempre bloquear las líneas de fuga, detener o<br />
I interrumph los movimientos de desterritoriahzación, lastrarlos, reestratificarlos,<br />
1 reconstituh en profundidad formas y sujetos. Y, a la mversa, el plan de cpnsisi<br />
tencia no cesa de extraerse del plan de organización, de hacer que se escapen pari<br />
tículas fuera de los estratos, de embroUar las formas a fuerza de velocidad o de<br />
lentitud, de destmh las funciones a fuerza de agenciamientos, de microagencia-<br />
• mientos. Pero, una vez más, cuánta prudencia es necesaria para que el plan de<br />
consistencia no devenga un puro plan de abohción, o de muerte. Para que la mvolución<br />
no se transforme en regresión en lo indiferenciado. ¿No habrá que conservar<br />
un mínimo de estratos, un mírumo de formas y de funciones, un mínhno de<br />
sujeto para extraer de él materiales, afectos, agenciamientos?<br />
DEVENIR-INTENSO, DEVENIR-ANIMAL, DEVENIR-IMPERCEPTIBLE... 273<br />
Por eso debemos oponer los dos planes como dos polos abstractos: por ejemplo,<br />
al plan organizativo transcendente de una música occidental, basado en las formas<br />
sonoras y su desarroUo, se opone un plan de consistencia inmanente de la<br />
música oriental, hecho de velocidades y de lentitudes, de movimientos y de reposos.<br />
Pero, según la hipótesis concreta, todo el devenir de la música occidental, todo devenir<br />
musical implica un mínimo de formas sonoras, e incluso de funciones armónicas<br />
y melódicas, a través de las cuales se hará pasar las velocidades y las lentitudes,<br />
que las reducen precisamente al mínimo. Beethoven produce la más asombrosa riqueza<br />
polifónica con temas relativamente pobres de tres o cuatro notas. Hay una<br />
proliferación material que es inseparable de una disolución de la forma (involución),<br />
y que a la vez se acompaña de un desarrollo continuo de ésta. Quizá el genio<br />
de Schumann sea el caso más sorprendente en el que una forma sólo es desarrollada<br />
por las relaciones de velocidad y de lentitod con las que se le afecta material y'emocionalmente.<br />
La música no ha cesado de infringir a sus formas y a sus motivos<br />
transformaciones temporales, aumentos o disminuciones, retrasos o precipitaciones,<br />
que no sólo se hacen según las leyes de organización e incluso de desarrollo. Los<br />
microintervalos, en expansión o contracción, actúan en los intervalos codificados.<br />
Con mayor motivo, Wagner y los postwagnerianos liberarán las variaciones de velocidad<br />
entre partículas sonoras. Ravel y Debussy conservan de la forma aqueUo precisamente<br />
que se necesita para romperla, afectarla, modificarla, bajo las velocidades<br />
y las lentitudes. El Bolero es, Uevado hasta la caricatura, el tipo de agenciamiento<br />
maquínico que conserva el mínhno de forma para Uevarla hasta la desintegración.<br />
Boulez habla de las proliferaciones de pequeños motivos, de las acumulaciones de<br />
pequeñas notas que proceden cinemática y afectivamente, que arrastran una forma<br />
shnple añadiéndole indicaciones de velocidad, y que permiten producir relaciones<br />
dinámicas extremadamente complejas a parth de relaciones formales intrínsecamente<br />
sünples. Incluso un rubato de Chopin no puede ser reproducido, puesto que<br />
cada vez tendrá características diferentes de tiempo Es como si un inmenso plan<br />
de consistencia de velocidad variable no cesara de arrastrar las formas y las funciones,<br />
las formas y los sujetos, para extraer de eUas partículas y afectos. Un reloj que<br />
daría toda una variedad de velocidades.<br />
¿Qué es una muchacha, qué es un grupo de muchachas? Proust, al menos, lo<br />
ha demostrado de forma defirhtiva: cómo su mdividuación, colectiva o singular,<br />
no procede por subjetividad, sino por haecceidad, pura haecceidad. "Seres fugaces".<br />
Puras relaciones de velocidades y de lentitudes, ni más ni menos. Una muchacha<br />
está retrasada debido a la velocidad: ha hecho demasiadas cosas, atravesado<br />
demasiados espacios con relación al tiempo relativo del que la esperaba. En<br />
ese caso, la lentítod aparente de la muchacha se transforma en loca velocidad de<br />
nuestra espera. A este respecto hay que dech, y para que el conjunto de La Recherche<br />
du temps perdu, que Swann no está en modo alguno en la misma situación<br />
que el narrador. Swann no es un esbozo o un precursor del narrador, salvo secundariamente,<br />
y en raros momentos. No están en modo alguno en el mismo plan.<br />
Swann no cesa de pensar y de sentir en términos de sujeto, de forma, de semejanza<br />
entre sujetos, de correspondencia entre formas. Para él, una mentha de<br />
Odette es una forma cuyo contenido subjetivo secreto debe ser descubierto, y sus-