Simeon Bar Joyai - Zohar 3de5 - Comunidad Israelita Bet Or
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JETRO<br />
Éxodo, XVIII, 1 - XX, 23<br />
Y Jetró, sacerdote de Midian, suegro de Moisés, oyó todo lo que había hecho Dios<br />
por Moisés y por Israel. R. Ezequías comenzó aquí un discurso sobre el versículo: Y Aarón<br />
alzó su mano hacia el pueblo y los bendijo 613 . Dijo: El empleo de la palabra “mano”, en<br />
singular, indica que quería levantar su mano derecha encima de su izquierda, y esto por cierta<br />
razón esotérica. Encontramos en el libro del Rey Salomón que quien levanta su mano hacia el<br />
cielo sin ninguna intención devota de enunciar una plegaria o una bendición, será perseguido<br />
por diez poderes celestiales, los “'diez potentados que hay en la ciudad” 614 , es decir, los diez<br />
seres superiores designados sobre la “Extensión de las manos”, para recibir las bendiciones o<br />
plegarias ofrecidas con ellas, y para dotarlos con un poder a través del cual el nombre santo,<br />
Adonai, es glorificado y bendecido desde arriba y es así glorificado de todos los lados. Y estos<br />
“diez potentados” tomarán las bendiciones arriba y las derramarán sobre el de abajo. Por eso,<br />
cuando el hombre levanta su mano al cielo, debe cuidar que su intención sea orar o bendecir o<br />
suplicar, porque si la levanta vanamente, esos poderes que cavilan sobre la “Extensión de las<br />
manos” lo van a maldecir con doscientas cuarenta y ocho maldiciones. De uno así está escrito<br />
“y amó la maldición y ésta llegóse a él” 615 . Más aún, el espíritu de impureza se posa en tales<br />
manos, porque acostumbra merodear sobre un lugar vacío y la bendición no permanece allí.<br />
Por lo tanto, la mano debe ser alzada al cielo solamente como una expresión de oración o de<br />
bendición. Realmente, esta “extensión de las manos” tiene un profundo significado simbólico.<br />
Cuando un hombre extiende sus manos y las alza en plegaria y súplica se puede decir que<br />
glorifica al Santo de varias maneras. Simbólicamente —las dos manos contienen diez dedos<br />
une las diez Palabras (Sefirot), unificando con ello el todo y bendiciendo debidamente al<br />
Nombre Santo. También, une las carrozas internas y las Carrozas externas, de modo que el<br />
Nombre Santo puede ser bendecido de todos los lados, y todo se vuelve uno, lo de arriba y lo<br />
de abajo. Los diez poderes de que hemos hablado son las diez Palabras (Sefirot) de abajo,<br />
simbolizadas por las letras inscriptas que corresponden a las de arriba, y en primera instancia<br />
tienen a su cargo el levantar los dedos en plegaria. Y cuando todo el lado de la santidad se une<br />
arriba, los “otros lados” están sometidos, y también ellos confiesan y alaban al Rey Santo.<br />
Observad esto. En la doctrina mística del Nombre Santo hablamos de Rey y Sacerdote,<br />
ambos arriba y abajo. El Rey arriba es el místico Santo de los santuarios —Biná— y debajo de<br />
él hay un Sacerdote, la mística Luz Primordial, que actúa ante él en apoyo; él es el sacerdote<br />
llamado “grande” y se halla estacionado a la mano derecha. Hay un Rey abajo, en la<br />
semejanza del Rey arriba, que es rey sobre todo lo de abajo. Y debajo de él hay un Sacerdote<br />
que le ayuda: es ese al que se llama Mijael, el Sumo Sacerdote, que está a la derecha. Todo<br />
esto constituye el verdadero objeto de la fe, la del lado de la santidad. Al “otro lado”, el lado<br />
que no es santo, hay también un rey, ese al que se llama “un rey viejo y un necio” 616 , y el<br />
sacerdote, que está bajo él y le auxilia, es On (nada, idolatría); a él se alude en el versículo:<br />
“Y Efraím dijo: Aunque me he vuelto rico, me he encontrado sin poder”, es decir, el no santo<br />
poder celestial que presidió sobre el acto de idolatría que cometió Jeroboam 617 , sin el cual no<br />
habría podido ocurrir. Y bien, cuando este rey y este sacerdote del “otro lado” están sometidos<br />
y su poder quebrantado, todos los “otros lados” les siguen, y también están sometidos y<br />
613 Levítico IX, 22.<br />
614 Eclesiastés VII, 19.<br />
615 Salmos CIX, 17.<br />
616 Eclesiastés IV, 13.<br />
617 I Reyes XII, 28.<br />
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