15.05.2013 Views

Despiertos en la lluvia ED01_11287.indd - Aula Avatares

Despiertos en la lluvia ED01_11287.indd - Aula Avatares

Despiertos en la lluvia ED01_11287.indd - Aula Avatares

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

DESPIERTOS EN LA LLUVIA<br />

141<br />

¿Quién se habrá <strong>en</strong>cargado de él? De llevarlo al hospital. ¿Habrá sobrevivido?<br />

No sé. El hielo me recorre el cuerpo cuando lo pi<strong>en</strong>so. No quiero volver.<br />

No quiero saber. No quiero s<strong>en</strong>tir otra vez miedo. Si no hubiese t<strong>en</strong>ido el valor,<br />

el féretro se cerraría conmigo ad<strong>en</strong>tro. Lo int<strong>en</strong>to pero regresa. La sangre alrededor<br />

de <strong>la</strong> masa voluminosa. El rostro des<strong>en</strong>cajado. Los ojos ll<strong>en</strong>os de odio.<br />

Mudo. Sin ali<strong>en</strong>to. Cae y me salpica.<br />

La investigación es l<strong>en</strong>ta. Sospechan del compañero, como siempre <strong>en</strong><br />

estos casos. La suerte quiso que <strong>la</strong> corri<strong>en</strong>te <strong>la</strong> trajera a este pueblo donde todo<br />

muere <strong>en</strong> el olvido.<br />

Después de un año el vi<strong>en</strong>to pesado del verano arrastra <strong>la</strong> tierra y los<br />

folletos de propaganda. Circo “Los hermanos”, payasos, trapecistas varias<br />

atracciones.<br />

EL SECRETO DE LOS RÁPIDOS<br />

Bril<strong>la</strong>nte. Es como está <strong>la</strong> casa. Esa tarde <strong>en</strong> particu<strong>la</strong>r. Pasaron dos décadas<br />

y Li<strong>la</strong> espera a sus mejores amigos, a sus cómplices. Federico, el primero<br />

<strong>en</strong> llegar, <strong>la</strong> saluda con un abrazo emotivo.<br />

–Siempre <strong>la</strong> misma, siempre tan prolija. Mirá esas cortinas b<strong>la</strong>ncas, seguro<br />

que <strong>la</strong>s almidonaste. ¿A qué hora les dijiste a los otros?<br />

–A <strong>la</strong>s cinco.<br />

–Ya son y diez, creí que había llegado muy temprano.<br />

–No, vos estás bi<strong>en</strong>. La que está retrasada es Casandra.<br />

–Esa también siempre igual, no sé cómo <strong>la</strong>s dos pued<strong>en</strong> ser amigas si son<br />

tan distintas.<br />

–Eso era antes, desde que volvimos del sur que no hab<strong>la</strong>mos. Le dejé un<br />

m<strong>en</strong>saje <strong>en</strong> el contestador, espero que lo haya recibido.<br />

Al abrir <strong>la</strong> puerta Li<strong>la</strong> mira de un <strong>la</strong>do a otro, como si fuera al <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro<br />

de algui<strong>en</strong> más, pero Casandra <strong>en</strong>tra so<strong>la</strong>. La toma por los hombros, le da un<br />

beso <strong>en</strong> <strong>la</strong> mejil<strong>la</strong> y repite el mismo gesto con el otro invitado. Los tres se<br />

si<strong>en</strong>tan a <strong>la</strong> mesa del comedor. Sobre el mantel de tulipanes rojos y amarillos<br />

pintado a mano hay servido un variado m<strong>en</strong>ú.<br />

–¿Cómo está tu marido?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!