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Lo estéticoy lo religioso:cotejodeexperienciasy expresiones 17
objeto de la conciencia.Los sentidos se exaltan, especialmente
aquéllos a los que más directamente se ordena la obra de arte
(vista, oído, cinestesia, etcétera). Y esta primera adhesión no
es solamente sensible, sino también afectiva. Se acoge lo bello
con creciente emoción admirativa, mientras la inteligencia verifica
un reconocimiento afirmativo, sin que apenas ya tenga
cabida la reserva crítica ni cualquiera otra perversión, ya que
la mente está como arrebatada por la imaginación y ésta por
el sentimiento. Una tal movilización, integradora de las facultades
humanas, cuando se da, gracias a la predisposición del
sujeto o a la intensidad del objeto, o por ambas causas a la
vez, es lo que ocasiona esas extraordinarias experiencias estéticas,
realmente comparables a las experiencias religiosas,
como estamos intentando establecer aquí. Ambas son realmente
plenarias, llegán a absorber a toda la persona.
Por lo que hemosdichoya, se entenderáque la experiencia
estética es como una descarga, por la que el ser humano,
identificado con la percepción inmediata y concreta de una
realidad sensible,intuye de golpe y se funde de alguna manera
con eseotrovaloruniversal,que se nos ofrececomouna plenitud
vital y al que invocamoscomola felicidad.Podría decirseque es
como la experienciade la plenituddel instante,el uconsummatory
fulfillment" (Dewey) o "el apogeo de lo sensible" (Dufrenne),
momento de exaltaCiónque gozamos de forma demasiado
transitoria, aunque desearíamos fuera eterno, y que hacía
exclamaralFaustode Goethe"¡Detente!¡Erestanbello!".También
debe entenderseelplacerde estaexperienciacomoproducido por
la superaciónde lasapetenciasutilitariasy pragmáticasdel sujeto,
la liberaciónde su vida dispersa,tanto en lo sensitivocomo en lo
mental, unificando momentáneamente todo el ser en la
contemplación desinteresada (no posesiva) de esa otra cara
(imagen)de la realidad,annónica,universaly suprasensible.