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Lo estéticoy lo religioso: cotejodeexperienciasy expresiones 13
que afecta a la raíz misma del ser humano, todos los aspectos
importantes de la persona se sienten afectados de manera
convergente y unitaria: 10afectivo y 10intelectual, la imaginación
y la sensibilidad, las facultades activas y las capacidades
relacionales y socializadoras. De modo que esta clase de vivencias-cumbre
serían de por sí muy personalizantes, al movilizar
plenamente la vida interior y exterior del sujeto.
Por ello-y éste es el segundo rasgo anunciado- es notable
la dimensión propiamente personal del encuentro con 10
sagrado. Los análisis de la filosofíapersonalista sobre las relaciones
inter-subjetivas ayudan a aclarar esta dimensión
personal, pues fijan nuestra atención no tanto en los dos extremos
que se relacionan cuanto en la relación misma, es
decir, en esa síntesis vital del yo con el Otro, que resulta ser
personalísima no sólo por la movilización integradora antes
aludida, sino también por el modo como la realidad sagrada
actúa sobre el sujeto.5En efecto, el sujeto experimenta a 10
otro como algo que se le entrega desde fuera de sí, como algo
que se le hace más presente y más íntimo a medida que él
mismo se entrega y se abre a 10otro como una intimidad correlativa,
aunque misteriosa. El sujeto, al sentirse reforzado
en su condición personal, gracias a esta singular experiencia,
percibe su yo acogido y sustentado por la realidad
envolvente, y por ello -como ocurre en la relación amorosa
realmente personalizante- experimenta a esa otra realidad
como a un gran tú personal que le interpela desde una misteriosa
condición personal análoga a la suya. Esto explica el he-
5 Recuérdese sólo tres autores que han investigado; desde el ángulo
personalista, este fenómeno de la presencia del otro en el yo: G. MARCEL,
Le Mystere de l' Etre, Aubier, Paris 1951 (2 vols.); M. BUBER, Yoy Tú, ,
Nueva Visión, Buenos Aires, 1974; P. LAfN ENTRALGO, Teoríay realidad
del otro, Ed. Revista de Occidente, Madrid 21968.