Rosa Chillante, mujeres y performance en México - Nodo 50
Rosa Chillante, mujeres y performance en México - Nodo 50
Rosa Chillante, mujeres y performance en México - Nodo 50
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
10 Mónica Mónica Mayer Mayer<br />
Mayer<br />
por todo el mundo o a Tlatelolco, para s<strong>en</strong>tir el sabor amargo que nos<br />
dejó a todos la matanza de los estudiantes. En esa época mis tíos vivían<br />
<strong>en</strong> el Edificio Jesús Terán, que sucumbió <strong>en</strong> el terremoto de 1985;<br />
hasta allá llegaron las balas a pesar de no estar cerca de la Plaza de las<br />
Tres Culturas. Las noticias minimizaron la masacre y los Juegos Olímpicos<br />
se llevaron a cabo <strong>en</strong> calma, pero <strong>México</strong> ya nunca fue el mismo,<br />
incluso para qui<strong>en</strong>es como yo, vivíamos una vida protegida y<br />
poco politizada.<br />
Entré a San Carlos cuando ap<strong>en</strong>as llevaba un par de años de<br />
instaurada la lic<strong>en</strong>ciatura <strong>en</strong> artes visuales. Al elevar la <strong>en</strong>señanza artística<br />
a nivel profesional, se empezó a dar mayor énfasis a la teoría y,<br />
aparte de los talleres tradicionales de pintura, escultura y grabado, se<br />
abrieron algunos otros. Kati Horna, por ejemplo, impartía un maravilloso<br />
taller de fotografía; Óscar Olea daba una clase de cibernética<br />
aunque nunca vimos una computadora ni de lejos, sin embargo se<br />
s<strong>en</strong>tía que todas esas posibilidades estaban a la vuelta de la esquina.<br />
Hasta acredité una misteriosa materia llamada Física, Óptica y Dinámica.<br />
Como suele suceder, las clases de historia del arte difícilm<strong>en</strong>te<br />
llegaban al muralismo, pero de todos modos nos <strong>en</strong>terábamos que<br />
aparte de la obra tradicional, había otros mundos por descubrir como<br />
el <strong>performance</strong>, la instalación, la poesía visual, el arte correo o el arte<br />
conceptual. Por rumores sabíamos del trabajo de Alejandro Jodorowsky,<br />
Mathías Goeritz, Hel<strong>en</strong> Escobedo, Juan José Gurrola y Felipe Ehr<strong>en</strong>berg<br />
y poco a poco los fuimos conoci<strong>en</strong>do.<br />
En San Carlos tuve maestros extraordinarios como Juan Acha,<br />
Armando Torres Michúa e Ir<strong>en</strong>e Sierra, que compartieron con nosotros<br />
sesudos rollos estructuralistas, marxistas, de semiótica y de comunicación<br />
masiva. Por nuestra cu<strong>en</strong>ta consumíamos <strong>en</strong>ormes cantidades<br />
de textos sobre antipsiquiatría, comunicación, política, educación<br />
alternativa y feminismo: Adolfo Sánchez Vázquez, Umberto Eco, Paulo<br />
Freire, Gillo Dorfles, Armand Mattelart, John Dewey, John Berger,<br />
Wilhelm Reich, Simone de Beauvoire, Germaine Greer, Susan Sontang,<br />
los testimonios de Domitila y de B<strong>en</strong>ita Galeana, Walter B<strong>en</strong>jamin,<br />
Marshal McLughan eran algunos de los autores que formaban parte