Culturas y Religiones – Juan Bosch

Culturas y Religiones – Juan Bosch Culturas y Religiones – Juan Bosch

15.05.2013 Views

17,101). Uno de los signos es la «mano blanca» que sacó de su seno en presencia del Faráon (Corán 7,104) para significar que su acción en el mundo se ha vuelto sagrada. Se le describe también con un defecto de pronunciación del que pide librarse a Dios para que su palabra pudiera ser comprendida. Le considera, por último, unido a Abrahán, como precursor de Mahoma, y sus enseñanzas las confirma el texto sagrado del islam (Corán 11,17). TEXTOS Moisés aparece en el Éxodo como el gran libertador de la opresión del pueblo de Israel: “El Señor le dijo: He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído sus quejas contra los opresores, me he fijado en sus sufrimientos. Y he bajado a librarlos de los egipcios, a sacarlos de esta tierra para llevarlos a una tierra fértil y espaciosa, tierra que mana leche y miel, el país de los cananeos...El clamor de los israelitas ha llegado a mí, y he visto cómo los tiranizan los egipcios. Y ahora, anda, que te envío al Faráon para que saques de Egipto a mi pueblo, los israelitas. Moisés replicó a Dios: ¿Quién soy yo para acudir al Faraón o para sacar a los israelitas de Egipto? Respondió Dios: Yo estoy contigo, y ésta es la señal de que yo te envío: que cuando saques al pueblo de Egipto, daréis culto a Dios en esta montaña» (Éxodo 3,7-12). En la literatura rabínica se alaba la entrega de la Ley que dignifica a Israel ante los ángeles de Dios: «Señor del mundo dijo entonces Moisés ante Dios esta Ley que me das ¿qué hay en ella escrito?: Yo soy el Señor vuestro Dios que os saqué de tierra de Egipto (Éxodo 20,2); y añadió dirigiéndose a los ángeles: ¿Habéis vosotros bajado a Egipto? ¿Fuisteis hechos esclavos del Faráon? ¿Por qué va a ser, pues, la Ley para vosotros? ¿Qué más hay en ella escrito?: No tendrás otros dioses (Éxodo 20,3); ¿acaso estáis vosotros entre gentiles que practican la idolatría? ¿Y no está también escrito en ella: Recuerda el sábado para santificarlo (Éxodo 20,8)?; ¿acaso tenéis vosotros que trabajar, para 64

Los fundadores de las religiones y los libros sagrados que os haga falta descansar?... Al oír esto alabaron los ángeles a Dios, pues está dicho: Señor Dios nuestro, cuán glorioso es tu Nombre en toda la tierra” (Sal 8,10) (Talmud de Babilonia, Shabat 88b-99a, citado de E.Romero, La Ley en la Leyenda, CSIC, Madrid, 1989, p.299). En el Nuevo Testamento aparece la Alianza de Cristo relacionada con la de Moisés: «De ahí que tampoco faltase sangre en la inauguración de la primera alianza. Cuando Moisés acabó de leer al pueblo todas las prescripciones contenidas en la Ley, cogió la sangre de los becerros y las cabras ... y roció primero el libro mismo y después al pueblo entero diciendo: Esta es la sangre de la alianza que hace Dios con vosotros (Éxodo 24,8). Con la sangre roció además el tabernáculo y todos los utensilios litúrgicos. Según la Ley, prácticamente todo se purifica con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón. Bueno, estos esbozos de las realidades celestes tenían que purificarse por fuerza con tales ritos, pero las realidades mismas necesitan sacrificios de más valor que éstos; y de hecho el Mesías (Jesucristo) no entró en un santuario hecho por hombres, copia del verdadero, sino en el mismo cielo, para presentarse ahora ante Dios en favor nuestro» (Hebreos 9,18-24). En el Corán Moisés es descrito en un estilo elegíaco, en el paso del Mar Rojo, mientras el Faraón y sus soldados perecen ahogados: «Antes que a ellos (los de la Meca) probamos a las gentes del Faraón. Les llegó un noble Enviado / que les dijo: ¡”Dadme a los servidores de Dios! Yo soy, para vosotros, un Enviado seguro. No seáis soberbios ante Dios! Yo vengo a vosotros con un poder manifiesto.../ Si no creéis en mí, apartaos de mí” / Invocó a su Señor diciendo: “¡Estas son gentes culpables!”. / Respondió: “Sal de noche con mis servidores. Vosotros seréis perseguidos./ Deja el mar abierto! Ellos formarán un ejército de ahogados”. Esto se cumplió. ¡Cuántos jardines y fuentes abandonaron (los egipcios)!./ Sembradlos y lugares escogidos / y beneficios en los que se deleitaban se perdieron! / Así se los dimos en herencia a otras gentes. / Ni los cielos ni la tierra llora- 65

17,101). Uno de los signos es la «mano blanca» que sacó de su seno<br />

en presencia del Faráon (Corán 7,104) para significar que su acción<br />

en el mundo se ha vuelto sagrada. Se le describe también con un defecto<br />

de pronunciación del que pide librarse a Dios para que su palabra<br />

pudiera ser comprendida. Le considera, por último, unido a Abrahán,<br />

como precursor de Mahoma, y sus enseñanzas las confirma el<br />

texto sagrado del islam (Corán 11,17).<br />

TEXTOS<br />

Moisés aparece en el Éxodo como el gran libertador de la opresión<br />

del pueblo de Israel:<br />

“El Señor le dijo: <strong>–</strong>He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he<br />

oído sus quejas contra los opresores, me he fijado en sus sufrimientos.<br />

Y he bajado a librarlos de los egipcios, a sacarlos de esta tierra<br />

para llevarlos a una tierra fértil y espaciosa, tierra que mana leche y<br />

miel, el país de los cananeos...El clamor de los israelitas ha llegado a<br />

mí, y he visto cómo los tiranizan los egipcios. Y ahora, anda, que te<br />

envío al Faráon para que saques de Egipto a mi pueblo, los israelitas.<br />

Moisés replicó a Dios: <strong>–</strong>¿Quién soy yo para acudir al Faraón o para<br />

sacar a los israelitas de Egipto?<br />

Respondió Dios: <strong>–</strong>Yo estoy contigo, y ésta es la señal de que yo te<br />

envío: que cuando saques al pueblo de Egipto, daréis culto a Dios en<br />

esta montaña» (Éxodo 3,7-12).<br />

En la literatura rabínica se alaba la entrega de la Ley que dignifica<br />

a Israel ante los ángeles de Dios:<br />

«<strong>–</strong>Señor del mundo <strong>–</strong>dijo entonces Moisés ante Dios<strong>–</strong> esta Ley<br />

que me das ¿qué hay en ella escrito?: Yo soy el Señor vuestro Dios<br />

que os saqué de tierra de Egipto (Éxodo 20,2); <strong>–</strong>y añadió dirigiéndose<br />

a los ángeles<strong>–</strong>: ¿Habéis vosotros bajado a Egipto? ¿Fuisteis hechos<br />

esclavos del Faráon? ¿Por qué va a ser, pues, la Ley para vosotros?<br />

¿Qué más hay en ella escrito?: No tendrás otros dioses (Éxodo<br />

20,3); ¿acaso estáis vosotros entre gentiles que practican la idolatría?<br />

¿Y no está también escrito en ella: Recuerda el sábado para<br />

santificarlo (Éxodo 20,8)?; ¿acaso tenéis vosotros que trabajar, para<br />

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