15.05.2013 Views

Despiertos en la lluvia ED01_11287.indd - Aula Avatares

Despiertos en la lluvia ED01_11287.indd - Aula Avatares

Despiertos en la lluvia ED01_11287.indd - Aula Avatares

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

DESPIERTOS EN LA LLUVIA<br />

tipo de neurosis. El Doctor me hab<strong>la</strong> de <strong>la</strong> muerte prematura de mis padres <strong>en</strong><br />

un accid<strong>en</strong>te, yo le manifi esto, haber crecido solitaria, rehuy<strong>en</strong>do al mundo,<br />

a <strong>la</strong> luz, al amor. Cada día se hacía más pesada mi vida, no t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do fuerzas<br />

para continuar<strong>la</strong> de esa manera siempre con mis recuerdos marcados por <strong>la</strong><br />

me<strong>la</strong>ncolía y <strong>la</strong> tristeza de ser única hija.<br />

Pasaron casi los tres meses de sesiones, el doctor Thomas, <strong>en</strong> su diario<br />

cu<strong>en</strong>ta <strong>la</strong>s experi<strong>en</strong>cias con el sujeto: Liz Mond<strong>en</strong> (mí nombre), había hecho<br />

<strong>en</strong> Liz, terapia de regresión a vidas pasadas, <strong>en</strong>contrando que se producía una<br />

conexión y profunda refl exión sobre el amor, <strong>la</strong> muerte y <strong>la</strong> eternidad. Tres<br />

misterios sin respuesta, que me hicieron recordar, ¡yo era Nai<strong>la</strong>h! Y escuchaba<br />

<strong>la</strong> voz de Nafré, mi amor. Mi gran amor que me decía “princesa de mi vida<br />

no debes sacrifi carte por mí, yo solo soy un capitán de <strong>la</strong> Guardia Real. Yo<br />

Nai<strong>la</strong>h, he de amarte para toda <strong>la</strong> vida y no podré vivir sin t<strong>en</strong>er tus besos, sin<br />

concebir un hijo tuyo <strong>en</strong> mi vi<strong>en</strong>tre, te amo más que a <strong>la</strong> vida misma. Sabíamos<br />

que este amor era una locura y nos <strong>en</strong>com<strong>en</strong>damos a <strong>la</strong> Diosa Kempis,<br />

El Escarabajo, símbolo de <strong>la</strong> eternidad, para que escuche nuestras plegarias<br />

y nos conceda <strong>la</strong> gracia de volver a <strong>en</strong>contrarnos, suceda lo que suceda. Yo<br />

como Princesa y Sacerdotisa, le pedía que no me olvidase, pues conocíamos<br />

<strong>la</strong> oposición de los hombres y el destino ya estaba marcado. Kempis (El Escarabajo),<br />

sería <strong>la</strong> pres<strong>en</strong>cia del amor que nos uniría nuevam<strong>en</strong>te. El Faraón, mi<br />

prometido impuesto y todo el séquito de soldados que lo acompañaban, descubrieron<br />

nuestro sublime amor y decid<strong>en</strong> matar a Nafré. El amor no importa<br />

a <strong>la</strong>s razones de Estado. Nafré no quiere morir pero <strong>en</strong> un absoluto sil<strong>en</strong>cio, <strong>la</strong><br />

muerte hace su <strong>en</strong>trada. Veloz como el aire, sale <strong>la</strong> fl echa <strong>en</strong> estocada perfecta<br />

hacia el pecho. Se antepone Nai<strong>la</strong>h a una segunda para rematarlo, <strong>en</strong> agonía<br />

l<strong>en</strong>ta, ambos juran su amor, <strong>en</strong> otro tiempo, otro lugar, otra geografía y el suspiro<br />

fi nal de ambos voló a <strong>la</strong> eternidad buscada. Recordé nítidam<strong>en</strong>te que ese<br />

brazalete con el escarabajo que estaba <strong>en</strong> el Museo, me pert<strong>en</strong>ecía. Encontré a<br />

mi amor, bajo otro rostro, otra piel, otra vestim<strong>en</strong>ta, el jov<strong>en</strong> del museo, el que<br />

miraba el Escarabajo, <strong>en</strong> <strong>la</strong> vitrina… – Seguram<strong>en</strong>te mi vida será difer<strong>en</strong>te a<br />

partir de esto… Hay un antes y un después para el amor y <strong>la</strong> verdad…<br />

11

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!