Caballos - Fermín Bohorquez Domecq
Caballos - Fermín Bohorquez Domecq
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<strong>Fermín</strong> Bohórquez:<br />
La mirada del caballo torero<br />
Por Álvaro Acevedo<br />
Fotos: Carlos Núñez<br />
Cuatro generaciones de la familia Bohórquez han modelado en los<br />
campos llanos de la provincia de Cádiz un animal único. El caballo ha<br />
sido el señor de esta tierra, la luz que ha guiado y unido a la familia<br />
en armonía con la caza, la agricultura y, por supuesto, el toro de lidia.<br />
He aquí una historia que nació para la funcionalidad de las labores<br />
camperas y que se diversificó cuando los dos últimos eslabones de la<br />
estirpe fueron llamados por la pasión del toreo. <strong>Caballos</strong> españoles,<br />
lusitanos y cruzados forman la yeguada de los Bohórquez, y a todos<br />
les une una misma mirada: la del caballo torero.<br />
TM 98
MUNDO ECUESTRE<br />
Bartolomé Bohórquez tenía los caballos para la trilla y los<br />
enganches, y la tradición la continuó <strong>Fermín</strong> Bohórquez<br />
Gómez, el padre de ese pura sangre llamado <strong>Fermín</strong><br />
Bohórquez Escribano. Es éste último el que empieza a<br />
meter líneas toreras en la ganadería a partir del caballo<br />
‘Bravío’, con el que toreó en la plaza, y una reproductora<br />
de Yeguada Militar. Pero además, el hiperactivo rejoneador<br />
y ganadero era un apasionado del polo y del acoso y<br />
derribo, y también de los galgos. Por eso tenía una parte<br />
de la yeguada con caballos cruzados, muy útiles para estos<br />
fines, y a los que les fue incorporando como sementales los<br />
caballos de su cuadra de rejoneo, con el gran ‘Neptuno’ a<br />
la cabeza. Con este tordo rodao tuvo triunfos clamorosos<br />
en la segunda mitad de la década de los setenta, como le<br />
sucedería posteriormente a Manuel Vidrié. Se trataba de<br />
un caballo adelantado a su época, al hacer un toreo de una<br />
pureza inusitada, pero además fue un semental clave en el<br />
crecimiento de la yeguada de Bohórquez.<br />
De la unión del propio ‘Neptuno’ con una yegua de Palha,<br />
‘Garota’, nació ‘Libertadora’, y de ella, dos hembras<br />
importantísimas en la ganadería, como fueron ‘Descarada’<br />
y ‘Jabata’. Además, la yegua hispanoárabe ‘Jaecera’,<br />
adquirida en Yeguada Militar, tuvo varios hijos toreros: como<br />
‘Jaecero’ con el que <strong>Fermín</strong> paraba los toros de salida, y<br />
cuyo padre era pura sangre inglés; ‘Sombrero’, hijo del<br />
Veiga ‘Oriental’; y ‘Tabladillo’, hijo de un caballo español de<br />
Ignacio Coca. Además, ‘Jaecera’ tuvo una cría hembra con<br />
un caballo español, ‘Quieta’, que fue cruzada con los hijos<br />
de ‘Neptuno’ y dio productos magníficos en la década de los<br />
Una yegua castaña de sangre lusitana e hija de ‘Neptuno’, trotando junto a su potrillo.<br />
TM 100<br />
ochenta, tanto en caballos toreros, como en hembras cuyos<br />
hijos también han toreado.<br />
Pero todo el proceso tuvo un denominador común: cada<br />
semental que se fue echando, casi siempre fue un caballo<br />
torero, por lo que la sangre de los equinos cruzados se<br />
fue absorbiendo por la de los caballos de torear, en su<br />
mayoría lusitanos puros. La cuadra de rejoneo de <strong>Fermín</strong><br />
Bohórquez fue la base de los sementales de la ganadería,<br />
y ello marcó de forma clara la tendencia de unos caballos<br />
que, originariamente, poseían otras características muy<br />
diferentes. Existe, por tanto, un antes y un después a partir<br />
de la aparición de <strong>Fermín</strong> Bohórquez Escribano, y luego<br />
será su hijo, el también gran rejoneador <strong>Fermín</strong> Bohórquez<br />
<strong>Domecq</strong>, el que dé un paso más en esta selección. Sus<br />
antecesores eran hombres de campo, pero no equitadores.<br />
Ni tampoco eran toreros. Con la tercera generación se<br />
inicia una selección mucho más rigurosa en cuanto a su<br />
funcionalidad, porque una cosa es la trilla en el campo o<br />
Con ‘Neptuno’ tuvo <strong>Fermín</strong> padre triunfos<br />
clamorosos. Se trataba de un caballo<br />
adelantado a su época, al hacer un toreo de<br />
una pureza inusitada, pero además fue un<br />
semental clave en el crecimiento<br />
de la yeguada de Bohórquez.
los enganches, y otra, arrancar por derecho y lentamente<br />
hacia un toro para salir luego de la suerte con limpieza y<br />
torería. En la búsqueda de esas capacidades evolucionó la<br />
ganadería equina de los Bohórquez hasta nuestros días.<br />
ESPAÑOLES Y LUSITANOS<br />
La parte de la ganadería de caballos de pura raza española<br />
está formada por diez yeguas procedentes de ‘Nazarena’, hija<br />
de ‘Bravío’; y dos sementales, ‘Fandanguero’ y ‘Nazareno’.<br />
Pese al origen claramente torero vía ‘Bravío’, ha cambiado<br />
sus objetivos en los últimos tiempos. Los animales de menos<br />
nivel se destinan al enganche, y los mejores compiten en<br />
concursos morfológicos y de doma clásica. No se descarta<br />
rescatar alguno para la cuadra torera de <strong>Fermín</strong> hijo, pero<br />
en realidad sucede que lo que es una virtud para torear,<br />
puede suponer un defecto en la alta competición.<br />
Es fundamental guiarse por los patrones raciales a la hora<br />
de la selección. Se busca un caballo bello, muy barroco,<br />
con fuerza, potencia y elasticidad. Que tenga cadencia y<br />
sea versátil, de buenos movimientos. Normalmente no es<br />
muy expresivo, aunque sí lo es en la línea de los Bohórquez<br />
precisamente por su origen torero. Nunca fue un caballo<br />
grande, aunque se esté buscando mayor corpulencia porque<br />
la moda actual así parece demandarlo. El perfil no debe ser<br />
recto, pero tampoco muy acarnerado; las orejas, pequeñas;<br />
el ojo, almendrado, expresivo pero sin la vivacidad del<br />
árabe; el cuello, medio, ni ancho ni estrecho; la cruz, sin<br />
excesiva prominencia pero tampoco hundida; con buen<br />
TM 101<br />
MUNDO ECUESTRE<br />
Dentro de la ganadería de caballos de <strong>Fermín</strong> Bohórquez existe una facción de pura sangre lusitana. Un total de cinco yeguas con magníficos orígenes.<br />
Primer plano de una potra lusa árabe hija del caballo ‘Sinfonía’.
dorso; y fuerte de corvejones... Digamos que el caballo<br />
español tiene una fisonomía señorial, un aire de distinción<br />
que destaca sobre otras razas. Entre todos ellos, y como<br />
prototipo de esta descripción, encontramos al semental<br />
‘Nazareno’, un tordo de belleza deslumbrante que marca un<br />
punto de inflexión en la yeguada. Un superclase que, entre<br />
otros premios, se alzó con el de ‘Campeón de Campeones’<br />
en Jerez de la Frontera.<br />
Pero el caballo español está entroncado directamente con el<br />
lusitano. De hecho, el caballo lusitano que conocemos en la<br />
actualidad tiene una notoria influencia de varios sementales<br />
españoles –sobre todo, ‘Príncipe VIII’, de Curro Chica y<br />
‘Zorro’, de Romero Benítez– y de yeguas del Estado y de<br />
afamados ganaderos como Roberto Osborne. Ciñéndonos<br />
a ‘Príncipe VIII’, su influencia en lo que hoy es el caballo<br />
lusitano se inicia cuando es adquirido por Rui Sommer<br />
d’Andrade. Tuvo un hijo, ‘Firme’, absolutamente definitivo,<br />
porque de su simiente nacieron cuatro de los más grandes<br />
Como prototipo de caballo español<br />
encontramos al semental ‘Nazareno’, que<br />
marca un punto de inflexión en la yeguada.<br />
Un superclase que, entre otros premios, se<br />
alzó con el de ‘Campeón de Campeones’ en<br />
el concurso de Jerez de la Frontera.<br />
TM 103<br />
MUNDO ECUESTRE<br />
caballos de toreo: ‘Nilo’, Novilheiro’, ‘Opus’ y el antes citado,<br />
‘Neptuno’. El origen respecto a los españoles es, pues,<br />
idéntico, y lo que les separa no es otra cosa que la selección.<br />
Los grandes ganaderos de caballos portugueses lo eran<br />
también de toros bravos, y la base de la Fiesta en Portugal<br />
es el rejoneo, de ahí la búsqueda de un caballo para torear<br />
mientras que, en España, empezó a seleccionarse para los<br />
concursos morfológicos y de doma.<br />
También existe una facción de sangre lusitana en la<br />
ganadería de <strong>Fermín</strong> Bohórquez. Cinco yeguas, una<br />
originaria de ‘Novilhero’, dos procedentes de la ganadería<br />
de Paim, y otras dos vía ‘Uranio’, semental de Antonio Telles,<br />
y que son hermanas de ´Mosca’ y ‘Morito’, caballos toreros<br />
de <strong>Fermín</strong> Bohórquez <strong>Domecq</strong>. Los sementales que cubren<br />
estas yeguas son los caballos de la cuadra del rejoneador<br />
jerezano, por lo que queda claro que se trata de la misma<br />
selección y la misma genética que existe en los caballos<br />
cruzados de la casa.<br />
EL CABALLO TORERO<br />
Llegamos a la tercera vertiente de la yeguada de <strong>Fermín</strong><br />
Bohórquez, que es la de los caballos cruzados, en su<br />
mayoría con una altísima carga de sangre lusitana. Un total<br />
de ocho yeguas a las que se liga con los sementales de la<br />
cuadra del rejoneador conforman una mezcla de caracteres<br />
deslumbrante. Porque existe una idea básica inalterable, el<br />
caballo con entrega y, a la vez, con naturalidad, con temple<br />
y sentimiento, o sea, con una fogosidad controlada.<br />
Yeguas españolas de Bohórquez. En la doble página siguiente, un superclase de Pura Raza Española: el bellísimo y varias veces laureado, ‘Nazareno’.
Dentro de estas premisas, cada semental aporta un detalle<br />
que lo distingue del resto: ‘Sinfonía’ da la chispa, ese punto<br />
torero de agresividad; ‘Triunfador’ y ‘Neptuno’ dieron nada<br />
menos que el temple; ‘Guapango’, la raza y la intuición;<br />
‘Canario’, la belleza y la expresión; ‘Nevado’, la expresión,<br />
pero también la elegancia; ‘Gallo’, la habilidad, al igual que<br />
las yeguas lusitanas; y Québec, la fuerza. Finalmente está<br />
‘Brasil’ un colosal compendio de todos estos matices.<br />
La sangre originaria de estos animales viene a ser la<br />
misma que la de los lusitanos, ‘Príncipe VIII’ vía ‘Firme’, y<br />
la selección, también. Haciendo un paralelismo con el toro<br />
de lidia, digamos que el origen es el encaste, y el criador<br />
selecciona lo que le gusta de esa estirpe como sucede en<br />
la ganadería brava. La diferencia está en que es un trabajo<br />
más lento. Los potros pueden apuntar virtudes, pero hasta<br />
los seis o siete años no pueden confirmarse con cierta<br />
seguridad las auténticas capacidades de un caballo.<br />
<strong>Fermín</strong> Bohórquez <strong>Domecq</strong> nos deleitó con un recital de<br />
toreo a caballo en la plaza y también a campo abierto. Una<br />
lección de pureza en la que se desplegaron magistralmente<br />
todas las virtudes de dos de sus caballos. Uno, ‘Honrado’, es<br />
un tordo de siete años que un día fue utilizado para el primer<br />
tercio, pero que con la muerte de ‘Urbit’, empezó probándolo<br />
en la suerte suprema y descubriendo sus magníficas<br />
condiciones. Con un físico mucho más espectacular de lo<br />
que se adivinaba cuando era un potro, ‘Honrado’ hace la<br />
suerte con una intuición innata. En la plaza de tientas de la<br />
TM 107<br />
MUNDO ECUESTRE<br />
finca ‘Fuente Rey’ demostró que es artista, porque guiña las<br />
orejas al llegar al toro y espera ese instante en el embroque,<br />
necesario para que el caballero clave el rejón de muerte.<br />
También toreó <strong>Fermín</strong>, ya a campo abierto, con un potro de<br />
‘Sinfonía’ y de la última hija que tuvo esa leyenda llamada<br />
‘Triunfador’. En la calidad de este tordo rodao de cuatro<br />
años que abre las manos en el embroque, ya se observan<br />
ramalazos de su padre y de su abuelo. La torería del primero,<br />
esa raza controlada; y el temple portentoso, sublime, del<br />
segundo.<br />
Porque a ‘Triunfador’ podemos considerarlo como uno de los<br />
más grandiosos caballos de la historia del rejoneo. De Pura<br />
Raza Española, sus orígenes nos vuelven a llevar al mismo<br />
sitio de siempre: Curro Chica y su ‘Principe VIII’. <strong>Fermín</strong><br />
se lo encontró de casualidad al ir a ver unos caballos que<br />
tenía un prestigioso marchante jerezano al que le decían<br />
Arrancaba muy despacio y envolvía con su<br />
pecho y su grupa la embestida del toro,<br />
como si en vez de un animal fuese una<br />
muleta. <strong>Fermín</strong> Bohórquez <strong>Domecq</strong> y<br />
‘Triunfador’ formaron un tandem prodigioso<br />
durante varios años de liderazgo absoluto.<br />
El rejoneador jerezano, a campo abierto con un hijo de ‘Sinfonía’ y cuya madre es la última descendencia de un caballo histórico: ‘Triunfador’.
MUNDO ECUESTRE<br />
‘El Chispa’. Pasó por el boxer y le llamó la atención, a pesar<br />
de que estaba algo flaco y poco acicalado. Cuando entró<br />
a cogerlo, el caballo fue a atacarle con una agresividad<br />
extrema, pero el rejoneador decidió quedarse con aquel<br />
animal al que le ardía la sangre. No fue fácil al principio.<br />
Su temperamento lo convertía en un animal complejo, pero<br />
con el tiempo, su nuevo dueño logró dominarlo para bien de<br />
la Fiesta. Aunque montarse en él era una auténtica odisea,<br />
una vez frente al toro poseía esa calidad que muchas veces<br />
soñó <strong>Fermín</strong> Bohórquez <strong>Domecq</strong>. Se expresaba como<br />
ninguno de sus iguales, arrancaba muy despacio y envolvía<br />
con su pecho y su grupa la embestida del toro, como si en<br />
vez de un animal fuese una muleta. <strong>Fermín</strong> y ‘Triunfador’<br />
formaron un tándem prodigioso durante varios años de<br />
liderazgo absoluto. Siete salidas por la Puerta Grande de<br />
Madrid es un dato que puede servir para sintetizar, aunque<br />
anecdóticamente, aquella unión mágica. ‘Triunfador’ murió<br />
de un cólico en el año 1998, pero durante todo un lustro<br />
marcó época en la Fiesta y dejó su simiente en las yeguas<br />
de la casa.<br />
DE ‘FUENTE REY’...<br />
En el término municipal de Jerez de la Frontera tiene la<br />
familia Bohórquez ‘Fuente Rey’, una finca mixta de 1.700<br />
hectáreas de extensión aunque tiempo atrás se dividía en<br />
tres propiedades que hoy se encuentran dentro de la misma<br />
linde. Atendiendo a sus cultivos, podemos segmentarla en<br />
en dos partes: una, de riego, donde se siembra el girasol,<br />
Un total de veintitrés yeguas conforman la ganadería de <strong>Fermín</strong> Bohórquez. De ellas, ocho son cruzadas aunque con una alta carga de sangre lusitana.<br />
TM 108<br />
<strong>Fermín</strong> <strong>Bohorquez</strong> con ‘Honrado’ en la plaza de tientas de ‘Fuente Rey’.
la remolacha y el algodón; y otra de cultivos de secano con<br />
los que se alimenta el ganado (cebada y, sobre todo, avena).<br />
Toda ella se abastece del agua que emana de un pantano de<br />
un millón de metros cúbicos, y de la multiplicidad de fuentes<br />
con pozos, de ahí el nombre de esta maravillosa explotación<br />
que aglutina perfectamente la agricultura, la ganadería<br />
brava, los animales silvestres y también los caballos.<br />
Porque en ‘Fuente Rey’ está el recrío del macho con<br />
el que se empieza a trabajar desde los dos años. Este<br />
paraíso agrícola y de caza menor (perdiz, paloma torcaz,<br />
tórtola, zorzal, liebre y conejo) en el que pastan los toros<br />
de Bohórquez procedentes de Urquijo, está dotado de unas<br />
majestuosas instalaciones para la vida y doma del caballo. A<br />
cincuenta metros de un precioso y recoleto cortijo encalado<br />
aparece una impresionante edificación en albero y grana<br />
que incluye las cuadras, y la plaza y el picadero cubiertos.<br />
Un auténtico palacio para el caballo de torear. Y por sus<br />
cercados puede verse galopar a los equinos en todo su<br />
salvaje esplendor. Porque <strong>Fermín</strong> tiene en su cuadra torera<br />
caballos de portentosa belleza, de mucha clase, poderosos<br />
y de cuello acarnerado, que llenan la plaza con su sola<br />
presencia. Serlo... y parecerlo.<br />
... A ‘CASABLANCA’<br />
Después del intenso entrenamiento de la mañana en<br />
el picadero, la plaza de tientas y el campo, nos fuimos a<br />
‘Casablanca’, ubicada en el término municipal de Arcos<br />
de la Frontera, junto a la pedanía de Jédula. Son tierras<br />
TM 109<br />
MUNDO ECUESTRE<br />
En la imagen, el potro ‘Gallito’, un bello animal de sangre lusitana hijo del semental ‘Gallo’, con el que tantas tardes toreó Pablo Hermoso de Mendoza.<br />
Un potro lusitano en la finca jerezana de ‘Fuente Rey’.
MUNDO ECUESTRE<br />
Yeguas y potros de la ganadería equina de <strong>Fermín</strong> Bohórquez en la finca ‘Casablanca’ con el ganado bravo al fondo.<br />
Desde la pequeña e irregular placita de<br />
tientas en la que muchas mañanas de<br />
tentadero toreó Manolete, se ven los<br />
cercados de las yeguas de la casa, que<br />
pacen con sus crías ajenas a la misión<br />
que les ha encomendado el destino.<br />
muy cercanas a aquellas de Curro Chica en las que nació<br />
‘Príncipe VIII’ para cambiar la historia del caballo de torear,<br />
y en las suaves lomas que rodean las edificaciones crecen<br />
la hierba y las flores de esta primavera todavía con restos de<br />
humedad en el subsuelo. En los cercados aguardan su hora<br />
las reses bravas de la otra ganadería de la casa, formada<br />
hace poco tiempo con reses de su primo Santi <strong>Domecq</strong>, y<br />
que lleva el nombre de ‘Fuente Rey’, la otra finca.<br />
Ésta de ‘Casablanca’ es más reducida, de unas 500<br />
hectáreas, pero tiene algo de legendaria. En ella se libró en<br />
el año 711 la batalla de Guadalete entre las tropas del rey<br />
Don Rodrigo y las fuerzas musulmanas de Táriq Ibn Ziyad,<br />
en lo que supuso la invasión árabe de la Península Ibérica.<br />
Fue aquí, a causa de las catastróficas consecuencias de<br />
la batalla, donde finó el reino visigodo y comenzó a tomar<br />
forma el periodo andalusí. Pero ‘Casablanca’ también tiene<br />
una historia más íntima, de carácter familiar, y que se inicia<br />
hace setenta años. Pisarla es como regresar a los orígenes<br />
TM 112<br />
del apellido Bohórquez. Por el mismo camino que hoy<br />
recorren los todoterrenos llegaron las vacas y sementales<br />
de la ganadería que Carlos Urquijo tenía puesta a nombre<br />
de su administrador, Luis Vallejo. Y lo hicieron al amparo de<br />
cabestros y garrochistas después de recorrer 60 kilómetros.<br />
Salieron de ‘Juan Gómez’, en Los Palacios, llegaron a Las<br />
Cabezas de San Juan, cruzaron la sierra de Gibalbín y<br />
aparecieron por los campos de Jédula. Sementales, crías<br />
y doscientas vacas de vientre, todas negras menos cinco<br />
castañas y una lucera. Lo cuentan, como una leyenda<br />
popular, los hijos de Antonio ‘El Moro’, vaquero de aquel<br />
Bohórquez, como hoy lo son ellos de sus descendientes.<br />
Fue en 1941, año en el que <strong>Fermín</strong> Bohórquez Gómez se<br />
convertía en ganadero de reses bravas.<br />
‘Casablanca’ es una finca más austera, y se aprecia en su<br />
infraestructura no tan exquisita, más rústica, pero cada<br />
rincón de ella guarda una historia apasionante. Desde la<br />
pequeña e irregular placita de tientas en la que muchas<br />
mañanas de tentadero toreó el gran Manuel Rodríguez<br />
‘Manolete’, pueden contemplarse los cercados de ganado<br />
bravo, y los de las yeguas de la casa, que pacen con sus<br />
crías ajenas a la misión que les ha encomendado el destino.<br />
Sí. Aquí están las madres responsables de que una yeguada<br />
emblemática mantenga su vigencia en el rejoneo del siglo<br />
XXI. Castañas, tordas y alazanas fuertes, de buenas caras,<br />
con las esquilas en sus cuellos, tienen en común una sangre<br />
legendaria, la belleza de su estirpe, la clase de quienes<br />
las han mimado durante décadas... y una misma mirada:<br />
intuitiva, brillante, viva. La mirada del caballo torero.
PUBLI