El sendero oculto: por los hayedos trasmochos de Oñati

IBILBIDEAK RECORRIDOS
Oñati es el municipio más extenso de Gipuzkoa yalberga un
medio natural de gran belleza, escondiendo multitud de rincones
desconocidos. Apesar de contar con numerosasindustrias,
mantiene una vocación agraria yforestal que se manifiesta
en núcleos rurales como Arantzazu oAraotz.
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El sendero oculto:
por los hayedos trasmochos de Oñati
texto Alejandro Cantero,
Ingeniero de Montes, IKT
fotografías IKT
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Un poco de historia
La Muy Noble yLeal villa de Oñati es
famosa por albergar la primera universidad
del País Vasco (1543). Fue en tiempos
villa señorial ycondado propio, no
integrándose en la provincia de Gipuzkoa
hasta 1845. Eran tiempos duros, de guerras
contra los franceses ycarlistas, que
en ocasiones se tradujeron enventas de
patrimonio forestal público acausa de las
deudas contraídas.
Forestalmente, Oñati destaca por ser el
municipio vasco con mayor superficie
ocupada por plantaciones forestales,
5.470 ha, algo más de la mitad de la
superficie municipal, ydeellas un 90%
en manos particulares. Se entiende, que
en este municipio el número de propietarios
forestales privados es elevado yla
tradición forestal está muy arraigada.
Históricamente, ésta ha sido tierra de
ferrerías ydecarboneo. En las sierras de
Andarto, Elgea y Aloña abundan los
hayedos trasmochos, con ejemplares de
gran tamaño einfinidad de carboneras.
Un señor de Arantzazu, recientemente
fallecido, contaba que en su niñez se
solía asomar alaventana de su caserío
para contemplar las numerosas hogueras
de carboneo que iluminaban de
noche los hayedos. Puede uno imaginarse
la vida que entonces bullía en estos
montes, hoy tan solitarios.
La virgen de Arantzazu es la patrona de
Gipuzkoa ylaconstrucción de su moderno
santuario supuso la mayor concentración
de artistas geniales que se recuerda,
ya que colaboraron genios como
Chillida, Oteiza, Basterretxea oSáenz de
Oiza. La primera misa se celebró en
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1955, coincidiendo con la época en que
se dejaron de aprovechar ytrasmochar
estos hayedos.
Oñati es conocido por barrios cargados
de historia ydearte, como Arantzazu o
Araotz, integrados desde 2006 en el
Parque Natural de Aizkorri-Aratz. Es una
tierra de personajes históricos, como
Lope de Aguirre oelgeneral Elorza, de
reconocidas obras de arte religioso, concentradas
en el Santuario, de peregrinación
mariana, de acantilados ycuevas,
de maravillas naturales ligadas al agua,
… Es un magnífico lugar para realizar
excursiones montañeras, culturales o
gastronómicas. Otodo alavez.
Una de estas excursiones permite enlazar,
por medio de un fácil sendero, dos
hayedos de propiedad del Ayuntamiento
de Oñati yque van aalbergar diversas
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actuaciones coordinadas dentro del proyecto
LIFE de trasmochos. Uno de ellos
es el monte Iturrigorri, antes conocido
como “Guerriko-Baso”, constituido por
un hayedo continuo deunas 500 ha y
dominado por árboles de diámetros
intermedios, con escasos pies trasmochos.
El otro es el monte Artia, que se
extiende por todo el pie de monte de la
umbría de la sierra de Elgea, yque abarca
unas 300 ha de hayedo, principalmente
trasmocho.
El camino oculto
Se aconseja dejar el coche en cualquiera
de las numerosas áreas de aparcamiento
de Arantzazu (cota 750) ytomar la dirección
del camino que se dirige hacia
Urbia. Nada más dejar el último caserío,
el restaurante Sindika, podremos ver un
panel con un mapa en el que aparece
señalizado el sendero aquí propuesto,
que lleva la numeración de Pequeño
Recorrido PR-GI-105.
Aunque la mayoría de los montañeros se
dirige hacia las campas de Urbia ohacia
las cumbres de Aketegi, aquí proponemos
un camino circular más solitario,
sólo hollado por buscadores de setas o
naturalistas.
Alaaltura de la barrera existente en la
pista de Urbia, se toma una pista ala
derecha, que desciende hacia el curso
del río Arantzazu. El valle se estrecha e
imponentes peñas nos rodean. Tras cruzar
un pequeño puente (km 2,5) veremos
anuestra izquierda los antiguos campos
de fútbol que levantaron los seminaristas
de Arantzazu en medio del hayedo. En
sus buenos años, esta comunidad franciscana
llegó aagrupar acientos de personas,
entre frailes yseminaristas. Hoy
sólo las vacas yalgunos excursionistas
emplean estos campas.
Aquí se puede adoptar una variante corta
del camino: tomando una pista afirmada
que sube aladerecha podremos alcanzar
las inmediaciones de la peña
Gazteluaitz y, continuando en suave descenso,
llegar al caserío Bellotza. Sin
embargo, esta variante no permite apenas
disfrutar del hayedo de Iturrigorri.

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Arantzazu, principio
yfin del sendero
oculto.
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Pinar del sel de
Arriona yhayedo
de Iturrigorri
desde el límite
alavés.
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Erosión en el
hayedo de
Iturrigorri.
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Imagen aérea del
camino oculto
obtenida en la
web del
Ayuntamiento
de Oñati.
Proponemos, por tanto, seguir el trazado
del PR marcado y tomar una segunda
pista que aparece más adelante por la
derecha, de firme natural, que asciende
al pinar de laricio ubicado en el sel de
Arriona (km 3,5 ycota 850). Esta zona
permite contemplar unas hermosas vistas
del extenso hayedo que nos rodea, a
la vez que podremos descubrir diversas
simas yárboles viejos en los alrededores.
Si hubiéramos continuado por la
pista principal paralela al río Arantzazu,
habríamos atravesado en su integridad el
monte Iturrigorri, visitando una pequeña
presa ypudiendo ascender hasta el límite
alavés por el precioso sendero de
Erromes-bidea.
En nuestro caso, una vez ascendido al
sel de Arriona, el camino se dirige en
suave descenso, entre alerces yhayas,
hacia los prados del caserío Bellotza (km
5ycota 650). Atravesaremos el monte
público Artia, dominado por pies trasmochos
de grandes diámetros.
El escondido baserri Bellotza (km 5 y
cota 650) es conocido por mantener un
gran colmenar de piedra. Ello nos recuerda
la antigua tradición vasca de respeto a
las abejas, alas que se les solía considerar
un miembro más de la familia.
El camino se convierte en una pista hormigonada
ysigue el curso de un arroyo
que ha formado un desfiladero entre las
peñas Aitzabal yBellostegi. En un tramo
en el que el agua se filtra en las simas,
llegamos al puente de confluencia con el
río Arantzazu (km 6,5 ycota 600).
Estaremos justo al pie del santuario, del
cual nos separan cientos de escalones
tallados en la roca caliza. Hay que recuperar
el desnivel perdido yganarse las
alubias, que nos estarán esperando en
cualquiera de los restaurantes de la zona.
Una vez arriba, podremos disfrutar del
espectacular paisaje calizo erosionado
por el agua ycontemplaremos alolejos
los restos de la antigua venta de San
Juan de Artia, que antiguamente era
muy transitada por peregrinos alaveses,
por comerciantes que seguían la llamada
“ruta de Calahorra” y por carboneros.
Fue construida en el siglo XVI, pocos
años después de que el pastor Rodrigo
de Baltzategi encontrase la imagen de la
Virgen ycomenzase la leyenda.
Ésta es, como se ha podido comprobar,
una zona legendaria, que alberga un gran
número de argumentos para preparar
próximas excursiones.
Ayuntamiento de Oñati
www.oinati.org
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