Despiertos en la lluvia ED01_11287.indd - Aula Avatares
Despiertos en la lluvia ED01_11287.indd - Aula Avatares
Despiertos en la lluvia ED01_11287.indd - Aula Avatares
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
DESPIERTOS EN LA LLUVIA<br />
mil disfraces. Temo, que ya no quieras verme. Quizá te due<strong>la</strong>n mis recuerdos.<br />
Quizá te <strong>la</strong>stime el pasado inalcanzable.<br />
Cuando desando este camino con los brazos vacíos, los ojos secos, me<br />
dejo v<strong>en</strong>cer por <strong>la</strong> impot<strong>en</strong>cia y abrazo fl ores, que dejo <strong>en</strong> los caminos de <strong>la</strong><br />
p<strong>la</strong>za<br />
LOS GRITOS DEL SILENCIO<br />
Ensayo el papel más cruel del diario vivir. ¿Cómo decirlo?<br />
Con los ojos abiertos soy un fantoche. Si achico <strong>la</strong> mirada el espejo me<br />
devuelve mi quimera. Las líneas del rostro se suavizan, el pelo suelto me permite<br />
jugar con mí imag<strong>en</strong>. La bata se transforma <strong>en</strong> vestido de fi esta. Festejan<br />
mis s<strong>en</strong>tidos.<br />
Me avergü<strong>en</strong>zan los recuerdos. Espiando detrás de <strong>la</strong>s puertas de <strong>la</strong>s niñas.<br />
El<strong>la</strong>s acunaban muñecas. Retorciéndose sobre tacones altos, frunci<strong>en</strong>do<br />
<strong>la</strong>s bocas coloradas. Imitar<strong>la</strong>s. Sólo eso, quería imitar<strong>la</strong>s.<br />
La pelota iba y v<strong>en</strong>ía. Había que rasparse <strong>la</strong>s rodil<strong>la</strong>s. Escupir de costado.<br />
Descubrir a <strong>la</strong>s jóv<strong>en</strong>es <strong>en</strong> los baños del colegio. Sin saber para qué.<br />
Ser machos, orgullo de padres, que se pavoneaban con nuestras ridícu<strong>la</strong>s<br />
picardías.<br />
T<strong>en</strong>go derecho de vivir como elija. ¿Cómo? Recuerdo el rostro de mi madre<br />
cuando <strong>en</strong>contró esa revista que nos pasábamos de mano <strong>en</strong> mano y todos<br />
escondíamos debajo del colchón. Ruborizada se <strong>la</strong> llevo a mi padre. Con alivio.<br />
–Mira lo que <strong>en</strong>contré. Es una chanchada.<br />
Certifi caba que hizo bi<strong>en</strong> su trabajo. Mi padre, rió hasta <strong>la</strong>s lágrimas.<br />
Si digo <strong>la</strong> verdad todos dirán: Ya me parecía, Me lo veía v<strong>en</strong>ir.<br />
Aquellos que <strong>en</strong> alguna noche de copas o euforia deportiva, se apretaron<br />
<strong>en</strong> un abrazo. Un roce. Todos los que compartieron el vestuario. Las bromas.<br />
¿Quién levanta el jabón del piso? Ellos, mirarán <strong>la</strong>s baldosas, tratando de borrar<br />
los recuerdos.<br />
Mi padre no soportará el escándalo. Huirá al campo. Prohibirá com<strong>en</strong>tarios.<br />
Evitará <strong>la</strong> mirada socarrona de los peones. Le quitará, el don de <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra<br />
a mi madre, para que no me nombre. Borrará sus recuerdos. Cond<strong>en</strong>a cruel que<br />
es peor que <strong>la</strong> muerte. El<strong>la</strong>s. Que alboroto. Rabia, vergü<strong>en</strong>za. Cuanto tiempo<br />
33