Correspondencia del virrey Don Félix María Calleja con ... - INEHRM

AÑO DE 1814
CORRESPONDENCIA DEL VIRREY DON FELIX
MARIA CALLEJA CON DON AGUSTIN DE
ITURBIDE, DEL 15 Y EL 18 DE ENERO DE 1814
Excelentísimo Señor:
Documento histórico
Correspondencia y diario militar de Don Agustín de Iturbide, T. II, México, Archivo General de
la Nación, 1926, págs. 1-3.
He recibido la superior carta de V. E. de 27 del próximo pasado, a las doce del día
y quedo impuesto en que debo escribir a V. E. directamente, no obstante de estar por
general por ejército del Norte, el señor Brigadier Dn. Ciriaco de Llano, y cumpliré
la orden de V. E. de manifestarle los planes que forme, dándole las más expresivas
y debidas gracias por la bondad con que se digna escuchar mis débiles pensamientos si
alguna vez pudiesen influir algo en los grandes planes de V. E., quedaré sumamente
complacido y satisfecho.
Hoy n o puedo decir a V. E. gran cosa, así por el conducto por donde debe
dirigirse ésta, por la angustia o premura del tiempo, pero hablaré con todo, aunque
superficialmente, de aquello que me parece verdaderamente ejecutivo.
El Señor Llano participará a V.E. la segunda y total derrota de las
gavillas de Morelos en la hacienda de Puruarán, el 5 del corriente (en la cual, y
en los dos golpes anteriores me lisonjeo de que no han tenido la menor parte las tropas
del Bajío o de la Provincia de Guanajuato). El mismo señor Llano manifestará
a V. E. lo que ha dicho en sus declaraciones el Cura Matamoros; de la disposición
en que para los de su partido se halla Oaxaca; la débil guarnición que tienen allí;
la despreciable de Acapulco, y que para la protección de Chilpancingo en el paso
del Mescala, cuentan sólo con menos de quinientos hombres. Todo lo cual, en mi
concepto, indica a voces las grandes ventajas que podemos sacar contra los perversos
en el invierno presente, pues casi están en nuestras manos (si son ciertas como creo las

elaciones de Mata moros) los tres puntos de importancia que poseen: a V. E. que a pesar
del justo horror, en que por experiencia del mal que me causa, veo a la Tierra Caliente, no
hubiera suspendido mis pasos por llegar a Acapulco antes que Morelos, cuya idea aunque no
ha tenido efecto, no ha estado oculta en mi corazón.
Tomado Acapulco y Oaxaca, y arrojada la cómica junta de Chilpancingo, creo que
deberíamos ocuparnos de la organización de los pueblos, en mi juicio, único, pero sólido medio
para el establecimiento de una paz permanente, y formar un fuerte cordón militar por toda la
línea de la tierra templada, para confinar a los rebeldes a la tierra caliente, pues de este modo
libertaríamos a nuestros soldados de los males de ella, y haciendo incursiones frecuentes y
rápidas para extraer los frutos de aquellos pueblos, lograríamos sumergir a los rebeldes en toda
clase de males, y quitarles los recursos de su subsistencia.
Este plan, que no me parece de imposible ejecución hoy, será mucho más fácil, llegando
la ....(Falta en el original el resto de esta importante carta.)
Me he enterado del oficio de V. S. de 28 de Diciembre último, en que manifestándome
lo perjudicial que es a su salud el temperamento de tierra caliente, y suponiendo que batido
Morelos por segunda vez, habrá de dividirse ese ejército en secciones para perseguir a los
restos de aquel rebelde hacia la costa del Sur, hace renuncia del encargo que le he conferido
de Segundo General de dicho Ejército, para regresar a la Provincia de Guanajuato con la
División de su cargo, y continuar en ella sus útiles servicios.
Esta ha sido siempre mi intención, aun sin contar con el inconveniente que ignoraba con
la salud de V. E. esto es, que batido Morelos, desechas, derrotadas y dispersas sus gavillas,
como supongo habrán quedado en la segunda acción, de que ya corren noticias vagas en esta
Capital, disponga el Sr. Comandante General de Ciriaco de Llano que, como se lo tengo
prevenido, siga sobre la huella de Morelos un cuerpo fuerte de la mejor caballería y le persiga
aunque sea hasta la costa, sin dejarlo hacer pie en ningún punto, regresando V. S. con
su división a la Provincia de Guanajuato, que supongo bien necesitada de este auxilio, así
para continuar el envío de convoyes, como para proteger a los pueblos contra las gavillas que
intenten invadirlos, y completar su organización y arreglo, y lo aviso a V: S. en contestación
comunicándolo con la misma fecha al expresado Jefe.-Dios, etc.-México, Enero 18 de
1814.-Sr. D. Ciriaco de Llano.