Despiertos en la lluvia ED01_11287.indd - Aula Avatares
Despiertos en la lluvia ED01_11287.indd - Aula Avatares
Despiertos en la lluvia ED01_11287.indd - Aula Avatares
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
DESPIERTOS EN LA LLUVIA<br />
GANSO SALVAJE<br />
Siempre p<strong>en</strong>sé que no hay aroma más tranquilizante que <strong>la</strong> mezc<strong>la</strong> de<br />
<strong>la</strong>vanda con eucaliptus, te re<strong>la</strong>ja y si lo aspiras muy profundam<strong>en</strong>te, tus fosas<br />
nasales olvidan ese olor. Porque no recuerdo mucho, solo retazos de ese<br />
mom<strong>en</strong>to, pero el olor no se me olvida. Aquí me dic<strong>en</strong> que el tiempo todo lo<br />
cura, como se ve que a ellos no les pasó, lo que los libros te explican no coincid<strong>en</strong><br />
con lo que s<strong>en</strong>tiste, ni el asco que causa, ni el pánico que te paraliza. Lo<br />
bu<strong>en</strong>o es que recuerdo muy bi<strong>en</strong> su rostro, transpirado, bigote canoso amarill<strong>en</strong>to,<br />
cabello graso y el olor que despedía su piel mezc<strong>la</strong> de grasa de motor<br />
y pescado putrefacto. Esa mañana caminaba mirando el piso, desde lejos una<br />
fi gura se acercaba, al pasar al <strong>la</strong>do mío s<strong>en</strong>tí su olor. Como si un rayo hubiera<br />
atravesado mi cerebro, giré y lo seguí; <strong>en</strong>tró <strong>en</strong> una p<strong>en</strong>sión, desde el fondo se<br />
escuchaba una cumbia villera. Adopté el chamullo villero y fui a su <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro.<br />
No me costó más de diez minutos meterme <strong>en</strong> su pieza y cinco minutos <strong>en</strong><br />
atarlo a <strong>la</strong> cama, sin olvidarme de taparle los ojos. Le daba a <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der esto será<br />
único, inolvidable; como todo acto sádico todo sería muy doloroso, traté de<br />
<strong>en</strong>contrarle el corazón con un gran cuchillo com<strong>en</strong>cé a c<strong>la</strong>var y a c<strong>la</strong>var, ¡cómo<br />
gemía! Sus músculos por mom<strong>en</strong>tos t<strong>en</strong>sos como si fuera un cerdo llorón.<br />
Cuando cayó de costado, le corté <strong>la</strong> yugu<strong>la</strong>r como a los gansos. Hoy llegué a<br />
este Spa, solo dije que quería olvidar el pasado, <strong>en</strong>contrar mi paz interior, y<br />
leer mucho, me traje: El Crim<strong>en</strong> Perfecto, Los Crím<strong>en</strong>es más Sádicos, Mujeres<br />
Abusadas, y Como Olvidar una vio<strong>la</strong>ción.<br />
GUIÓN<br />
SIEMPRE ELEGISTE TODO LO VIEJO<br />
Esc<strong>en</strong>ografía: Un desván, abandonado, desprolijo. Cont<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do muchos<br />
sombreros. Tres maniquíes de mujer (Torso solo) dos de hombres (torso solo)<br />
todos con sombreros, una bicicleta colgada <strong>en</strong> <strong>la</strong> pared y un gran dado.<br />
Iluminación: sobre <strong>la</strong> protagonista siguiéndo<strong>la</strong> cuando se desp<strong>la</strong>za.<br />
***<br />
51