Rosa Chillante, mujeres y performance en México - Nodo 50
Rosa Chillante, mujeres y performance en México - Nodo 50
Rosa Chillante, mujeres y performance en México - Nodo 50
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Rosa</strong> <strong>Rosa</strong> chillante chillante. chillante Mujeres Mujeres Mujeres y y <strong>performance</strong><br />
<strong>performance</strong><br />
para mí fue una sorpresa que <strong>en</strong> las clases lo que más se valoraba era<br />
mi experi<strong>en</strong>cia personal.<br />
Si bi<strong>en</strong> la temática feminista era un elem<strong>en</strong>to primordial <strong>en</strong> el<br />
trabajo artístico que se estaba produci<strong>en</strong>do <strong>en</strong> el Woman’s Building,<br />
que incluía una amplia comunidad de artistas que trabajaban con todas<br />
las técnicas, para muchas de nosotras esa búsqueda también implicaba<br />
<strong>en</strong>contrar formas y soportes artísticos adecuados para estos<br />
nuevos cont<strong>en</strong>idos. El <strong>performance</strong> resultaba un género idóneo ya que<br />
al pres<strong>en</strong>tarse la artista ante el público implicaba una carga de significados<br />
<strong>en</strong>orme, ineludible. Y, al ser un género nuevo, sin limitaciones<br />
o historia, permitía nuevos caminos para desarticular una mil<strong>en</strong>aria<br />
tradición de opresión fem<strong>en</strong>ina reforzada por siglos de tradición artística.<br />
Entre mis maestras, algunas de ellas pocos años mayores que yo,<br />
estuvieron Cherri Gauke, Nancy Angelo y Vanalyne Gre<strong>en</strong>, todas ellas<br />
del grupo Feminist Art Workers. A la fecha recuerdo una extraordinaria<br />
pieza de Gauke sobre las zapatillas de los cu<strong>en</strong>tos de hadas y las<br />
deformaciones que sufrían las chinas <strong>en</strong> pos de una belleza que imponía<br />
minúsculos pies sobre los que ni siquiera era posible caminar. Y<br />
otra de Gre<strong>en</strong> que aprovechó los árboles invernales pelones, y les<br />
colocó hojas hechas de papeles multicolores para hablar de los cambios<br />
biológicos de la mujer.<br />
El ambi<strong>en</strong>te era muy estimulante. Por un lado asistíamos a los<br />
<strong>performance</strong>s <strong>en</strong> restaurantes del grupo de arte feminista The Waitresses<br />
(Jerri Allyn, D<strong>en</strong>ise Yarfitz, Anne Gauldin, Leslie Belt, <strong>en</strong>tre otras), o<br />
nos <strong>en</strong>terábamos de lo que algunos años antes habían hecho las integrantes<br />
de Mother Art (Hel<strong>en</strong> Million-Ruby, Laura Silagi, Suzanne Siegel<br />
y otras), al llevar su obra sobre el trabajo doméstico a lavanderías<br />
públicas. O se pres<strong>en</strong>taban <strong>en</strong> Los Ángeles, Barbara Smith, Allan<br />
Kaprow, Linda Montano, Eleanor Antin, Rachel Ros<strong>en</strong>thal y corríamos<br />
a ver su obra o a platicar con ellos. No faltó la visita a la revista High<br />
Performance, fundada y dirigida <strong>en</strong> febrero de 1978 por Linda Frye<br />
Burnham, pareja de Chris Burd<strong>en</strong>, cuyos viol<strong>en</strong>tos <strong>performance</strong>s seguíamos<br />
con interés <strong>en</strong> vivo o a través de la revista. Nos conmovían<br />
proyectos como el Incest Awar<strong>en</strong>ess Project de 1979-1980 <strong>en</strong> el que,<br />
25