15.05.2013 Views

Despiertos en la lluvia ED01_11287.indd - Aula Avatares

Despiertos en la lluvia ED01_11287.indd - Aula Avatares

Despiertos en la lluvia ED01_11287.indd - Aula Avatares

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

92<br />

PATRICIA MOLTEDO<br />

CUENTO DEL HADA AZUL Y ALEDAÑOS<br />

Hada Azul, ti<strong>en</strong>e ojos grandes, y está <strong>en</strong> <strong>la</strong> mediana edad. Sus a<strong>la</strong>s son<br />

pequeñas y b<strong>la</strong>ncas.<br />

Fauno, perdido <strong>en</strong> el bosque y muy amigo del Hada Azul. Cuerpo de<br />

cabra y cabeza de hombre con orejas animalescas, toca el fl autín. Enamora a<br />

<strong>la</strong>s hadas, a todas.<br />

Hada Rosa, pequeña, grácil, y jov<strong>en</strong>cita, con a<strong>la</strong>s grandes, fuertes y transpar<strong>en</strong>tes.<br />

Ti<strong>en</strong>e hermosos ojos, no muy grandes, ve hasta ahí no más.<br />

Los pájaros levantan una esc<strong>en</strong>ografía verde, el palomón remonta vuelo y<br />

<strong>la</strong>s palomitas com<strong>en</strong>tan el día con los periquitos, salvajes y libres, que no dejan<br />

de responderse. Yo camino al trabajo, ¡No traje <strong>la</strong> cámara!<br />

El sol empuja desde el Este y no puede. Una brisa acaricia mi piel, acomodo<br />

el cuello de mi abrigo. Es <strong>la</strong> Primavera que se anuncia.<br />

Mi cerebro sabe, mi corazón ¡Oh! Anduve por los aledaños, no vi pobreza,<br />

vi decad<strong>en</strong>cia.<br />

UN ACTO DE UN DRAMA<br />

Habitación de paredes grises, un gran póster de una cantante popu<strong>la</strong>r <strong>en</strong> <strong>la</strong><br />

pared. Distintas sil<strong>la</strong>s y banquetas alrededor de una mesa grande rectangu<strong>la</strong>r.<br />

Sobre <strong>la</strong> misma, <strong>la</strong> pava eléctrica, el mate y bizcochos de grasa <strong>en</strong> una bolsa<br />

o <strong>en</strong> un p<strong>la</strong>to. Sobre otra de <strong>la</strong>s paredes, un p<strong>la</strong>sma.<br />

Una voz, <strong>en</strong>trando desde <strong>la</strong> derecha:<br />

–¡Juaaan! ¿Pagaste el digital? –Entra Matilde con un bebé <strong>en</strong> brazos,<br />

adherido a <strong>la</strong> teta. La cual lleva al aire sin ningún preámbulo.<br />

–¡Juaaaannn!, ¡Este hombre! No me da bolil<strong>la</strong>. –al niño– Bu<strong>en</strong>o, Nataniel,<br />

tomá, tomá.<br />

Con el control remoto, pr<strong>en</strong>de <strong>la</strong> televisión, el chico sigue adherido, el<strong>la</strong><br />

ni lo mira, hace los movimi<strong>en</strong>tos de siempre, como siempre.<br />

–Alejoooooo!!! Este chico también, yo no existo, ¡Alejooooo!!!<br />

Se acerca a <strong>la</strong> pequeña cocina, va preparando <strong>la</strong>s hamburguesas que saca<br />

de una caja. Abre una bolsa, saca pan, <strong>la</strong>s cocina mecánicam<strong>en</strong>te, y va preparando<br />

los sándwiches.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!