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Simeon Bar Joyai - Zohar 3de5 - Comunidad Israelita Bet Or

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se beneficia con ello y la mujer le ha hecho un favor al volver a casarse?”, yo diría que no es<br />

así, porque si ella no se hubiera vuelto a casar, y el espíritu del primer marido no hubiese sido<br />

arrojado por el del segundo, él hubiera aprovechado de otra manera: su espíritu no habría<br />

tenido que merodear en el mundo y visitar a los vivientes. Cabría la pregunta: “en este caso el<br />

nuevo casamiento de ella fue su propia decisión y no dependió de un decreto de arriba; ¿por<br />

qué, entonces, dices que fue providencial y que un hombre ha de ser expulsado por el otro y<br />

explicar que la mujer efectivamente fue la pareja preordenada para el segundo marido y no<br />

para el primero?” A esto yo contestaría: “Efectivamente es como he dicho”. El espíritu del<br />

primer marido es expulsado por el del segundo, justamente porque es este último el que realmente<br />

figuró en la intención del comienzo para que fuera el consorte de ella, y no el primero.<br />

Y, a la inversa, si el espíritu del segundo marido es expulsado por el del primero, ello muestra<br />

que el primero estaba destinado a ser su única pareja. De ahí que quien se casa con una viuda<br />

“no sabe que es con peligro de su vida” 907 porque no sabe si ella está predestinada a ser su<br />

esposa real. Pero, si la viuda no desea casarse de nuevo, aun cuando el hombre que quiere<br />

casarse con ella es considerado como que ha de ser su pareja ideal, el Santo no la condena por<br />

ello, y El prepara otra mujer para él hombre a quien ella ha rechazado, y ella no es traída ante<br />

el tribunal celestial por su rechazo, aun cuando no tuviera hijos, porque el mandamiento<br />

concerniente a la procreación no es obligatorio para las mujeres.<br />

¿Y qué ocurre con el espíritu de un marido muerto cuya viuda no vuelve a casarse?<br />

Reside en ella durante los primeros doce meses, visitando el alma de él (néfesh) cada noche en<br />

la tumba, en depresión y tristeza, y después de los doce meses la abandona y aparece ante las<br />

puertas del Paraíso. Pero ocasionalmente visita este mundo, es decir, el “navío” de donde<br />

salió. Y cuando la mujer muere ese espíritu sale para encontrarse con ella y se viste en e?<br />

espíritu de ella, y, así, ella entra en contacto con su marido; y marido y mujer brillan juntos en<br />

la unión más estrecha.<br />

Como hemos llegado tan lejos, debemos ahora descubrir las sendas ocultas del Señor<br />

del universo, que los hombres no conocen, aunque todos ellos estén en el camino de la verdad.<br />

como está escrito: “porque los caminos del Señor son rectos; los justos andarán en ellos, y los<br />

transgresores tropezarán en ellos” 908 . Los hombre? no conocen ni perciben cuan exaltados<br />

son los actos del Santo y cuan extraños, aunque de acuerdo con la ley de la verdad no se<br />

apartan a la derecha ni a la izquierda. Los que experimentan transmigración y están sin<br />

parejas femeninas, arrojados del otro mundo porque se rehusaron a propagarse, ¿cómo pueden<br />

encontrar esposas en este mundo si para ellos no está preordenada pareja femenina, como para<br />

otros hombres? ¡Ved cuan maravillosos y exaltados son los potentes actos de Dios! Se nos ha<br />

enseñado que sobre quien se divorcia de su primera mujer arroja lágrimas el altar. ¿Por qué el<br />

altar? Porque, como lo dije en otra ocasión, tedas las mujeres tienen la imagen y la forma del<br />

altar (porque el altar simboliza a Maljut, la esfera de las almas femeninas) por cuya razón<br />

“heredan” las siete bendiciones, empleadas como el sacramento matrimonial, porque todas<br />

ellas tienen como su prototipo la “<strong>Comunidad</strong> de Israel”, la Shejiná. Así, cuando un hombre<br />

divorcia a su mujer produce un defecto en la piedra del altar celestial. Así es posible que los<br />

divorcios se unan entra sí, es decir, el divorcio del espíritu del hombre en el cielo y el de la<br />

mujer sobre la tierra. Sobre este misterio está dicho: “Y le escribiere carta de repudio, y<br />

poniéndola en mano de ella, la despidiere de su casa; y salida de su casa, ella podrá ir y ser de<br />

otro marido”. 909 ¿Cuál es el significado de “otro”? Apunta a las palabras “mas si se lo arranca<br />

907 Proverbios VII, 28.<br />

908 Oséas XI, 10.<br />

909 Deuteronomio XXIV, 1.<br />

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