Simeon Bar Joyai - Zohar 3de5 - Comunidad Israelita Bet Or
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E Israel vio la mano grande que el Señor puso sobre los egipcios. Ellos vieron cómo<br />
Dios había golpeado a los egipcios aún antes de eso. Pero solamente ahora vieron la Mano<br />
con todos los cinco dedos,, mano que se llama “grande” porque incluye otros “cinco dedos”,<br />
es decir, los de la Mano Izquierda, como ya lo aclaramos; y cada “dedo” simboliza muchos<br />
poderes y signos divinos por medio de los cuales fueron anulados todos los grados de poderes<br />
celestiales enemigos. Y es por eso que los israelitas tuvieron en ese momento una revelación<br />
junto a la orilla del mar.<br />
Y ellos creyeron en el Señor. ¿Por qué creyeron solamente entonces? ¿No leemos que<br />
“el pueblo creyó” tan pronto como les fue proclamado que el Señor se proponía sacarlo de<br />
Egipto? 469 . ¿No había visto antes muchas obras potentes del Santo en Egipto mismo? Sí, pero<br />
esta afirmación concerniente a su fe se refiere particularmente a lo que le dijo Moisés: “No<br />
temas, permanece quieto y ve la salvación del Señor” 470 . R. Yese preguntó: ¿Cómo es que<br />
después de haber Moisés dicho al pueblo “Porque a los egipcios a quienes habéis visto hoy,<br />
nunca más los volveréis a ver” 471 , se nos dice ahora que “Israel vio a los egipcios muertos<br />
sobre la orilla del mar”? 472 . En su respuesta, R. Yose señaló que después de todo no los<br />
vieron vivientes. Esta respuesta no satisfizo a R. Yese ni a R. Abba, quienes explicaron el<br />
versículo así: De acuerdo a nuestra enseñanza, hay un mundo (Olam) arriba —Biná— y un<br />
mundo abajo, Maljut. Y bien desde el mundo de arriba comienza el encendido de luces que<br />
después se completa en el mundo de abajo, en el cual se subsumen todas las emanaciones.<br />
Desde este mundo de abajo salen castigos a la humanidad y a través de él hizo Dios<br />
maravillas y milagros para Israel. Y cuando este mundo se levantó para realizar maravillas, él<br />
arrojó a los egipcios al mar al mismo tiempo que se forjaba la liberación de Israel. De ahí las<br />
palabras “no volveréis a verlos nunca” (ad olam, literalmente, hasta un mundo), que significa<br />
“no los veréis hasta que ese mundo (olam) sea levantado y ellos sean entregados a juicio”. Y<br />
tan ¡pronto como esto ocurrió “Israel vio a los egipcios muertos sobre la orilla del mar... Y<br />
creyó en el Señor y en Moisés Su servidor”.<br />
Entonces cantó Moisés... R. Judá aplicó a Moisés las palabras: “antes de que te formé<br />
en el vientre, te conocí y antes de que salieras de: la entraña te santifiqué y te ordené profeta<br />
para las naciones” 473 . Dijo: Feliz es la suerte de Israel, a quien el Santo, Bendito Sea, amó<br />
más que a cualquier otra nación y a quien, por la abundancia de Su amor, le designó un<br />
profeta de verdad y un pastor fiel, en el cual El despertó el espíritu santo más que en cualquier<br />
otro profeta fiel, comunicándole una parte de Su propio yo. Jacob dedicó la tribu de Leví al<br />
Santo, Bendito Sea, y como Leví era Suyo en un sentido especial, El lo tomó y lo coronó con<br />
muchas coronas y lo ungió con el óleo del espíritu santo desde arriba, de modo que el espíritu<br />
santo pudiese avanzar al mundo a través de él como del representante de la fe santa. Cuando<br />
llegó la hora en que debió descender a este mundo Moisés el pastor y profeta fiel. Dios<br />
produjo un espíritu santo desde las profundidades de una piedra de zafiro en la que estaba<br />
oculto y lo coronó con coronas y lo iluminó con doscientas y cuarenta y ocho luces y lo puso<br />
delante de sí y puso a su cargo el conjunto de Su propia Casa, con las ciento y setenta y tres<br />
llaves. Luego lo volvió a coronar con cinco diademas, cada una de las cuales ascendía e<br />
iluminaba mil mundos de luces y lámparas acumuladas en los tesoros secretos del santo y más<br />
alto Rey. Entonces el Santo lo condujo a través de todo el esplendor luminoso del Jardín del<br />
469 Éxodo IV, 31.<br />
470 Éxodo XIV, 13.<br />
471 Éxodo XIV, 13.<br />
472 Éxodo XIV, 30.<br />
473 Jeremías I, 5.<br />
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