Rosa Chillante, mujeres y performance en México - Nodo 50
Rosa Chillante, mujeres y performance en México - Nodo 50
Rosa Chillante, mujeres y performance en México - Nodo 50
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
58 Mónica Mónica Mayer<br />
Mayer<br />
boxeadoras<br />
boxeadoras<br />
Una de las difer<strong>en</strong>cias que yo observo <strong>en</strong>-<br />
y<br />
tre las artistas set<strong>en</strong>teras y las nov<strong>en</strong>teras,<br />
resultado seguram<strong>en</strong>te de la distinta reali-<br />
supergirls<br />
supergirls<br />
dad que nos ha tocado vivir, es la forma <strong>en</strong><br />
la que abordamos los estereotipos fem<strong>en</strong>inos.<br />
Para nosotras hablar del ama de casa, de la maternidad, de las<br />
quinceañeras, era nuestra manera de cuestionar esos roles. Criticábamos<br />
el estereotipo pero no le contraponíamos una imag<strong>en</strong> fuerte, distinta.<br />
Me parece que las jóv<strong>en</strong>es son más explícitas. Hay varias de<br />
ellas que están desarticulando los estereotipos de la mujer débil, pres<strong>en</strong>tándonos<br />
<strong>mujeres</strong> fuertes que no por ello dejan de ser fem<strong>en</strong>inas o<br />
s<strong>en</strong>suales.<br />
LLLLLor<strong>en</strong>a or<strong>en</strong>a or<strong>en</strong>a or<strong>en</strong>a or<strong>en</strong>a Orozco Orozco Orozco Orozco Orozco (1967<br />
(1967<br />
(1967). El primer <strong>performance</strong> de Lor<strong>en</strong>a Orozco,<br />
ex-integrante del grupo 19 Concreto, al que quiero referirme es Reflexión<br />
final. Fue parte de una velada de <strong>performance</strong> fem<strong>en</strong>ino llamada<br />
6 Compartimi<strong>en</strong>tos que se llevó a cabo <strong>en</strong> la galería de autor Art<br />
Deposit <strong>en</strong> 1998. Orozco se <strong>en</strong>cerró <strong>en</strong> un cuarto iluminado con luz<br />
negra. Estaba casi desnuda, sólo algunas cintas blancas recorrían su<br />
cuerpo. Su cabeza estaba recargada <strong>en</strong> el asi<strong>en</strong>to de una silla y los<br />
pies <strong>en</strong> otro. Su cuerpo recostado sobre una delgada tira de madera<br />
que le brindaba un mínimo soporte. Si bi<strong>en</strong> su propia fuerza no le<br />
permitía mant<strong>en</strong>erse rígida sin otro apoyo que las sillas, guardar el<br />
equilibrio era todo un logro. En el suelo había una plataforma con un<br />
texto sobre la vulnerabilidad y <strong>en</strong> la pared otro sobre el proceso de<br />
<strong>en</strong>tr<strong>en</strong>ami<strong>en</strong>to para realizar la hazaña, así como la descripción de los<br />
padecimi<strong>en</strong>tos dorsales que la aquejan. En esta pieza que conjuntaba<br />
particularm<strong>en</strong>te la pasividad con la fuerza, Orozco creó un ambi<strong>en</strong>te<br />
mágico, estético y muy personal.<br />
Pero el <strong>performance</strong> de Orozco que más me ha gustado hasta el<br />
mom<strong>en</strong>to, se llevó a cabo el mes de marzo de 2000, durante el festival<br />
El túnel de los mil<strong>en</strong>ios <strong>en</strong> el Palacio de los Deportes y sucedió lo<br />
sigui<strong>en</strong>te: se abrieron las puertas y empezó a escucharse La vida <strong>en</strong><br />
rosa. Lor<strong>en</strong>a Orozco, de negro <strong>en</strong>tallado y escote sutilm<strong>en</strong>te revela