Despiertos en la lluvia ED01_11287.indd - Aula Avatares
Despiertos en la lluvia ED01_11287.indd - Aula Avatares
Despiertos en la lluvia ED01_11287.indd - Aula Avatares
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
DESPIERTOS EN LA LLUVIA<br />
–María alcanzame los c<strong>la</strong>vos de olor, casi me olvido, qué cabeza <strong>la</strong> mía,<br />
justo yo que t<strong>en</strong>go todo y a todos <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta. No veo <strong>la</strong> hora que llegue el sábado.<br />
–Señora, discúlpeme que le pregunte ¿Por qué lo pasa con <strong>la</strong> señora Este<strong>la</strong>?<br />
–Es que tuvo <strong>la</strong> g<strong>en</strong>tileza de invitarme, <strong>la</strong> última vez que <strong>la</strong> vi, ¿Te acuerdas?,<br />
cuando le llevé a su casa el vestido que me pidió prestado.<br />
–Discúlpeme otra vez, pero hay algo <strong>en</strong> el<strong>la</strong> que no me gusta.<br />
–Es que no <strong>la</strong> has tratado, es una persona muy intelig<strong>en</strong>te, de muchos<br />
conocimi<strong>en</strong>tos y con dos títulos Universitarios.<br />
–Mi madre no t<strong>en</strong>ía tantos títulos, pero era de cara más confi able.<br />
–Bu<strong>en</strong>o María, luego de apagar el fuego, pongamos <strong>la</strong> cacero<strong>la</strong> al patio<br />
para que se <strong>en</strong>fríe y ya lo <strong>en</strong>vasaremos. He comprados uno frascos hermosos,<br />
papel celofán y cinta de terciopelo, aparte de quedar bi<strong>en</strong> con los dueños de<br />
casa, haré unos individuales para cada pareja invitada.<br />
–¿Usted los conoce?<br />
–En realidad no, solo sé que somos cinco parejas. Que cada una de el<strong>la</strong>s<br />
frecu<strong>en</strong>ta otro círculo. Pero eso no importa pi<strong>en</strong>so que serán bu<strong>en</strong>as personas<br />
y pasaremos un rato agradable, hab<strong>la</strong>ndo cada uno de su vida cotidiana, am<strong>en</strong>izando<br />
con humor. Salieron al patio, apoyaron el dulce hirvi<strong>en</strong>te sobre una<br />
mesada y esperaron que el vi<strong>en</strong>to haga su trabajo.<br />
–María acompáñame al cuarto que debo elegir el vestido que me pondré.<br />
–Señora todos le quedan bi<strong>en</strong>.<br />
–Pero no <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>des son personas importantes, debo ir a <strong>la</strong> altura de <strong>la</strong>s<br />
circunstancias. Ayudame… a ver este celeste es muy escotado, el traje verde<br />
es hermoso pero está muy gastado, creo que me pondré como siempre el traje<br />
negro y le agregaré a mi vieja camisa b<strong>la</strong>nca, una puntil<strong>la</strong>.<br />
María <strong>la</strong> miraba desde <strong>la</strong> puerta, hacía meses que no <strong>la</strong> veía jubilosa o con<br />
ganas de ir algún lugar, más precisam<strong>en</strong>te desde hacía seis meses, mom<strong>en</strong>to<br />
<strong>en</strong> que decidió poner fi n a su matrimonio, algo que <strong>la</strong> dejó con unas ojeras<br />
y el fi n del brillo de sus ojos, los que empeoraron al t<strong>en</strong>er que trabajar doce<br />
horas al día para pagar el alquiler y sus pequeños, pero muchos gastos ya que<br />
debía ayudar también a sus padres a qui<strong>en</strong>es no le alcanzaba <strong>la</strong> tan ansiada<br />
jubi<strong>la</strong>ción. Por eso ese día decidió darle una mano con los quehaceres, ya que<br />
cuando el<strong>la</strong> necesitó una ayuda, el<strong>la</strong> siempre estaba. El día llegó, solo faltaban<br />
dos horas para salir. Los Frascos <strong>en</strong>vueltos parecían joyas y no unos simples<br />
57