Calendario - Basket Americano

Grizzlies
lesiones que no han hecho nada bien a los Grizzlies en
los dos últimos años, cebándose en sus dos jugadores
referencia. El primero dejó a Gay fuera de postempo-
rada mientras que el año pasado fue Zach Randolph el
que sufrió la ira de las lesiones, llegando renqueante a
la zona final del año, donde nunca consiguió ser el mis-
mo. Es el rendimiento de ZBo la incógnita más acucian-
te para la afición. Que el ala pívot se acercase al nivel
que mostró dos años atrás –All Star incluido– sería la
mejor noticia, sin duda, para el equipo. En primer lugar,
porque su aportación en la pintura es determinante. Su
labor en los tableros recogiendo la basura, más en un
equipo con un tiro exterior pobre, desahoga el juego del
equipo y su incesante producción ofensiva es la mayor
pesadilla para el rival por dentro. En segundo lugar, un
Zach Randolph sano mejora la productividad de los de-
más interiores. Marc Gasol aprovecha mejor los espa-
cios y Mo Speights se convierte en un tercer espadilla,
liberado de suplir la aportación de Randolph, desde el
banquillo.
GUIA NBA 2012-13
Rudy Gay necesita, de una vez, reafirmarse como ju-
gador franquicia y justificar su alto contrato. Se le exi-
girán puntos, una mejoría en tiro y en la toma de de-
cisiones y, sobre todo, liderazgo. Algo que cumplieron
a la perfección el año pasado tanto Mike Conley como
Marc Gasol, terminando la mejor temporada individual
hasta la fecha. La mejoría de ambos es patente y su
juventud es su mejor aliado. El catalán consiguió ser All
Star y guía del equipo sin Zach Randolph y es cada vez
más determinante en el juego del equipo. Mismo caso
para el base, que se destapó como un gran defensor y
lanza del eléctrico contrataque del equipo. En definitiva,
los Memphis Grizzlies continúan con las mismas caras
pero necesitan rehacerse psicológicamente. Un buen
arranque de temporada que cree una dinámica positi-
va con la afición sería un buen primer paso. Este año,
los Grizzlies están sobre al alero y necesitan justificarse
con buen juego y, más importante, resultados. Cómo so-
brellevará esa presión Hollins y cuán desgastado está
su discurso en los jugadores es algo que sólo lo dirá el
tiempo. La plantilla ya ha demostrado a lo que puede
aspirar y el tiempo y los refuerzos deberían ser sus me-
jores aliados. Si el coach consigue insuflar un cierto áni-
mo de venganza y revivir el espíritu de hace dos años,
los Grizzlies pueden conseguir grandes cosas la tempo-
rada que viene. Si, por el contrario, Hollins no consigue
gestionar el vestuario, éste puede ser el último año de
los Memphis Grizzlies que conocemos desde hace unos
años. Es un matar o morir en el que la hoja de la navaja
pesa cada vez más.
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