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Lo estéticoy lo religioso:cotejodeexperienciasy expresiones 39
social,cuando no se abandona a la embriaguez de la fantasía o
a la exploraciónde lo exóticoo de lo maravilloso. Ejemplosde
estas tendencias complementarias nos los ofrece la obra de
poetas tan notorioscomo Lord Byron,VíctorHugo, Lermontov
o Espronceda.Pero,junto a esteromanticismomás extrínsecoy
militante hallamos una serie de poetas más serenos y ensimismados,
como fueron, por ejemplo, Wordsworth y Keats,
HOlderlin y Rilke, Bécquer y J.R Jiménez, en quienes es más
fácilver confirmada nuestra tesis sobre la trascendencia estética
y captar entoncessu posible relacióncon lo religioso.
Esteúltimo tipo de poetas parte de una pasión dominante
por la belleza como una realidad supr~ma, a la que se
consagran su arte y en cierto modo también su vida. Pero ansían
contemplada no en abstracto -filosófica o espiritualmente-
sino mediante el contacto sensible, intenso y
admirativo, de alguna realidad natural y aun de alguna obra
de arte muy selecta. El artista, así vocacionado, asume una
suerte de misión, que es la conquista de la plenitud de lo real y
el desvelamiento a los demás, mediante su palabra inspirada,
de esa última verdad del ser que es precisamentesu belleza.
Vamos a concretar este tipo de poetas en un solo caso,
en el de JoOOKeats (1795-1821),uno de los mayores poetas
puros del rómanticismo inglés. Desde ~uy joven se manifestó
en él una gran capacidad de sentir intensamente algunas
realidades hermosas; tan viva era su sensibilidad que llegaba
a enajenarse, a perderse o identificarse con el objeto singular
que le atraía. En sus cartas ha dejado testimonios abundantes
de esas profundas experiencias estéticas,que solían luego originar
alguna composición poética. Sus odas especialmente,
nos ofrecen, en su misma brevedad e intensidad condensada,
ejemplos preciosos de esa compenetración energética,sensual
y afectiva~del poeta con la realidad contemplada.