15.05.2013 Views

Simeon Bar Joyai - Zohar 3de5 - Comunidad Israelita Bet Or

Simeon Bar Joyai - Zohar 3de5 - Comunidad Israelita Bet Or

Simeon Bar Joyai - Zohar 3de5 - Comunidad Israelita Bet Or

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

juzgados cada día en todos los tiempos y cómo son traídos ante el Tribunal, antes de entrar en<br />

este mundo y después de que lo abandonan. No perciben las muchas transmigraciones y las<br />

muchas obras misteriosas que el Santo lleva a cabo con muchas almas desnudas y cuántos<br />

espíritus desnudos merodean en el otro mundo sin ser capaces de entrar en el velo del Palacio<br />

del Rey. Muchos son los mundos a través de los cuales dan vueltas, y cada revolución es<br />

maravillosa en muchos caminos ocultos, pero los hombres no conocen ni perciben estas cosas.<br />

Tampoco saben cómo ruedan “cual una piedra en una honda” 891 . Y como hemos empezado a<br />

descubrir estos misterios, es oportuno revelar que todas las almas (neschamá) emanan de un<br />

Árbol alto y potente, de ese “Río que sale de Edén” 892 y todos los espíritus (rúaj) de otro<br />

Árbol más pequeño —las almas de arriba y los espíritus de abajo— y se unen según la manera<br />

de varón y hembra. Y cuando ellos (alma y espíritu) te unen, brillan con una luz celestial y, en<br />

su unión, se los designa “Lámpara”, como está dicho. “La lámpara del Señor es el alma del<br />

hombre” 893 , siendo NeR (lámpara) la abreviación de Neschamá— Rúaj (alma—espíritu).<br />

Alma y espíritu, la unión del masculino y el femenino, producen luz, pero si están separados<br />

no dan luz. El alma se enrolla en el espíritu para ocupar su puesto en la región superior, en el<br />

Palacio oculto, como está escrito: “Porque el espíritu desfallecería (Yatof) delante de mí, y las<br />

almas que Yo he hecho” 894 . Allí arriba, en el Jardín, en el Palacio, el alma se enrolla en el<br />

espíritu de manera debida. Y cuando el alma desciende al Paraíso inferior, ella se enrolla en<br />

otro espíritu inferior —el alma del prosélito—, acerca de la cual hemos hablado antes, un<br />

espíritu qué emana de ese Paraíso inferior y tiene su morada allí. Y el alma se viste en este<br />

mundo con todos estos varios espíritus, y así mora aquí. Y el espíritu que ha abandonado este<br />

mundo sin procreación, sin engendrar hijos, pasa por transmigración constante, sin encontrar<br />

descanso, y rodando “como una piedra en una honda” hasta que viene un “redentor”, el levir,<br />

o hermano del marido, según Deuteronomio XXV, 8,9, para redimirla y devolverla al mismo<br />

“navío” que usó antes y al cual tiende con corazón y alma, como al asociado de su vida, en la<br />

unión de espíritu con espíritu. Este “redentor” vuelve a construir ese espíritu. Porque el<br />

espíritu que fue dejado por el fallecido aun tendiendo a ese “navío” no se ha perdido, pues<br />

nada se pierde en el mundo, sino que aún está allí y busca retornar a su base; y así el<br />

“redentor” lo trae y lo vuelve a construir en su lugar Y se toma una nueva creación, un<br />

espíritu nuevo en un cuerpo nuevo. Se puede decir “el espíritu vuelve a ser como fue”: es así,<br />

pero sólo ha sido construido por el mérito del otro espíritu que fue dejado en ese recipiente.<br />

Hay aquí un misterio profundo. Según el Libro de Enoj, este “edificio es efectivamente<br />

construido por el otro espíritu que fue dejado en el ‘navío “ y que arrastra tras de sí al espíritu<br />

que merodea en el aire desnudo y solitario; y estos dos espíritus están soldados juntos, y si la<br />

persona es digna de ser construida de nuevo, los dos espíritus se vuelven realmente uno, un<br />

órgano en el cual pueda alojarse un alma superior. Porque exactamente como otros hombres<br />

tienen un espíritu que es tomado por la sobrealma y otro espíritu más elevado, y la santa<br />

sobrealma está vestida con ambos, así hay aquí dos espíritus para que se aloje en ellos el alma<br />

superior, y para ellos otro cuerpo, que ahora es construido de nuevo, el niño que ha de dar a<br />

luz la viuda que se casó con el pariente cercano.<br />

Surge ahora la pregunta: ¿Qué ocurre con el cuerpo del hombre que murió sin prole?<br />

¿Está perdido porque no tuvo el mérito de producir un descendiente? En este caso fue en vano<br />

que él procurara guardar los mandamientos de la Torá: y aun si guardó solamente un<br />

mandamiento, sabemos que “aun los más vacíos en Israel están llenos de buenas acciones<br />

como una granada está llena de granos”. Este cuerpo, aunque no se lo encontró digno de<br />

producir descendencia, fue, sin embargo, capaz de cumplir otros mandamientos, ¿y todo habrá<br />

891 Samuel XXV, 29.<br />

892 Génesis II, 10.<br />

893 Proverbios XX, 27.<br />

894 Isaías LVII, 16.<br />

166

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!