Culturas y Religiones – Juan Bosch
Culturas y Religiones – Juan Bosch
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Tradiciones religiosas y dignidad del hombre.<br />
Vamos a expresarnos esquemáticamente:<br />
Judaísmo: lo primario es el derecho de Dios desde donde se resalta<br />
la idea del hombre como imagen de Dios: ahí estaría la fuente<br />
de la dignidad del hombre, que viene a fortalecerse con el tema de la<br />
Alianza con Dios. Interesante también la mirada al extranjero. (Véase:<br />
Gén. Miq, 6,8. Is. 10, 1-2. Lev, 19, 33).<br />
Cristianismo: sigue rasgos de las creencias judías. A la vez hay<br />
que tener en cuenta la llamada regla de oro: “amarás al prójimo como<br />
a ti mismo” o la predicación de Jesús que anuncia un mundo reconciliado<br />
o la dignidad del hombre como imagen de Cristo (I Cor 12,<br />
13. Gál. 3, 28. 2 Cor 4,4. Col. 2, 15).<br />
Islam: en el Corán se encuentran expresiones claramente alusivas<br />
a la dignidad del hombre, particularmente en los textos más primitivos.<br />
Esa ambigüedad se debe a las distintas épocas en que fue redactado.<br />
Los fragmentos que indicamos expresan bien el derecho del<br />
hombre que se funda en la relación con Dios y el espíritu universalista<br />
del mensaje coránico (Véase: Corán 4,1,. 83, 13 17,70. 18, 29. 2,<br />
256).<br />
Hinduismo: Un modo de vida que pone el centro en la auto-identificación<br />
del hombre.<br />
Hay intentos de encuentro entre las religiones para abordar las<br />
grandes cuestiones que afectan a la humanidad y la aportación religiosa.<br />
En este sentido recordamos los Encuentros de KIOTO y<br />
ASIS.<br />
La dignidad del hombre y la igualdad<br />
En la tradición judeocristiana que ha conformado la cultura europea<br />
hay que insistir en la raíz religiosa de la igualdad fundamental<br />
entre todos los hombres. La dignidad humana nunca se entiende de<br />
un modo individual, siempre en una comunidad de hombres. La solidaridad<br />
es una marca esencial de la dignidad. Y en estos rasgos se<br />
deja notar la huella de Dios y también se desliza el dramatismo de la<br />
experiencia del fracaso, del pecado y el horizonte del misterio de la<br />
muerte. En esta tradición hay un mensaje último que viene de Dios:<br />
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