Apuntes biográficos y profesionales - I Viene de la página nº 58. desistió ante el cariz que había tomado el asunto, limitándose a matar el becerro de cuatro pinchazos y dos descabellos, silbando el público frenéticamente. En el quinto salió por el desquite, al sacar su reconocido poderío para triunfar cuando quería, contra viento y marea. Estuvo realmente extraordinario al torear por verónicas, ora con los pies juntos, ora con el compás abierto. De la misma forma adornó el morrillo del de Bolaños, colocado tres pares banderillas que quedaron izadas sobre las mismas péndolas, no dejando en ningún momento de que intervinieran los miembros de su cuadrilla. La faena de muleta fue de magistral. Especialmente los ayudados por bajo iniciales y tres pases en redondo a cual mejores; así como dos tandas de manoletinas, entre pases de todas las marcas. Faena de dos orejas, pero el estoque volvió a fallar, pinchando otra vez cuatro veces, recetando al final una entera y dos descabellos, quedándose todo en una merecida ovación. ¡Ah!, nuestro amigo <strong>Rafael</strong> <strong>Ortega</strong>!, de celeste y oro, que consiguió un triunfo clamoroso. Uno de los más grandes de toda su vida profesional, al sumar ocho actuaciones en la Plaza Real. Su primer enemigo fue devuelto al corral. Por tanto, lidió dos toros de su gran amigo D. José Luis Osborne, a los que les hizo cuanto le vino en ganas, tanto con el capote como con la muleta. Ejecutó dos series de naturales, una en cada «colabo-rador» de sus éxitos, que será difícil superar. Al primero lo mató de una estocada en todo los rubios, haciendo maravillosamente la suerte, y al sexto de un pinchazo y un sobe-rano volapié. Le cortó las dos orejas y el rabo al primero, y al sexto las dos, saliendo de la Plaza Real a hombros y por la Puerta Grande. (Cartel en la página siguiente). 60 <strong>Rafael</strong> <strong>Ortega</strong> Domínguez 1957: Agosto: 25: Una vez más, afortunadamente para los aficionados de la Baja Andalucía, la «Corrida Grande» de El Puerto de Santa María, celebrada en la emblemática Plaza Real, la tarde veraniega del (25-08-1957); festejo de gran nivel, para entonces tan famoso como tradicional, que brilló solemnemente al verse los tendidos de rebosantes de espectadores, tanto en los de sombra como en los de sol, para ver a la terna formada por los diestros <strong>Rafael</strong> <strong>Ortega</strong> Domínguez, Miguel Báez (Litri III) y Manolo Vázquez. La primera nota del entusiasmo festivo que se respiraba en el ambiente dio un aldabonazo de gozo protagonizado por todo el público que reclamó la presencia de <strong>Rafael</strong> <strong>Ortega</strong>, que salió al tercio a saludar dos veces, montera en mano, antes de iniciarse la esperada corrida, con ganado de la dehesa jerezana de Martelilla de el Sr. Marqués de Domecq, Hermanos (4, a pie de la página nº 62). Todos los toros derribaron una y otra vez a los montados, siendo buenos para los diestros, por lo que fueron aplaudidos en el arrastre y para el primero se pidió la vuelta al ruedo. Sin embargo, el cuarto toro fue devuelto a los corrales por presentar sus diamantes destruidos y los inicios del cuerpo de los cuernos escobillados, siendo sustituido «por otro de procedencia desconocida, que fue manso integral y que también fue retirado, entre la gritería del respetable», según la reseña de la corrida, de don José María Rojas Guillén. Por ello se hizo necesario correr el turno de los lidiadores, haciéndolo Litri y Vázquez de sus respectivos toros, y matando <strong>Ortega</strong> el sexto, en lugar del cuarto desechado, que fue después sustituido al final por un toro de D. José Luis Osborne. Una vez más –ésta fue la novena actuación del diestro del «Torero de la Isla» en la Plaza Real-, <strong>Rafael</strong> <strong>Ortega</strong>, vestido de Pasa a la página nº 62. El PUERTO de SANTA MARÍA
<strong>Rafael</strong> <strong>Ortega</strong> Domínguez El PUERTO de SANTA MARÍA Apuntes biográficos y profesionales - I 61