Simeon Bar Joyai - Zohar 3de5 - Comunidad Israelita Bet Or
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Kishón” 454 . Y en el futuro todos ellos serán entregados, como está dicho: “¿Quién es ese que<br />
viene de Edom... ?” 455 . Y esta es en realidad la significación de las palabras “Y fue en pos de<br />
ellos”, que la Shejiná extirpará a todos al fin de los días.<br />
Y la columna de nube se retiró de ante ellos y permaneció detrás de ellos. ¿Qué era<br />
esta columna de nube? R. Yose dijo que era la nube que se ve siempre con la Shejiná, la nube<br />
en la que entró Moisés. 456<br />
R. Abba dijo que era la que sostiene al Tzadik, que viene del lado de la Gracia (Jesed),<br />
que marcha de día, mientras hay otra nube que anduvo de noche y se llamaba “columna de<br />
fuego”. R. Simeón dijo que la columna de nube de día representaba a Abraham<br />
(Misericordia), y la columna de fuego de noche a Isaac (Severidad), estando amibos atributos<br />
unidos en la Shejiná, a través de la acción del grado que mencionó R. Abba. Dijo: La palabra<br />
“se retiró”, en esta sentencia, implica que hubo un movimiento desde la Gracia a la Severidad,<br />
porque había llegado el tiempo para que el Santo se vistiera de juicio. R. Simeón dijo a<br />
continuación que la “Luna”, la Shejiná, estaba entonces en su plenitud y perfección,<br />
manifestando ambos atributos y representando en ella misma setenta y dos hombres santos de<br />
acuerdo al orden triple de los tres versículos de Éxodo XIV, 19-21*, que contienen el misterioso<br />
Nombre Divino de 72 letras. En virtud del primer orden de letras, ella se vistió con la<br />
vestidura de la Gracia, brillando con el resplandor de la luz que el Padre Superior hizo brillar<br />
para ella. En virtud del segundo, ella se adornó con los implementos de guerra, que expresan<br />
Severidad, y sesenta “látigos” de fuego que emanan de la madre superior. El tercer orden de<br />
las letras la representa en vestiduras de púrpura, el adorno del Santo Padre Superior, que se<br />
llama “Belleza” (Tiféret), que se comunica al Hijo Santo, es decir la letra Vav en el<br />
Tetragrama, en setenta coronas del lado del Padre (Yod) y de la Madre (He). Se nos ha<br />
enseñado que hay setenta y dos testigos del lado de la Gracia; setenta y dos escribas del lado<br />
de la Severidad; setenta y dos colores de gloria del lado de la Belleza. En la esfera<br />
trascendente están todos unidos entre sí, formando el Nombre Santo el misterio de la Carroza<br />
Divina. Aquí, en los tres versículos de Éxodo XIV, 19-21, están inscriptos al unísono los<br />
patriarcas, formando el Nombre Santo de setenta y dos letras de los tres versículos. Y este es<br />
el orden de su combinación: el primero de esos versículos, el 19, ha de escribirse<br />
directamente, porque todas sus letras iniciales se encuentran en Jesed: el segundo versículo, el<br />
20, ha de escribirse hacia atrás, porque todas sus segundas letras se encuentran en Guevará;<br />
de esta manera puede levantarse el juicio, con todos los poderes que emanan del lado<br />
izquierdo. Las letras del tercer versículo, cuando se las escribe, muestran los colores que<br />
coronan al Rey Santo. Y todas estas letras están unidas en El, y El es coronado con Sus<br />
diademas en la manera apropiada, como un rey plenamente coronado. Aquí está el Nombre<br />
Santo grabado en setenta y dos letras, que son coronadas con los Padres que son la superior<br />
Carroza Santa. Puede plantearse la cuestión de por qué el tercer grupo no se ha de escribir en<br />
parte hacia adelanta y en parte hacia atrás, de modo de estar en contacto con ambos lados<br />
(como Tiféret está en contacto con Jesed y Guevurá), debemos diseñar un rey que combina en<br />
sí el equilibrio y la armonía de todos los atributos, y por eso su rostro siempre brilla como el<br />
sol y es sereno por su integridad y perfección. Pero cuando juzga puede condenar tanto como<br />
absolver. Un necio al ver que el rostro del rey es brillante, piensa que nada ha de temerse de<br />
él. Pero un sabio se dice a sí mismo “aunque el rostro del rey brilla, ello es porque él es<br />
perfecto y combina la benevolencia con la justicia, y en ese brillo está oculto el juicio, y por<br />
eso debo ser precavido”. El Santo es un rey así. R. Judá encontró esta idea expresada en las<br />
454 Jueces V, 21.<br />
455 Isaías LXIII, 1.<br />
456 Éxodo XXIV. 18.<br />
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