Calendario - Basket Americano

Rockets
Diego Perdiguero
Colaborador BasketAmericano.com
Volver a empezar
Cuando los equipos se encuentran ya en los tacos de
salida, una total incógnita se dibuja sobre el horizonte
del equipo tejano. Ahora mismo es como un melón
sin abrir, que puede resultar exquisito, o puede ser un
fiasco monumental, pese a que visto desde fuera su
aspecto sea más que saludable.
Y es que el equipo de McHale (de las pocas caras
conocidas que va a poder tener como referencia el aficionado
de los Rockets respecto a la temporada pasada)
ha sufrido un cambio radical en su confección, y apenas
van a tener continuidad un par de jugadores del llamado
grupo de los relevantes, de aquellos que vistieron la camiseta
roja en el curso anterior.
Y eso, que el boletín de notas del pasado curso, tuvo
más buenas notas que suspensos. El problema es que
el equipo se encuentra en una clase de “cerebritos” en la
que no vale únicamente un 5 raspado, sino que es preciso
un notable para pasar a los exámenes de doctorado.
Por tercer año consecutivo, los Rockets acabaron la
temporada con un balance positivo (34-32), pero por tercera
temporada seguida se vieron fuera de los Playoffs a
GUIA NBA 2012-13
causa de una de las conferencias más duras e igualadas
que se recuerdan en la historia de la liga. El salvaje Oeste
es así. No hay que ser bueno, hay que ser el mejor, y un
meritorio balance por encima del 50% de victorias, que en
la otra conferencia te garantizaría un puesto con todos los
honores, aquí te condena a coger las palomitas y ver la pelea
de los niños mayores desde una distancia prudencial.
Esta vez los Rockets lo rozaron con las yemas de los
dedos, coleándose durante gran parte del –reducido-
curso en las cotas más altas, y eso que los inicios no
fueron excesivamente halagüeños: un 3-7 de parcial en
el inicio de la temporada provocaron que no se despertasen
demasiadas expectativas, y se temiese por un
año vagando en el fango de la clasificación. Más aun
si cabe que se trataba de un equipo en total reconstrucción,
con un entrenador nuevo (que si bien tenía un
aval por su enorme categoría como jugador, los resultados
desde el banquillo no habían sido especialmente
brillantes) dirigiendo a un grupo de jóvenes o inexpertos
jugadores, como los casos de Budinger, Chandler Parsons,
Paterson, Lee, combinados con algunos jugadores
que habían pasado con más discreción que gloria en
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