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16 Antonio Blanch
tambiénluminosoo revelador;esdecir,sugeridorde un planode
realidad superior al de su apariencia sensible.La capacidad de
un objetobello para producir tal efectosuele explicarsepor sus
esenciales cualidades de orden y de armonía. Orden que no
indica simplicidad,sino que brilla precisamenteallí donde más
variados y complejossean loselementosde que consta el objeto.
y dígase lo mismo de la armonía, la cual es experimentadacon
mayor profundidad allí precisamentedonde sea mayor el contraste
y la división preexistente. Ahora bien, para que éstas y
otras cualidades del objetobello consigan en la concienciauna
reacción de sorpresa admirativa y de intensa complacencia,es
precisotambién que afectende tal manera la imaginaciónque la
lleven casi espontáneamente a dar el salto de lo pequeño a lo
grande, de lo familiar a lo extraño,de lo finito a lo infinito,en
que consiste últimamente la experienciaestética.A esta última
dimensión de trascendenciaimaginativa,tal vez la más difícilde
explicar,del objetobello, Dufrenne la llama '1a profundidad",
no pOlqueseaalgooscuroe insondable,sinomásbienpor tratarse
de una sorprendente relacióno epifaníade lo que, siendo real
y universal, no alcanzamos a percibir normalmente, y que por
ellonos impresiona,nos gusta y hasta puede llega a estremecernos
cuando esa iluminaciónde lo belloes realmente grande.Así
se comprende elsentido que tienenalgunas conocidasdefiniciones
de lo bellocomo"el resplandorde laverdad" (SantoTomás),
'1a manifestaciónsensiblede la idea" (Hegel),"el reconocimiento
de lo general en lo particular" (Schopenhauer),"una promesa
de felicidad (Niezsche)o la "brillantepre-figuraciónde la realidad
total" (Bloch).
Pero sigamos con la descripción del fenómeno estético,
considerándolo ahora desde el sujeto que lo experimenta. Y
aquí también registramos -como en la experienciareligiosaun
inicial sobresalto, una grata sorpresa que atrae nuestra
atención y nos mantiene ligados gustosamente a ese singular